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MORIN Y EL “MÉTODO” CONSOLIDACIÓN DE SU CORPUS TEORICO: UNA LECTURA DESDE EL PARADIGMA ECOLÓGICO

Germán López Noreña




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1.1.4 De La Tgs: Algunas Características y Elementos a Considerar

En la tarea de esbozar algunos elementos generales de los logros hermenéuticos de la TGS es relevante mencionar como “La perspectiva sistémica se ha convertido en uno de los tipos de explicación contemporánea que promete ser poderosa. En la antigüedad predominaba la explicación teleológica o finalista y en la modernidad predomina todavía la explicación mecanicista. Pero ambos tipos de explicación han sido muy cuestionados y tienen, cada uno, sus limitaciones. Frente a ellos surgió, a comienzos del siglo XX, la explicación sistémico-cibernética” (ICFES, 2002).

No obstante, reconocer las inmensas potencialidades investigativas, interpretativas y aplicativas de la naturaleza misma de la TGS, es pertinente y además necesario acotar que ella es un intento teórico y conceptual, con muy buen éxito para tratar la complejidad, pero todavía presenta serios vacíos.

Evento perceptible y asimismo fruto de la tendencia en algunos investigadores a definir Sistema como una totalidad compuesta de agregados interrelacionados y con un objetivo, definición que conlleva a la misma teoría a dualidades de tipo epistémico. Normalmente en algunas investigaciones circunscritas al pensamiento sistémico, en aras de evitar el mecanicismo, la reversibilidad y el reduccionismo se interna en otros campos donde la hegemonía de la visión holística ignora la parte, las que en su unión conforman la “Unitas Múltiplex “ como campo propio del principio de la Dialógica. .

La historia de la ciencia registra como al padre de la TGS al biólogo Ludwig Von Bertalanffy (1968), conceptualizada como “una teoría general de la totalidad…una disciplina puramente formal en si misma, pero aplicable a las diversas ciencias empíricas”, o también como una “metateoría de las teorías especificas de sistemas” (Afanasiev, 1975).

Karl Ludwig Von Bertalanffy Padre De La Teoría General De Sistemas

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Concebida inicialmente como una teoría producto de su acervo investigativo y el aporte de otras disciplinas del conocimiento, para años mas tarde expandirse hacia una familia de perspectivas teóricas, constituyéndose hoy por hoy, en una manera de pensar. La explicitación de la misma, se debe abordar inicialmente, dándosele claridad conceptual al termino Sistema, y partiendo de la comprensión del término Sistema, el cual moviliza diversas acepciones que incrementan altas probabilidades de confusión semántica en torno a él.

En un sentido general un sistema puede ser concebido como un conjunto de elementos interrelacionados e interactivos. Más, no se trata de cualquier reunión de objetos, ¨ los que cumplen que la suma de las partes sean igual a la totalidad ¨, es decir, esa suma de las partes deben presentar las mutuas relaciones que los articulan entre si, reciprocas acciones y reacciones de sus elementos entre ellos; desde este enfoque es valido el principio Aristotélico de que “El todo es más que la simple suma de sus partes”.

Desde la perspectiva de este enfoque teórico, nos es posible aseverar las implícitas dificultades que conlleva el pensar la teoría general de sistemas. Pensar de manera sistémica es deliberar de manera relacional, movilizando lecturas y reflexiones sobre los hechos del mundo y de la ciencia de una manera holística.

Evandro Agazzi (1996), explicita a manera de síntesis algunas de las características esenciales de la totalidad de sentido acarreado en el pensamiento sistémico, en las palabras siguientes:

La teoría de sistemas busca explicitar los aspectos de unidad que caracterizan un cierto sistema organizado de constituyentes y que no pueden resultar de la simple consideración fragmentada de tales constituyentes. En esto un sistema se distingue de un simple conjunto de elementos. De hecho, su unidad resulta que está regida por relaciones funcionales internas, las cuales traen consigo que el sistema despliega determinadas funciones, en las cuales se puede hacer consistir su objetivo global. La comprensión de tales funciones no es posible considerando únicamente las propiedades de sus constituyentes por separado, sino que resulta precisamente de su sinergia organizada: en tal sentido el sistema goza de nuevas propiedades, emergentes respecto a las de sus elementos constituyentes, y no es reducible a una simple “suma” de éstas.

Además, es esencial considerar el hecho de que todo sistema (amén de estar constituido por “subsistemas” también organizados que desarrollan sus funciones específicas) se halla en interacción con un medio ambiente, o “suprasistema”, respecto al cual él desempeña el papel de subsistema. Característico es el hecho de que la vida y el funcionamiento de todo sistema dependen en igual medida del funcionamiento correcto tanto de sus subsistemas como de sus interacciones con el propio suprasistema. Como se acostumbra a decir, se trata de una perspectiva holística, o sea, de una perspectiva que considera el todo como algo unitario, que se puede descomponer en partes sólo analítica y conceptualmente, pero no concretamente, y que únicamente teniendo en cuenta esa compleja composición puede ser comprendido en sus características reales.

El ejemplo más inmediato de sistema es el organismo vivo, y esto explica por qué la teoría de sistemas se ha originado precisamente a partir de la biología, revelando la insatisfacción conceptual frente a las reducciones mecanicistas del ser vivo a un conjunto de partes, regida cada una de ellas por sus propias leyes exclusivamente internas (de tipo físico o químico). A partir de ahí, las categorías del planteamiento sistémico han revelado una fecundidad insospechada igualmente en otros muchísimos sectores ¨.

La instrumentación de la teoría de Bertalanffy por algunos autores de algunas disciplinas y campos del conocimiento, de manera no muy acertada, desconociéndose en un alto porcentaje las transiciones mentales y conceptuales que exigen dicho cambio teórico, en la que se llega a denominar sistémico al mismo conocimiento contra lo que lucha lo sistémico, no ha sido obstáculo para la fecundidad de su acogimiento teórico y sus posteriores aportes a la misma. Prueba fehaciente de ello lo es en la ciencia contemporánea, los trabajos de investigación de pensadores como Gregory Bateson, Francisco Varela, Humberto Maturana, Niklas Luhmann, Lynn Margullis, entre otros.


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