SALARIOS, EMPLEO Y POLÍTICA SOCIAL

SALARIOS, EMPLEO Y POL?TICA SOCIAL

Hilario Barcelata Chávez

Volver al índice

 

 

 

 

CAPITAL HUMANO Y LIBERTADES SOCIALES Y ECONÓMICAS

La concepción moderna del desarrollo económico establece que los factores que permiten generar riqueza y bienestar social en las personas son: el capital humano, el capital físico y financiero y el progreso científico-tecnológico.

La “teoría del capital humano” fue elaborada por el economista Gary Becker en 1964 y lo define como el conjunto de las capacidades productivas que un individuo adquiere por acumulación de conocimientos y destrezas generales o específicos con lo que se forma un stock inmaterial, que puede ser usado con fines productivos y con la expectativa de obtener una remuneración por su uso, por lo que el gasto que representa la formación de capital humano es posible concebirlo como una inversión, independientemente de los resultados económicos que se obtengan de su uso.

Cinco aspectos son esenciales para identificar la potencialidad de éste tipo de capital como generador de riqueza: 1.- Que toda la población de un país tenga la oportunidad de conformarlo, pues dadas las desigualdades existentes, muchas personas pueden quedar excluidas de los sistemas de formación de capital humano (derecho al acceso a los sistemas de educación y formación técnica) 2.- Que las capacidades productivas de una persona sólo pueden ser utilizadas como generadoras de riqueza, si se cuenta con elementos de capital físico y financiero para activar esa capacidad (si se tienen las herramientas y máquinas de trabajo o dinero para comprarlas) 3.-Que quien ha invertido en su formación, encuentre la forma de utilizarlo en el mercado (oportunidades de empleo o autoempleo) 4.- Que los ingresos que obtenga de su uso representen una recuperación de esa inversión, de modo que las mejores capacidades --siempre y en todo lugar-- se traduzcan en mayores ingresos para las personas. 5.- Que ante un cambio tecnológico las personas tengan la posibilidad de adaptar sus capacidades en función a los cambios tecnológicos, de manera que puedan mantenerse dentro del mercado e incrementar su ingreso constante y progresivamente, en correspondencia con dichos cambios. Esto porque el mercado discrimina en función de las características del capital humano, ya que el progreso tecnológico exige cambiantes destrezas, habilidades, conocimientos y capacidades laborales.

La existencia y uso eficiente del capital humano es un factor esencial para el desarrollo y ello requiere la existencia de libertades sociales y económicas, en el sentido definido por Amartya Sen (Desarrollo y Libertad, Ed Planeta, 2000) Siendo el Estado el responsable de tutelar los derechos y libertades de los individuos, el desarrollo reclama su acción e intervención en un ámbito donde el mercado no toma esa responsabilidad porque no tiene los medios para crear o expandir dichas libertades y tampoco le corresponde ni es parte de sus propósitos.

Así, al Estado es responsable, en primer lugar, de la expansión de las libertades sociales, lo cual significa que debe garantizar el derecho a tener acceso a los sistemas de educación básica y formación técnica y profesional, pero también encargarse de proveerlos mediante la creación y sostenimiento de un sistema de educación al que puedan acceder, de manera universal, todas las personas. Adicionalmente, el Estado debe garantizar una plena correspondencia entre las capacidades que se crean con los servicios educativos que provee, el nivel de desarrollo tecnológico alcanzado y los requerimientos sociales de mano de obra calificada. De nada sirve un sistema educativo por más gratuito, de libre acceso y universal que sea si los conocimientos y capacidades que provee no son de calidad o no sirven para incorporarse al mercado.

En segundo lugar, el Estado debe favorecer las condiciones de uso del capital humano, para ello es necesaria la expansión de las libertades económicas, es decir, la creación de un conjunto de oportunidades que permitan que el poseedor de capital humano pueda obtener el capital físico y financiero para explotar sus capacidades y conocimientos. La garantía de acceso libre y no discriminatorio a los recursos financieros para dichos fines, constituye una forma esencial de expandir esta libertad, porque los derechos económicos que tiene una persona dependen de los recursos que posee o a los que tiene acceso. Esto significa que si una persona sufre discriminación de parte de las instituciones financieras debido a que le niegan un crédito, está siendo privada de esta libertad; también lo estará si no existe ninguna opción para que pueda acceder a capital financiero, pues eso significa una limitante para usar su capital humano y producir riqueza.

Expandir las libertades sociales y económicas creando las oportunidades para poder formar y usar el capital humano es factor esencial para el desarrollo de un país, pues como --dice Amartya Sen—la pobreza y la falta de desarrollo son siempre producto de la privación de esas libertades.