LA ECONOMÍA MEXICANA FRENTE A LA GLOBALIZACIÓN DEL PROTECCIONISMO AL LIBRE MERCADO

LA ECONOM?A MEXICANA FRENTE A LA GLOBALIZACI?N DEL PROTECCIONISMO AL LIBRE MERCADO

Hilario Barcelata Chávez

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INDUSTRIA NACIONAL Y APERTURA COMERCIAL

Enero, 1992

El comportamiento de algunas ramas de la industria manufacturera durante 1991 muestra que la apertura comercial en marcha, conlleve serios aspectos negativos para la actividad productiva del país.

En 1991, (de acuerdo con los datos publicados por la revista Mercado de Valores no. 7 abril 1992) la industria de los textiles, vestido y cuero tuvo un decremento real anual del 3.4%, la industria, la industria de la madera y sus productos del -1.1%, la de imprenta y editoriales del -1.3%, la industria de metálicos básicos del 2.6% y el renglón de otras industrias manufactureras del -1.0%.Este comportamiento parece deberse, en buena medida al constante y acelerado crecimiento de las importaciones de bienes de industrias similares del extranjero. Importaciones que han venido a desplazar los productos de origen nacional, principalmente por su reducido precio. Así, las importaciones de textiles y cuero crecieron de 1990 a1991 en un 30.9%, las de papel, imprenta y editoriales en un 17.4% las de productos de plástico y caucho en un 39% y las referidas a otras industrias manufactureras un 35%.Es decir, que la industria nacional ha estado sujeta a una fuerte competencia de productos del extranjero y ello ha mermado en demasía su capacidad productiva. Sobre todo por las características propias de las empresas en este tipo de industrias de nuestro país y su desventajosa posición con respecto a las extranjeras. Pues mientras las primeras son pequeñas, las segundas forman grandes monopolios a nivel mundial.

El caso más ilustrativo de esta situación es el de la industria textil. De acuerdo con la información publicada por la revista Mercado de Valores (no.4 febrero 1992) dicha industria cuenta con un total de 11,383 empresas y genera un total de 850,000 empleos. Y se divide en tres subramas: las fibras, los textiles y la confección. La primera es la que se encuentra en mejor posición competitiva. Muestra un elevado nivel de concentración de capital y la producción. Esta constituida por tan solo 9 empresas y genera 19,000 empleos (el 2% del total de la industria textil). Sus procesos productivos están caracterizados por un uso intensivo de capital. En una palabra, acusa un alto grado de monopolización. La subrama de textiles esta compuesta por 2,249 empresas y genera 250,000 empleos (cerca del 28% del total de la industria textil).En su mayoría trabajan a base de métodos tradicionales. La subrama de la confección cuenta con 9,125 empresas y genera más de 600,000 empleos (cerca del 70% de total.)Casi en su totalidad (96%) son micro o pequeñas empresas con menos de 10 empleados.

Son las subramas de textiles y confección las que, por sus características, resienten con mayor agudeza los embates del exterior. Y en lo particular la de confección es la más débil y vulnerable de todas. Esto lo evidencia, también su capacidad exportadora. La subrama de fibras exporta cerca del 46% del total del total de las exportaciones de la industria textil(con tan solo 9 empresas) mientras que la subrama de textiles exporta el 43% y la de confección tan solo un 11%.

Es importante observar que hasta 1988 la industria en su conjunto mostró una posición superavitaria en su balanza comercial con el exterior. Sin embargo a partir de 1989 empezó a registrar déficits producto de un considerable incremento de las importaciones y una caída vertical de las exportaciones. Tan solo de 1989 a 1990 mientras las exportaciones totales de la industria textil cayeron un -7%, las importaciones crecieron un 42.7%.

En esta dinámica la confección sufrió las consecuencias más graves pues sus exportaciones cayeron, en el mismo periodo un -12% en tanto que sus importaciones se incrementaron un 40%, en tanto los textiles solo vieron disminuir sus exportaciones en un -1.6% y sufrieron un incremento de las importaciones en un 34%.La mejor posición fue la de las fibras que redujo sus exportaciones en un 10.6% pero sus importaciones solo se incrementaron un 2.7%.

De esta manera parece evidente la relación entre la fuerte apertura comercial y el deterioro de la industria textil en general y de las subramas de textiles y de confección en particular. Lo que, además, es agravado por las dificultades que enfrenta la industria textil para exportar.

Ya que mientras nuestro país impone un arancel máximo del 20% a las importaciones de este tipo, Estados Unidos impone uno de 57% y Canadá del 30%.Además de que en estos últimos el 71% de las exportaciones mexicanas de textiles se encuentran sujeta a cuotas de exportación.

El daño de apertura comercial de la planta productiva del país es bastante considerable. Tan solo en la industria textil, como ya vimos, en las subramas más débiles y vulnerables de textiles y confección 11,374 empresas se encuentran en serios problemas para mantenerse en el mercado.Y ello significa un peligro latente para los cerca de 750,000 empleos que dichas subramas generan. Y, que al desaparecer no podrán ser absorbidos por otras industrias.

Los datos anteriores permiten también observar, que las empresas con mayor capacidad tecnológica y de carácter monopólico son las que menos sufren la apertura comercial y de hecho ya participan en los mercados internacionales, pero por desgracia son pocas empresas y el nivel de empleo que generan es relativamente bajo. Esta situación no es prioritaria de la industria textil y se puede hacer extensiva a otras industrias nacionales. De ahí que se deban valorar como graves y riesgosos los efectos de la apertura comercial en la planta productiva nacional. Al final, como se ve, los más beneficiados son los grupos económicos más fuertes y consolidados y los más perjudicados los grupos sociales con una economía vulnerable e indefensa.