LAS MATEMÁTICAS DE LA CIENCIA REGIONAL

LAS MATEM?TICAS DE LA CIENCIA REGIONAL

Andrés E. Miguel Velasco y otros

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d. Las limitantes de los modelos de decisión

Es posible efectuar algunas previsiones para detectar la efectividad de los modelos, en el sentido de que finalmente si se ejecutarán las propuestas definidas a través de los mismos. Por ejemplo, en el caso del modelo del "Diagnóstico Global", el análisis puede resultar excesivo, ya que normalmente al planificador se le dificulta clarificar hasta donde debe terminar el diagnóstico, sucediendo lo mismo con las propuestas que puede realizar. Estas pueden parecer excesivas, y su ejecución dependerá en realidad de los criterios del sector ejecutivo. No obstante, la verdadera limitante de este modelo consiste en que, si bien es el que mejor información puede acumular, carece de un demandante inicial de sus resultados. Una forma de reducir dicha dificultad, que finalmente conduce a que los planes, programas y proyectos formulados solamente pasen a engrosar los archivos, consiste en proponer o adecuar una etapa intermedia en la cual se detecte a los posibles demandantes, y se destaquen las formulaciones que realmente resulten de interés para el sector ejecutivo.

Con respecto a los modelos, de la "Abundancia o del Paternalismo" y de la "Participación" el problema anterior se encuentra superado relativamente, ya que al menos se conocen los demandantes. Los problemas de este tipo de modelo estriban en la "anarquía" a que puede conducir la operación de las decisiones, o según el interés que finalmente demuestre el sector ejecutivo para implementarlas, por ejemplo las demandas pueden ser al mismo tiempo sobre aspectos de servicios como de carácter meramente político, y parecer ambiguas. Otro aspecto en contra puede ser el hecho de que al final del proceso de decisiones, se relega el mayor número de demandas posibles, lo que puede ser causa de conflicto entre el sector ejecutivo y los propios demandantes. También se puede operar con un conocimiento mínimo de la situación global. Una posible solución al respecto podría ser desarrollar una etapa intermedia en el proceso de formulación de las decisiones, que permita una visión global de la problemática de la realidad afectada, así como para involucrar al sector ejecutivo lo más tempranamente posible.

En lo que respecta al modelo del "Especialista o de la Tecnocracia", sus limitaciones básicas residen en la propia experiencia y habilidad de los planificadores para detectar los "problemas clave" a que hará referencia su análisis, y en su capacidad de negociación para convencer a los posibles ejecutores de la importancia de lo que proponen. Esta es una de las principales limitantes, ya que el especialista hace todo lo que está a su alcance para que su trabajo resulte lo mejor posible y al final, otros dan el "visto bueno" a sus propuestas, las que no es difícil que terminen también en un archivo. De igual manera, aunque se tiene la ventaja de que se puede operar de una manera efectiva en lo que al sector ejecutivo se refiere, muchas veces carece de los demandantes efectivos, los que no obstante, se pueden detectar en una etapa previa que permita al "especialista" hacer el tratamiento de las demandas.

Hasta aquí, todo parece indicar que el problema básico para que resulten efectivas las propuestas diseñadas a través de los modelos consiste en la existencia o carencia real de los demandantes (ventajas que posee el modelo de la "participación"), así como en la importancia que el sector ejecutivo dé a las mismas (ventajas que posee el modelo de la "decisión o impositivo").

Una cuestión interesente resulta la comparación entre el mecanismo para la toma de decisiones que sugieren los modelos de la "Abundancia o Paternalista" y de la "Participación". En ambos casos, los usuarios se encuentran en posibilidades de influir decisivamente para que se satisfagan sus requerimientos más convenientes. Sin embargo, en el mecanismo sugerido por el modelo de la "Participación" las decisiones provenientes de los usuarios se quedan estancadas en el proceso de asignación de recursos; en tanto que en el caso del modelo de la "Abundancia o Paternalista" esta situación se encuentra relativamente superada, y el problema se revierte entonces para el organismo ejecutor. En este caso, la existencia de los organismos del sector público como agentes que finalmente determinan que es lo que más conviene para el desarrollo de la sociedad deja de tener vigencia". Por lo mismo, el "modelo de la abundancia" se antoja como un mecanismo excepcional.

En lo que respecta al sector ejecutivo, como es el caso de una oficina gubernamental cuya función sea planificar, programar y ejecutar decisiones, cualesquiera de las formas de operar pueden coexistir. El problema estriba en mantener un sistema de formulación adecuado que permita tomar en cuenta la mayoría de las propuestas provenientes de la realidad. La opción consiste en adecuar un sistema de formulación de decisiones "mixto" o combinado, por ejemplo, completar el modelo de la "demanda" con el modelo del "diagnóstico" o el del "especialista" con el de la "demanda", etcétera. Todo depende en la realidad de la visión y de los prejuicios de los agentes involucrados para lograr esto, suponiendo que abundan los recursos adecuados y necesarios, y que al menos existen los buenos propósitos para hacer con ellos y con los esfuerzos todo lo positivo y lo beneficioso para la sociedad regional.