AGUAFUERTES II. RESUMEN Y CRÍTICA DE GENTES, CIUDADES Y RIQUEZA
 La transformación de la sociedad tradicional, del neomalthusiano Edward Arthur Wrigley

AGUAFUERTES II. RESUMEN Y CR?TICA DE GENTES, CIUDADES Y RIQUEZA LA TRANSFORMACI?N DE LA SOCIEDAD TRADICIONAL, DEL NEOMALTHUSIANO EDWARD ARTHUR WRIGLEY

Edgardo Adrián López

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5.4. Enfrentándose a los riesgos

Tradicionalmente, los historiadores y economistas hablan del precio del “grano” como si éste fuese una entidad uniforme. Pero acontece que no es así por cuanto el trigo, el centeno, la avena y la cebada tienen curvas de producción distintas, etc. (1992: 156). Por lo demás, la división que establece que los hombres siempre comen trigo o cebada, y los animales avena, se podía no respetar en los momentos de mayor crisis. Un año negativo para un cereal de invierno, por ejemplo, el trigo, no era malo para uno de primavera, vg., la cebada, o viceversa.

En otro orden de cosas, el grado de integración del mercado, el estado de las vías de comunicación, etc. pueden influir en el impacto de uno o varios años de cosechas desastrosas. En efecto, las malas cosechas locales pueden ser amortiguadas por el aprovisionamiento desde otras regiones o desde otros países (1992: 159).

La cantidad de grano por superficie cultivada cambió poco desde la Edad Media hasta el siglo XIX, pero el rendimiento por acre se incrementó desde menos de 10 bushels hasta más de 20. En consecuencia, la distinción entre producción bruta y neta se volvió menos importante para las cuestiones que hemos analizado, ya que la cantidad de grano se hizo progresivamente tan elevada que lo destinado a la conservación de la escala de la producción, al autoconsumo, etc. no afectaba en casi nada al productor de la era industrial (a diferencia de lo que sí le ocurría al cultivador no moderno).

5.5. Las tendencias seculares de los rendimientos

El caso inglés es típico en virtud de que entre 1550 y 1820 la población se cuadruplicó, sin que la superficie cultivada aumentase apenas un 39 por ciento. Ello indica una productividad agrícola en abultamiento constante, capaz de alimentar una población muy superior y en desarrollo con una explotación más intensiva de la tierra (1992: 162). Los niveles de vida en esta Inglaterra habrían de ser menos inestables a causa del grano disponible, que en las economías pre-industriales con bajos rendimientos por unidad de superficie (1992: 163).

Igualmente, una economía de altos rendimientos estaría en mejores condiciones de enfrentar las consecuencias destructivas de lo incierto.