LA ECONOMÍA MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

LA ECONOM?A MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

Hilario Barcelata Chávez

Volver al índice

 

 

 

 

FOX. DOS AÑOS Y NADA HA CAMBIADO

8 de julio de 2002

Para celebrar el segundo aniversario de su victoria electoral, el Presidente Fox, publicó en los principales diarios del país una plana completa (¿cuánto nos habrá costado eso?) de los supuestos “logros” que ha alcanzado su gobierno. Mensajes que se repiten a diario en los principales canales de televisión abierta del país. Por desgracia ninguno de esos “logros” representa los cambios que todos esperamos- De hecho, muchos de ellos ni siquiera son logros de su gobierno como la libertad de expresión y otros de plano no son logros sino verdaderas mentiras por ejemplo: una economía sana. Claro, comparada con la de Argentina, pero la salud económica no puede medirse nada más a partir de la estabilidad ¿y el crecimiento? ¿y el empleo? ¿y el bienestar?. Otro de los logros de que presume Fox son los “salarios justos” ¿con respecto a qué?. Hace 26 años el salario mínimo representaba cuatro veces lo que el de hoy. Y el salario promedio del obrero mejor pagado en el país es 10 veces menor al del obrero norteamericano y 20 veces menor al del obrero japonés. ¿Salarios justos?. A lo mejor se refiere a los que recibe él y su gabinete. Presume, también, de una mejor calidad de la educación y accesibilidad a este servicio. Y ¿todos los alumnos rechazados de todas las universidades públicas?. ¿La silenciosa sustitución de la universidad pública por la privada, que no es accesible a todos?

Dice Fox en su desplegado que hay mayor seguridad. Tal vez se refiere a que con seguridad te asaltan, te roban o te matan en una sociedad cada vez más violenta e incontrolable.

El cambio que sí se ve es el de la popularidad del Presidente, que ya está bastante disminuida, debido a su incompetencia e ineficiencia.

Fox desperdicia la oportunidad histórica para promover realmente un cambio a todos los niveles. Se embarcó en un proyecto propio sin entender las verdaderas necesidades del país, y sin idea de lo que es la política y la economía y promovido por las más poderosas empresas del país (se dice que Cemex financió de modo importante la campaña presidencial).

Fox no se ha dado cuenta o no quiere ver que su oferta de cambio está muy por debajo de la demanda social de ese cambio. Presume los logros económicos en el extranjero, pero aunque hay estabilidad, baja inflación, bajas tasas de interés, un dólar estable, eso ya demostró ser insuficiente para impulsar el desarrollo nacional. Faltan los verdaderos cambios, esos que Fox se comprometió a llevar a cabo y que simplemente no ha podido hacer.

La corrupción sigue y no hay ley que lo evite, ni autoridad que pueda mandar a la cárcel a los corruptos. La violencia e inseguridad crecen y se multiplican sin que haya ley o autoridad que lo evite e imponga el orden. El deterioro económico y social de las mayorías del país, ese que no se refleja en los grandes indicadores macroeconómicos, crece silenciosamente e imparable. La desigualdad económica y social se recrudece como resultado de las políticas foxistas, tal como en el pasado.

Fox no cambió la política económica que establecieron los últimos tres presidentes priistas que tuvo el país antes que él. Por tanto es impensable que pudiera promover algún cambio. No hay cambios, convenzamos. La oportunidad histórica se le fue de las manos a Fox, porque ni él ni su partido son opción de cambio, por esa visión neoliberal del mundo.

La democracia por sí misma no representa un cambio. A la democracia hay que darle contenido social, dirección, rumbo, utilidad social. Fox no lo sabe y nunca lo sabrá.