LA ECONOMÍA MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

LA ECONOM?A MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

Hilario Barcelata Chávez

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LOS OCHENTAS: UNA DÉCADA PERDIDA

1990

La década de los ochenta pude considerarse, a la luz de los resultados que evidencian la frialdad de los números, como una década perdida en muchos aspectos dada la aparición y agravamiento de la situación económica de nuestro país.

Así por ejemplo, mientras que a principios de la década hablamos sólo del endeudamiento externo como un fuerte problema, en la actualidad hay que considerar la existencia de un endeudamiento interno que ha alcanzado niveles estratosféricos y sigue creciendo, amenazando con volverse, en el mediano plazo, en un problema más riesgoso que el endeudamiento externo.

Ello no quiere decir que el problema de la deuda externa (DE) ya haya sido resuelto. Por el contrario sigue latente y pesando fuerte sobre la estabilidad económica del país. En 1981 por ejemplo, la DE. alcanzó un nivel de 74,980 millones de dólares (mdd.) cantidad equivalente a 1.9 billones de pesos (bdp) al tipo de cambio de ese año. En 1989 la DE. alcanzó un nivel de 95 075 mdd., que al tipo de cambio actual representan una cantidad de 254.9 bdp, es decir que en estos años la DE, en pesos creció aproximadamente 133 veces.

Por su lado, la deuda interna (D.I.) que en 1981 prácticamente no existía, alcanzó un nivel de 1.8 bdp, en 1982 (aproximadamente 25,715 md, al tipo de cambio de ese año; lo que significa que equivalía al 29% de la DE, de ese año. Pero la D.I. creció vertiginosa y desmesuradamente durante toda la década y en Enero de 1990 se ubicó en 142.4 bdp, esto es aproximadamente 51,408 md, al tipo de cambio de esa fecha, cantidad que equivale al 55% del total de la DE, actual. De tal forma que la D.I. creció aproximadamente 79 veces en ocho años. Pero además incrementó su importancia con respecto a la DE. pues en 1982 la D.I. equivalía al 29% de ésta, en la actualidad equivale al 55% de esto.

De igual forma ha habido una fuerte merma en la riqueza producida por la nación, pues, medida ésta en términos del PIB, tenemos que si bien en términos nominales (a precios corrientes) pasó 4,470 bdp, en 1980 a 397.0 bdp, en 1988, en términos reales (es decir descontado el efecto inflacionario y a precios de 1980) tenemos que el primer año fue de 4.5 bdp, en tanto que en el segundo creció a penas a 4.9 bdp. Lo que es aun más grave en tanto que durante esos años la población creció enormemente, ya que en 1980 el país tenía alrededor de 60 millones de habitantes, por lo que el PIB per cápita real era de 75,000 pesos en tanto que (según estimaciones) en 1988 el país tenía cerca de 82 millones de habitantes, por lo que el PIB per cápita cayó a 59,700 pesos es decir, que se redujo en un 20% en estos años.

En esta misma década la Población Económicamente Activa pasó de 20.7 millones de personas en 1981 a 26.5 en 1988, (es decir, creció en 5.8 millones) sin embargo, el número de personas empleadas se mantuvo constante ya que mientras en el primer año había 20.2 millones de personas con empleo, en 1988 esta cantidad era igual a 20.3 millones por lo que el desempleo abierto pasó de 0.5 en 1981 a 6.2 en 1988 y la tasa de desempleo creció de 2.4% a 23.4% en los mismos años, respectivamente.

Por otra parte la fuerte inflación del período que llegó a tazas hasta de 159.2% en 1987, pulverizó por completo el salario de los trabajadores; así, mientras que en 1981 el salario mínimo era de 210 pesos y equivalía (al tipo de cambio en ese año) a 8 dólares, en 1989 este salario mínimo se ubicó en 9,138.8 pesos, lo que al tipo de cambio del año equivale apenas a 3.4 dólares.

Es decir que dicho salario tuvo una merma en su valor (a pesar de su incremento nominal en pesos) del 57.5%. Debido también a la fuerte inflación vivida en nuestra economía y a la imposibilidad de mejorar la balanza comercial, el tipo de cambio del peso con respecto al dólar a tenido un deterioro brutal .De esta forma mientras que en 1980 el dólar se compraba a 23 pesos, en la actualidad, ese mismo dólar hay que pagarlo a 2,796 pesos. Lo que quiere decir que el peso sufrió una devaluación en estos 10 años de aproximadamente de 12,000%, sin que, por otro lado, los indicadores del sector externo mejoren en forma alguna por el contrario, mientras que en 1982 el país tuvo un saldo favorable en la balanza comercial de 6,792.7 md, en 1989 dicho saldo se derrumbó riesgosa y estrepitosamente hasta convertirse en un déficit que alcanzó la suma de 644 md.

El rosario de números, cifras y datos que evidencian un total y profundo desquiciamiento y deterioro de la economía mexicana podría seguir interminablemente. Basta decir que por lo dicho aquí y por mucho más la década de los ochenta fue una década perdida para el desarrollo del país.