¿QUÉ ES EL CAPITALISMO? MESOECONOMÍA: EL ANÁLISIS DE LA MESOESTRUCTURA ECONÓMICA

¿QUÉ ES EL CAPITALISMO? MESOECONOMÍA: EL ANÁLISIS DE LA MESOESTRUCTURA ECONÓMICA

Coordinador: Jorge Isauro Rionda Ramírez

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Desarrollo capitalista

El capitalismo es un sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción, que constituyen el capital. Normalmente el capitalismo esta asociado a la libertad de mercado y a la libre iniciativa de las empresas en la determinación de sus productos y la fijación de los precios de éstos. Sin embargo, a veces la libertad de mercado es sustituida por el control, en cuyo caso se habla de capitalismo de Estado.

“El capitalismo es el sistema económico dominante en el mundo actual. Algunos economistas entienden que el capitalismo comenzó en la baja edad media, hacia los siglos XIII o XIV. Otros identifican el feudalismo con la edad media y consideran que el capitalismo es el sistema que vino después, es decir, a partir del siglo XVI, ya que el final de la edad media suele fijarse en la caída de Constantinopla (1453) o el descubrimiento de América (1492). Otros consideran que una característica definitoria del capitalismo es la producción industrial en grandes cantidades, por lo que solo consideran capitalista al sistema que surgió en Inglaterra tras el invento de la máquina de vapor y la industrialización, en el siglo XVIII.”

El papel del gobierno en la economía es hacer valer las instituciones pero el problema institucional radica en que hay reglas que no existen, otras existen pero se ignoran además de que algunas son obsoletas y excluyentes.

Se aprecian distintos conceptos sobre el capitalismo, como:

“capitalismo mercantil, que surge en la edad media y capitalismo industrial que surge tras la industrialización. Lenin utilizó la palabra imperialismo para referirse a la “fase superior del capitalismo”. Otros prefieren hablar de capitalismo financiero para referirse al sistema económico dominante en los países de occidente durante la mayor parte del siglo XX.”

El capitalismo industrial liberal presenta mercados altamente concurridos en cambio el capitalismo monopolístico presenta mercados acaparadores controlados por grandes empresas que desproveen los mercados originando necesidad y pobreza; el ingreso nacional tiende a concentrarse en pocas manos. Esta es la razón a la que se debe que existe la necesidad de una mayor intervención estatal con la finalidad de buscar la compensación evidente de la desigualdad social (social-democracia). Es por ello que el estado de bienestar adquiere un carácter social-demócrata.

Otra definición sobre la palabra según eumed sería: “el capitalismo es el sistema económico en el que la economía de libre mercado es dominante.” Pero quedaría muy incompleta tal definición, contrastaría en mucho con las otras dadas y las que irán siguiendo durante ha historia.

El capitalismo surge con las ideas liberales, las cuales parten de la idea primigenia de la existencia de Dios y de su infinita bondad. Por lo tanto, quien cree en la existencia de Dios cree en un orden natural de inspiración divina basado en la libertad, y en consecuencia, en la justicia; emanando de ésta la equidad, la igualdad y el orden. El pensamiento liberal es un pensamiento encomiástico del sistema capitalita, ya que éste sistema emana de la idea de “libertad absoluta”, que es el fundamento del orden natural instituido por el Creador. Por ende, el sistema capitalista escapa de todo cuestionamiento al ser de inspiración divina, según los liberales.

Se dice que el hombre es un “homo economicus” por el hecho de ser racional, informado, moral, y ante todo, libre para decidir y optar por lo que más le conviene y satisface. Por eso, como lo afirma el filósofo alemán Jorge Federico Hegel, “el hombre es el arquitecto de su propio destino” y “cada quien tiene lo que merece”.

Partiendo de las ideas liberales mencionadas con anterioridad, surge el concepto de “desarrollo” que explica que el grado de desarrollo de las naciones tiene que ver con “valor del trabajo” que éstas tienen. Dicho en otras palabras, para explicarnos el grado de desarrollo de un pueblo determinado debemos saber qué posición ocupa la idea de trabajo dentro de su cosmología .

Con el triunfo de la filosofía liberal se da muerte al poder absoluto de los monarcas europeos, y con ello viene el debilitamiento del poder temporal del catolicismo romano, surgiendo así, un nuevo orden mundial y una nueva clase dominante: la burguesía, dominio de los comerciantes, empresarios y el mercado. Asimismo del liberalismo surge la democracia, la cual debe de estar sustentada en un pueblo libre de la ignorancia.

Según Adam Smith para que los negocios prosperen se requiere condiciones de libertad que faciliten el flujo de mercancías y capitales, y de esta manera se dará la autorregulación de los mercados o fenómeno de la “mano invisible”. Claro ejemplo de esta concepción es la Ley de J. B. Say, la cual sostiene que la oferta crea su propia demanda, y al ser la oferta igual a la demanda se da el “precio estable”. Pero habrá de señalarse que para lo anterior se requiere la condición de “pleno empleo”, es decir, que todos generen riqueza mediante el trabajo, de lo contrario, no se cumplirá la Ley de Say y vendrán los desequilibrios y las crisis. De ahí la explicación que en ciertos países la mendicidad o desempleo voluntario estaba penado por la ley. Al modelo clásico o liberal se le conoce como “equilibrio con pleno empleo” pues da estabilidad y es inercial por darse automáticamente a través de las fuerzas del mercado.

En este ambiente de irrestricta libertad surgen las empresas y la competencia entre ellas; al verse envueltas en un entorno de competición constante y feroz por el mercado, buscan la innovación continua para poseer la mejor oferta y adquirir mayores ganancias. Por ende, se sabe que las empresas son factores de cambios tecnológicos, que son apreciados básicamente en el proceso de producción. Las innovaciones en la procuración de la eficiencia empresarial cambian los procesos de producción, lo que cambia a su vez la organización del trabajo, dándose con ello, la reestructuración económica e institucional.

Los modos de producción e intercambio mercantil que se van sucediendo con el tiempo, van configurando el modo de organizarse de los distintos grupos sociales. Muchos economistas han considerado al capitalismo como tal desde la época de la barbarie. Cierto es que desde que el hombre ha aprendido a organizarse, el modo de producción que activa a la economía, que es base para el desarrollo humano, ha encontrado la fórmula para optimizar el uso de sus recursos naturales para evitar la escasez y tener un mejor bienestar humano.

Al final de cuentas lo que se busca es la felicidad a través del desarrollo, que se puede definir en distintos rubros. En el caso del capitalismo, vemos que es una corriente atractiva y viable en muchos sentidos, desgraciadamente el hombre es ambicioso, embustero y corrompible, por ello existe tanta desigualdad social, pues a través de sistemas capitalistas, hemos de detectar a personas que sobrepasan los límites, convirtiéndose en los ricos más ricos, mientras hay personas viviendo en pobreza extrema. Esa es la contrariedad del capitalismo, que al dar rienda suelta a los mercados, los que tienen más posibilidades económicas van generando monopolios extravagantes que acaparan al mundo económico mundial.