IMPLEMENTACIÓN DE UNA METODOLOGÍA PARA LA CALIBRACIÓN DE MONITORES DE CONTAMINACIÓN SUPERFICIAL

IMPLEMENTACIÓN DE UNA METODOLOGÍA PARA LA CALIBRACIÓN DE MONITORES DE CONTAMINACIÓN SUPERFICIAL

José Antonio Tamayo García
Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas

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INTRODUCCION

En la actualidad la ciencia y la técnica se desarrollan de modo tan vertiginoso que a nadie le asombra los extraordinarios descubrimientos que en el mundo de hoy se han producido sobre cuestiones que hasta hace poco tiempo parecían indescifrables.
El conocimiento cada vez más profundo del macro y del micromundo por los científicos y los múltiples hallazgos derivados de estos estudios, hacen de este siglo recién terminado, el de mayor “aceleración” científica que ha conocido hasta ahora la historia de la humanidad. No obstante, a partir de este extraordinario desarrollo científico y técnico, el hombre continúa su incesante búsqueda en aras de encontrar las explicaciones de los diferentes hechos y fenómenos que le rodean, haciendo uso de los propios progresos científicos y tecnológicos alcanzados en todas las esferas de la vida social.
Este indetenible proceso de producción científica está dado en primer lugar, a que el hombre ha aprendido a conocer el mundo que le rodea, ha descubierto las leyes principales del proceso gnoseológico y ha elaborado métodos y formas efectivas para abordar el estudio de los diferentes problemas que la teoría y la práctica del desarrollo les imponen, creando una lógica y una metodología científico-investigativo cada vez más coherente con las peculiaridades de los problemas abordados.
El proceso cada vez más complicado del conocimiento hace que la búsqueda de formas y medios más efectivos para dominar las leyes del desarrollo de la realidad, constituya una necesidad de primer orden que asegure el continuo desarrollo de la sociedad y la supervivencia de la humanidad.
El surgimiento de nuevas disciplinas científicas, las intensas y contradictorias diferenciaciones en los procesos de integración de las ciencias y la producción y generalización de múltiples teorías seudocientíficas, han dado lugar al desarrollo de muchos métodos particulares del conocimiento y a su utilización indiscriminada en otras ramas del saber, adquiriendo significación científica general y haciendo que la lógica y la metodología del quehacer científico se aparte de la lógica interna, no solo del fenómeno objeto de estudio, sino del propio fenómeno  de la producción del conocimiento científico.
No quiere decir esto que halla que desechar los problemas lógicos y metodológicos de las ciencias concretas, pues la propia complejidad de los fenómenos estudiados en correspondencia con la propia realidad, exige la interrelación de los estudios disciplinarios e interdisciplinarios, pero para que esto suceda es necesario que  todo el proceso de interrelación esté regido por una concepción integral, del estudio del fenómeno en todo sus nexos y conexiones y ello exige asumir una teoría y una concepción lógico-metodológica que posibilite el descubrimiento del conocimiento ”verdadero”
La dialéctica materialista, en concordancia con los conocimientos de las ciencias naturales, enseña que la naturaleza (como la sociedad) constituye un todo unitario en constante movimiento y desarrollo, que existe sin fuerzas sobrenaturales, sin una idea absoluta, ni limitado a un solo tipo de juicio o razonamiento.
La dialéctica materialista como ciencia establece las leyes del movimiento de la naturaleza, de la sociedad y el pensamiento humano, aporta una lógica y una metodología general para la adquisición del conocimiento, ofrece una lógica para operar los métodos científicos particulares de cada ciencia en el conocimiento de la realidad.
La investigación científica, como un proceso especialmente organizado del conocimiento, significa la introducción intelectual del hombre dentro de la realidad con el objetivo de descubrir nuevos conocimientos que permitan dar explicaciones de los hechos y fenómenos que transcurren en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento humano.
El problema medular de cada investigador consiste en la búsqueda de este conocimiento nuevo, en la investigación de lo desconocido, del modo más correcto, auténtico y económico posible.
 Las sustancias radiactivas emiten en su desintegración partículas y radiación electromagnética, cuya detección y cuantificación constituye una necesidad común en muchos procesos, tanto en el ámbito general de las aplicaciones pacíficas de la Energía Nuclear como en procesos tecnológicos y de investigación, donde se generan radiaciones ionizantes como por ejemplo: en tubos de rayos X, aceleradores de partículas, centrales nucleares, etc.
  La exposición del hombre a las radiaciones ionizantes es un fenómeno inherente a su propia existencia, al encontrarse estas en forma natural en su entorno ambiental e incluso dentro de su propio organismo. Estas exposiciones, se conjugan adicionalmente, con las provenientes del empleo de fuentes artificiales en diversos sectores sociales.
Es también conocido que después del descubrimiento de los rayos X y de la radiactividad natural, se han acumulado suficientes evidencias sobre los daños producidos a la salud humana como consecuencias de este agente físico, por lo que se hace necesario que los programas de radioprotección, asuman la existencia de un riesgo radiológico que no puede evitarse, pero si restringirse. Por otra parte la aceptación social de los riesgos potenciales derivados de las radiaciones ionizantes, está condicionada a los beneficios que estas aportan. Por tanto es necesario prestar especial atención a los aspectos relativos a la seguridad enmarcados en eficientes programas de protección radiológica, que minimicen los riesgos resultantes de acción de las radiaciones ionizantes sin limitar excesivamente sus bondades.
El uso de fuentes no selladas en las aplicaciones médicas y en el campo de las investigaciones ha venido incrementándose en las últimas décadas, tanto para fines de diagnóstico como para terapéuticos. Con el transcurso del tiempo los avances en el campo de la  medicina nuclear han llevado a la utilización generalizada de radiofármacos, unido a un creciente desarrollo del equipamiento, así como un aumento del número y tipo de técnicas terapéuticas. La práctica médica es la más importante de las fuentes de exposición a radiaciones ionizantes en  muchos países, aportando alrededor del 90 % de la dosis colectiva de la población mundial de entre todas las aplicaciones de las radiaciones  ionizantes que el hombre utiliza.
En Cuba en los años venideros se prevé, el desarrollo de la terapia metabólica con otros radionúclidos que no son utilizados actualmente, la instalación de aceleradores lineales para radioterapia, de cámaras gamma y de equipos para radiología intervencionista, así como otros de radiodiagnóstico especializado y convencional. Actualmente existen 22 módulos de medicina nuclear funcionando en el país y se prevé un incremento  de estos hasta llegar a 52. Esto implica que crecerá el número de puestos de trabajo que no serán monitoreados y aumentará el de trabajadores ocupacionalmente expuestos que incumplirán uno de los requisitos de seguridad.
Para garantizar los requisitos de seguridad en las prácticas donde se utilizan las radiaciones ionizantes, es necesario que estos programas de protección radiológica satisfagan las necesidades de cada práctica y permitan luego su optimización. La vigilancia radiológica de zona y puestos de trabajo, tanto para tasa de dosis como para contaminación superficial       es un elemento esencial para lograr la efectividad de un programa de protección radiológica de instituciones usuarias que trabajan con fuentes radiactivas.
Un riesgo bien conocido en todo trabajo que implique manipulación de radionucleidos, es su dispersión incontrolada en el medio ambiente (atmósfera y aguas), y en superficies de trabajo. Esta situación supone la posibilidad, no solo de  recibir exceso de radiación externa, sino también la posibilidad de que estos sean inhalados o ingeridos, con el correspondiente riesgo asociado de irradiación interna.
La verificación de la seguridad es uno de los requisitos de protección radiológica y los análisis de seguridad revelan el nivel de cumplimiento de los requisitos de seguridad, estos análisis de seguridad deben ser en lo posible, cuantitativos. El monitoreo periódico, de las dosis individuales, de la tasa de dosis, de la contaminación en los puestos de trabajo y de los efluentes líquidos y gaseosos, son la fuente de información básica para las evaluaciones de seguridad.
Los programas de monitoreo y de medición son requisitos que permiten verificar el cumplimiento de los objetivos de un programa de seguridad y protección. Las tareas de monitoreo y de verificación deberán realizarse solamente con equipos calibrados por instituciones o laboratorios reconocidos por la autoridad reguladora, a intervalos apropiados y los procedimientos de medición deben estar documentados y validados.

Uno de los requisitos establecidos por la Resolución Conjunta CITMA – MINSAP “Normas Básicas de Seguridad Radiológica” (NBSR), en sus Artículos 21 y 22 para garantizar la seguridad de los trabajadores ocupacionalmente expuestos y miembros del público, es la ejecución de un programa de vigilancia radiológica con equipos de medición adecuados, debidamente calibrados según intervalos de tiempo bien definidos y en correspondencia con patrones nacionales e internacionales. Además, con vistas a poder adoptar medidas de seguridad oportunas, en el Artículo 87, incisos a) y d) de las NBSR se requiere la definición de las magnitudes a medir y los niveles de referencia a partir de los cuales habrán de implementarse dichas medidas. Sin equipos de medición calibrados no es posible cumplir adecuadamente con los referidos requisitos de las NBSR.

Por otro lado, la Resolución 33 del Centro Nacional de Seguridad Nuclear, del 2001: “Guía para la implementación de los reglamentos de seguridad en la práctica de la Medicina Nuclear”, en sus Artículos 1.2.12, 1.2.14 y 1.2.17 establece la obligatoriedad de realizar la vigilancia radiológica de zonas para la contaminación superficial, con equipos de medición adecuados y calibrados por laboratorios reconocidos.
Para llevar a cabo un monitoreo eficiente, el programa de protección radiológica debe contener entre otros aspectos la selección del ensayo, calibración y mantenimiento de los instrumentos apropiados. Para la medición y el muestreo deberán tenerse en cuenta la cantidad y rangos de medición de los equipos y los procedimientos de medición, verificación e interpretación de los resultados.
 La confiabilidad de las mediciones depende en gran medida de la calibración de los instrumentos, la cual debe hacerse con fuentes de radiación cuyas tasas de emisión sean trazables a patrones mantenidos por laboratorios de calibración primarios o secundarios. En la actualidad, Cuba cuenta con los servicios de calibración y verificación para la instrumentación dosimétrica de radiación gamma y de rayos X.