Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155


UN ACERCAMIENTO A LA INCLUSIÓN EDUCATIVA DEL ESCOLAR CON DIAGNÓSTICO DE RETRASO MENTAL

Autores e infomación del artículo

Elia Oliveisy Avila Garcés*

Jixy Martínez Galeano**

Universidad de Las Tunas, Cuba.

olyyoel@ult.edu.cu


RESUMEN
Garantizar la inclusión educativa de los escolares con retraso mental en la Educación Primaria, hoy constituye una necesidad primordial, por eso desde el proceso pedagógico debe brindársele un tratamiento sistemático, coherente y contextualizado a los agentes educativos que laboran con estos en función de garantizar una educación de calidad en cualquier contexto. Esta ponencia aborda el problema de la inclusión educativa para la atención a escolares con diagnóstico de retraso mental, determinándose la necesidad de incursionar en la Educación Primaria a partir de las relaciones sociales que pudieran establecer con sus coetáneos y agentes socializadores, por ser un contexto en el territorio de Las Tunas donde existe un número importante de escolares con este diagnóstico. Se profundizó en los fundamentos teóricos, basado en la concepción materialista dialéctica, que reveló una tendencia hacia la homogeneidad de los escolares. Como objetivo se propone argumentar teóricamente la necesidad de la inclusión de los escolares con diagnóstico de retraso mental en la Educación Primaria, teniendo en cuenta los métodos de análisis-síntesis, inducción-deducción.
PALABRAS CLAVES: retraso mental, inclusión educativa, agentes socializadores.
SUMMARY

Guarantee the educational inclusion of school children with mental retardation in Primary Education, today is a primary need, so from the pedagogical process must provide a systematic, consistent and contextualized treatment to educational agents working with them in order to ensure an education of quality in any context. This paper addresses the problem of educational inclusion for the attention of schoolchildren diagnosed with mental retardation, determining the need to venture into Primary Education from the social relationships they could establish with their peers and socializing agents, as it is a context in which Las Tunas territory where there is a significant number of schoolchildren with this diagnosis. It was deepened in the theoretical foundations, based on the dialectical materialist conception, which revealed a tendency towards the homogeneity of the students. As an objective, it is proposed to theoretically argue the need for the inclusion of schoolchildren diagnosed with mental retardation in Primary Education, taking into account the methods of analysis-synthesis, induction-deduction.

KEY WORDS: mental retardation, educational inclusion, socializing agents.

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Elia Oliveisy Avila Garcés y Jixy Martínez Galeano (2019): “Un acercamiento a la inclusión educativa del escolar con diagnóstico de retraso mental”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (enero 2019). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/01/inclusion-educativa-retrasomental.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1901inclusion-educativa-retrasomental


INTRODUCCIÓN
La preocupación actual desde la propia política educacional asumida por Cuba, en superar todo tipo de exclusión y encontrar las vías más factibles para una educación de calidad, ha llevado a poner desde una mirada más optimista, a los escolares, adolescentes y jóvenes con necesidades educativas especiales.
Para desarrollar una inclusión educativa de calidad es necesario del dominio por parte de los todos los agentes que interactúan con el escolar, adolescente o joven con diagnóstico de retraso mental, de sus características psicológicas, potencialidades, las habilidades que son capaces de desarrollar, sus niveles de independencia, valores y cualidades morales admirables por el resto de la sociedad.
Las realidades educativas actuales, demandan de un carácter consciente y voluntario la conciencia pública y las prácticas inclusivas en relación a la aceptación de sus características, con sensibilidad, con oportunidad de una participación protagónica en el contexto donde se encuentren.
Sobre las condiciones que han de crearse para garantizar una atención de calidad, se destacan (Illán, 1992) y (Arnais, 1999), que reflexionan sobre la necesidad de la integración de manera activa y real de estos escolares y el respeto a su personalidad.
Alrededor de la inclusión sutil que no provoque daños a la personalidad, ha sido tratada por (López, 2008), (Bell, 2002), entre otros. Resultan importantes las investigaciones de (Manes, 2005), (Santamaría, 2007), (Lidia, 2008) y (Orozco, 2012) pero se ha constatado: dificultades en cuanto a la comprensión por parte de los maestros de la Educación Primaria que tienen en sus matrículas escolares con estas características, sobre el rol que les corresponde en el proceso educativo, donde el proceso va orientado fundamentalmente a la homogeneidad de los grupos, la respuesta educativa que reciben los escolares con necesidades educativas especiales en la escuela primaria no siempre satisface sus necesidades.
El incremento de la matrícula de los escolares con diagnóstico de retraso mental incluidos en la educación primaria, van generando necesidad de nuevas respuestas educativas. Por lo que se hace necesario tomar en consideración las características psicopedagógicas en esta educación que permita una atención de calidad. 
La inclusión educativa del escolar con diagnóstico de retraso mental
La necesidad actual de brindar apoyo y educación de calidad desde la Educación Primaria a los escolares con diagnóstico de retraso mental, se torna en el territorio tunero complejo para el colectivo pedagógico, al contar con un proyecto inclusivo novedoso, de lo que antes se encargaba solamente el maestro de la Educación Especial, sobre todo, para los maestros de experiencia que no recibieron en su formación académica cuestiones referidas a esta problemática.
La generación de recién graduados se les ha ido incorporando prácticas en relación a la atención a estos escolares, pero en la aplicación de diferentes métodos en la práctica escolar revela que falta mayor coherencia en el trabajo desde el propio proceso de esta educación que brinde una respuesta adecuada a sus necesidades y potencialidades, además no es suficiente la coherencia que existe entre los diferentes agentes que participan desde el proceso pedagógico en esta educación, para la atención a estos escolares.
En el Modelo no están precisos los elementos que de manera armónica, flexible y coherente potencien la inclusión de escolares con diagnóstico de retraso mental, que como un derecho político y constitucional pueden asistir a esta. No se describe que debe hacer cada especialista, además como debe ocurrir su preparación laboral para su incorporación a la vida adulta e independiente y pueda establecer relacione sociales adecuadas.
Reconocemos el salto positivo que ha tenido lugar en las concepciones educativas en la Educación Primaria, desde una posición donde la atención a los escolares con diagnóstico de retraso mental no aparecía entre los aspectos a considerar, hasta un Modelo, que aunque todavía posee una tendencia hacia la atención a la homogeneidad de los escolares, requiere de elementos que propicien la participación más inclusiva y coherente de todas los elementos que la conforman. La atención a los escolares con diagnóstico de retraso mental en Cuba, se concibe desde un enfoque de equiparación de oportunidades que constituye un reto en la Educación Primaria, sin embargo, en la caracterización de este fenómeno se revelan elementos que requieren de una posición diferente, que evite el aislamiento de las acciones que se realizan.
La escuela ha de jugar un papel fundamental, como institución encargada de rectorar de manera consciente el proceso formativo, sin embargo, se precisa de la influencia de los diferentes agentes y del accionar coherente de estos en cada contexto en el que interactúa el escolar, en los que se encuentran fundamentos filosóficos, sociológicos, psicológicos y pedagógicos desde una conciencia pública para la atención a escolares con diagnóstico de retraso mental, viéndolos desde una posición materialista dialéctica, y teniendo como base la teoría de la escuela socio-histórico cultural, contextualizada a la realidad cubana y en los conceptos e investigaciones de la Pedagogía.
Dentro de los aportes que asume la pedagogía cubana y progresivamente se van perfeccionando se destacan en sus inicios, las ideas educativas de José de la Luz y Caballero, Félix Varela, Enrique José varona, José martí, iniciadores de la preocupación por una educación de mayor calidad pero que tuviera en cuenta a todos con sus diferencias, de los que dejaron un legado de justeza, igualdad, solidaridad, sensibilidad sobre todo cuando se trata del escolar con diagnóstico de retraso mental.
Si encontramos en un mismo contextos fuerzas diferentes como la de los escolares con diagnóstico de retraso mental en la Educación Primaria, necesariamente se toman en consideración las contradicciones del par categorial unidad y diversidad, relacionado con la materialidad del mundo y la concatenación de todos los fenómenos que en él existen, pero aunque esta unidad está relacionada con la uniformidad e identidad, esta es relativa, pues a la vez existen diferentes niveles de organización en esos fenómenos, los cuales le conceden diversidad y determinada jerarquía tanto en el orden cualitativo como cuantitativo.
La homogeneidad y la heterogeneidad como otro par categorial, que se refiere por un lado a los aspectos comunes que existen en los objetos y fenómenos de la realidad y los hace pertenecer a un mismo género, pero que a la vez tienen diferencias dadas en su carácter heterogéneo, tiene gran relación con los aspectos antes mencionados.
Tomar en cuenta estos elementos conduce a la necesidad de analizar las diferencias que existen entre las personas, sobre todo si se trata de aquellas en las que se observan desviaciones en su desarrollo, pero que sin negar los elementos comunes que las unen a las demás, las diferencias conllevan a que requieran atención diferente. Al mismo tiempo separarlas completamente conduciría a tendencias excluyentes, de ahí que la inclusión en los últimos tiempos sea una necesidad, pero para lograrla, su aceptación desde una conciencia pública es esencial.
La aceptación con una mirada optimista por parte de todos los agentes que interactúan con el escolar con diagnóstico de retraso mental ocupa un lugar de importancia en la conducción del proceso formativo para el logro de la inclusión, porque es este el momento en que el escolar adquiere las habilidades instrumentales básicas para todo el aprendizaje posterior, por lo que su repercusión social, desde una conciencia pública adecuada es innegable, pero a la vez en su formación inciden los cambios sociales y culturales que van operándose en la sociedad.
Estas consideraciones parten del análisis de la relación entre el escolar, el profesional de la educación y la sociedad, con sus transformaciones, con su dinámica, en la cual se modifican criterios, se analizan fenómenos a la luz de nuevas concepciones y en el caso de los escolares con diagnóstico de retraso mental, han estado conformándose nuevos conceptos para dar respuestas que concuerden con las aspiraciones de la sociedad cubana de considerar la diversidad escolar como parte inherente a la diversidad del mundo, así como la necesidad de crear las condiciones de equidad e igualdad plenas.
La educación inclusiva parte de una conceptualización filosófica y principios alrededor de la educación en lo que respecta a grupos que han sido excluidos largamente de esta, a partir de la creencia de que el derecho a la educación, es un derecho humano básico, que es el fundamento de una sociedad más justa.
Al brindar apoyo a todas las escuelas primarias para garantizar que puedan brindar educación de calidad a todos los escolares, se lograrían mejores resultados, partiendo de evaluar la calidad de la educación desde las instituciones educativas que la ofrecen, a partir de lo que ellas realizan como educación inclusiva.
Cuando se habla de escuela inclusiva no se limita a los escolares tradicionalmente etiquetados con discapacidades, sino que se apunta a un grupo mucho mayor, el formado por escolares que por diferentes razones tienen dificultades para aprender en la escuela y frecuentemente la abandonan en virtud de que sus necesidades educacionales no son identificadas ni satisfechas.
Este proceso resulta complejo por las características psicológicas que presentan los escolares con diagnóstico de retraso mental, que requieren de una atención especializada, lo que justifica la necesidad de continuar profundizando por la vía científica en este tema y de cual se toma como sustento psicológico de la investigación la escuela histórico cultural de (Vigotsky,1989) y sus seguidores, que mantiene una posición optimista en el análisis de los factores sociales como determinantes en la personalidad, que permite considerar la posibilidad de que la preparación del maestro de la Educación Primaria puede alcanzar niveles superiores a partir de una concepción que lo prepare de una forma científica para asumir el reto de atender a escolares con diagnóstico de retraso mental.
Esto reafirma que los escolares con diagnóstico de retraso mental tienen potencialidades que siendo estimuladas desde las condiciones de la Educación Primaria es posible la inclusión y basadas en lo que se puede llegar a hacer con ayuda de otros más capaces, a partir de la zona de desarrollo próximo, que permite adoptar posiciones diferentes a las existentes hasta este momento en el análisis de los fenómenos educacionales y que ello depende en gran medida de la labor de los profesionales de la educación, haciendo una pedagogía de éxito para todos, sin segregar, discriminar o excluir.
El sistema educativo, y en especial la escuela, debe crear condiciones para que exista igualdad de oportunidades para todos sus escolares. El acceso a las instituciones educativas no significa necesariamente una respuesta adecuada a la igualdad de oportunidades y a la exclusión social. Todos los escolares pueden tener éxito, aprender, desarrollarse, acceder al conocimiento, a la cultura, emplear sus habilidades intelectuales, prácticas y alcanzar el máximo desarrollo de sus capacidades.
La igualdad de oportunidades no implica “tratar de igual forma a todos”, como han expresado algunos maestros y padres, sin mucha meditación, en las indagaciones que se han hecho, o “trabajar por homogeneizar el grupo”, “eliminar las diferencias”, como han referido otros, lo cual a mi juicio, no es lo que debo proponerme, ni es posible lograrlo, evidenciado en la práctica pedagógica, pero con un fuerte sustento pedagógico.
El tratamiento pedagógico frontal,  dirigido a un supuesto promedio, sin tener en cuenta diferencias, es discriminatorio y segregacionista, va dejando secuelas negativas en escolares que por ser más lentos, menos ágiles, tener menos conocimientos y habilidades o menos desarrollo de capacidades intelectuales o prácticas, por estar menos motivados, menos dispuestos y preparados para el aprendizaje (lo que en la mayoría de los casos tiene una evidente raíz socio cultural) comienzan a rezagarse,  acumular fracasos, desalientos y necesidades no resueltas, evidenciándose aquí, la relación existente desde la filosofía de la educación con la función ideológica al aceptar como uno más a todos con su diversidad.
Es necesario descubrir su esencia  y buscar las vías de solución, de lo contrario puede suceder un agravamiento sucesivo,  se comienza apresuradamente a emitir juicios sobre un supuesto déficit intelectual del o de los escolares, a culparlos por sus resultados, a transmitir quejas y augurios pesimistas a la familia, ”a etiquetar”, todo ello disminuye la autovaloración y autoestima hasta llegar a crear en él un dañino sentimiento de impotencia y minusvalía, lo que algunos autores llaman “impotencia aprendida o socializada.
Se establecían patrones más o menos rígidos de formación y conducta que eran considerados la “norma”, si existían diferencias en uno o varios escolares con respecto a “lo normal”, al “modelo”, era necesario eliminarlas y se trataba o se sospechaba de que eran “escolares realmente diferentes”, entonces no les correspondía estar en los grupos comunes, con “los normales”, sino en grupos especiales de “escolares diferentes”. La pedagogía tradicional (de tendencia liberal) se basaba en la idea de que la función de la escuela es preparar a los individuos para el desempeño de papeles sociales, de acuerdo con sus aptitudes individuales, por eso necesitaban adaptarse a los valores y normas vigentes en la sociedad, a través del desarrollo de la cultura individual. Cada escolar debía ser educado para llegar por su propio esfuerzo, a su plena realización como persona.
Ante tal concepción el proceso educativo, no puede encontrarse en un nivel favorable en el intento de adecuarse a las realidades de determinado grupo o escolar en particular. Es el clásico “sálvese quien pueda”, porque no dispondrá de ayudas. Ni los contenidos, ni los procedimientos didácticos, ni las normativas de la escuela, o las relaciones maestro – alumno se correspondían con la realidad de muchos escolares y de su contexto social. Predominaba la palabra del maestro, la imposición de reglas preestablecidas, la ponderación exclusiva de lo intelectual.
En tiempos en que tiene lugar un vertiginoso desarrollo de las ciencias y la técnica, avanzan impetuosamente nuevas tecnologías, aumenta el volumen de información, conocimientos y cultura de la humanidad, no puede convertirse en una simple consigna el propósito de lograr la equidad e igualdad de oportunidades tan proclamada actualmente. Aunque lograr esta aspiración a niveles de las sociedades se vislumbra como algo ilusorio, la escuela debe ser un espacio de cohesión que puede hacer mucho más por esa equidad e igualdad de oportunidades, lo que es una esencia de la filosofía de la educación.
Es por ello que se asumen los aportes de la escuela histórica cultural enfocada en el reconocimiento, de las relaciones que se establecen entre los aspectos biológicos, psicológicos, sociales y los agentes socializadores, como elementos de importancia para brindar atención oportuna desde un proceso pedagógico que los conciba.
Afortunadamente, percibimos ciertos cambios positivos en la interpretación del hecho educativo de manera general y en particular, del papel que le corresponde desempeñar a los diferentes componentes del sistema educativo: escolar, docentes, familia, comunidad y que permita fortalecer la conciencia pública de la sociedad en general.
Algunas ideas básicas van siendo comprendidas, penetran en la conciencia social y en primer lugar en los colectivos pedagógicos de los centros docentes, entre ellas, por ejemplo: la relación entre identidad y diversidad humana, el necesario respeto a esa amplia y rica diversidad, el reconocimiento de las ilimitadas potencialidades de desarrollo de los individuos humanos, la necesidad de un tratamiento diferenciado y personalizado, el valor de la labor preventiva y sistemática, el papel, en última instancia determinante, de los factores sociales en el desarrollo y por tanto, de la necesaria unidad de los agentes e influencias educativas para lograr la eficiencia deseada, una educación de alta calidad para todos, a pesar de diferencias, limitaciones, e incluso discapacidades.
A personas diferentes, tratamiento diferente: fundamento de la igualdad en el sistema educativo y contenido de la función ideológica de la filosofía de la educación. Los elementos antes abordados posibilitan que hoy la escuela tenga un papel importante en la sociedad, al considerarse como centro cultural más importante de la comunidad, en estrecho accionar de agentes educativos.
La educación brindada desde la Educación Primaria va teniendo en cuenta la diversidad, donde se instruya, eduque, se forme al escolar y este a la vez comparta los conocimientos de forma recíproca con sus maestros, compañeros, familia y la comunidad.
En esta medida la escuela gana un carácter más autónomo, democrático, a la vez que vincula el trabajo político ideológico desde el currículo, pero hacia todas las actividades humanas que es lo que posibilita brindar una connotación a la educación moral acorde a las exigencias sociales.
Estas reflexiones permiten que el escolar sienta desde una conciencia personal, el respeto por los otros, los acepte, brinde su ayuda y permite elevar la calidad de la educación, elementos que asumen nuestra pedagogía donde se ubica como centro el estudio de los valores
Si las expectativas del maestro respecto a sus escolares son positivas, si desde el primer momento tiene la convicción de que todos pueden aprender, permanecer en el sistema educativo, desarrollarse paulatinamente y alcanzar éxito, si comprende su responsabilidad directa en el desarrollo de cada uno de ellos y se decide a enfrentar el reto de “salvarlos a todos”, con amor, se garantizaría un importante primer paso hacia la conciencia pública y la igualdad de oportunidades.
Cuando los escolares son considerados capaces, cuando son reconocidas hasta sus más simples virtudes, e incluso elogiados, cuando se sienten útiles, se eleva su autoestima y se crea una relación positiva para con la escuela, los maestros y el aprendizaje que, sin dudas, aumenta su desempeño, su aplicación y sus éxitos.
Muchos escolares, llegan a la escuela preparados para esa nueva y cualitativamente diferente etapa de aprendizaje, que es el aprendizaje escolar, y otros arriban con notables desventajas. Como habíamos señalado, si el sistema educativo (que incluye también a la familia, por supuesto) ignora estas diferencias, no solo persisten las desventajas, sino que pueden agravarse considerablemente y pudiera suceder también que escolares muy aventajados, por desconocerse sus particularidades y no brindarles la atención debida, vayan perdiendo sus aptitudes y queden relegados y hasta convertirse en alumnos con dificultades, vinculado con la función epistemológica de la filosofía de la educación.
Si la labor educativa desarrolladora de cada maestro y de cada escuela comenzara por el conocimiento exhaustivo del escolar y su desarrollo, donde se valore la compleja red de relaciones internas de cada situación y se realice una profunda reflexión sobre cómo actuar, cuáles serían las estrategias grupales e individuales, siempre con expectativas positivas sobre  potencialidades y posibilidades de todos y cada uno, ¿cuántos podríamos salvar del fracaso y la deserción escolar, de las conductas antisociales, los vicios y la marginación? Por ahí debe comenzar la labor preventiva del maestro para evitar los fracasos y asegurar el éxito de todos siendo consecuentes con el papel del diagnóstico asumido desde la escuela histórica cultural.
Tomando estas ideas como fundamentos de la filosofía de la educación, pero también pedagógicos de la labor profesional, enseñar, educar y trabajar por el desarrollo personal integral de los escolares, debe ser un proceso de búsqueda permanente de métodos, procedimientos y medios que puedan garantizar la máxima eficiencia y calidad en el cumplimiento de las misiones, objetivos o propósitos generales, sin relegar o segregar a nadie.
La creatividad del maestro, profundo conocedor de la materia prima con que trabaja como contenido de la filosofía de la educación y de la pedagogía, de su importante papel transformador, estudioso constante de sus resultados, para orientar o reorientar oportunamente sus estrategias, métodos y adecuarlos a la realidad y actualidad de sus escolares, es la vía que puede conducir a la aceptación social y conciencia pública, calidad, éxito de todos, que insisto, no es un favor, es un derecho.
La esencia está en reconocer las semejanzas sin negar las diferencias que entre todas las personas existen y en ello radica la diversidad, la heterogeneidad, que también es relativa a esa condición, es más acentuada y se marca más en la medida en que son significativas las desviaciones que se presentan en el desarrollo psíquico de la personalidad, como en el caso de los escolares con diagnóstico de retraso mental.
Un elemento asumido por la generalidad de los investigadores como algo necesario, está en el reconocimiento de la preparación e implicación de los agentes socializadores para una educación de calidad, lo que en esta investigación cobra una importancia relevante, por ser ellos los encargados de satisfacer esa necesidad en la práctica, particularmente los que participan en el proceso pedagógico de la Educación Primaria.
En el estudio realizado acerca de la historia de la problemática, la organización desde el proceso pedagógico de la Educación Primaria para la formación de la conciencia inclusiva y la aceptación de los escolares con diagnóstico de retraso mental en esta educación, no posee todos los elementos que se requieren para ofrecer una atención de calidad a esos escolares y las influencias formativas que sobre ellos han incidido, han tenido un carácter fragmentado y poco coherente. Sin embargo se encuentran desde el propio Modelo de la Escuela Primaria algunos aspectos en relación con la atención a todos los escolares sin distinciones.
Desde el diseño del Modelo de esta educación, se dedica la mayor parte a la atención de los escolares con tendencia a la homogeneidad. En los objetivos, contenidos y valores determinados en todas las edades, no es una prioridad el tratamiento a escolares con diagnóstico de retraso mental, es decir, aparece muy poco abordada, principalmente se refiere a la diversidad, el tratamiento que se ofrece está relacionado generalmente con los grupos homogéneos de escolares, por lo que el proceso de atención a escolares con diagnóstico de retraso mental en la Educación Primaria se limita.
Solo se cuenta con un conocimiento general en cuanto a las características de estos escolares y se estimulan acciones que favorecen la intención de preparar al colectivo en relación con la atención a la diversidad y dentro de ella las relacionadas con el diagnóstico de retraso mental, requiriendo de un tratamiento metodológico más integral y coherente en el proceso pedagógico de la Educación Primaria, que permita a los encargados de materializar estas acciones, y puedan ejecutar en forma coherente, desde sus funciones, los pasos necesarios para cumplir con este propósito.
Es importante referirse que en la organización del proceso pedagógico al hecho, de que aquellas que están relacionadas con las cuestiones metodológicas, carecen de elementos en los diferentes componentes que propicien la preparación de los implicados, desde su contexto de actuación, tanto desde el punto de vista cognoscitivo, como afectivo motivacional, que lo coloque en condiciones de atender con calidad a los escolares con diagnóstico de retraso mental.
Por lo que estas reflexiones permiten determinar una contradicción en la atención a escolares con diagnóstico de retraso mental en la Educación Primaria, la que está dada entre una tendencia de la organización del proceso pedagógico hacia preparar a los agentes socializadores teniendo en cuenta las relaciones de semejanzas entre los escolares, es decir para la homogeneidad y la existencia de las diferencias, de la heterogeneidad de los escolares, que exigen reconsiderar esta tendencia.
Esta investigación al encontrarse en curso no compartirá resultados ni una estrategia completa, pero tiene el objetivo de reflexionar acerca de la necesidad actual en relación con el tema y la oportunidad de compartir que la labor educativa en el territorio sigue adelante.
Al ser una investigación en curso podemos referir algunos de los aportes derivados hasta el momento, a partir de la profundización y estudio teórico de la problemática.

  • Un diagnóstico de la situación de la preparación de los diferentes componentes que intervienen en el proceso pedagógico de la Educación Primaria para la inclusión de escolares con diagnóstico de retraso mental y de las condiciones reales que existen.
  • Un acercamiento de los maestros a la problemática con un espíritu más optimista y de búsqueda de soluciones.
  • Reflexiones más concretas acerca de cómo ayudar a la elaboración de estrategias para la atención a los escolares con diagnóstico de retraso mental.

CONCLUSIONES
Concebir la inclusión como eje transversal en la atención de escolares con diagnóstico de retraso mental, supera el aislamiento de las acciones a partir de la orientación intencional de la problemática en los componentes del proceso pedagógico en la Educación Primaria y precisa los roles de cada uno de los miembros del sistema de influencias para la atención a los escolares.
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Vigotsky. L. S. (1989). Historia del desarrollo de las funciones psíquicas Superiores. La Habana: Ed. Ciencia y Técnica.

*Licenciada en Educación Especial. Profesora del departamento de Educación Especial. Universidad de Las Tunas, Cuba. Investigadora en el tema de la atención a la inclusión educativa de los escolares con retraso mental.
** Doctora en Ciencias Pedagógicas. Profesora Titular. Departamento de Educación Especial. Universidad de Las Tunas, Cuba. Jefa de la disciplina Formación Laboral Investigativa. Jefa de la carrera de Educación Especial con experiencia en la asesoría y orientación en cuanto a investigaciones educacionales, especialista en la atención a la inclusión educativa.

Recibido: 16/10/2018 Aceptado: 26/01/2019 Publicado: Enero de 2019

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