M. Arq. José Eduardo Carranza Luna
Dionisio Domínguez Domínguez
Para citar este libro puede utilizar el siguiente formato: 
Ramón Rivera Espinosa, Jorge Ramón Gómez Pérez. Libro 1701: “Arqueología industrial y patrimonio”, Biblioteca virtual de Derecho, Economía y Ciencias Sociales (enero 2018). En línea: 
//www.eumed.net/2/libros/1701/arqueologia-industrial.html
ISBN-13: 978-84-17211-55-4
Antecedentes
Hacia 1877, había una línea de ferrocarril que salía de Jalapa, (en continuación de la que venía de Veracruz) llegaba a San Marcos en el Estado de Puebla y seguía hacia Puebla con estaciones en Acajete y Amozoc. De ahí se seguía a la ciudad de México por la ferrovía a San Martín Texmelucan, de ahí se iba a Rio Frio, Ayotla, Zaragoza y llegaba a la estación de San Lázaro.
La alta inversión que se requería para su construcción se compensaba con los beneficios que aportaría tanto en la producción y aumento de los productos del campo como en el proceso de industrialización que requería insumos y vender sus productos, por lo que tuvo que intervenir el estado destinando fondos para su financiación.
En la primera etapa de construcción de líneas de ferrocarril por parte de empresas mexicanas, hacia 1878 el presidente de la república José de la Cruz Porfirio Díaz nombró al Ing. José Iglesias Domínguez director del Ferrocarril Nacional de San Martín Texmelucan, para que el fuera el encargado de realizar la planeación, trazo y construcción de una línea que saliendo se San Martín llegara a la ciudad de Puebla. Por otra parte, se nombró también por parte del Ministerio de Fomento, como inspector de la construcción al Ing. Mariano Téllez.
El trazo original pasaba por varios municipios tlaxcaltecas, pero como los ayuntamientos de éstos se opusieron, se cambiaron los planos y perfiles del nuevo trazo y se optó por realizarlo siguiendo el trazo de la carretera nacional, hoy federal a México, cuyo recorrido rondaba los 37 km.
La obra se hizo en 4 tramos San Martín-San Bartolomé (Santa María Moyotzingo) (6560m) de San Bartolomé a Rio Prieto (1412m), de Rio Prieto a la estancia de los Arcos (11269) y de los Arcos a la ciudad de Puebla (7638m).
La parada en los Arcos tenía la finalidad de ahorrarse los 7638 m que restaban, para lo cual tenía que entroncarse con la vía del Ferrocarril Puebla-Izúcar de Matamoros que le había sido concesionado al Gobierno del Estado de Puebla.
Finalmente, esta cuarta sección la hizo la Compañía de Texmelucan y se prolongó hasta las estaciones de los Ferrocarriles Mexicanos y el de Izúcar.
El  proyecto de la línea férrea de vía ancha entre la ciudad de San Martín  Texmelucan y un punto situado entre Santa Anna y Panzacola, nos dice Gloria  Tirado Villegas (2007) que fue realizado por el ingeniero Mariano Téllez  Pizarro y la obra quedó a cargo del Gobierno del Estado, quien a su vez cedió  la concesión el 12 de abril de 1878 al obispo Eulogio Gillow, quien deseaba  construir un ramal del ferrocarril que partiera de su hacienda de San Bartolo  Chautla y llegara a un entronque con la línea del Ferrocarril de Puebla - San  Martín, para lo cual construyó una estación en su propiedad  la cual cedió al Gobierno Estatal al  rescindírsele el contrato el 1 de abril de 1880. El gobierno continuó la  construcción y modificó el trazo; para que saliera de San Martín y llegara  directamente a Puebla, inaugurándose el 16 de septiembre de 1882 con una  extensión de 37.3 km.  Esta línea fue  traspasada en 1886 a la empresa del Ferrocarril Interoceánico, la que completó  la línea de San Martín hasta México y quedó a vía México-Puebla, se redujo el  ancho de las vías a 0.914 m con el objeto de que quedaran integradas a su  sistema (de vía angosta).
   Durante  los primeros años de funcionamiento este ferrocarril era de tracción animal y  aun cuando fue adquirido por la Compañía del Ferrocarril Interoceánico continuó  con esta tracción, la Junta Directiva de esta Compañía estaba formada por los  señores Delfín Sánchez Juárez como presidente, nieto de Don Benito Juárez,  Pedro Bustamante como Secretario el sr. Francisco Arreaga como el representante  de la empresa y como vocales los señores Manuel Romero Rubio, Pedro Escudero y  Echanove, Román Fernández, José Sánchez Ramos, el señor Julio Aracivia era el  representante del Gobierno, El 17 de octubre de 1888 se inició el cambio de  tracción de “sangre” a tracción de vapor. El originalmente poblado por  naturales provenientes de Tlatelolco, hacia 1558, ya tenían una Ermita fundada  por la madre de Francisco Rodríguez. A fines del siglo XVII, ya estaba  construido el templo que hacia 1863 adoptó el nombre del Señor de los Trabajos.
Este barrio ocupaba cerca de 12 manzanas que iban de sur a norte de la 6 a la 16 poniente y de oriente a poniente de la 7 a la 11 norte.
Frente al templo había una plazuela pequeña que sirvió de cementerio.
En 1898, se funda en Canadá la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza (The Mexican Light & Power company, Ltd), con la intensión de generar, transmitir, distribuir y comercializar energía eléctrica.
Para ese entonces ya existía en México la Compañía Mexicana de Gas y Luz Eléctrica, la cual en 1881 instaló el alumbrado público y parte del residencial en la ciudad de México.
Esta  compañía desaparece en 1906 al ser liquidada por la Anglo Mexican Electric  Company Limited, empresa inglesa que a la vez sirvió de intermediaria para  venderla en 1907 a la Puebla Trainway, Light and Power Co. (Compañía de  tranvías, Luz y Fuerza de Puebla) de F. S. Pearson.
   En 1869 llegó  por primera vez el tren a la ciudad de Puebla. Se construyó un ramal de Apizaco  a Puebla de 42 km.
   Que se  desprendía de la ruta del ferrocarril mexicano que unía las ciudades de  Veracruz y México.
En la primera etapa de construcción de líneas de ferrocarril por parte de empresas mexicanas, hacia 1878 el presidente de la república José de la Cruz Porfirio Díaz nombró al Ing. José Iglesias Domínguez director del Ferrocarril Nacional de San Martín Texmelucan, para que el fuera el encargado de realizar la planeación, trazo y construcción de una línea que saliendo se San Martín llegara a la ciudad de Puebla. Por otra parte, se nombró también por parte del Ministerio de Fomento, como inspector de la construcción al Ing. Mariano Téllez.
El trazo original pasaba por varios municipios tlaxcaltecas, pero como los ayuntamientos de éstos se opusieron, se cambiaron los planos y perfiles del nuevo trazo y se optó por realizarlo siguiendo el trazo de la carretera nacional, hoy federal a México, cuyo recorrido rondaba los 37 km.
La obra se hizo en 4 tramos: San Martín-San Bartolomé (Santa María Moyotzingo) (6560m) de San Bartolomé a Rio Prieto (11412m), de Rio Prieto a la estancia de los Arcos (11269) y de los Arcos a la ciudad de Puebla (7638m).
La parada en los Arcos tenía la finalidad de ahorrarse los 7638 m que restaban, para lo cual tenía que entroncarse con la vía del Ferrocarril Puebla-Izúcar de Matamoros que le había sido concesionado al gobierno del estado de Puebla.
Finalmente, esta cuarta sección la hizo la Compañía de Texmelucan y se prolongó hasta las estaciones de los Ferrocarriles Mexicanos y el de Izúcar.
Conclusiones
Muy  poca gente conoce que existe en la ciudad de Puebla una estación terminal que  perteneció al Ferrocarril Nacional de San Martín, la cual hoy en día está  dividida en dos partes una que pertenece al Gobierno del Estado donde tiene  instaladas unas dependencias dedicadas al Instituto Poblano de la Juventud y  otra parte pertenece a la Comisión Federal de Electricidad donde actualmente  hay unas oficinas y unos cajeros automáticos para el pago del servicio de  energía eléctrica.
   Lo  que se encuentra perfectamente bien conservado es el muro perimetral y parte de  la antigua estación que aunque está muy modificada todavía pueden reconocerse  elementos de la antigua estación.
La  importancia que tuvo esta vía férrea consistía en hacer pasar por el camino más  corto mercancías y productos de las distintas regiones que servía, hacia la  ciudad de México, por lo que esta estación y vía férrea se convirtieron en un  pilar de transporte de personas y mercancías que pasaban por la ciudad de  Puebla provenientes de la ciudad de México o bien del Puerto de Veracruz.
   Es  muy importante su difusión para que no se pierda y pueda ser preservada como  parte del patrimonio ferrocarrilero de nuestro país.
Bibliografía
Benítez,  Carlos Eduardo; (1996), “Caminos de Fierro, un camino entre la niebla: El Ramal  de Oriental a Teziutlán”; revista “La Locomotiva”, No. 1 (nueva época)  noviembre., Puebla.
   Tirado,  Villegas Gloria: (2007); “Los Efectos Sociales del Ferrocarril Interoceánico;  Puebla en el porfiriato”; edit. Dirección de Fomento Editorial BUAP-  ICSyH;  Puebla.
   Contreras,  Cruz Carlos; Pardo Hernández Claudia Patricia: (1999); “Estación del  ferrocarril interoceánico”; edit. Texmelucan Blog: “Cronista de la  Ciudad”; San Martín.
   Reports of international arbitral awards recueil des  sentences arbitrales The Interoceanic Railway of Mexico (Acapulco to Veracruz)  (Ltd.), and the Mexican Eastern Railway Company (Ltd.), and the Mexican  Southern Railway (Ltd.) (Great Britain) v. United Mexican States 18 June 1931  VOLUME V pp. 178-190
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Recibido: Enero 2018 Aceptado: Enero 2018 Publicado: Enero 2018