Un segundo nivel estaría representado por las secuencias interactivas, es decir por los elementos del proyecto que aseguran su idoneidad con respecto al entorno social y a la población local; prestando particular atención a las condiciones y características de la contraparte, en definitiva a la consistencia de la entidad su capacidad de gestión, y su proyección en el tiempo de manera que los logros del proyecto no se evaporen apenas finalice la ayuda exterior:
Implicación e Involucración de las comunidades y poblaciones receptoras del proyecto en sus distintas fases, distinguiendo por sexo y edad; Para que ello pueda certificarse de manera eficiente, el proyecto debe responder a las necesidades reales de los grupos meta. El enfoque de género debe permitir la incorporación al proyecto de líneas de trabajo que contemplen las especificidades de ambos sexos.
Suficiencia del socio local (Experiencia, medios y capacidad de gestión) para la ejecución y gestión del proyecto en los términos previstos. Si se tratase de una entidad contratada debe disponer de los medios y la experiencia proporcionales a la envergadura del proyecto.
Posicionamiento de los grupos meta y de la contraparte, con respecto al gobierno y a los grupos de poder más representativos de la zona o país.