PRINCIPIOS DE ECONOMÍA VITAL

PRINCIPIOS DE ECONOMÍA VITAL

Mario Blacutt Mendoza (CV)

¿Por qué el Impuesto?


Por el derecho de Propiedad.

Así es. Reiterando lo que afirmamos al comienzo, aclaramos que el territorio de un país, digamos, Albernia, y todos los recursos naturales que hay en él, pertenecen a todos los alberneses, nadie es dueño particular del territorio. Ahora bien, si un empresario ocupa una parte del territorio y utiliza los recursos naturales para producir un bien y ganar dinero en el negocio, se le debe hacer notar que está haciendo uso del territorio y de los recursos naturales que pertenecen a todos los habitantes del país, por lo que el empresario debe pagar el derecho de propiedad que tienen los alberneses por el uso de lo que les pertenece. El pago, de acuerdo con el pacto social, lo cobra el Estado en nombre de todos los habitantes. De esta manera, un sistema impositivo razonable debe tomar en cuenta el derecho de propiedad que la Constitución establece y que conforma uno de los pilares fundamentales del Liberalismo Clásico.

Los gobiernos usan los impuestos no sólo para cubrir los gastos que demandan los objetivos propuestos, sino también como instrumentos de política económica. Supongamos que desea redistribuir el ingreso para que los pobres puedan aumentar el suyo y así mejorar sus niveles de vida. En ese caso, el gobierno puede recurrir a un sistema impositivo que afecte más que proporcionalmente a los ricos que a los pobres. Incluso, puede determinar que los pobres no paguen impuestos. Parte de los impuestos así obtenidos pueden ser asignados a mejorar el sistema de seguridad social para que los pobres puedan ser atendidos cuando tienen problemas de salud. Los pobres no tienen para pagar las consultas que cobran los médicos, ese es el vacío que los sistemas de seguridad social llena, especialmente en países subdesarrollados, pues sirven para que la atención de salud también sea un servicio que puedan usar los grupos empobrecidos. Sin embargo los marginalistas se oponen a que el gobierno haga una distribución de este tipo, con lo que no darían la impresión de que es mejor hacer desaparecer, físicamente, a los pobres, que a la pobreza misma. De cualquier manera, no debemos olvidar que los pobres también son propietarios, con el resto de la población, del territorio y de los recursos del país.