LA ECONOMÍA MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

LA ECONOM?A MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

Hilario Barcelata Chávez

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EL PRECIO DEL GAS. RAZONES E INCONGRUENCIAS

19 de marzo de 2001

De ser uno de los energéticos más baratos en el país, el gas LP se convirtió en una mercancía a punto de volverse inaccesible para las familias que lo utilizan para su consumo doméstico. Las razones del cambio tan radical hay que entenderlas a la luz de dos hechos: la primera es la liberación del precio del gas a partir de agosto del año pasado. Es decir, el precio dejó de fijarse en función a los costos de producción de PEMEX y se fijó en función a su precio internacional. De este modo, siendo México un país productor de gas, resulta que, internamente, el consumidor está pagando un precio tan caro como los países que no lo producen. Para valorar el impacto que significó el cambio en la forma de fijar el precio hay que considerar que en enero de 1999 el precio del gas doméstico nacional era de 2.62 dólares por cada mil pies cúbicos, es decir aproximadamente veintiséis pesos. En noviembre del año pasado alcanzó una cifra record de 5.71 dólares por cada mil pies cúbicos, es decir, casi 55 pesos, un incremento de más del 100%.

El segundo aspecto tiene que ver con la incapacidad de nuestro país para producir todo el gas que se consume internamente. Por esta razón, las importaciones se han ido incrementando constante, lo cual ha obligado a que una parte cada vez mayor de lo consumido dentro del país, deba pagarse al precio internacional que este producto alcanza. De 1990 a la fecha las importaciones de gas se incrementaron, en volumen, en casi 300% al pasar de 164.5 millones de dólares en el primer año a 630.9 millones en el segundo. Al mismo tiempo, las exportaciones cayeron dramáticamente en un 89% en virtud de la necesidad de cubrir el consumo interno. De hecho prácticamente toda la producción de PEMEX se consume internamente, por lo que cada expansión de la demanda interna, propicia la necesidad de ampliar el volumen de las importaciones de gas.

El problema, así, tiene que ver con la capacidad de producción de gas de la paraestatal nacional, la cual, no se ha incrementado al ritmo de crecimiento del consumo interno y de la demanda internacional. De hecho no se han creado las condiciones para su explotación racional, pero eso no es nuevo. Durante los años finales de la década de los setentas, se expandió de manera impresionante la producción de petróleo en nuestro país, propiciando un desperdicio de gas, igual de impresionante. Esto era así porque el gas se obtiene de manera simultánea a la extracción de petróleo, de tal manera que como no existía capacidad para procesar el gas generado, y había necesidad de producir más petróleo, por cada barril extra que se producía se obtenían 1,570 pies cúbicos de gas que tenían que quemarse en la atmósfera. Por supuesto, el problema no es que las reservas de gas se hayan agotado con una política tan irracional como ésta. El real problema es que aún se lleva a cabo esta práctica debido a que PEMEX no ha incrementado su capacidad de aprovechamiento de gas natural al ritmo que se ha incrementado su capacidad productiva de petróleo. Aún hoy, con los precios del gas tan altos, se siguen quemando millones de pies cúbicos diarios debido a una política inexplicable por parte de la empresa pública más grande del país.

Como resultado del incremento del precio, la situación para los consumidores del gas se volvió crítica, no sólo para las familias, sino también, para la industria, el trasporte vehicular, el sector eléctrico y el mismo sector petrolero. Por tal motivo PEMEX acordó congelar el precio en 4 dólares, nivel al que se mantendrá independientemente de los vaivenes que tenga en los mercados internacionales.

Por el momento la crisis ha sido desactivada, aunque de todos modos el precio ya no va a bajar al nivel que tuvo antes.

El problema central, sin embargo, sigue sin resolverse. Hay que incrementar la capacidad productiva de PEMEX. Sólo se requiere invertir en la tecnología necesaria puesto que la materia prima ya existe y, como dije antes, hasta se quema por no poder aprovecharla.

Claro, en esto tiene que ver el hecho de que PEMEX se encuentra sujeto a un régimen fiscal que prácticamente le hace entregar todas su utilidades al fisco, a través de pagos de impuestos y derechos, lo cual debe resolverse, porque de otro modo seguiremos viviendo más crisis productivas.