Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155


CONSIDERACIONES TEÓRICAS SOBRE EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL PROFESIONAL DE PEDAGOGÍA-PSICOLOGÍA

Autores e infomación del artículo

Leyder Ortiz Pérez *

Manuel Antonio Mulet González **

Danilo Quiñones Reina ***

Cuba.

lortiz@ult.edu.cu


En la ponencia se aborda algunas consideraciones teóricas generales sobre el desarrollo de la inteligencia emocional en el profesional de pedagogía-psicología en formación inicial para el ejercicio de su función orientadora.
Se sistematiza la categoría inteligencia emocional en el proceso de formación inicial de los profesionales de la carrera Pedagogía-Psicología, la cual es vista como elemento dinamizador del proceso, en el que se logara elevados niveles de bienestar personal y profesional. Es por esto que es de interés el ejercicio de la función orientadora, la que se favorecerá en la medida en que se desarrolle la inteligencia emocional. La formación inicial de los profesionales de la Educación marca una nueva etapa en la orientación educativa de los profesionales en formación inicial de Pedagogía-Psicología. Está estrechamente relacionada con las diferentes actividades que se realizan a través de los componentes del proceso, en articulación íntima con el sistema de influencias educativas.
Palabras Claves: inteligencia emocional, formación inicial, función orientadora.
The paper addresses some general theoretical considerations on the development of emotional intelligence in the pedagogy-psychology professional in initial training for the exercise of its guiding role.The emotional intelligence category is systematized in the initial training process of professionals in the Pedagogy-Psychology career, which is seen as a dynamic element of the process, in which high levels of personal and professional well-being are achieved. This is why it is of interest to exercise the guiding function, which will be favored as emotional intelligence develops. The initial formation of the professionals of the Education marks a new stage in the educational orientation of the professionals in initial formation of Pedagogy-Psychology. It is closely related to the different activities that are carried out through the components of the process, in intimate articulation with the system of educational influences.
Key words: emotional intelligence, initial formation, guiding function.


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Leyder Ortiz Pérez, Manuel Antonio Mulet González y Danilo Quiñones Reina (2018): “Consideraciones teóricas sobre el desarrollo de la inteligencia emocional en el profesional de pedagogía-psicología”, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo (diciembre 2018). En línea:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2018/12/desarrollo-inteligencia-emocional.html
//hdl.handle.net/20.500.11763/atlante1812desarrollo-inteligencia-emocional


INTRODUCCIÓN

El desarrollo de la inteligencia emocional es parte de la formación que debe alcanzar el profesional de la carrera Pedagogía-Psicología para el ejercicio de su función orientadora y es a través de esta que el colectivo pedagógico ejerce las influencias para alcanzar dicho propósito. El mismo se pondrá en práctica al ejercer la función orientadora en los distintos contextos de actuación profesional donde el profesional en formación inicial logre desarrollar capacidades emocionales que le permitan aumentar su nivel de bienestar personal y convertirse en profesionales responsables, comprometidos y cooperadores.
Es por esto que en la investigación es de interés el ejercicio de la función orientadora, la que se favorecerá en la medida en que se desarrolle la inteligencia emocional. La formación inicial de los profesionales de la Educación marca una nueva etapa en la orientación educativa de los profesionales en formación inicial de Pedagogía-Psicología. Está estrechamente relacionada con las diferentes actividades que se realizan a través de los componentes del proceso, en articulación íntima con el sistema de influencias educativas.
Según I. Parra Vigó (2002) la formación inicial del maestro es un proceso en que el estudiante comienza a desarrollar gradualmente las habilidades inherentes a su profesión, a partir de la relación dinámica que establece con los componentes teóricos y prácticos de la misma. La formación inicial se concibe como un proceso de educación profesional de los profesionales de la Educación con un carácter pedagógico.
La formación inicial influye en la preparación para el desempeño de la función orientadora en los estudiantes de Pedagogía-Psicología, en este sentido se destacan los contenidos de la inteligencia emocional como parte del contenido general de la profesión.

Apuntes sobre el desarrollo de la inteligencia emocional en el profesional de Pedagogía-Psicología en formación inicial como orientador educativo.

La orientación educativa se convierte en un elemento esencial en la formación de los profesionales de la Educación y es significativa en los de Pedagogía-Psicología, para ejercer el rol profesional que han de desarrollar desde la inteligencia emocional, pues estos profesionales orientan y educan a los niños, adolescentes y jóvenes en las diferentes actividades que desarrollan, en consonancia con la responsabilidad adquirida; esta misión social demanda que sean profesionales con una alto desarrollo de la inteligencia emocional para orientar en los diversos contextos de actuación.
Como proceso de mediación, la orientación educativa, demanda de la ayuda que promueve y facilita en el sujeto un nivel de realización y un aprendizaje que permita un mayor nivel de desarrollo; en consonancia, se define como un proceso de ayuda, asumida como relación profesional donde se movilizan en función del crecimiento personal, los recursos personales de un sujeto en un contexto educativo que lo facilite (Del Pino, 1998).
En Cuba, al hacer una generalización de las principales características de la orientación educativa, así como de las principales cuestiones que aún se debaten en este terreno; a partir del análisis de Ibáñez (1982) y Gordillo (1984); Domínguez (1995) destaca:
-  La orientación educativa constituye un proceso (educativo) que debe ejercerse desde las primeras edades y durante toda la vida del hombre, con independencia de que en determinadas etapas críticas resulte más necesaria.
-  Se define como una relación de ayuda (proceso interactivo) que se establece entre el orientador y el orientado (este último puede ser un individuo particular o un grupo).
-  En el proceso de orientación educativa se expresa el carácter activo del sujeto, en ambos polos de la relación. El orientador tiene, como, propósito o intención, lograr que se produzcan cambios favorables en el orientado, encaminados al desarrollo de la autodeterminación de este último. En este proceso también se operan transformaciones en el orientador. Por su parte, el orientado debe ser portador de la necesidad de ayuda; demanda sin la cual tiende a disminuir la efectividad de la orientación, además, es el orientado quien debe llegar a determinadas reflexiones y valoraciones que le permitan por sí mismo la toma de decisiones en aquellas esferas de su vida que posean una significación psicológica para su desarrollo personal.
-  El proceso de orientación educativa se ejerce sobre la personalidad en su carácter de sistema (configuración subjetiva), lo que implica tener en cuenta la unidad de lo cognitivo y lo afectivo como célula esencial que caracteriza la regulación del comportamiento humano.
- Los objetivos generales de la orientación (crecimiento y maduración de la personalidad del sujeto orientado) se instrumentan de forma particular en dependencia de las características del sujeto de la orientación, las cuales resultan específicas e irrepetibles en cada caso.
-  Otro aspecto a considerar en este proceso, es la unidad de lo personal y lo social, de lo interno y lo externo. El sujeto de la orientación debe interiorizar y personalizar un conjunto de concepciones, normas y valores sociales, que comienzan a operar en el plano interno (psicológico). Estos aspectos deben guardar cierta congruencia con lo esperado y aceptado a  nivel social.
-  La comunicación constituye la vía esencial a través de la cual se desarrolla la orientación educativa, por tratarse de "un proceso en extremo activo, en el cual los elementos que participan siempre lo hacen en condición de sujetos de este proceso. En el proceso de comunicación, las personas se relacionan tanto por vía verbal como no verbal, y a lo largo de este proceso, cada una de las partes implicadas en el mismo reflexiona, valora y expresa de manera activa, por uno u otro canal del proceso, sus propias conclusiones, vivencias y valorizaciones, con independencia de que se exprese o no de manera verbal en ese momento."
La función orientadora está encaminada a la ayuda para el autoconocimiento y el crecimiento personal mediante el diagnóstico y la intervención psicopedagógica en interés de la formación integral del profesional.
En el abordaje de los contenidos orientacionales en la formación del profesional se precisa, además, el trabajo integrado desde las diferentes áreas de orientación y la utilización de técnicas y métodos para el desarrollo exitoso de esta, elemento que aún no está suficientemente argumentado desde la corriente integrativa, cuando es uno de los fundamentos que la sustentan. De ahí la trascendencia de las investigaciones donde se precisa el lugar de la orientación educativa en el proceso de formación del profesional, lo cual abre un abanico de nuevas investigaciones en la que se inserta esta tesis.
La orientación estructurada sobre esta base, desde la relación práctica-actividad cognoscitiva-actividad valorativa, cobra especial significación para el estudiante, al integrarla a su actividad profesional, en la cual tienen un papel importante el orientador, la escuela y la concepción del currículo para el desarrollo de los estudiantes.
Para Guzmán, C. (2009), las necesidades prácticas constituyen la fuerza motriz que impulsa y determina la actividad cognoscitiva. El profesional de Pedagogía-Psicología selecciona de la realidad el objeto a conocer; desde la valoración, acorde con sus fines y necesidades, con criterios de comparación y apreciación aprehendidos que favorecen el conocimiento; donde la orientación requiere del procesamiento de la información y la valoración del proceso de desarrollo personal y social de los estudiantes.
La posición teórica asumida por Blanco Pérez, A. y Recarey Fernández, S. (1999) acerca de la orientación en el proceso de enseñanza-aprendizaje considera que el rol profesional del docente es el de educador profesional, del cual se deduce que la educación es un fenómeno social, y las funciones de la misma, planteadas por Meier, A. (1984), son la función general, la parcial, la finalista y la profesional. Son elementos importantes en esta construcción, las relaciones de subordinación que se establecen entre las tareas y las funciones.
El tratamiento a la orientación requiere del vínculo con la sociedad donde se forman los estudiantes de Pedagogía-Psicología, pues ella es portadora de determinados valores materiales y culturales que son asimilados por los sujetos en forma de orientaciones valorativas, de acuerdo con las particularidades de la sociedad en que viven. Es necesario que los profesores dominen esto, lo que les permitirá dirigir mejor su labor pedagógica. Inmersos en este proceso, los profesionales en formación inicial interiorizan los rasgos esenciales de las funciones que han de desarrollar, en el contexto de su formación.
Estos planteamientos son de vital importancia para la comprensión de la orientación, problemática que ha sido tratada en las obras de distintos psicólogos como Bermúdez Morris, R. (2007), el cual opina que la comunicación desempeña un importante papel en la orientación, tanto individual como colectiva, pues ella le es inherente y necesaria, dado porque, siempre que una persona se encuentre en una situación en la que deba resolver un problema o conflicto, es necesaria la comunicación.
La orientación es enfocada también desde lo psicológico por González Rey, F. (1982); González Maura, V. 1994, Vega, L. (1990), quienes la valoran como un proceso complejo y diverso, particularmente estimulante de los afectos y de la reflexión, dentro del cual cada uno de los sujetos participantes se legitiman cuando el proceso se desarrolla de una forma adecuada. La orientación es un proceso eminentemente comunicativo, pues sus bases se encuentran en el proceso interactivo entre el orientador y el orientado.
Para M. Calviño (1994) y F. González Rey (1995) es necesario incursionar en la historia de la propia orientación, donde es de gran importancia el tratamiento de la base orientadora y el dar una orientación para la búsqueda y no dar el resultado de la búsqueda misma; para ellos, la orientación es un acto de comunicación, es imposible pensar en un buen orientador que no domine las técnicas de la comunicación.
Además, Calviño, M. (1994), al referirse a la orientación, incluye el papel de las relaciones profesionales de ayuda personal, las cuales tienen como fin propio ayudar a las personas, proceso que surte efecto si realmente la persona está de acuerdo, se compromete con lo orientado, los recursos personales, así como la creación de recursos nuevos y refiere, que los profesionales de la Educación nos involucramos en relaciones de ayuda psicológica y orientación sistemática.
Autores como: Roloff, G. (1999), Ojalvo, V. (1998), González, F. (1999), señalan la importancia de la orientación para la regulación de la conducta, pues desempeña un papel crucial en el tránsito de los aspectos sociales, externos a la conciencia en forma de orientaciones valorativa, en lo que se integran lo cognitivo, lo afectivo y lo motivacional.
Respecto a esta problemática, Vigotski, L. S. (1987) planteó, la importancia de la orientación, al señalar que en el proceso de interacción entre los sujetos se produce la dinámica entre lo interpsicológico y lo intrapsicológico; para él, el concepto zona de desarrollo próximo incluye el papel que tiene la orientación en el trabajo del maestro o una persona más capaz, para lograr el desarrollo y transformación de la personalidad de los estudiantes, por cuanto implica el desarrollo de tácticas y estrategias de orientación en el proceso de formación inicial.
Desde el enfoque histórico-cultural que se asume como concepción de partida, se entiende la orientación como una relación de ayuda, que establece el profesor con el estudiante, con el objetivo de facilitarle la toma de decisiones en situaciones problemáticas que no ha podido resolver, sea porque carece de recursos para su solución o de posibilidades para hacerlo.
En la formación inicial de los profesionales de Pedagogía-Psicología, la orientación se nutre de las vivencias pues constituyen parte integrante de la personalidad como unidad para el funcionamiento y la dinámica de su desarrollo. Para Bozhovich, L. (1976), las vivencias representan la unidad en la que se refleja la interrelación cognitivo-afectiva, sin embargo, no es una unidad inmóvil, ni constante, ya que existen variaciones ínter-funcionales que se ponen de manifiesto en todo el desarrollo evolutivo de los sujetos.
Según Vigotski, L. S. (1982), Betancourt, T. J. (2001) y Bozhovich, L. (1976) los rasgos esenciales de la personalidad están relacionados con las vivencias. Estas son de gran importancia para la orientación educativa. Entre ellas se destaca la interrelación cognitivo-afectiva, que constituye un estado generador de nuevos estados subjetivos y diversas maneras de interpretar y significar la realidad a partir de la experiencia anterior. Ellas están relacionadas con las características, las experiencias del sujeto, con el medio y con el sistema de relaciones sociales.
El profesional de la carrera de Pedagogía-Psicología como todo profesional de la Educación debe cumplir con tres funciones fundamentales: docente metodológica, orientadora, e investigativa y de superación, ambas constituyen un sistema. Entre ellas se establece relación dialéctica, que lleva implícito como punto esencial el análisis, valoración y constante reajuste de la actuación profesional.
Mediante el desarrollo de la función orientadora se puede influir en la formación de la personalidad de los estudiantes, o sea, cumplir con las tareas básicas de instruir y educar en los diferentes contextos de actuación profesional.
El contenido de la función orientadora es imprescindible ya que el modo de actuación profesional del educador de esta carrera comprende la orientación educativa a escolares, docentes, la familia y los sujetos de la comunidad implicados en el proceso educativo, la asesoría en las instituciones educativas y la dirección del proceso de enseñanza aprendizaje de la Pedagogía y la Psicología en la formación de educadores a partir de los resultados de la investigación científica educativa. Como licenciado en Pedagogía-Psicología desarrolla labor preventiva y de atención a la diversidad de la comunidad pedagógica y familiar.
La función orientadora se define por Blanco Pérez, A. y Recarey Fernández, S. (1999) como: actividades encaminadas a la ayuda para el autoconocimiento y el crecimiento personal y social mediante el diagnóstico y la intervención psicopedagógica en interés de la formación integral del individuo. Por su contenido influye directamente en el cumplimiento de la tarea educativa aunque también se manifiesta durante el ejercicio de la instrucción.
En su tesis doctoral Recarey Fernández, S. (2007), determina la estructura de la función orientadora del educador, como parte de la modelación curricular, que incluye:
1. Diagnóstico de las características de los estudiantes, el cual incluye: determinar los parámetros a diagnosticar, determinar las técnicas, construir o adecuar los instrumentos, aplicar, procesar y elaborar los pronósticos.
2. Elaboración de estrategias educativas: determinar los fines a alcanzar, las potencialidades, analizar las potencialidades y dificultades, analizar las condiciones del contexto, determinar las actividades.
3. Evaluación del desarrollo alcanzado por los estudiantes y por el grupo: determinar los parámetros a evaluar, determinar técnicas, construir o adecuar los instrumentos, aplicar, procesar y comunicar los resultados.
El contenido de la inteligencia emocional contribuye en el ejercicio de la profesión del profesional en formación inicial de Pedagogía-Psicología particularmente a llevar a vía de hecho la función orientadora y que esta se identifique con el desarrollo integral de la personalidad que contribuya al bienestar personal y social del individuo.
Es importante que el profesional en formación inicial de la carrera Pedagogía-Psicología al desarrollar las acciones de la función orientadora tenga pleno control de sus emociones, establezca relaciones empáticas basadas en una comunicación asertiva para con los sujetos carentes de orientación.
En el diagnóstico dé la función orientadora le de participación a otros profesionales desde el trabajo en equipo, que es trascendental para el logro del objetivo propuesto y que el diagnóstico no solamente se centre en el desarrollo cognitivo, sino que explore la esfera motivacional afectiva de la personalidad, desde la unidad dialéctica entre lo afectico y lo cognitivo para lograr desarrollar la personalidad.
Constituye un reto importante para continuar perfeccionando el proceso de formación inicial del profesional de la carrera de Pedagogía-Psicología incorporar aspectos relacionados con la inteligencia emocional, ya al posibilitar trasmisión de concomimientos y experiencias de las vivencias afectivas del proceso educativo en los diversos contextos a otros profesionales.

CONCLUSIONES

El contenido de la inteligencia emocional contribuye en el ejercicio de la profesión del profesional en formación inicial de Pedagogía-Psicología particularmente a llevar a vía de hecho la función orientadora y que esta se identifica con el desarrollo integral de la personalidad que contribuya al bienestar personal y social del individuo.

Referencias Bibliográficas

BELLO, Z. y NANCY ESTÉVEZ. (2002). Selección de lecturas de inteligencia  humana T1. La Habana: Editorial Pueblo y Educación.

CASTAÑEDA ALBIAR, D. J. (2006). Representación de las manifestaciones de la inteligencia humana. Revista Internacional Magisterio Educación y Pedagogía. Colombia. N0 18, diciembre-enero.
BLANCO PÉREZ, A. Y RECAREY FERNÁNDEZ, S. (1999).     La profesionalización del maestro desde sus funciones fundamentales, algunos apuntes para su comprensión: Premio de Ciencia y Técnica del MINED /A. Blanco, Recarey, S. La Habana: Ed. Pueblo y Educación.
GONZÁLEZ REY, F. (2009). Las categorías de sentido, sentido personal y sentido subjetivo en una perspectiva histórico-cultural: un camino hacia una nueva definición de subjetividad. Revista Diversitas -Perspectivas en Psicología –Vol.5. Bogotá, Colombia, p.208 y 217.

*MSc. Leyder Ortiz Pérez lortiz@ult.edu.cu
**Dr.C Manuel Antonio Mulet González xanel@ult.edu.cu
***Dr.C Danilo Quiñones Reina daniloqr@ult.edu.cu

Recibido: 03/10/2018 Aceptado: 14/12/2018 Publicado: Diciembre de 2018

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