¿QUÉ ES EL CAPITALISMO? MESOECONOMÍA: EL ANÁLISIS DE LA MESOESTRUCTURA ECONÓMICA

¿QUÉ ES EL CAPITALISMO? MESOECONOMÍA: EL ANÁLISIS DE LA MESOESTRUCTURA ECONÓMICA

Coordinador: Jorge Isauro Rionda Ramírez

Volver al índice

 

 

 

 

Feudalismo

La esclavitud da inicio a lo que es el feudalismo, surge esta como una rebelión al establecer que un trabajo les da la oportunidad de obtener un bien y la acumulación de estos una propiedad por lo tanto la característica central del modo de producción feudal es que las relaciones de producción y explotación se sustentan en la propiedad privada por parte del señor feudal, sobre los medios de producción (tierra), en la propiedad limitada sobre el trabajador o siervo y los productos de su trabajo.

Origen del capitalismo

El paso del Antiguo Régimen a la edad contemporánea se apreció en dos hechos: la aparición del capitalismo (sistema económico que se basa en el capital y en la intervención de los precios y los mercados), gracias, entre otras cosas, a la Revolución Industrial, y el ascenso de la burguesía (clase media-alta), por el triunfo del liberalismo.

A medida que la población de los feudos fue aumentando se hizo mayor la necesidad de producir alimentos, vestidos y útiles en cantidades que ya la limitada capacidad del feudo no podía satisfacer. Las ciudades se extendieron, convirtiéndose en centros de compra y venta de numerosos productos. Los campesinos y artesanos se movilizaron desde el campo hacia las nuevas ciudades, que les ofrecían mejores condiciones de vida y más oportunidades de trabajo.

Hacía el año 1750 era práctica general que cada uno produjese sus propios alimentos y confeccionase sus instrumentos y demás útiles. A partir de los comienzos de los Tiempos Modernos se generalizó la industria doméstica, un empresario proporcionaba las materias primas al obrero que trabajaba en casa empleando sus propias herramientas y usando métodos artesanales. El empresario pagaba al obrero por su trabajo, recogía el producto elaborado (hilo, tela, cuchillos, etc.) y lo vendía con utilidad.

En el curso del siglo XVIII se generalizó la manufactura, el proceso de producción quedó concentrado en una sala de trabajo dónde se reunían los obreros. Cada uno seguía trabajando con métodos artesanales, pero era un obrero que recibía un salario fijo por su trabajo. El edificio, los instrumentos de trabajo y las materias primas constituían el capital que era propiedad del empresario capitalista.

Ante la creciente complejidad de los procesos manufactureros, fue preciso disponer de capitales más grandes para la empresa industrial. Los artesanos se vieron avasallados por la producción más barata que introdujo el uso de grandes equipos y no pudieron competir con el capitalismo industrial. La industria doméstica, es decir, el trabajo de manufactura hecho en domicilio, no tarda en sucumbir ante la presión de las necesidades técnicas, que requieren de una división cada vez mayor del trabajo. Al descomponerse el trabajo en un sin numero de operaciones de precisión que deben ser controladas, ante la intervención de las máquinas cuya posesión exige grandes capitales y cuyo funcionamiento requiere la presencia en un mismo lugar de los obreros que trabajan en un mismo proceso productivo, se crea la fabrica capitalista moderna. Con este cambio el capital no solo se hizo intermediario comercial entre los productores y consumidores; ahora concentra a sus trabajadores en un mismo lugar donde controla la fabricación, la calidad del producto, el uso de la maquinaria, el aprovechamiento de los insumos y el máximo rendimiento de la mano de obra.

La disolución de los talleres domésticos y la agricultura “de mercado” crearon la demanda propicia para absorber la producción fabril. Sobre la base de este mercado interior, el capitalismo industrial hallo la necesaria solidez para volcarse al comercio exterior, fuente de la acumulación que originalmente creó las condiciones necesarias para la formación de capitales. Con ello, el capitalismo moderno ya tenía su rostro. Y al dominar el nuevo sistema productivo, la empresa capitalista altero radicalmente las relaciones de trabajo, el concepto de trabajo y la situación social del trabajo.

El surgimiento del capitalismo fue facilitado además, gracias a la filosofía del renacimiento y de la Reforma. Estos movimientos cambiaron de forma drástica la sociedad, facilitando la aparición de los modernos estados nacionales que proporcionaron las condiciones necesarias para el crecimiento y desarrollo del capitalismo en las naciones europeas. Este crecimiento fue posible gracias a la acumulación del excedente económico que producía el empresario privado y a la reinversión de este excedente para generar mayor crecimiento.

Los dos grandes momentos de esa victoria fue la guerra de la Independencia de Estados Unidos (1775-1783) y la Revolución Francesa (1789-1799. A partir de entonces, el liberalismo y el capitalismo se extendieron por toda Europa.

El sistema capitalista se fue extendiendo a todo el mundo, siendo el sistema socioeconómico casi exclusivo en el ámbito mundial hasta el estallido de la 1ra Guerra Mundial, tras la cual se estableció un nuevo sistema socioeconómico, el comunismo, que se convirtió en el opuesto al capitalista.

Según Schumpeter, el individuo que asume riesgos económicos. Un elemento clave del capitalismo es la iniciación de una actividad con el fin de obtener beneficios en el futuro; puesto que éste es desconocido, tanto la posibilidad de obtener ganancias como el riesgo de incurrir en pérdidas son dos resultados posibles, por lo que el papel del empresario consiste en asumir el riesgo de tener pérdidas.

J. Shumpeter habla de la relevancia de la tecnología en la producción afirma que las empresas promueven o admiten cambios tecnológicos en los procesos de producción con el fin de propiciar un crecimiento. Este cambio hace que propiamente los procesos de producción cambien así como su organización, las relaciones en la industria, esto lleva a cambiar las Reformas institucionales y por ende hay una Reforma del Estado.

El capitalismo de hecho es una forma de civilización y por civilización se puede entender como una sociedad se ordenada y se organizada, El pensamiento liberal del siglo XVIII-XX parte de considerar el capitalismo como un orden natural de inspiración divina y apologista además de que su preocupación es saber como Dios ordeno las cosas.

El capitalismo surgió como un sistema social posterior al feudalismo, de ahí la esclavitud. La revolución política y económica fue hecha en ciertas ocasiones “desde arriba” por grandes mercaderes aliados con terratenientes, mientras que en otras fue dirigida por pequeños capitalistas e contra de los señores feudales. Japón y Prusia serían un ejemplo del primer caso; Inglaterra y Francia el segundo.

Este proceso se verificó, de todos modos, en dos fases: en la primera, el pequeño productor consiguió su emancipación de las cargas feudales que pesaban sobre él y, en la segunda, fue separado de la propiedad de los medios de producción (tierra, ganado, taller artesano, etc.) para convertirse en un asalariado sujeto a un capitalista. La acumulación de grandes capitales, que se sumaron a los obtenidos anteriormente en el comercio, en un número reducido de manos hizo que se pudiesen aplicar las innovaciones técnicas surgidas durante el siglo XVIII. Fue entonces cuando apareció el capitalismo industrial, como prolongación del capitalismo comercial dominante desde los siglos XI y XII, al que reemplazó comenzando a implantarse en las sociedades más avanzadas.