DE LOS RELATOS QUE SORPRENDEN A LOS HECHOS QUE INDIGNAN. ACERCAMIENTO A LA HISTORIA CULTURAL DEMOLÓGICA DE CELAYA

DE LOS RELATOS QUE SORPRENDEN A LOS HECHOS QUE INDIGNAN. ACERCAMIENTO A LA HISTORIA CULTURAL DEMOL?GICA DE CELAYA

Ricardo Contreras Soto

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Una lectura distante de la tecnología

Mientras que los países periféricos (como México) no se han recuperado socialmente del pasado colonial y de las desigualdades que se generaron en los periodos posteriores aún después de las independencias, sobre todo ante el fenómeno llamado “colonialismo interno”, un nuevo orden político, para una vieja forma de explotación económica social. Por ejemplo, después de la esclavitud y la encomienda se instaura el sistema de haciendas.

A principios del siglo XX hay nuevamente levantamientos de los movimientos nacionalistas y revolucionarios en muchos países donde las demandas de justicia, democracia y las condiciones económicas no permitan desarrollarse social y culturalmente.

Posteriormente al reacomodo del sistema mundial después de la segunda guerra mundial (a propósito, ni actualmente) las condiciones en los países periféricos no han cambiado en lo sustancial, las ausencias de transformaciones sociales y culturales importantes hacen un distanciamiento con la forma cómo se aprecia y se percibe los cambios tecnológicos y científicos en la vida cotidiana:

“La vida y la forma de vivirla es un ciclo al cual las generaciones nos adaptamos yendo de la mano con los avances tecnológicos, pero prácticamente son las mismas actitudes y actividades realizadas”. (Entrevista 49) (José de Jesús Ávila Martínez, 57 años, maestro universitario).

Vivimos con la tecnología, nos cayó en algún espacio al ser importada, la hemos interpretado desde nuestro desconocimiento, la reconocemos como objeto extraño, pero útil. Convivimos con ella, la usamos cada vez más, ha sido símbolo del progreso y modernidad desde la época porfiriana.

Efectivamente la bola del agua fue un símbolo tecnológico en Celaya, inicio de un urbanismo masivo, a la intervención del estado en las soluciones sociales, su color plateado (asociado a los procesos de industrialización y del progreso, recuerdo que de chico me parecía una nave espacial), su magnitud, el centro del centro, esta mega construcción como objeto pasó a ser como monumento de identidad de la localidad, como un “objeto estético” curiosamente que a diferencia de una especie de interpretación del dadaísmo (un tinaco como blasón de la ciudad), más similar a los objetos mágicos- religiosos de cierta apreciación con admiración o fascinación, pero con distancia real, al no tener contacto con la comprensión de la obra y su función, sólo a evocar cierto beneficio milagroso o útil, asociada también al esnobismo de las clases dominantes de la época, pero, para no apropiarse, socializarse el conocimiento y replicarse en otros lugares que se necesite.

Es un objeto extraño que adorna y sirve a la ciudad. Me recuerda a una película mexicana donde, en una comunidad remota, levantaron un poste de luz como monumento al progreso.

“También tenemos la bola que hay dos en el mundo nada más, una en Europa y otra aquí en Celaya, es obra de uno de los alemanes, está joya fue obsequiada o gestionada o permitida, patrocinada por el Presidente Porfirio Díaz y en 1910 se inauguro, hay una placa donde dice el costo y quién era el gobernador del Estado de Guanajuato, el día que se inauguró y todavía está funcionando, a mi me gustaría que en esa obra se instalara un restaurante alrededor, sería una cosa muy bonita ya se ha oído hablar acerca de un proyecto, pero se me hace que es muy caro”. (Entrevista 53) (Pedro León, León. 65 años, masculino, Lic. En Administración y periodista).

La tecnología requería técnicos que la repararan, que les dieran mantenimiento, para que siguiera funcionando, como parte de la gran división técnica de trabajo a nivel internacional, los diseñadores se encontraban en los países centros, los operativos y técnicos en las periferias.

Éste es nuestro encuentro más próximo con la ciencia y la tecnología, que requería de cierto conocimiento, pero no de su cabalidad. Para ello requiere cuerpo de instituciones, de prácticas y culturas.

En el año 1917 antes de la revolución, estaba ese tanque mi papá venia de México, mi papá separaba calderas, motores desde vapor, bombas de agua, trituradoras y aprendí todo eso en un mes, nos la pasábamos todo el día allí. (Entrevista 118)(Luís Bonilla Reyes, 90 Años, Masculino, 4º Año de Primaria, Mecánico, Celaya).