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Observatorio de la Economía de la Patagonia

Las Estancias británicas en el Territorio Nacional del Chubut. El caso de la Lochiel Sheep Farming Company, 1897-1933

Organización económica  en la Lochiel Sheep Farming Company

Por Brígida Norma Baeza y Daniel Fernando Borquez

Resumen

1.      Introducción:

Hacia fines del siglo XIX, la consolidación del sistema capitalista conlleva la búsqueda de mercados por parte de los Estados industrializados. En este marco, Argentina se incorporó a dicho sistema como productora de materias primas por medio de la conformación del modelo agro-exportador. Como consecuencia se desarrolló  la expansión territorial, proceso que implicaba redefinir el uso de las tierras ya ocupadas: las tierras fértiles de la llanura pampeana se destinarían a la producción de cereales y ganado vacuno, mientras que Patagonia se inserta –luego de la Campaña del general Roca en 1879- como productora de ganado ovino. Comienza de esta manera una etapa de transformación caracterizada por el desplazamiento del indígena y de poblamiento de la región por parte de diferentes grupos de inmigrantes extranjeros.

Dentro de las actividades productivas sobresalen las vinculadas a la cría del ovino, siendo la estancia la unidad productiva con la cual se incorpora Patagonia, tanto a la economía nacional como al contexto internacional; también será la principal forma en que se traducirán las inversiones británicas en la región.

En el Territorio Nacional del Chubut, se establece en 1897 la Lochiel Sheep Farming Company (en adelante: L.S.F.Co.), sus campos estaban ubicados en zonas aledañas a la actual localidad de Camarones ubicada en la costa de la Bahía de Camarones. Los primeros propietarios de la L.S.F.Co. fueron los hermanos Cameron, dos escoceses que provenían de Malvinas y habían adquirido las tierras a un oficial del Ejército del Gral. Roca, éste último había logrado la posesión de las tierras por la Ley de Premios Militares[1].

En la época en que se instala la L.S.F.Co. aún no se encontraban constituidos en la zona, ni el mercado de trabajo ni el de ganado, por lo cual adquieren relevancia en el análisis los problemas que se generan para poner en funcionamiento la estancia.  Otro elemento a considerarse serán las relaciones comerciales así como la forma en que enfrentaron las diferentes crisis económicas –Primera Guerra Mundial, Crisis de 1929- como medio para determinar la forma particular de vinculación al mercado nacional e internacional.

La L.S.F.Co. poseía varias ventajas con las cuales no contaban otros productores del Territorio Nacional del Chubut. Entre las mismas se encuentran: cercanía a la zona costera que permitía enviar en forma rápida la producción lanera hacia los puertos ingleses. Además de contar con varias aguadas naturales, con el consiguiente beneficio de no tener que trasladar los animales en busca de pasturas en la temporada invernal.

El presente artículo se organizó en base a la información brindada por los libros copiadores de cartas (Letter Books) de la L.S.F.Co.[2] Lo cual permitió organizar el escrito considerando a la L.S.F.Co. como una unidad económico-social:

...con orientación al mercado y posesión privada de la tierra, (que) se caracteriza por tener un número relativamente fijo de trabajadores permanentes y emplear ocasionalmente y estacionalmente a trabajadores temporarios. Básicamente se trata de una unidad económico-social compleja que se caracteriza por el conjunto de relaciones sociales que se crean a partir de las diferentes áreas de producción y de los diferentes tipos de trabajadores empleados[3].

El análisis abarca el período 1897-1933 el cual ha sido dividido en dos partes que organizan el estudio colocando el acento en las interrelaciones entre unidad productiva, centrada sobre todo en las relaciones económicas y la estancia como unidad social en torno al abordaje de los trabajadores y sus actividades cotidianas.

2.      Etapa de organización de la L.S.F.Co. (1897-1920)

En su etapa fundacional la L.S.F.Co. –en forma similar a otras empresas británicas en la Patagonia- pasó de funcionar en manos particulares[4] a convertirse en una sociedad anónima por acciones. Los miembros del Directorio de la estancia integraban la red de comercialización de la lana –argentino/británica- además de ser propietarios de empresas textiles ubicadas en el Reino Unido[5]. Los integrantes del Directorio contaban con experiencia en la comercialización, transporte y  organización de establecimientos en otras zonas de la región. Los riesgos en cuanto a las ganancias eran mucho menores que los que corrían quienes se aventuraban en la inversión con desconocimiento total de las características de una empresa de este tipo. Por ejemplo, en casos de sequías en uno de los campos, podían fortalecer la producción en otro, además de tener asegurada la compra de la lana por más que se estuviese atravesando un período de crisis internacional.

Las decisiones que involucraban a la estancia se tomaban en tres niveles:

·         En Camarones el administrador tenía un margen de decisiones en cuanto al manejo de la estancia: designaba el personal permanente y ocasional, realizaba los pedidos de mercaderías, sugerencias respecto a renovación o no de contratos de arriendo, tramitaba ante las autoridades del Territorio Nacional, etc. Además tenía una importante participación en la Sociedad Rural de Camarones, donde se determinaban criterios institucionales vinculados a la problemática ovina de la zona y discutían peticiones conjuntas ante las autoridades regionales y nacionales.

·         En tanto en Buenos Aires la Agencia de representantes a cargo de dos de los propietarios se encargaba de realizar compras, así como de la contratación de mano de obra permanente y temporal, además de resolver problemas ligados al Gobierno Nacional.

·         En tanto, en Londres, se hallaba el Directorio cuyos miembros no sólo operaban como propietarios, sino también como agentes compradores de lana. En los años iniciales tuvieron que afrontar las decisiones vinculadas a las inversiones para poner en funcionamiento la unidad productiva.

En cuanto al tipo de establecimiento comparado con otros dedicados a la misma actividad, de acuerdo a la tipología elaborada por Elsa Barbería, la L.S.F.Co. pertenece a un establecimiento Grande y como tal tiene las siguientes características: posee una dimensión superior a 30.000 hectáreas (la L.S.F.Co. hacia la década de 1930 tiene 42.500 hectáreas); la tenencia de las tierras pertenece a propietarios (en este caso son ausentistas, residen en Buenos Aires y Gran Bretaña); y se vieron favorecidos por buenas condiciones para la instalación (ascenso de los precios de la lana, comunicación directa con los mercados europeos, entre otros). Muchos de estos establecimientos surgieron por las inversiones de ganaderos provenientes de Malvinas, con el agregado de que una vez que se concluye la organización de la estancia se busca la asociación con otros inversores para continuar con la expansión.[6]

 

2.1.            Inversiones, producción y funcionamiento de la L.S.F.Co.

Las primeras inversiones se destinaron a la adquisición de las tierras y el ganado. En el momento de la operación inicial los Cameron pagaron $0.60 por hectárea haciendo un total de $15.000 por 25.000 hectáreas, lo cual representa una inversión escasa si se compara con los precios posteriores[7]. En 1898 la L.S.F.Co. amplia las extensiones de la Estancia adquiriendo tierras colindantes, por la suma de $30.000, esto implica pagar por hectárea tres veces más que en la primera adquisión: de $0.60 pasó a $1.71.[8]

En 1918 el Directorio intentó una nueva compra de tierras, pero el excesivo precio anuló la posibilidad de la operación: “El promedio de los precios aparece muy elevado por campos sin alambrar y no estamos seguros sino seríamos vendedores y no compradores, por la gran cantidad de cosas que hay que poner y soportar en campos secos”[9]. La única adquisición del período 1897-1920 fue la de un terreno cercano al pueblo de Camarones, que por su ubicación estratégica oficiaba de punto intermedio entre el casco de la estancia y el puerto[10].

En cuanto a la conformación del plantel de ganado, los primeros ejemplares se los proveyó desde la zona de Puerto San Julián (Provincia de Santa Cruz) donde se encontraban el resto de las propiedades del Directorio. También fueron importados desde diferentes puntos del Reino Unido –Malvinas y Australia-. En cuanto a la composición del ganado se producen importantes variaciones de acuerdo a los cambios en los requerimientos del mercado. De acuerdo a la clasificación de Capitanelli en lo que respecta a los diferentes tipos de ovinos, entre los ejemplares encontramos que la L.S.F.Co. invierte sus primeros capitales en:

·         Animales productores de lana y carne: Merino argentino y Merino australiano éstos últimos importados de Australia. El Merino (de lana fina y tupida) era básico para comenzar a constituir un plantel, con el objeto de exportar lana.

·         Hacia 1920 destaca la importación de animales de “doble propósito”, es decir carne y lana –Corriedale, Romney Marsh y Lincoln-[11]. Los diferentes tipos de ovino s eran importados en algunos casos de Nueva Zelanda, vía Montevideo, o de las Islas Malvinas. Aparte de ser destinados a la producción lanera –actividad principal de la L.S.F.Co.- eran adquiridos como sementales por parte de los establecimientos ganaderos de la región.

Luego de la obtención de tierra y ganado, la estancia inició la instalación de la infraestructura, vinculada por un lado, a las viviendas y por el otro a la actividad pecuaria: galpones (para esquila, almacenes y cabaña). También aparece como un costo inicial importante el tendido de alambrados. Entre 1897-1920 se construyen en el casco de la estancia, denominada “Estancia grande”, las viviendas para los dueños y los administradores, los trabajadores permanentes y los ocasionales como el personal de esquila y de labores de mantenimiento. También se ubicaron en este sector el galpón de esquilas, el almacén y los corrales.

Los  materiales de construcción eran importados en su mayor parte desde Inglaterra. En las viviendas del casco predominaba la edificación al estilo inglés, con ladrillos a la vista. Los techos se confeccionaron con madera de Buenos Aires. La vivienda que habitaba el administrador y ocasionalmente alguno de los integrantes del Directorio destacaba por sus dimensiones y ubicación[12]. En el caso de los galpones, hasta bien entrado el siglo XX, se adquirían por catálogo y se armaba por piezas.

Los trabajos de alambrado externo se organizan desde 1906 y finalizan incluyendo las divisiones internas hacia 1914. Fue una prioridad a la hora de decidir el destino de las inversiones dado que el alambrado delimitaría los campos de la estancia, evitaría el robo y mezcla de ganado con majadas de otros propietarios. Si bien su construcción así como la provisión del material para el mismo fue iniciado por la estancia, el costo final fue compartido por medianería con los vecinos, aunque aparentemente el pago en algunos casos no se efectuó[13].

La construcción de los Puestos principales constituyó otra de las “urgencias” de la Estancia, dada su extensión y la cantidad de tiempo que llevaba el traslado de los trabajadores entre uno y otro punto del establecimiento. Los Puestos como Aguada Pérez y Paso Piedras contaban con viviendas tanto para los trabajadores permanentes como para el administrador. En el caso de Aguada Pérez se construyen también viviendas para peones esquiladores dado la gran cantidad de animales que impedían su traslado hacia el casco de la Estancia.

            En Paso Piedras las viviendas eran ocupadas permanentemente dado que allí funcionaba una Estación de descanso para los carros que se dirigían al puerto. En el lugar funcionó  desde 1914 una grasería cuya creación responde a la necesidad de aprovechar los animales que, por la estrechez del mercado de carnes, ya no servían para la reproducción, pero sí para cuerambre y grasas, esta última obtenida por medio de digestores. La grasa era envasada en cajones de madera para ser enviada a Inglaterra junto con los cueros[14].  

            Otra de las grandes inversiones fue la instalación de la línea telefónica en 1915 por medio de la cual se unió el casco de la Estancia, los puestos de  Aguada Pérez y Paso Piedras con el galpón ubicado en el pueblo de Camarones. Los beneficios estuvieron  relacionados con la posibilidad de no tener que trasladarse de un lugar a otro del establecimiento para comunicarse y coordinar las tareas cotidianas y temporales de la Estancia.

En cuanto a la inversión en tecnología es prácticamente mínima en los primeros tiempos, -excepto los molinos de agua- dado que los capitales están orientados a fortalecer los dos factores de producción básicos para el  funcionamiento de la Estancia como unidad de producción: las tierras y el stock de ganado. La infraestructura que se monta en la etapa inicial estará orientada a evitar pérdidas como la muerte del ganado, robo, etc.; así como lograr un buen empleo del tiempo acortando distancias por medio de la red telefónica y la instalación de personal permanente en los puestos principales.

            La Estancia instaló dos Almacenes de Ramos Generales, uno de ellos ubicado en el casco y el otro en el Puesto Paso Piedras, el cual funcionó hasta 1915, debido a que  las distancias a los centros poblados más cercanos eran muy grandes (Ej. Dos días de viaje del casco al puerto de Camarones). El abastecimiento se realizaba por medio de pedidos a la Agencia de Representantes ubicada en Buenos Aires o bien directamente a Inglaterra. En los Almacenes el personal de la Estancia podía obtener zapatillas, alpargatas, blusas, guardapolvos, chocolate y tabaco, y los artículos básicos como harina, azúcar, verduras, etc[15].

            El período inicial en lo que se refiere a la producción y funcionamiento de la L.S.F.Co coincide con el denominado “auge del ovino”, caracterizado por el reducido precio de las tierras, el alza de los precios de la lana en el mercado internacional y la exención impositiva en la importación y exportación de productos[16]. Sin embargo, luego de la Primera Guerra Mundial, disminuyó la incidencia de Inglaterra en cuanto a las cotizaciones de los precios de la lana, al ser desplazada por Estados Unidos.

            Ante la situación la L.S.F.Co elaboró estrategias orientadas a evitar la pérdida de ganancias por problemas estructurales como el mencionado, o bien locales como la existencia de plagas de parásitos. Una de las modalidades fue incrementar año a año la cantidad y calidad del ganado, pero tratando de evitar el sobrepastoreo[17]. En el período 1897-1920 la estancia desarrolló una serie de actividades complementarias a la cría del ovino, tales como la producción de sebo, el comercio –al menudeo y como consignatarios de lana- además del ofrecimiento de servicios de esquila y la venta de reproductores. Aunque había un elemento extra que condicionaba la venta a mercado regionales alejados, que era el hecho de no contar con trabajadores para el arreo de animales. Por otra parte, la L.S.F.Co también desarrolló actividades agrícolas, por medio de contratos de arrendamiento a pobladores de la zona[18].

            A pesar de no contar con cifras homogéneas respecto a la producción del período analizado, podemos afirmar que está caracterizado por una etapa de crecimiento dada por la capacidad de la estancia de combinar desde sus comienzos la producción de lana y carne. Además se veía beneficiada por la cercanía al puerto de embarque  y por tener asegurado el destino final de la producción lanar.

            Desde los primeros tiempos la Estancia creó y puso en práctica una serie de mecanismos que permitían amortiguar los cambios en el mercado. No debemos dejar de considerar que la L.S.F.Co. no constituía la única unidad de producción de sus propietarios, lo cual operaba a la hora de enfrentar fenómenos naturales como las grandes nevadas o sequías, concentrando la producción y las ganancias en otras de las estancias.

            La estructura organizacional de la L.S.F.Co. evitaba la intermediación de acopiadores y consignatarios y demás componentes de la red de comercialización de la lana, pues formaba parte activa de esa red, sirviendo como consignatarios a los productores vecinos, lo cual acarreaba importantes beneficios con la doble función de productores y comerciantes. Los medianos y pequeños propietarios asentados en el lugar  estaban relacionados  con  la L.S.F.Co.  por una cierta dependencia dado que la Estancia les daba en consignación las mercaderías de los Almacenes hasta el pago total de la lana una vez efectuada su venta en Londres.

            La actividad como consignatarios la  cumplieron durante la primera década de existencia. Luego dejan esta actividad a las casas importadoras y exportadoras que se ubican en la zona o que, desde Comodoro Rivadavia, actúan  en Camarones, tal es el caso de la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia de la firma Menéndez Behety o la  firma Lahusen. La L.S.F.Co. se encargaba del transporte de la lana hasta el puerto de embarque en Camarones, así como el traslado hasta Inglaterra, lo cual sumaba no sólo los gastos de flete, seguros (contra incendios y riesgos de hundimiento), sino también los gastos de depósito hasta ser ubicada la lana en el mercado. A lo ya enumerado debemos sumar la comisión de la venta. Los catálogos de venta eran enviados a cada uno de los productores, además de comunicarles las características de las variaciones de precios y en qué condiciones había sido valuada la lana de cada propietario.

            La L.S.F.Co. también actúa como intermediario  proveyendo a la Estancias  vecinas de comparsas de esquila y realizando el servicio de enfardalaje y acarreo. En un documento figura:

 

            ...siento mucho que por el momento no pueda comprometerme en cuanto a la esquila de sus ovejas... El trabajo se haría a los fardos y la mano de obra, el año pasado se ha cobrado $1,25 por el enfardalaje $2,15 por las bolsas para fardos y los sunchos. No puedo comprometerme a acarrear la lana... El precio si se hiciera sería de $ 8 los 1000 Kg. Se adelantaría hasta 55 centavos por Kg., por la lana una vez que estuviera a cargo nuestro, cobrando el porcentaje por año hasta que se reciba el dinero de Londres. No se cobrará ningún interés sobre mercaderías[19].

 

            La L.S.F.Co. proveía todos los materiales para realizar el enfardalaje: sunchos, alambres y arpilleras. En cuanto a las mercaderías de los almacenes que podía ofrecer a los productores eran variadas y aparentemente a buenos precios, ya que comerciantes de la zona adquirían artículos para la reventa. Por otra parte, la L.S.F.Co. daba en consignación el hotel ubicado en el puesto Paso Piedra[20].

Las múltiples actividades de esta etapa responden no sólo al objetivo de maximizar beneficios, sino también de cubrir necesidades en una zona que  recientemente se incorporaba al contexto tanto nacional como internacional. Algunas de estas actividades como la comercialización de lanas serían abandonadas  en búsqueda de otras que proveyesen mayores ganancias.

            Tal como lo expresa Jorge Sábato la formación de comportamientos adaptados para funcionar tanto para amortiguar las crisis o lograr la expansión en tiempos de crecimiento requiere de “un cierto molde de comportamiento”[21]. En el caso de la L.S.F.Co.  pasa por adoptar estrategias orientadas no solo a maximizar las ganancias sino también a dispersar los riesgos entre distintas actividades, lo cual requería de la comunicación entre los distintos niveles organizacionales y de las vinculaciones con el mercado internacional.

            Analizar la Estancia como unidad productiva no sólo implica analizar sus redes comerciales, sus actividades internas, sus vinculaciones locales e internacionales, sino  también su organización interna, esto también implica abordarla desde su estructura jerárquica y las relaciones laborales que se establecen al interior de la Estancia. 

 

3.      Etapa de consolidación de la estructura organizacional. Cambios y continuidades en el funcionamiento de la L.S.F.Co. (1920-1933)

En el período 1920-1933 la L.S.F.Co. incorporará una serie de innovaciones orientadas a lograr no sólo a mantener  los ingresos, sino también a evitar los costos de pérdidas ocasionadas por fenómenos naturales  y por las fluctuaciones de los precios del mercado mundial[22]. Los efectos de la Primera Guerra Mundial se reflejan en la actividad de la estancia. La producción de lana siguió constituyendo la actividad central de la estancia, pero otras se intensificaron  como la agrícola, y la venta de animales en pie, -ahora sí a mercados extraregionales-. La inclusión de medidas preventivas para evitar los riesgos de enfermedades, sequías y la incorporación de nuevos elementos tecnológicos, son parte de los cambios del período que  reflejan la capacidad de reconversión de la estancia  en base a la experiencia de la etapa anterior  y el nuevo contexto de la actividad pecuaria en Patagonia.            

El hecho de incluir esta serie de nuevas actividades provocará el desplazamiento de otras que resultaban relevantes en el período anterior, por ejemplo el  rol de la L.S.F.Co.  como consignatario de lana en la zona. Sin embargo la relación con las  estancias vecinas continuó por medio de otros negocios como la venta de reproductores y ovejas, dado que la Estancia incorpora una cabaña para producir sus propios ejemplares.

            Si consideramos los elementos tomados en el primer período, respecto a  las inversiones en tierras vemos que el Directorio considera el tema pero no ve favorablemente  la concreción de la compra,  -la última compra fue hacia 1906-  pero  no se concreta hasta 1938, quizás por una nueva política de quienes tomaban las decisiones ante la caída de los precios de la lana y el costo de la tierra.

            Las inversiones en ganado fueron muy importantes y orientadas no solo a la cantidad sino también a  la calidad. La cría de reproductores para la venta a los pobladores de establecimientos vecinos será una de las características del período; no sólo por el aumento del consumo local sino por la expansión de la industria frigorífica principalmente en Buenos Aires.

            De esta forma se explica el incremento  de las ventas de ganado en pie con  respecto al período anterior, ya que las mismas no se realizan sólo a los productores  de zonas aledañas sino también  mercados regionales como los de Río Negro y extraregionales como  el de Buenos Aires. En éste último caso las ventas eran destinadas a los campos de invernada, y los arreos nunca  fueron  inferiores a 5.000-6.000 animales[23]. Cuanto más alejada la región a donde se destina el ganado vendido la cantidad nunca es inferior a 5.000 cabezas. Las ventas menores realizadas a compradores de la región respondían a las demandas de las carnicerías ubicadas en el Valle del Chubut, Comodoro Rivadavia y en ocasiones a sucursales de la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia ubicadas en la pre-cordillerana.

            La mestización y cría de reproductores, así como la posibilidad del traslado mediante el transporte en camión o arreos debemos relacionarlo con la implementación de la subdivisión de potreros -sugerida por el Directorio a fines del período anterior- que permitió  mayor cuidado del ganado así como un control más estricto de los trabajos realizados en cada jornada laboral por los trabajadores.

            En cuanto a la producción lanar nos encontramos frente al período de retracción de obtención de ganancias dado que los precios de la lana luego de la gran expansión de la Primera Guerra Mundial sufren una vertiginosa caída. Una importante recuperación se produce a mediados de la década de 1920, pero la Crisis de 1929 impactó fuertemente acelerando nuevamente la caída. Si bien las fluctuaciones repercutieron sobre la producción de la Estancia, por estar incluida en un sistema  económico caracterizado por la interdependencia, no sufrirá como los productores más pequeños  que carecían de las vinculaciones  que le permitieron reducir el efecto negativo que la crisis provocaba sobre las ganancias.

            La producción lanar en el período posterior a 1920 sufre las fluctuaciones propias de la cría del ovino -pérdidas por sequía y enfermedades- que se ven agravadas por la caída  del valor de la lana  en el mercado. Si se observan los años de mayor descenso en el precio de la lana son los que coinciden con un importante aumento de la producción ovina de la Estancia, ya que era necesario tener mayor cantidad de ganado para alcanzar a cubrir los gastos e igualar con las ganancias de años anteriores[24].

            De esta forma todas las actividades en algún sentido complementarias a la lanar están orientadas a flexibilizar los costos que le podrían ocasionar a la estancia las variaciones  de precios en el mercado. Mientras que para algunos productores la Crisis de 1929 fue la ruina para la L.S.F.Co. significó la intensificación de las actividades complementarias. Es por ello que paulatinamente el paisaje de la L.S.F.Co. se modifica con el incremento de espacios forestados, incorporándose principalmente, el cultivo de pasto y alfalfa. Mientras que en el período 1897-1920 sólo  funcionaba  la chacra ubicada en el Puesto de Paso Piedras,  en el  segundo  agregan cultivos en  el casco de la Estancia y en otros puestos.  En el caso de la alfalfa y  el pasto no sólo son destinados al consumo interno, sino también para la venta en el mercado regional[25]

            Otra evidencia de la importancia que adquirirán las actividades agrícolas se ve constituida por los pedidos de repuestos para maquinarias como: guadañadoras, cortadoras, etc. Lo cual indica que la Estancia invierte desde muy temprano en las mayores innovaciones de la década de 1920.

            La decisión de incorporar actividades agrícolas y frutícolas produce ciertos cambios en la división de tareas en la estancia. El mismo personal,  en el tiempo en que no se lo requería  para actividades pecuarias se dedicaba al cultivo y cuando era necesario  se  contrataba  personal para el arado y siembra. En este período no está claro si continua la figura del arrendatario, ya que quien se encontraba en Paso Piedras (primer puesto destinado al cultivo de alfalfa) es reemplazado por una familia que presta múltiples funciones en la estancia.[26]

            La mecanización en relación a las actividades ganaderas en parte resolverá los problemas ocasionados por la escasez de mano de obra en algunas épocas del año, lo cual redundará en el aumento y abaratamiento de la producción. Si bien no se puede hablar de la “revolución del camión”  con la adquisición por parte de la Estancia se ahorra de pagar fletes además de reducir las distancias. Frente a la lentitud de la “chata”[27] que necesitaba dos días para llegar al puerto de embarque sino que también reducirá los tiempos y permite trasladar mayor cantidad de carga y fardos de lana. La L.S.F.Co. tendrá además la ventaja de ser atravesada por una ruta nacional y otra provincial. Todo ello redundó en un abaratamiento de los costos.

            Así mismo la mecanización impactó también en las actividades estacionales como la esquila, ya que no necesita de trabajadores especializados en cierto estilo de esquila con tijera. La introducción de la máquina esquiladora por parte de la estancia  hacia 1928, - de su propiedad-  no sólo reducirá la cantidad de gente a emplear sino también aumentó la rapidez y la facilidad con la cual se realizó la tarea.[28]

            Tanto la máquina esquiladora como la enfardadora utilizadas para  extraer la lana, demandaron  repuestos para su mantenimiento y de trabajadores para realizar dicha tarea. También la introducción de una máquina generadora de energía eléctrica importada de Inglaterra requerirá de mano de obra con conocimientos acerca de su funcionamiento y mantenimiento.[29] De igual modo las inversiones orientadas a la introducción de Molinos extractores de agua,  -de dos se pasa a   treinta y cinco-, evitó  la escasez de agua en períodos de sequías, posibilitó además el riego de cultivos donde no habían aguadas naturales y facilitó el detenimiento del proceso de desertificación en algunos lugares de la Estancia. Este incremento en la instalación de molinos obligó a contar con  personal especializado tal como los molineros.

            Este proceso de transformación que se refleja en la incorporación de maquinaria y  de nuevos medios de transporte se da paralelo a la inclusión de elementos químicos para mejorar la producción. Se preparaban antisárnicos y remedios para combatir o prevenir tanto la sarna en los animales como las enfermedades relacionadas con otro tipo de parásitos. Las drogas se  adquirían en Buenos Aires por medio de catálogos que enviaban los laboratorios, aunque las dificultades para su obtención no eran escasas.[30]

            Las repercusiones de una gestión empresarial basada en la aplicación de innovaciones como el empleo de tecnología  y todos los adelantos de la época,  como así también cambios en la organización favorecen la estabilidad de ingresos de la estancia. Así como se produce la inclusión e intensificación de una serie de actividades otras desaparecerán, como es el caso del Hotel de Paso  Piedras, ya que no tenía razón de ser seguir existiendo dado que la utilización de camiones  y automóviles convirtieron en innecesario el hecho de “pasar la noche”  en el lugar como  lo hacían  las “chatas” movidas a tracción animal. Igual tratamiento recibirá el Almacén ubicado en el mencionado puesto, no se justificaba tener dos Almacenes a escasa distancia y con menor movimiento que en la etapa anterior.

            La Estancia continúa vendiendo los productos en el  Almacén del casco. La mercadería era vendida no sólo al personal permanente de la Estancia, sino que en el tiempo de esquila también al personal de la comparsa. En ambos casos se utilizaba el débito automático que figuraba en el recibo de sueldo de los trabajadores o en la cuenta del dueño de la comparsa esquiladora. En otras ocasiones se efectuaban ventas a propietarios de campos aledaños o visitantes ocasionales[31].

            Durante este período se evidencia una mayor inclusión en el mercado regional dado que las actividades relacionadas con la agricultura, la reproducción de ganado fino, la venta de ganado en pie y la extracción de sebo de la Grasería estaban  orientadas a satisfacer demandas de productores de zonas cercanas a la estancia, mientras que hacia el mercado externo solo se sigue enviando la producción de lana, y  cueros.

            Así como la estancia tuvo una serie de transformaciones a nivel de sus actividades productivas, considerándola como unidad social también se pueden establecer una  serie de cambios y continuidades con respecto al período anterior a 1920.

 

4.      Conclusiones:

 

            El análisis de la L.S.F.Co. se articuló considerando la Estancia como una unidad económico-social compleja que debió resolver favorablemente a principios del siglo XX, principalmente dos ausencias, la de un mercado de trabajo y de ganado esenciales para poner en funcionamiento el establecimiento.

            Uno de los ejes del artículo está constituido por el análisis del comportamiento que van adoptando quienes toman las decisiones acerca de las inversiones como medida para amortiguar las crisis  de posguerra  y fluctuaciones del mercado internacional de la lana.  La L.S.F.Co. pertenecía a un grupo empresarial cuya diversificación económica les posibilita  dirigir y cambiar las inversiones entre diferentes actividades mediante una integración vertical -dueños de otras estancias, manejo de la red de comercialización, propietarios de plantas textiles- en Inglaterra.  Esto les permitió  destinar en forma segura y rápida la producción lanar de la Estancia,  y diversificar la producción    como medida para amortiguar las crisis de posguerra, ya que hasta 1920 los precios de la lana se encontraban en una fase ascendente.

            El primer período está caracterizado por la organización de la infraestructura necesaria que demandó  alrededor de 15 años -al igual que la A.S.L.Co. analizada por Eduardo Miguez- donde uno de los principales problemas estuvo representado en la demora y trámites que debían realizarse para obtener los materiales para levantar la infraestructura y el mayor de todos el conseguir la mano de obra adecuada para realizar los trabajos.

            En el segundo período la L.S.F.Co. se orienta al abandono de ciertas actividades luego de la finalización  del período de “auge del ovino”. Tales como el cierre del Hotel y  uno de los Almacenes, el abandono en el manejo de la venta de la producción lanera de establecimientos vecinos. Por otro lado, se incorporaron e intensificaron  otras actividades como es el caso de las áreas cultivadas dentro de la Estancia. Paralelamente se produce un notable aumento en el plantel de ganado y por ende de lana producida debido a que se debían equiparar las ganancias con respecto al primer período. El aumento en cantidad  es  paralelo a la mejora   en la calidad  de la carne y la lana. La incorporación  de tecnología que permite la mecanización de muchos trabajos, es otro de los elementos que refieren a los cambios del segundo período.  La adquisición de los generadores de energía eléctrica no sólo posibilitó cambios en la vida cotidiana de la Estancia, sino que también fue empleada para la utilización de máquinas y artefactos eléctricos, en el caso de la máquina esquiladora redundó en mayor rapidez en el trabajo, al igual que la enfardadora y el empleo de una serie de adelantos técnicos que originaron la posibilidad de desarrollar nuevas actividades, tal como lo posibilitó el empleo del camión. Los elementos mencionados -así como el aumento del stock ovino- condujo al  desarrollo de cultivos como el de alfalfa y pasto  que posibilitó dejar de depender del suministro que debía buscarse en mercados extra-locales.

Organizar la estancia como unidad de producción demandó de la creación de una estructura jerárquica que internamente se reflejaba en una clara diferenciación entre los diferentes empleados y trabajadores establecida no sólo por el cargo sino también por la preferencia  étnica que se modificó de acuerdo a la época y al tipo de trabajo. La ausencia de un mercado de trabajo constituido en la región hacia fines del siglo XIX y principios del XX determinó la generación de ciertas estrategias para obtener mano de obra  como acudir al mercado extra-local para cubrir las necesidades de mano de obra, y/o la  implementación de  condiciones laborales que resultasen  atractivas para quienes debían tomar la decisión de “aventurarse” en un lugar alejado de los centros poblados.

            La repercusión de los movimientos huelguísticos de la década de 1920 -aunque no afectaron a la Estancia-  se reflejaban en el endurecimiento de las relaciones laborales, con una mayor presencia de quienes ocupaban el rol de autoridad dentro de la Estancia. Sin embargo, por otro lado  se puede afirmar que los mecanismos de atracción de la mano de obra  no son tan fuertes como en el período anterior  en función de que es más sencillo cubrir los puestos de trabajo que en el período anterior a 1920, pues la constitución de un mercado de trabajo regional comenzaba a evidenciarse.            En general los trabajadores parecen gozar de buenos salarios, que permitieron cierta capacidad de ahorro por parte del personal, lo cual pudo haber influido en el hecho de que no aparezcan explicitados en la documentación conflictos laborales.

            El análisis de la L.S.F.Co. permitió iluminar aspectos  ignorados de la estructura rural del Territorio Nacional del Chubut, aportando elementos para futuros estudios comparativos, como podrían establecerse entre  establecimientos pertenecientes a espacios agronómicos diferentes. Además de ser varias las cuestiones que deberán investigarse y que el presente estudio -por falta de fuentes o por las características de la estancia- no detectó, como por ejemplo la aparición de conflictos laborales y la reconstrucción de la contabilidad para obtener información acerca de pérdidas y ganancias reales.

 

 

 

Notas al texto:


 


[1] La L.S.F.Co. comparte con otras estancias británicas de Patagonia, la adquisición de las tierras por parte de pobladores de las islas Malvinas con experiencia en la explotación del ovino, y por medio de la compra de los certificados canjeables por tierras a quienes habían participado en las campañas militares contra los indígenas. MIGUEZ, Eduardo: Las tierras de los ingleses en Argentina (1870-1914) (Editorial Galerna. Buenos Aires. 1985). Pp. 102 a 120. 

[2] Al no contar con los informes Anuales y Minutas de las Asambleas de Accionistas o los libros de contabilidad, fue imposible realizar una reconstrucción de la dinámica empresarial.

[3] Reguera, Andrea “Números y descripciones. La contabilidad de Estancias como fuente para el estudio de la Historia rural”. En: MANDRINI, Raúl y REGUERA, Andrea: Huellas en la tierra. (I.E.H.S.Tandil. 1993).   

[4] En principio la L.S.F.Co. comenzó siendo un emprendimiento de dos hermanos de apellido Cameron provenientes de Malvinas. Luego pasan a constituir parte del Directorio que administró la estancia, junto con los hermanos Waldron y Wood, y otros accionistas residentes en Gran Bretaña.

[5] En el caso de los hermanos Waldron y Woods figuran como propietarios de “Coronel” y “Guer Aiké” ubicadas en el territorio de Santa Cruz. BAYER, Osvaldo: Los vengadores de la Patagonia Trágica.  (Editorial Galerna. Buenos Aires. 1974). Pp. 55-56.

[6] En la tipología elaborada por Elsa Barbería para el territorio de Santa Cruz, también figuran: Latifundios, medianos y pequeños establecimientos. BARBERÍA, Elsa: Los dueños de la tierra en Patagonia Austral. 1880-1920. (Universidad Federal de la Patagonia Austral. Buenos Aires. 1995). Pág. 34.

[7] BARBERÍA, Elsa: Los dueños de la ... (Ob. Cit.). Pág. 243.

[8] ARCHIVO INSPECCIÓN GENERAL DE TIERRAS. DIRECCIÓN GENERAL DE TIERRAS. Folio 51. Rawson. Chubut. Territorio del Chubut. Informe de 1907.

[9]Carta enviada desde L.S.F.Co.  Portland House. Basinghall St. London. Mayo de 1918. Dirigida a Mr. Hutchison. (Camarones) Correspondencia facilitada por el Sr. Robert Davis.

[10] La  propiedad del terreno se gestiona ante la Inspección de Tierras y Colonias apelando a los trastornos que demandaría el traslado a otro lugar, así como declarándose ser los mayores importadores y exportadores de Camarones. Letter Books de la L.S.F.Co.   Folio 293. Tomo 1907.

[11] Corriedale: destacados por gran rinde de carne, las Romney Marsh destacadas por soportar con dureza las inclemencias del tiempo y la escasez de alimentación, y las Lincoln de origen inglés (de mayor peso y lana gruesa) y neozelandés (más reducidas pero de lana fina). Capitanelli.  En  Roccatagiata, Juan: La Argentina. Geografía General y los marcos regionales. (Grupo Editorial Planeta. Buenos Aires. 1988)

[12] La vivienda principal que habitaba el administrador y que residían los dueños cuando visitaban la estancia, tenía una galería estilo inglés para tomar el té por la tarde, en su interior se encontraban desde fogones semi-armados, escaleras alfombradas, porcelana china, todo importado desde Inglaterra. Información proporcionada por el Sr. Robert Davis. Entrevista realizada al Sr. Robert Davis de Camarones en la estancia “Lochiel” septiembre de 1996 por Brígida Baeza. 

[13] Letter Books. Folio 49. Tomo 1914.

[14] Letter Books. Folios 358, 534. Tomos 1914-1915; entrevista realizada al Sr. Robert Davis de Camarones en la estancia “Lochiel” septiembre de 1996 por Brígida Baeza.; una explicación sobre las características y el objeto de las Graserías se puede encontrar en: DENIS, Pierre: La valorización del país. La República Argentina. 1920. (Ediciones Solar. Buenos Aires.1987) Pp.  24 a 80.

[15] Letter Books. Folio 283. Tomo 1907. Folio 418, 406, 351. Tomo 1914.

[16] Tabla de evolución de los precios de la lana (1905-1920):

Año

Precio $ m/n 10kg.

1905

       7

1910

       9

1914

       14

1916

       17

1917

       29

1920

       30

Fuente: BARBERÍA, Elsa: Los dueños... (Ob. cit.) Pág. 72.

[17] De 29.848 animales esquilados y 88.666 Kg. de lana obtenida en 1906 la L.S.F.Co. pasa a tener 42.500 animales esquilados y 127.500 Kg. de lana en 1915. Fuente: Letter Bokks. Folio 339, 599, 225. Tomo 1907, 1914 y 1915.

[18] Carta de John Hoare a Mr. Hutchison (Camarones). London 1918. En la misma el Directorio sugiere al administrador la decisión sobre la renovación del contrato con Manuel Gregoria por cinco años más o bien por dos años, de Londres se muestra mucho interés en que se acepte el primero dado que el aparcero ha demostrado ser muy bueno en el trabajo. Además se detallan las condiciones mencionadas. Correspondencia suministrada por el Sr. Robert Davis.

[19] Letter Books. Folio 21. Tomo 1908.

[20] Letter Books.  Folio 107, 255, 366 y 418. Tomos 1906-1907-1914.

[21] SÁBATO, Jorge: La clase dominante en la Argentina, formación y características (CISEA, Imago Mundi. Buenos Aires. 1991)

[22] Elsa Barbería menciona entre los diferentes factores que se conjugaron en la “Crisis lanera” de posguerra: la apertura del Canal de Panamá, en 1914, que restó  importancia al Estrecho de Magallanes interfiriendo en la comunicación directa que la región mantenía con los mercados europeos;  la incidencia que tuvo el descenso de demanda luego de finalizada la Primera Guerra Mundial y las consecuencias de  los conflictos laborales de los peones rurales en Santa Cruz en 1921 y 1922. Para nuestro caso la construcción del Canal de Panamá no afectó  la comercialización  ni las  vinculaciones internacionales  y el conflicto laboral  no tuvo la zona como escenario, pero  el temor a su propagación llevó a tomar ciertas medidas. Barberia, Elsa: Los dueños..... Pág. 71.

[23] Letter Books. Folio 782. Tomo 1931. Carta similar: Folio 787. Tomo 1931.

[24] De 29.849 animales esquilados y 89.547 Kg. de lana obtenida, la L.S.F.Co. pasa a 68.318 animales esquilados y 204.955 Kg. de lana obtenida en 1931. Letter Books. Folio 46, 887, 890, 903, 771, 883, 997, 764. Tomo 1924-1933.

[25] Letter Books. Folio 613. Tomo 1929.

[26] Letter Books. Folio 515. Tomo 1915-1927

[27] “ Chata ”: tipo de transporte a tracción animal utilizado para el traslado de los fardos de lana al puerto de embarque

[28] Mientras que esquilar una oveja con tijera demanda entre 8 y 10 minutos , realizarlo con máquina reduce el tiempo a 5 minutos; diversos pedidos de repuestos indican la utilización de la Máquina esquiladora Wolseley: perno, peine, cortador, cueros chicos, etc. Letter Books. Folio 616. Tomo 1929.

[29] En 1929 se pide a Londres una “...petrol engine 5 1-2 B.H.P. Nro 1349, 750 revoluciones per minute (electric light plant)... Letter Books. Folio 681. Tomo 1929; se piden a Londres repuestos para: “...electric light engine... 1 set piston rings, 1 valve and spring...” Letter Books. Folio 829 Tomo 1931.

[30] Letter Books. Folio 894.Tomo 1932.

[31] Planteos teórico metodológicos en cuanto a la función de tiendas y almacenes en Haciendas y Estancias Latinoamericanas tienden a criticar y relativizar la función de éstos como elementos puros de coacción extraeconómica. Entre éstos planteos se encuentra el realizado por Arnold Bauer: “...investigaciones sobre un nivel de datos más fundamental, como es, por ejemplo, el de los registros de haciendas y los archivos locales. Estas investigaciones demuestran que en muchos casos la deuda debe interpretarse en realidad como crédito... si bien contaba como deuda en los libros de contabilidad, ello no significaba necesariamente, que permitieron retener al trabajador en su puesto”. Arnold Bauer. “5. La Hispanoamérica rural, 1870-1930”. Pp. 149-150. En: Bethell, Leslie: Edit. Historia de América Latina. Vol.7. América Latina. Economía y Sociedad (1870-1930). ( Editorial Crítica. Barcelona. 1991)


Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Baeza, B.N. y Borquez, D.F. (2006): "Las Estancias británicas en el Territorio Nacional del Chubut. El caso de la Lochiel Sheep Farming Company, 1897-1933" en Observatorio de la Economía de la Patagonia. En http://www.eumed.net/oe-pat/


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