Revista: Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo
ISSN: 1989-4155

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EL DESARROLLO DE LA CAPACIDAD REFLEXIVA, CREADORA Y TRANSFORMADORA EN EL ESTUDIANTE DE DERECHO.

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I.- A modo de Introducción
El primero de enero de 1959 comenzó en Cuba, como parte de las transformaciones que se emprendieron de inmediato, un amplio cambio en la educación superior, detrás quedo la universidad elitista y excluyen, y comenzó el inicio de la creación de una nueva universidad, que no ha detenido su proceso de perfeccionamiento a pesar de del tiempo trascurrido.
Abarcar en un artículo el profundo y dinámico proceso, en el cual ha estado presente el objetivo de lograr cada vez más el desarrollo de un profesional del derecho con una amplia capacidad reflexiva, creadora y transformadora, sería una tarea imposible; es nuestro objetivo entonces esbozar los esfuerzos que se han realizados en la joven Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad de Guantánamo para el logro de este propósito, los cuales forman parte de la gran estrategia que se sigue en la educación superior en nuestro país con este mismo fin.
No es un secreto para nadie que la educación tiene un carácter eminentemente clasista, lo cual no nos ha limitado, en los marcos del proyecto social que elegimos construir, trabajar creadoramente en la formación de un profesional del derecho que una a su más alta competencia y compromiso con el pueblo, un comportamiento creativo, reflexivo y transformador. En su escrito “El Socialismo y el hombre en Cuba”, el Comandante Ernesto “Che” Guevara, uno de los más grandes pensadores de nuestra historia,  expresó “No debemos crear asalariados dóciles al pensamiento oficial ni «becarios» que vivan al amparo del presupuesto, ejerciendo una libertad entre comillas”; esta idea encierra la concepción defendida en la educación superior de que el estudiante  tiene que desarrollar un espíritu forjado en la creatividad, en la reflexión y la compresión de que tiene que participar activamente en la transformación de la sociedad que le ha tocado vivir y construir. La nueva universidad combate la instrucción enciclopédica basada en conocimientos memorizados, y exige la formación de un profesional con capacidad de extraer  de la sociedad y de los libros los elementos para desarrollar el pensamiento creador y transformador, capaz de potenciar el desarrollo local de su entorno.
Una de las razones fundamentales de que tenga que planificarse la enseñanza es la de garantizar que nadie esté en "desventaja educativa", que todos tengan la misma oportunidad de aprovechar al máximo sus capacidades. El planeamiento de la enseñanza debe basarse en el conocimiento de la manera como aprende el hombre. Al considerar la manera de cómo han de desarrollarse las capacidades individuales, no basta con decir lo que estas deben ser: debemos examinar con detenimiento la cuestión de cómo ha de adquirirse. Hay estados mentales que el educando ya posee desde antes de iniciar la tarea de aprender; en otras  palabras, son las capacidades adquiridas por el propio educando. Estas son sumamente importantes para garantizar el aprendizaje eficaz.
En el planeamiento de la enseñanza, se deben tener en cuenta todas las condiciones de aprendizaje necesarias para que ocurran los efectos deseados. Todo acto de aprendizaje requiere que haya varios estados internos aprendidos previamente. Otros acontecimientos internos importantes para el aprendizaje son la motivación  y una  actitud de confianza en aprender (concepto de "sí mismo").Estos estados internos son indispensables para que el estudiante tenga éxito.

II.- Hacia una enseñanza desarrolladora en los futuros juristas

La enseñanza tradicional se caracteriza entre otros elementos por los siguientes: “Una educación centrada en los contenidos cognoscitivos que el maestro transmite y el alumno debe dominar; El alumno debe dominar los contenidos memorizándolos y evocándolos cuando los requiera el maestro; Como el alumno debe memorizar los contenidos, su conducta debe ser pasiva y receptiva para captar fielmente el contenido; El alumno está obligado a dominar los contenidos que se le enseñan, no importa sino responden a sus intereses, capacidades, etc; La escuela y el maestro cumplen un papel central en el proceso educativo a tanto representantes de los modelos culturales que se transmiten; Se considera que el lugar natural de la educación es la escuela y dentro de ella el aula de clase; Se considera que el mejor y exclusivo o material didáctico es el libro, pues no es indispensable el contacto directo con la naturaleza”. Al evaluar estas concepciones o principios del proceso de enseñanza – aprendizaje, y su transferencia a las universidades, podemos arribar a la conclusión de que mediante su aplicación no es posible desarrollar en el estudiante una solida capacidad reflexiva, creadora y transformadora, es necesario romper con este modelo  y construir entre todos uno diferente. (Torres Díaz, 2013).
Al embestir contra el esquema tradicional de la educación   Jorge Witker cita a Marc Belth para establecer que  “Si la educación tuviera como única obligación llevar a cabo esta finalidad, y si el conocimiento realmente pudiera ser resumido de manera completa y sencilla, la función de la escuela sería extremadamente simple y el alumno se hallaría siempre en una condición bastante desesperada.  La educación tendría la sencilla, aunque minuciosa, tarea de seguir reuniendo enunciados verdaderos (que lo son según testimonios ajenos), realizar estratagema y ejercer su autoridad o cualquier forma de persuasión, para hacer que las verdades sean aceptadas y las justificaciones observadas. Pero el alumno se hallaría siempre al borde del error, al no prevérsele, al mismo tiempo de elementos correctivos que le permitan darse cuenta, de antemano, que ciertas verdades aceptadas ayer, ya no pueden justificarse hoy”.( Witker V., 1985:29). Si la enseñanza del derecho no es capaz de garantizar la formación de un profesional con un sentido profundamente crítico de la realidad, de qué valdría entonces el proceso formativo, cuál sería su utilidad, qué aportaría ese hombre o mujer a la sociedad.
III.- Importancia de la generalización e integración de los conocimientos.
La eficacia de los conocimientos se mide por el grado de generalización con que se han adquirido. Un conocimiento se ha generalizado cuando sus posibilidades de aplicación han sido prácticamente agotadas. De hecho, la capacidad de una persona viene a ser el resultado de la amplitud de aplicación posible de los conocimientos que posee y del grado de generalización que ha logrado de ellos. La integración de los conocimientos viene a ser un modo de organizarlos para su empleo, viabilizando de esta forma su generalización y facilitando el recordarlos. Los conocimientos no se integran por el hecho de utilizarlos simultáneamente, sino por el hecho de utilizarlos con una finalidad en los que cada uno de ellos responde a una razón de necesidad. Vista en estos términos, la integración de los conocimientos es una tarea básica del proceso de asimilación, que no puede dejarse al desarrollo espontáneo por parte del que se forma y que requiere de actividades previstas y planificadas.
Tarea del profesor en el Proceso de Asimilación
De los aspectos vistos anteriormente se ha llegado a los criterios básicos siguientes:
‑Los conocimientos se expresan en habilidades, por lo que la asimilación de los conocimientos es el proceso de su aplicación en forma de habilidades.
‑La actividad de docentes y estudiantes en el ámbito de una asignatura, persigue el logro de los objetivos de ésta, logro que no es posible sin la actuación conjunta y consciente de ambas partes.
‑El logro de los objetivos de una asignatura supone la asimilación de conocimientos; o lo que es lo mismo, el desarrollo del proceso que conlleva la aplicación de éstos en forma de habilidades.
‑La tarea esencial del docente consiste en diseñar y dirigir este proceso.
‑La dirección de algo, supone el control de lo que se dirige. El sistema de control de una asignatura, viene a ser un medio indispensable para que profesores y estudiantes dirijan el proceso de asimilación que corresponde a ésta.
‑Evaluar para dirigir es la función esencial del control. Evaluar para calificar es una de las funciones del control pero no es la única ni es siempre la más importante.
‑Todo control implica evaluación, pero el sistema de control debe precisar con toda claridad en qué casos esta evaluación persigue calificar y en qué caso su finalidad esencial es dirigir el proceso que se controla. Esto debe ser del conocimiento de profesores y estudiantes.
Para el cambio y desarrollo de la enseñanza del Derecho, generalmente se acepta la necesidad de:
1.- Lograr la estratificación social progresiva: Abrir la enseñanza a los más amplios sectores sociales. Ejemplo la Universalización de la  Universidad. Eliminación del elitismo en la enseñanza del derecho.
2.- Eliminar la forma estática y ritualista en que se forma al estudiante, despojándolos de modelos y paradigmas que lo distancian de la sociedad y de los problemas colectivos. Alcanzar una mayor vinculo entre la teoría y la práctica, entre lo que se enseña en la universidad y las realidades sociales.
La universalización de la enseñanza universitaria garantizó la posibilidad de que en toda la geografía cubana se estudiara la carrera de Derecho, y con ella lo oportunidad de que esta amplie su horizonte de seguir siendo parte activa en la transformaciones que se acometen en la sociedad, en particular en el desarrollo local de cada territorio. Aceptamos la idea de que “… la misión de la Facultades de Derecho, en cuanto a la formación, será  la de crear un abogado con una visión dinámica del fenómeno jurídico, dotado de las herramientas intelectuales que le permitan enfocar así todo el orden normativo, poniendo su saber al servicio de la comunidad y ofreciéndole siempre nuevas perspectivas”; esto ha de ser parte de la formación integral del profesional del derecho competente y comprometido con la Revolución.
La formación del hombre nuevo no comienza en las universidades, pero en ellas se perfila y completan los ingredientes convenientes para ser absolutamente útil a la sociedad.
El Sistema de Evaluación y Acreditación de Carreras Universitarias define a la variable estudiante como el “Conjunto de personas que participan como sujetos proactivos en el proceso de formación”1 ; además de definir que estos “participan en diversas tareas de impacto social incluidas en la estrategia educativa de la carrera”2 . Lo anteriormente señalado exige el cumplimiento de un conjunto de tareas que garanticen el cumplimiento de esos objetivos dirigidos a la formación integral de los estudiantes.

IV.-La experiencia de la carrera  de Derecho
Este hermoso campo nos indica que para lograr que la enseñanza de esta materia se convierta en una fuente emancipadora y no de adiestramiento, es necesario:

1. Transitar del paradigma de profesor líder para el de profesor guía del proceso de enseñanza – aprendizaje. Con ello se logra romper con el modelo tradicional que sentencia que le  corresponde al profesor el papel central del proceso. Es necesario ubicar en el centro al estudiante.
2. Trabajar por lograr que el estudiante de Derecho alcance día a día un mayor protagonismo en el proceso enseñanza – aprendizaje. Si ubicamos al estudiante como centro del proceso, además de ser actor dentro del mismo, podemos avanzar en la obtención de esta meta.
3. Creación de una mayor independencia del estudiante en la gestión y formación del conocimiento.
4. Desarrollo de un ambiente universitario en que exista una sistemática comunicación y acciones conjuntas de sus integrantes,
5. Propiciar la socialización de las experiencias de mayor valor.
6. Potenciar el autoaprendizaje, como garantía de que el educando sea capaz de lograr dominar todo lo que le es necesario para su formación, se apropie no solo de conocimiento, sino además y sobretodo de valores que fijan en los mismos una actitud activa y creadora en su desempeño profesional, personal y social. Es importante evaluar que “…el autoaprendizaje, transforma de raíz las relaciones entre el maestro, el alumno y el saber. Proceso entonces, que tendrá que realizarse en donde el alumno es el centro de todo proceso educativo; él es quien debe auto guiarse a partir de su propia experiencia. La nueva escuela y la pedagogía activa defenderán entonces la acción como condición y garantía del aprendizaje”. El autoaprendizaje desarrolla la independencia, la creatividad y el pensamiento creador. (Torres Díaz, 2013).
7. Promover el crecimiento  personal y el desarrollo de la autodeterminación.
8. Perfeccionamiento de la realización de los ejercicios jurídicos. Es imprescindible el perfeccionamiento de las guías de estos ejercicios en correspondencia con los objetivos que deben cumplirse en cada año académico. 
9. Ampliar y perfeccionar la participación de los estudiantes en los proyectos investigativos, tanto en el área empresarial como social. Es medular acercar al estudiante a la vida real, a los problemas que se manifiestan en su entorno, y que requieren ser investigados y transformados, de ahí nace la necesidad que tenemos de perfeccionar los mecanismos establecidos para logar este objetivo.
10. Garantizar la creación y desarrollo de los grupos científicos estudiantiles. Estos grupos bajo la orientación de los profesores constituyen  parte de la clave para desarrollar las necesarias habilidades investigativas, que posibiliten profundizar en los estudios que se realicen y garantizar la elaboración de propuestas solidas y bien argumentada científicamente que contribuyan a la transformación de la sociedad.
11. Materializar la más plena universalización de la enseñanza del derecho.
12. Utilización más intensiva y creativas de las tecnologías educativas. Preparar cada asignatura del programa de estudio en soporte digital contribuyen a elevar la calidad de las clases y la autopreparación de los estudiantes.
13. Desarrollo de una educación de menor presencialidad; que no es sinónimo de menos estudio, sino de más posibilidades para la investigación, para el desarrollo de la prácticas y la ampliación de sus participación en tareas de impactos vinculadas o no directamente a las materias de la carrera, pero que si contribuyen directa y decisivamente en su formación integral.
14. Promover la autoevaluación.
15. Promover la participación en eventos científicos locales, nacionales e internacionales. Se trata de una posibilidad que no hemos explotado consecuentemente, lograr que el estudiante no sólo investigue sino que pueda exponer los resultados de sus investigaciones en eventos, donde de conjuntos con otros estudiantes, profesores y profesionales de la práctica pueda confrontar y defender sus ideas. Esto sin lugar a dudas también promueve su crecimiento y dinamiza su integralidad. Los resultados alcanzados en los años 2013, 2014 y 2015 en la participación de nuestros estudiantes eventos provinciales e internacionales demuestran que es posible avanzar con rapidez hacia esa meta. En el cumplimiento de esta tarea no solamente se promueve la investigación, sino además se garantiza un crecimiento en nuestros estudiantes de sus habilidades para el estudio, el debate, la reflexión y la producción de nuevos conocimientos.
16. Ampliación del número de tareas de impactos social en las que participen los estudiantes. Su participación en estas tareas también los ayudas a conocer y profundizar en la realidad que lo rodea, y al mismo tiempo les ofrece la oportunidad de  contribuir a su transformación. En la actualidad esta brindando una oportunidad excepcional la creación del Contingente “Julio Antonio Mella”, dirigido por la Federación Estudiantil Universitaria, mediante el cual se potencia la participación de sus integrantes en tareas de impactos de forma directa en las comunidades, o cumpliendo labores vinculadas al desarrollo económico y social. Se destacada además su participación en acciones de control de la Contraloría General de la República por dos años consecutivos en los municipios de Guantánamo y Baracoa.

Es importante valorar la utilidad que hoy tiene la firma del Convenio entre el Fiscal General de la República, el Ministro de Educación Superior y el Presidente Nacional de la Federación Estudiantil Universitaria, mediante el cual se perfecciona la participación de los estudiantes en tareas de impactos en el referido órgano estatal. Hasta la fecha el cumplimiento del convenio ha posibilitado la participación de nuestros estudiantes en múltiples actividades desarrolladas en la Fiscalía Provincial, apreciándose una notable contribución a su desarrollo integral, que incluye el desarrollo de habilidades profesionales y la formación y fortalecimiento de valores.

1. Garantizar su participación en los procesos políticos  y  democráticos que se desarrollen en el país. Hay que convertir a los estudiantes en entes activos dentro de los diferentes procesos políticos y democráticos  que se desarrollan. El estudiante crece cuando además de ejercer sus derechos políticos, ayuda  a la investigación de cómo se materializa en la práctica el ejercicios de esos derechos; como es el caso de los controles al desarrollo de los procesos de rendición de cuenta del delegado a sus electores, o cuando interviene en las comunidades para explicar la importancia del referido proceso o de las elecciones a los órganos locales del poder popular.

Con el desarrollo de estas acciones estamos creando los cimientos para el logro de la capacidad creativa, reflexiva y transformadora que es necesario formar en el estudiante de Derecho.
Las ideas expuestas también se integran al logro de lo establecido  en el lineamiento número 145 de la política económica y social del partido y la revolución, cuando expresa “Continuar avanzando en la elevación de la calidad y rigor del proceso docente –educativo…”; además de lo indicado con el número 152 donde se instituye “Actualizar los programas de formación e investigación de la universidades en función de las necesidades del desarrollo económico y social del país…”. Al cambiar los viejos paradigmas de formación del estudiante universitario, que incluye su activa participación en las investigaciones, estamos contribuyendo a la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución.
Para potenciar el desarrollo de la capacidad reflexiva, creadora y transformadora del estudiante de la carrera de Derecho, no basta con saber qué debemos hacer, es necesario conocer o diseñar el cómo debemos hacerlo; para lo cual hay que tener como base una rigurosa planificación de todos estos procesos. El proceso de enseñanza – aprendizaje lleva implícito un consecuente y riguroso proceso de planificación, que tiene que estar precedido del más completo diagnóstico del mundo docente y de la sociedad que lo rodea.
Solo cumpliendo cabalmente todas estas líneas de trabajo podemos ha alcanzar definitivamente el objetivo de que “El alumno universitario al que tenemos que aspirar es aquel que comienza a orientarse por sí mismo. Que no cree en lo que le dicen que debe creer sino en lo que pasa a formar parte de sus convicciones por un proceso de asimilación de nuestros principios y nuestras ideas….”. (Rodríguez, 1984:40).
En el sistemático y complejo proceso de hacer de la carrera de Derecho una fuente indestructible de desarrollo intelectual y de motivación al estudio sistemático de la sociedad y a la búsqueda de soluciones a los problemas que en ella se generan, es necesario interiorizar la idea de que “Frente a lo que nos imputan nuestros adversarios, repudiamos como opuesta al socialismo la comunidad de los autómatas, administrados por la propaganda o por la imposición y abogamos por su antítesis: el hombre pleno, delineado en el Manifiesto Comunista” 3· La construcción de la sociedad socialistas necesita de hombres y mujeres con una formación integral que le permitan aportar al desarrollo sostenible de la misma, en particular al desarrollo local de cada territorio donde se desempeñe. Tenemos que dejar atrás definitivamente las viejas tendencias de las escuelas  donde predomina la enseña teórica del derecho, alejándose de toda práctica, y posibilitar dar amplia causa a la ineludible necesidad de vincular la teoría con la práctica, que en el caso de nuestro país ha sido uno de los principales legados de los más notables pedagogos que hemos tenidos; y que con el pensamiento creador de nuestro Héroe Nacional se convirtió en un principio de la educación.
Es definitorio diseñar y defender la ejecución de una enseñanza activa del derecho donde se logre “….enfatizar la actividad del estudiante en relación a su formación integral, más que en función de memorizar información”. (Witker V., 1985:133).
Es totalmente válido para nuestra realidad la concepción de que “Una educación divorciada de su contexto carece de valor”; ( Giroux Henry, 2009),  lo cual se corresponde con el pensamiento martiano que expresa “Es criminal el divorcio entre la educación que se recibe en una época,  y la época” (Martí Pérez, 1953). El pensamiento martiano nos guía hacia la búsqueda constante de alternativas en la enseñanza que la vincule cada día más  a la práctica. La concepción de la vinculación de la teoría con la práctica ya había sido enunciada por los clásicos del marxismo  quienes en el Manifiesto Comunista exponían como una de la medidas que debían ser adoptadas la siguiente: “Educación pública gratuita para los niños; abolición del trabajo de estos en la fábrica tal como se práctica hoy, régimen de educación combinado con la producción material”. ( Marx Carlos, Federico Engel, 2009).
La creación y consolidación de una solida estructura institucional en torno al educando, tiene que tener como objetivo central acompañarlo en su desarrollo integral, no debe convertirse en una camisa de fuerza para dictarle cada acto, cada norma de conducta o cada lección  que debe aprender. El diseño de los mecanismos institucionales tiene que estar dirigidos  al desarrollo en el estudiante  un pensamiento creador e independiente, de un espíritu renovador, entusiasta y transformador. El logro de ese objetivo  transita por una educación fundada en la investigación, que a la vez que tribute al enriquecimiento intelectual y espiritual del estudiante, también contribuya  a la transformación positiva de su entorno.
Es importante tener presente que “Esta formación requiere una participación activa y creadora en el progreso social, una actividad gestora cada vez más sólida, que permita durante el proceso de aprendizaje la formación de habilidades científicas y cognoscitivas, cuyo fundamento se asiente  en la solución de problemas comunitarios” (Viera Hernández, 2000:196). La participación de los estudiantes en la investigación y búsqueda de soluciones a los problemas que acontecen en nuestras comunidades es vital en su formación integral, por esos se hace necesario elevar su participación en proyectos institucionales y empresariales, dirigidos al desarrollo local en el orden social y económico, aprovechando para ello todos los espacios posibles, incluyendo incrementar la participación de los estudiantes en las tareas de impacto. Partiendo de lo anteriormente señalado se hace necesario incrementar el número de proyectos institucionales y empresariales vinculados al desarrollo local, que sirvan además de espacio para el desarrollo de habilidades investigativas de nuestros estudiantes, y posibiliten integrarlos a los procesos que perfeccionamiento y cambios que hoy se desarrollan en el país. A partir del año 2012 la carrera de Derecho ha logrado la concertación de tres proyectos institucionales y dos empresariales, donde de forma progresiva se han ido vinculados nuestros estudiantes y profesores.
Lo principal ha de estar en despertar en el estudiante el interés por el desarrollo personal y el ansia por su autodesarrollo  y  la transformación de su entorno. Lo anterior no es sólo una tarea de las universidades, pero en ella deben alcanzarse los mayores avances en esa  dirección.
Tal vez estemos lejos de la perfección, pero seguro vamos por ese camino, en la labor de formar el hombre del Siglo XXI, que todavía sigue siendo una de nuestras grandes utopías.
Todas las disciplinas de la carrera de Derecho contribuyen  al objetivo de alcanzar un modo de actuar independiente y transformador en el estudiante. Trabajar en el diseño de las estrategias  que garanticen el cumplimiento de esta loable meta, sigue siendo parte de nuestra más nobles aspiraciones como educadores. Para el logro de las transformaciones que necesitamos en la nueva universidad cubana, como lo fue también ayer y lo seguirá siendo en el futuro, “..el cambio dependerá  principalmente de los dos elementos centrales de la Universidad: los estudiantes y los profesores”. No habrá cambio si los dos elementos centrales del sistema no comprenden la necesidad del mismo, y de conjunto emprenden las acciones necesarias que lo viabilicen.
(Rodríguez,1984: 38)
Consideramos que en las ideas expuestas hay una amplia confluencia con los postulados que sustentan la pedagogía crítica y la educación popular, como corrientes que proponen que los estudiantes alcancen una conciencia crítica dentro de su sociedad, a partir de la práctica, para que así puedan participar activamente en su transformación; además de potenciar el aprendizaje y la conceptualización a partir de la experiencia práctica de las personas. Las pedagogías críticas son una relación constante entre teoría y práctica (praxis) en la que se busca alcanzar un pensamiento crítico que implique un actuar crítico en la sociedad.
La pedagogía debe ser una práctica que promueva la libertad y la democracia; en ese orden de ideas, es esencial pensar en la pedagogía crítica como facilitadora para alcanzar dichos objetivos que cambian realidades sociales. Así, cuando se habla de crítica nos referimos a la formación de una consciencia crítica, la cual a su vez, involucra una actitud reflexiva y dinámica frente a los acontecimientos socio-históricos que nos describen como sujetos. De este modo, la pedagogía debe ser formadora de personas responsables social y políticamente; se trata de estar en un constante análisis del contexto, comprensión y solución de problemas en aras de evitar posiciones quietistas, esto pensando en que la crítica y la acción son los rasgos fundamentales de la mentalidad democrática. La pedagogía, entonces, conforma un factor esencial para fortalecer e incrementar el pensamiento emancipador en los estudiantes. Esto pues, se hace brindándoles a los estudiantes las herramientas lingüísticas y cognitivas que no se limiten al desarrollo de habilidades como la lectura y escritura, sino que les permitan llegar a ser actores en los procesos de cambio social, así como plantear y liderar diálogos críticos.
Reflexiones Finales
Los  análisis realizados nos permiten afirmar que el desarrollo  de la capacidad reflexiva, creadora y transformadora en el estudiante de Derecho, siempre dependerá de la capacidad de los profesores y estudiantes, de no solamente cambiar de concepciones y paradigmas en el desarrollo de la enseñanza, sino y sobre todo de ser parte activa de ese cambio.
Es importante destacar que los objetivos de trabajo que posibilitan el desarrollo de la capacidad reflexiva, creadora y transformadora, están definidos en correspondencia con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, y lo establecido en los Objetivos de Trabajo del Partido Comunista de Cuba aprobados en su Primera  Conferencia Nacional; lo esencial en estos momentos es concretarlo en la práctica día a día, siendo creativos y audaces, tantos estudiantes como profesores. La planificación de las acciones que deben acometerse para alcanzar este objetivo, tiene que seguir siendo una tarea priorizada, no se puede dejar nada a la improvisación  o al alzar.
El reto está trazado y la posibilidad de llevarlo a la meta y sobrepasarlo está en nuestras manos.

Referencias Bibliográficas

1. Castro Ruz Fidel, (2008), “Reflexiones Regalos de los Reyes”, Tomado de http://www.cubadebate.cu/reflexiones-fidel/2008/01/14/regalo-reyes/, 15 de enero de 2012.
2. Guevara de la Serna Ernesto, 1965, “El socialismo y el hombre en Cuba”. Tomado de Internet el día 25 de mayo de 2013.nhttp://www.marxists.org/espanol/guevara/65-socyh.htm#topp.
3. Martí José (1953). “Educación”, Municipio de La Habana, Oficina del Historiador de la Ciudad.
4. Marx Carlos, Federico Engel, (2009),  “Manifiesto Comunista”, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana.
5. Rodríguez Carlos Rafael (1984), “Palabras a los setenta”. Ediciones Políticas. Editora de Ciencias Sociales. La Habana. Cuba.
6. Viera Hernández, Dra Margarita (2000), “Temas fundamentales sobre criminología”, Ciencias Sociales, Editorial “Félix Valera”, La Habana.  
7. Witker V. Jorge, (1985), “Técnicas de la Enseñanza del Derecho”. Cuarta Edición. UNAM. Instituto de Investigaciones Jurídicas. Editorial PAC, S.A de C.V.
8. Giroux Henry, 2009, http://henry-giroux.blogspot.com/2009/05/pedagogia-critica.html. 13 de junio de 2013.
9. Torres Díaz, Ms. Ely Raquel, 2013,   Metodologías activas y nuevas enfoques pedagógicos, www.monografias.com. 21 de junio de 2013.
10. Junta de Acreditación Nacional. Sistema de Evaluación y Acreditación de Carreras Universitarias. ( 2014).
11. Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. Partido Comunista de Cuba. Documentos. Empresa Poligráfica de Holguín. (2012).
12. Objetivos de Trabajo del Partido aprobados en la Primera Conferencia Nacional. Partido Comunista de Cuba. Documentos. Empresa Poligráfica de Holguín. (2012).

*Profesor Asistente de Criminalística y Criminología en el Departamento de Derecho de la Universidad de Guantánamo, Cuba, correo electrónico: vladimirng@cug.co.cu
** Profesora Auxiliar de Inglés y Sociología del Derecho en el Departamento de Derecho de la Universidad de Guantánamo, Cuba, correo electrónico: elvys@cug.co.cu
*** Profesor Instructor de Derecho Administrativo I y II y Derecho Sucesiones y Derecho de Obligaciones en el Departamento de Derecho de la Universidad de Guantánamo, Cuba, correo electrónico: jcperez@cug.co.cu
1 Junta de Acreditación Nacional. Sistema de Evaluación y Acreditación de Carreras Universitarias. Enero 2014. Pág. 25.
2 Idem.
3 Idem.p.40.

Recibido: 14/12/2017 Aceptado: 31/01/2018 Publicado: Enero de 2018

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