PROGRESO Y BIENESTAR

PROGRESO Y BIENESTAR

Hugo Salinas

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B. ENTRETANTO LOS “MILAGROS” CONTINÚAN

América Latina fue adormecida por varias décadas con la esperanza de la sustitución de importaciones como panacea a sus males. Entretanto, de un tiempo a otro surgen “milagros” en el crecimiento económico de algunos países. La ilusión de acabar con la pobreza, la desocupación y la marginación se renueva.

Comentaremos brevemente los más recientes “milagros” que han merecido y merecen todavía numerosos elogios y han abierto brillantes expectativas. Se trata de los 7 dragones que terminaron en 4 tigres del sudeste asiático, del despegue inusitado de Irlanda y la mezcla de furor y temor que suscita el crecimiento económico de China.

a. Los 7 dragones que terminaron en 4 tigres

Durante la segunda mitad del siglo XX se han producido varios “milagros” como, por ejemplo, el brasileño. Pero dentro de todos ellos, el que más impactó la opinión mundial, tanto por la rapidez de su crecimiento económico como por provenir de zonas en donde el salario es de un dólar por día fue el sudeste asiático.

La ola comenzó con los “7 dragones de Asia”, pero que en el camino se convirtieron en “los Cuatro Tigres Asiáticos”. Es entre los 60 y 90 del siglo pasado que obtuvieron sus mejores marcas en cuanto a sus tasas de crecimiento.

La tabla siguiente es bastante clara para observar los dos fenómenos: el crecimiento acelerado del ingreso per cápita de los 7 dragones y, el crecimiento exponencial de los Cuatro Tigres.

El cimiento de su crecimiento acelerado se sustenta, por un lado, en la participación del capital extranjero y, por otro lado, en la mano de obra muy barata y con una organización sindical bastante débil. Es indudable que la pobreza y el desempleo caen en flecha. Pero, ¿hasta dónde?

Para tener una idea de cómo ha seguido evolucionando el crecimiento de los Cuatro Tigres utilizaremos dos indicadores. El primero es el ingreso per cápita, nominal y en dólares americanos y, luego, el Indice de Gini.

Primero, el crecimiento exponencial comienza a perder fuerza a excepción de Singapur que continúa en su ritmo. Segundo, la distribución de ingresos es fuertemente desigual al interior de cada país. En donde se remarca aún más es en Hong Kong, en donde el 50% de la población solamente posee el 10% de los ingresos totales del país. La concentración de fortunas, resultado de la repartición igualitaria, es indignante. ¿El nuevo “milagro” de Irlanda del Norte escapará a este designio?

b. El brillante despegue de Irlanda, The Celtic Tiger

Irlanda posee un territorio de 70 mil kilómetros cuadrados y una población que supera los cuatro millones de personas. En 1958 , el ingreso per cápita es de 423 dórales americanos, la mitad de los ingresos británicos, y un quinto de los ingresos de los americanos. Irlanda se adhiere a la Unión Europea desde 1973, en donde siempre ha sido considerado como “el hombre enfermo” o “el primer país integralmente pobre”. Su tasa de desempleo estuvo alrededor del 18.6%, con zonas de extrema pobreza. La población emigraba masivamente. En la década de los 50’s, alrededor de 40 mil personas salían del país anualmente, de una población total (1961) de 2.8 millones de personas (1.4%). Entre los años 1911 y 1961, la población total disminuye en más de 321 mil personas.

i. Un record mundial en la velocidad del despegue

En menos de doce años, Irlanda se convierte en el país más próspero de la Unión Europea, con una tasa de desempleo del 4.4% , la más baja del continente. Su endeudamiento que se encontraba a nivel del 50% del PIB en 1999 fue reducido al 39% en el 2000, para luego alcanzar la cifra record del 24% en 2003.

El PIB per cápita de Irlanda crece aceleradamente alcanzando el 69% de la media de zona europea en 1990 para, en el 2007, superarlo en un 144%. El crecimiento de la economía irlandesa es creciente y en una forma ininterrumpida desde la década de los 80’s, oscilando entre el 6 y el 11% anual. Su media de crecimiento es del 9% contra el 2.5% de la Unión Europea.

Irlanda, en pocos años, ha pasado de una economía agrícola a una industrial. Ahora, es un país receptor de mano de obra con un volumen anual de aproximadamente 40 mil personas. “El Tigre Celta” es la nueva apelación por sus enormes avances económicos y tecnológicos. “Lo que es más, ha sido escogido como ‘el mejor país del mundo para vivir’ por The Economist, por encima de favoritos de años anteriores como Suiza, Noruega y Suecia.”

ii. Estrategia de crecimiento

Irlanda tenía algunas ventajas a su favor. Un gran número de irlandeses en Estados Unidos que habían hecho fortuna o que se encontraban bien ubicados en las empresas multinacionales más importantes. Era parte de un mercado con fuerte poder adquisitivo: la Inglaterra. Y a partir de 1973 era miembro de un mercado mucho más extenso: la comunidad europea. Sin embargo, sus niveles de pobreza y de desempleo eran una constante desalentadora en la economía del país.

Entonces, ¿cuál o cuáles fueron las palancas del cambio? ¿Cómo pudieron enderezar la barra en una década? Todos los analistas coinciden en que es el Pacto Social firmado en 1987, la clave del éxito. Es un pacto entre trabajadores, empresarios y el Estado.

El Estado se compromete a eliminar todos los obstáculos a la creación de nuevas empresas nacionales y extranjeras, a abrir el sector telecomunicaciones a la competencia entre empresas, disminuir drásticamente o eliminar impuestos que limitan el desarrollo personal y empresarial. Se compromete igualmente a realizar una fuerte inversión en el capital humano que requerirán las nuevas empresas con tecnología de punta.

El Pacto Social se firma por un período de tres años, durante los cuales los trabajadores aceptan no exigir aumentos salariales desmesurados. Y las empresas se comprometen a clarificar su contabilidad, incrementar la productividad con nuevas técnicas de producción y aceptar el riesgo empresarial. Sin lugar a dudas que es la continuidad del Pacto Social que ha garantizado el logro de los objetivos. Los gobiernos siguientes asumieron el reto de sus antecesores.

iii. Un Plan con ambiciones de futuro

Un indicador de que Irlanda no ha perdido su calidad del Tigre Celta es precisamente su Plan Nacional de Desarrollo 2007-2010. Para conseguir esta meta prevén gastos por el orden de 184 mil millones de euros. “El Plan es el más grande y más ambicioso programa de inversión nunca antes propuesto para Irlanda.”

Los analistas de la OCDE lo confirman: “A pesar del aumento de salarios y el alza de los precios, la competitividad […] se ha mejorado gracias al crecimiento extraordinario de la productividad” .

iv. Las debilidades de un modelo a repartición individualista

Peadar Kirby, profesor de la Universidad de Limerick en Irlanda, y autor del libro Development Theory and the Celtic Tiger, afirma que “el boom del ‘Tigre Céltico’ ha ‘escondido’ más que resuelto los problemas de desarrollo de Irlanda y debería servir de advertencia contra los costos sociales del éxito económico en el cuadro de una mundialización bien real.”

Un criterio similar manifiestan Christopher T. Whelan, Brian Nolan y Bertrand Maître, en su libro Trend in Economic Vulnerability in the Republic of Ireland. Ellos pertenecen al Instituto de investigación social y económica con sede en Dublín, Irlanda. “Desde una perspectiva sociológica, el crecimiento es bastante ilusorio y se centra en medirlo a través de un indicador económico convencional como el PBI,” en donde los sectores menos favorecidos de ayer han quedado fuera del cuadro ahora.

c. La China, el Tigre de 1320 millones de habitantes

Con los nuevos métodos de cálculo del Banco Mundial , a abril 2008, el PBI mundial alcanza los 59 billones de dólares americanos, y la China se convierte en la tercera potencia mundial económica, acercándose aceleradamente a los Estados Unidos.

A fines del 2006 , de un PBI mundial de 48.5 billones de dólares, la China produce por un valor de 2.6 billones, posicionándose en la cuarta potencia económica mundial después de Estados Unidos, Japón y Alemania. A fines del 2007 , según la información del Banco Mundial, China cuenta con un PIB del orden de los 3.3 billones de dólares, con una pequeñísima diferencia con Alemania. Pero si consideramos su PBI en términos de paridad en el poder adquisitivo, la China se ubica en segundo lugar, por encima de Japón y de Alemania.

Durante el período 1978-2006, nos dice el profesor Pedro Antonio Villezca Becerra, China alcanzó un crecimiento anual promedio de 9.6% en su PIB real. En los últimos treinta años el PIB real de China se multiplicó trece veces, su PIB real per cápita nueve veces y su consumo real per cápita más de seis veces. Según el Banco Mundial, China contribuyó en 0.5 puntos porcentuales al crecimiento económico mundial de 3.9% alcanzado en 2006.

Además, las clases medias son, aproximadamente, por el momento, entre 200 y 250 millones de personas de una población total de 1320 millones, pero aumentan rápidamente. Según un estudio reciente, 25 millones de chinos, cada año, integran las clases medias. La tasa de pobreza absoluta, definida por un ingreso inferior a un dólar por día (PPA), concernía al 74% de la población de 1981, para reducirse al 15% en 2004.

¿En donde radica su fuerza para crecer tan aceleradamente y reducir drásticamente pobreza y desempleo? Si analizamos sus indicadores, una de sus armas más poderosas es su crecimiento industrial.

i. Un crecimiento industrial sin precedentes

Observemos la evolución de la producción en China a través de algunos productos que se muestran en el cuadro siguiente, preparado a partir de la información proporcionada por la Oficina Nacional de Estadísticas de China

Es incuestionable que durante el período 1978-2005, los rubros esenciales del desarrollo industrial y tecnológico presentan un crecimiento exponencial. La producción de cemento, por ejemplo, crece en más de 16 veces en menos de 30 años; la producción de acero en más de once veces. La producción de electricidad crece cerca de diez veces; de automóviles, en más de 38 veces, y el crecimiento de la producción de televisores a color y celulares es mucho mayor.

National Bureau of Statistics

Es este crecimiento industrial sostenido que empuja nuevamente a la economía China a partir del 2000, pero que prácticamente comienza a dispararse en los años 2006, 2007, como se puede apreciar en el cuadro precedente. Se estima que el 25% de todos los bienes fabricados en el mundo se producen en China. No es exagerado decir que este país es la fábrica del planeta.

Efectuemos ahora, en el período 2001-2005, un comparativo de la tasa de crecimiento del PBI en el mundo con los países económicamente más fuertes, para apreciar la fuerza productiva cada vez creciente de China con relación al resto de los países.

El crecimiento del PBI de China se encuentra más que doblando la media mundial en el año 2005, y es superior en tres veces a su más cercano seguidor, España. Diríamos que la industria china está siguiendo al pié de la letra las conclusiones del plenario del Partido Comunista Chino en 1997, lo que luego se conoció como “los tres criterios”: toda acción es buena si la medida, primero, conduce a mejorar la productividad; segundo, ayuda a mejorar la vida de la gente y; tercero, contribuye a aumentar la fortaleza del país.

El segundo gran sostén del crecimiento vertiginoso de la economía China se sustenta en el comercio internacional.

ii. Los excedentes comerciales

Un primer elemento a tomar en consideración es que, dada su importancia comercial, en 2001 la China ingresa a la Organización Mundial de Comercio (OMC). Luego, “después del XVI Congreso del Partido Comunista de 2002, que acordó ‘deshacerse de todas las nociones que obstaculizan el crecimiento económico’, el pragmatismo ha reemplazado al marxismo como el valor supremo de la sociedad.” .

Otro elemento que contribuye a su crecimiento industrial y al nivel de sus exportaciones es que, desde 2004 la Unión Europea es su principal socio comercial. La imagen que resalta para el resto del mundo es su excedente comercial. En 2007, por ejemplo, tuvo un excedente comercial de cerca de 262 mil millones de dólares americanos, superior en 68% al realizado en el año 2006.

Un ejemplo. Según la información proporcionada por la UNCTAD (La Conferencia de la Naciones Unidad para el Comercio y el Desarrollo), China se ha convertido en el primer exportador mundial de artículos TIC (tecnologías de la comunicación y de la información). Y esto no es un azar, puesto que “China se concentra en el tema que considera prioritario: la competitividad”, nos recalca Andrés Oppenheimer, para continuar diciéndonos: “de poco sirven los tratados de libre comercio si un país no tiene qué exportar, porque no puede competir en calidad, en precio ni en volumen con otros países del mundo.”

China ya es el principal productor y consumidor mundial de muchos productos industriales y agrícolas clave, tales como acero, cemento, carbón, fertilizantes, televisores a color, ropa, cereales, carnes, pescados y mariscos, verduras, frutas y algodón.

En el período 1990-2007, el comercio internacional de China se multiplicó veinte veces. Como consecuencia, China ya es la segunda nación mundial en volumen de comercio internacional, después de los Estados Unidos y ya superó a este país para convertirse en el segundo exportador mundial.

El saldo positivo de su comercio con el resto del mundo, de una manera permanente y en forma creciente, durante el período mostrado, incentiva la producción industrial y la inversión interna en infraestructura terrestre, educativa y de servicios públicos.

Sin lugar a dudas que estos indicadores repercuten directamente, y de una manera positiva, en el grado de endeudamiento del país. China tiene un endeudamiento de 363 mil millones de dólares a fines del 2007. Y esto nos conduce a hacer un comparativo.

Por un lado, mientras que el PIB de Estados Unidos es superior en 6 veces al de China, ésta tiene un endeudamiento externo inferior en casi 34 veces al de Estados Unidos. Por otro lado, mientras que el endeudamiento externo de Estados Unidos alcanza al 88.7% de su PIB, el de China es solamente del 11.2%. Además de que las reservas de divisas y oro de China son de 1.5 billones de dólares, superior en más de dos veces al de Estados Unidos. Sin lugar a dudas que el estado positivo de su balanza comercial juega bastante en esta situación.

No podemos olvidar; sin embargo, que gran parte de su éxito se debe a la abertura a la inversión extranjera directa.

iii. Abertura a la inversión extranjera directa

Después de la muerte de Mao Tse Tung y luego de la ascensión de Deng Xiaoping al poder del gobierno de China (1978), éste se lanza progresivamente hacia una economía de mercado socialista. Comienza por abrir Zonas Económicas Especiales, en donde las multinacionales pueden instalarse con todas las ventajas de una economía de mercado de repartición individualista,, a condición de dejar toda su tecnología cuando decidan cerrar sus fábricas o desplazarlas.

Pero lo que permite el acelerado crecimiento industrial y el ingreso masivo del capital extranjero es que, en 1999 se promulga la reforma constitucional que reconoce explícitamente a la propiedad privada, de repartición individualista. Paralelamente a esta decisión de gran trascendencia del gobierno de China, su estrategia para atraer inversiones extranjeras ha sido ofrecer paquetes de incentivos fiscales y un marco regulatorio sumamente laxo en materia de derechos laborales y protección ambiental, que aunado al bajo costo de inversión inicial y mano de obra han convertido a la nación asiática en el primer destino de inversión extranjera directa, a nivel mundial

En los últimos años, China ha sido el mayor receptor mundial de inversión extranjera directa, o, al menos, el segundo después de los Estados Unidos. Es de resaltar la cifra récord de 74.8 mil millones de dólares que utilizó realmente China, en 2007, del total ofrecido.

La inversión extranjera directa y utilizada tiene una tasa creciente desde los años 90. Hasta el año 2007 se ha incrementado en más de 21 veces. Solamente el monto utilizado en el 2007 es superior al PBI de más de 130 países en el mundo.

Y dejemos que Andrés Oppenheimer termine diciendo: “aunque los estados que progresan son muy distintos entre sí, tienen un denominador común: todos han crecido gracias a un aumento de las inversiones productivas. Si algo tienen que enseñar al resto del mundo es que sólo aumentando las inversiones se puede lograr un crecimiento económico a largo plazo, que ofrezca oportunidades de empleo a quienes menos tienen […].”

No obstante, no podemos perder de vista el comportamiento de las empresas públicas chinas, en todo este gran cambio que se está produciendo en el país del Tigre de 1320 millones de personas.

iv. La situación de las empresas públicas

Dentro de este cuadro de abertura a las inversiones directas extranjeras, las empresas públicas no siguen el mismo ritmo de crecimiento. Al contrario, las cifras indican que las pérdidas se acumulan. Ellas han alcanzado, en 2005, la cifra record de 12.7 mil millones de dólares americanos y con un aumento anual del 56.7%. En los dos primeros meses del año 2006, las pérdidas de las empresas públicas controladas por el Estado alcanzaban ya la cifra astronómica de 3.25 mil millones de dólares.

Y por supuesto que la intención del gobierno es de privatizar más de mil empresas dentro de los próximos años a venir. ¿Este comportamiento del gobierno es el resultado de la mala gestión de las empresas públicas? ¿O es que, su resultado negativo es, una vez más, producto de la tesis consabida de que el Estado es un mal administrador?

Es indudable que las empresas públicas chinas continúan a presentar limitaciones producto de un sistema de precios impuesto, de costos de producción elevados, deficiencias de orden tecnológico y administrativo. La intromisión de la política en la actividad económica siempre ha tenido efectos negativos en el comportamiento de las empresas públicas.

Más allá del malestar de las empresas públicas, ¿el gobierno podrá frenar los vicios de la repartición individualista? ¿Será capaz de controlar o limitar los “excesos” de la inversión directa extranjera, y de los capitales nacionales? ¿El gobierno chino llegará a reprimir los “excesos” de la búsqueda de un máximo de utilidad sin importar los medios para lograrlo?

v. ¿Podrá el gobierno frenar los vicios de la repartición individualista?

Se sabe que en la sociedad china, las desigualdades económicas y sociales son de más en más agudas. Así por ejemplo, las familias más ricas que representan el 8,6 % de la población total, detienen el 60 % del capital financiero. Tomando como indicador en la desigualdad de las remuneraciones al índice de Gini (0,47 en 2005), ubica a la China entre los países de mayor desigualdad en el mundo.

Las desigualdades se agravan entre la población de las provincias de la costa, en donde se han instalado todas las empresas que sustentan el crecimiento de la China, y la población de los pueblos y comunidades campesinas; entre los centros urbanos y las periferias.

Por consiguiente, estamos muy tentados de indicar para China lo que los especialistas anotaron para Irlanda: Peadar Kirby, profesor de política internacional y finanzas públicas de la Universidad de Limerick en Irlanda: “la investigación concluye que el boom del ‘Tigre Céltico’ a ‘escondido’ más que resuelto los problemas de desarrollo de Irlanda y debería servir de advertencia contra los costos sociales del éxito económico en el cuadro de una mundialización bien real.” Christopher T. Whelan, Brian Nolan y Bertrand Maître, del Instituto de investigación social y económica con sede en Dublín, Irlanda: “desde una perspectiva sociológica, el crecimiento es bastante ilusorio y se centra en medirlo a través de un indicador económico convencional como el PBI.”