POBLACIÓN, DESARROLLO Y GÉNERO

POBLACIÓN, DESARROLLO Y GÉNERO

Gloria Valle Rodríguez (CV)
Universidad Autónoma de Zacatecas

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I.7 EL CONTEXTO GLOBALIZADOR.

La globalización ha irrumpido más rápidamente de lo que la hemos madurado en el plano epistemológico. No nos ha otorgado el tiempo suficiente para pensarla con el rigor que nos exige la teoría social y de lo que hoy se dispone es más de un conocimiento fragmentado, que de propuestas integradoras. Tal vez, la propia complejidad del objeto,  lo justifica, y es muy probable, que tengamos que esperar aún por un extenso lapso, antes de alcanzar un entendimiento cabal y concienzudo de su naturaleza.
Desde un punto de vista metodológico los objetos de estudio son seleccionables y/o definibles a partir de elementos y relaciones que se pueden aislar relativamente. También aparecen como construcciones teóricas que sirven de entorno de referencia a múltiples relaciones seleccionables o definibles. Ese es el caso de la globalización. Habría además que distinguir entre asumir la globalización como objeto de estudio per se, o como perspectiva de análisis de determinadas problemáticas. De lo anterior se desprende que el enfoque de las relaciones entre género, y algunos de los temas en los que se contextualiza el presente trabajo, presupone ir al encuentro de algunos enfoques de este fenómeno que contribuyan a examinar las relaciones, por ejemplo, entre la feminización de la pobreza y la participación de la población en la actividad económica, justamente en el contexto de la globalización.
           
Apoya esta manera de encarar la cuestión, la presentación realizada por Gloria Bonder que constituye una valiosa contribución al desarrollo de marcos de aproximación al tratamiento de los problemas de las relaciones entre género, globalización y algunas problemáticas a propósito de la pobreza y vulnerabilidad social, la migración internacional, el empleo informal y precario y otros temas que parecen pertinentes en el abordaje de las realidades de los países de América Latina y el Caribe. 1

Cuando la noción  de “género”, se asocia, a nivel fenoménico, al reconocimiento del impacto de las políticas neoliberales que constriñen las oportunidades de acceso a los mercados de trabajo y/o degradan la calidad de los empleos remunerados para amplias capas de la población, dicha noción aparece fuertemente correlacionada con el ámbito sociolaboral donde las personas se insertan.

En ese sentido cabe plantearse la distinción entre la globalización como fenómeno resultante de todo un conjunto de hechos como por ejemplo, la revolución científico técnica y su impacto en las comunicaciones, el transporte, y la transformación de los sistemas productivos; y aquella manifestación del fenómeno que muchos prefieren denominar globalización neoliberal, y a la que se responsabiliza del incremento de la desigualdad social y la marginación de vastos sectores.

Al plantearse la globalización como objeto de estudio se asume que es una construcción que sirve de entorno de referencia a una  de las macro-tendencias que vienen redefiniendo el contexto mundial a finales del siglo XX e inicios del XXI y se aprecia en la emergencia de un único sistema global de interdependencias, flujos y movilidades que caracteriza a nuestro mundo. Dentro de este sistema se integran un conjunto de subsistemas de naturaleza igualmente global cuyos componentes funcionan muy integrados por la comunicación tan estrecha a pesar de la dispersión y la distancia. 2 Pueden verse variadas dimensiones con un alcance social importante que hacen referencia al impacto de este proceso en la vida y el trabajo de las personas, sus familias y sus sociedades. Se asume la globalización como una nueva fase de interdependencia global coincidente, en una perspectiva histórica, con la diseminación o imposición de la ideología y las políticas neoliberales “ofrecidas” como el modelo “necesario” para una exitosa integración y crecimiento de todos los países en este nuevo escenario.

Dentro de las múltiples relaciones a las que la globalización sirve de entorno de referencia se encuentran las económicas, producto del aumento significativo del intercambio comercial y del flujo de capitales. Pero no solo ellas, como lo refiere atinadamente Ffrench-Davis: “la complejidad del fenómeno de la globalización explica la variedad de rasgos y significados que se le atribuyen. Así, mientras algunos prefieren enfatizar los componentes económicos de la globalización, otros le atribuyen contenidos predominantemente políticos o culturales. Del mismo modo, mientras que se suele identificar la globalización con tendencias a la convergencia y a la homogeneidad, para algunos autores la globalización está estrechamente asociada a los fenómenos de exclusión”. 3

La globalización como todo proceso humano puede ser buena o mala en dependencia de la posición que se ocupe en la gran aldea global. Utilizando las palabras de Bauman “la aclamada "globalización" está estructurada para satisfacer los sueños y deseos de los turistas. Su efecto secundario -un efecto colateral, pero inevitable- es la transformación de muchos más en vagabundos. Éstos son viajeros a los que se les niega el derecho de transformarse en turistas. No se les permite quedarse quietos (no hay lugar que garantice su permanencia, el fin de la movilidad indeseable) ni buscar un lugar mejor”.4

Las desigualdades que aparecen como un fenómeno consustancial a la  globalización, parten, sobre todo, de la precariedad del empleo para ganar los medios de subsistencia. En América Latina y el Caribe existen 127 millones de personas trabajando en condiciones de informalidad, los cuales en su mayoría pertenecen a los grupos más vulnerables. 5

Así mismo, la globalización sirve de entorno de referencia a una persistente y creciente inequidad entre países ricos y pobres, y entre las poblaciones ricas y pobres dentro de ellos.
La riqueza mundial se concentra cada vez más en manos de una pequeña élite rica. Los datos de Credit Suisse revelan que, desde 2010, el 1% de los individuos más ricos del mundo ha incrementado su participación en el conjunto de la riqueza a nivel mundial.6

En 2014, el 1% más rico poseía el 48% de la riqueza mundial, mientras que el 99% restante debía repartirse el 52%.1 Prácticamente la totalidad de ese 52% está en manos del 20% más rico de la población mundial, de modo que el 80% restante sólo posee un 5,5% de la riqueza mundial. Si se mantiene esta tendencia de incremento de la participación de las personas más ricas en la riqueza mundial, en sólo dos años el 1% más rico de la población acaparará más riqueza que el 99% restante y el porcentaje de riqueza en manos del 1% más rico superará el 50% en 2016.

La globalización refiere también a un aumento de la exclusión social, marginando a grupos sociales completos de toda participación real, con el aumento del desempleo y de la pobreza.

“La globalización actual no funciona”,7 ha argumentado Stiglitz, ahonda las desigualdades sociales, económicas, de acceso a los recursos, culturales y de género, y tiene graves repercusiones sobre el medio ambiente. Abandona a su destino a las personas vulnerables.

Desde ahora debemos destacar que la globalización ha conducido a una desregulación del mercado laboral que ha producido una brecha entre mano de obra base, formal, estable y calificada (generalmente masculina) y una mano de obra informal y periférica, con trabajos precarios, ocasionales, temporales, a domicilio, a tiempo parcial, sin protección y con menor salario (generalmente mano de obra femenina y/o mano de obra infantil). ¿Por qué afecta la globalización de forma especial a las mujeres? Se ha preguntado Paloma de Villota, y su respuesta es sencilla. “La razón se encuentra en la peculiar y mayoritaria forma de incorporación de las mujeres a la economía a través de la economía invisible (economía de cuidado) o no remunerada con las desventajas que conlleva el tiempo que genera flujos en diferente sentido y un movimiento migratorio procedente de los países en desarrollo a los industrializados que cada vez alcanza mayor importancia cuantitativa”.8

Por otra parte es un hecho que la globalización, la integración económica y la creciente interdependencia entre las naciones están contribuyendo a intensificar los movimientos migratorios. En línea con la globalización de corte neoliberal, los modelos de desarrollo económico adoptados por los países latinoamericanos y caribeños no han tenido los resultados esperados en cuanto a la generación de crecimiento económico y empleo, lo cual, aunado a las grandes asimetrías económicas regionales y a la presión demográfica heredada de los períodos de elevado crecimiento poblacional, ha intensificado las presiones generadoras de emigración. Precisamente, alrededor de la mitad de los emigrantes de la región salió durante el período 1990-2000.
Justamente durante el “Congreso Internacional sobre Derechos Humanos de las Mujeres Migrantes: Acciones para su protección”, realizado en México en abril del 2006, las delegadas de UNIFEM indicaron que la feminización de la pobreza y la migración son dos de los efectos de las políticas económicas de la globalización. Pautassi ha caracterizado la creciente migración femenina en América Latina como un caso paradigmático de las transformaciones en las condiciones de vida de las mujeres  desencadenas por los procesos de globalización. “Si bien no es un fenómeno nuevo, sí lo son las notables y polimorfas consecuencias de este fenómeno en sus vidas, la de sus familias, e incluso en la economía de sus países”.9
Cerraremos esta parte del trabajo con las palabras de: “Si la globalización sigue siendo conducida como hasta ahora, si continuamos sin aprender de nuestros errores, la globalización no sólo fracasará en la promoción del desarrollo sino que seguirá generando pobreza e inestabilidad”.10

1 Gloria Bonder: Globalización y género. Dimensiones económicas, políticas, culturales y sociales. Tensiones, reacciones y propuestas emergentes en América Latina. Unidad No. 1, Seminario PRIGEPP-FLACSO, Buenos Aires, Argentina, 2006.

2 Ver: Elier Méndez y María del Carmen Lloret: Globalización, interrogantes y dimensiones. Eumed, 2006. Recuperado de INTERNET el 19 de noviembre del 2015. http://www.eumed.net/libros-gratis/2006b/vmfa/3j.htm

3 Ricardo Ffrench-Davis: Reformas económicas, globalización y gobernabilidad en América Latina. En: Claudio Maggi y Dirk Messner (Editores): Gobernanza Global. Una mirada desde América Latina. El rol de la región frente a la globalización y a los nuevos desafíos de la política global. Nueva Sociedad. Caracas. PRIGEPP-FLACSO, Buenos Aires, Argentina, 2002.

4 Zygmunt Bauman: La globalización. Consecuencias humanas. Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires, Argentina, 1999.

5 OIT: Panorama Laboral 2012. América Latina y el Caribe. Organización Internacional del Trabajo. Ginebra, 2012.

6 OXFAM: Riqueza: Tenerlo todo y querer más. Informe Temático de OXFAM. Enero de 2015. Recuperado de internet el 25 de febrero del 2015. www.oxfam.org/sites/w...

7 Joseph Stiglitz: El Malestar en la Globalización. Taurus. 1ra. Ed. Madrid, 2002. Pág. 269 

8 Paloma De Villota: Globalización, desigualdad y ciudadanía social desde la perspectiva de género. En: Paloma Villota (editora): Globalización y desigualdad de género. Editorial Síntesis. Madrid, 2004.

9 Laura Pautassi: Orden global, orden de género. Unidad No. 3. Seminario PRIGEPP-FLACSO. Buenos Aires, Argentina, 2006.

10 Joseph Stiglitz: El Malestar en la Globalización. Taurus. 1ra. Ed. Madrid, 2002. Pág. 309.