PRODUCCIÓN DE PLANTAS

PRODUCCIÓN DE PLANTAS

Juan Carlos Pérez López

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PROCEDIMIENTOS DE SELECCIÓN DE MATERIAL VEGETAL. SELECCIÓN DE PLANTAS MADRE

ZONAS DE RECOGIDA:

ELECCIÓN DE ÁRBOLES PADRES:

La recogida de frutos deberá hacerse en ejemplares sanos, vigorosos y de buena conformación, y deberá prohibirse que se recolecte semilla que luego se va a emplear en los trabajos de repoblación, en ejemplares enfermos, atacados por insectos u hongos, o mal conformados.

La práctica generalmente empleada de recolectar la semilla forestal a destajo, en la mayoría de los casos, es contraproducente desde un punto de vista genético, pues el obrero que recolecte los frutos buscara siempre los ejemplares de más fácil acceso para efectuar en ellos la recogida de los mismos. Siempre los árboles de mas fácil acceso son los peor conformados (mas ramosos, tronco mas torcido, menor talla, etc.). Aunque muchos de los defectos que presentan los árboles padres sean debidos a condiciones ecológicas, que por consiguiente no se trasmitirán a la descendencia, no hay duda que otros muchos son debidos a variaciones genéticas y por consiguiente se trasmiten a su descendencia.

Siempre se deberán recolectar semillas en aquellos ejemplares o rodales mejor formados con lo cual se garantiza, en lo posible, una descendencia mejor.

SELECCIÓN DE MASAS:

Con el fin de disponer siempre de semilla buena, deberán seleccionarse las zonas de recogida, eligiendo aquellas masas que presenten los mejores pies. Para considerar una masa o rodal, como bueno, para la recogida de semilla deberá estar lo suficientemente aislado de masas o rodales inferiores para evitar que las flores femeninas se polinicen con polen procedentes de rodales inferiores. Esta separación depende de la especie, pero para aquellas especies que se polinizan por el viento una separación de 100-200 m., generalmente, es suficiente, aunque algunos granos de polen de hecho recorran distancias mucho mayores, el tanto por ciento de flores fecundadas con este polen prácticamente es despreciable.

Para aquellas especies que se hibridan con facilidad es fundamental que no existan en sus proximidades ejemplares de especies afines con las cuales se podrían hibridar y por consiguiente darán lugar a una semilla híbrida que no mantendrá las características propias de la especie. Dentro de las especies forestales no es frecuente este caso, salvo en los cedros, eucaliptos y algunas frondosas de menor importancia.

Para habilitar un “rodal semillero” deberá escogerse siempre una buena masa y eliminarse del 50 al 90% de los árboles mas mediocres, tanto dentro del rodal como en una faja de aislamiento periférica. La semilla que se recoja en estos “rodales semilleros” se empleará directamente en las repoblaciones ordinarias.

SELECCIÓN DE INDIVIDUOS:

Cuando la selección se quiere hacer todavía más intensa, no bastará con elegir los rodales o masas mejor formadas, sino que se llegará a la selección individual eligiendo únicamente aquellos ejemplares excepcionalmente buenos, que por sus características externas destacan dentro de la masa. Estos ejemplares, excepcionalmente buenos, se conocen como árboles plus.

HUERTOS SEMILLEROS:

Entendemos aquí como huertos semilleros cualquier parcela que se ha establecido con plantas procedentes de ejemplares selectos, tanto si han sido obtenidas de semilla o vegetativamente y que se dedican únicamente a la producción de semilla comercial de calidad superior. Estos huertos semilleros deberán plantarse a un espaciamiento mayor del normal para facilitar el desarrollo de grandes copas, con lo cual se aumentará la producción de fruto. A los árboles también se les someterán a unas podas especiales con este mismo fin y no dejándolos que crezcan mucho en altura para así facilitar la recogida de los frutos. Asimismo se consigue aumentar la producción de frutos con un abonado racional del suelo.

ORIGEN DE LA SEMILLA:

Si importante es emplear semilla selecta, tan importante o más, es que esta proceda del origen más adecuado, pues por muy selecta que sea la semilla, si no se adapta a un lugar determinado poco o nada se habrá conseguido.

Dentro de una misma especie, sobre todo si ésta presenta un área natural muy extensa, se pueden apreciar diferencias muy notables dando lugar a distintas razas o variedades.

En términos generales puede afirmarse que mientras no se demuestre lo contrario por una serie de experiencias, siempre es preferible emplear en los trabajos de repoblación semilla indígena, a ser posible recolectada en el mismo monte donde se va repoblar, que semilla procedente de otras zonas. Esta afirmación se basa en suponer que la selección natural al actuar durante siglos sobre una masa habrá eliminado las razas o variedades peor adaptadas a ese terreno, dejando las mejores.

En aquellas zonas donde no existen masas naturales, deberá emplearse semilla procedente de una zona lo mas parecida posible, siempre que las masas de las que se recolecte la semilla sean buenas.

Al iniciar los trabajos de repoblación en zonas nuevas deberán establecerse parcelas experimentales en las cuales estén representados todos aquellos orígenes de semilla que en principio pudieran ser interesantes para, a la vista de los resultados obtenidos, determinar la procedencia de semilla más adecuada para dicha zona.