GUÍA DE APRENDIZAJE DE ÉTICA INFORMÁTICA: UNA EXPERIENCIA APLICABLE A LA GESTIÓN EMPRESARIAL

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Dr. Mario González Arencibia

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Lectura No. 1

Cuba será fortísima en la Computación

Resumen elaborado por: Agnerys Rodríguez Gavilán

Vamos a ser fortísimos en la Computación (Informática), como ya lo estamos siendo en la Medicina, y no solo para beneficio de nuestro pueblo, sino de toda la Humanidad. Será también esta una poderosísima fuerza científica, económica y política del país en toda nuestra lucha por desarrollarnos.

Tal afirmación la hizo el Comandante en Jefe Fidel Castro al pronunciar las palabras finales del acto oficial de inauguración de los nuevos 300 Joven Club de Computación y Electrónica —ya suman 600 los que funcionan en todo el país—, ocasión en la que también se celebró el Aniversario 15 de la fundación del Palacio Central de Computación.

Desde ya la Computación es reveladora de las posibilidades de la sociedad futura en Cuba y en el mundo, agregó. Lo hemos comprobado hoy aquí. Han pasado solo 15 años de la inauguración del Palacio Central de Computación y pareciera que fueran cuarenta por la obra realizada, pero pareciera también que fue ayer por los gratos recuerdos de aquellos inicios y por todo lo que vamos a hacer.

Comprueben ustedes mismos cuánto ha crecido la actividad de la Computación en el país. Hace 15 años no teníamos casi 40 000 alumnos en politécnicos de Informática, ni 600 Joven Club; tampoco televisores, videos y computadoras en todos los sistemas de enseñanza de nuestro país; ni maestros ni instructores de computación; mucho menos podíamos imaginar que tendríamos una Universidad de Ciencias Informáticas que será de excelencia, y que ya prácticamente se autofinancia, aunque no fue creada con esa finalidad, pero les puede dar una idea del valor del recurso humano que se está formado en sus aulas.

Vean cómo la familia de la Computación se desarrolla y, de seguro, surgirán nuevas instituciones, todas las que hagan falta para que la nuestra sea una sociedad informatizada, en la que se le garantice cada vez más a nuestra población el acceso a las nuevas tecnologías de la Información y la Comunicación.

Pero, todo lo que se haga tiene que estar presidido por el principio de la racionalidad. Está probado, y nosotros lo sabemos muy bien, que nada es imposible, solo hay que saber cómo hacer las cosas, cómo mejorarlas, cómo mantenerlas, cómo preservarlas.

Fidel hizo un recuento de toda la obra edificada en estos casi veinte años del movimiento de los Joven Club en el país y de los primeros quince años de su institución insigne, el Palacio Central. Primero, tuvimos la idea, recordó. Después, un centro; luego, 32 Joven Club; 74; 106; 174; 300, y ahora 600.

Quizá, podríamos ser más, confesó. Pero, perdimos ocho o diez años en el desarrollo de la Computación por la pereza de algunos; la falta de recursos; los diez años de período especial, entre otros factores objetivos y subjetivos.

Sin embargo, nos encontramos con la grata sorpresa de que el desarrollo de la conciencia de cuadros, profesores y jóvenes, la buena voluntad y el interés de no dejar languidecer una idea tan noble como la de crear centros de este tipo en todo el país, prevalecieron para la satisfacción de todos, apuntó.

Visiblemente emocionado, el Comandante en Jefe recordó cuánto reanimó su confianza en la extraordinaria utilidad de estos centros la visita que realizó al Joven Club de Artemisa, el primero después que esta tarea encargada a los jóvenes se convirtiera en un nuevo programa de la Batalla de Ideas.

Al abundar en la idea de que Cuba será fortísima en la Computación, estableció un paralelismo estratégico entre lo que hemos hecho en el campo de la Medicina y lo que ello representa, y lo que hemos alcanzado en la Informática y el camino que nos queda por recorrer.

Entonces dijo: Sabemos cómo hacerlo. En un futuro no muy lejano tendremos a decenas, decenas de médicos con misiones internacionalistas; a decenas, decenas de médicos haciendo maestrías y doctorados. Y ahí mismo invitó al auditorio a “ampliar el campo de los sueños”.

Tendremos que trabajar, expresó, en diplomados, maestrías y científicos en la Computación, porque también los necesitamos. Porque no se trata solo de la Informática para comunicarse, sino para saber, aprender, enseñar, ayudar, compartir.

“Llegará el día en que millones de cubanos se comunicarán por Internet con millones de personas en el mundo”, afirmó.

“Estamos entrando en una era nueva, en el mundo de la Informática, en su sentido más universal, como ya lo hemos hecho en la Medicina”, agregó.

En otro momento de su íntimo diálogo con representantes de la “avanzada informática” del país, por llamarlo de algún modo, Fidel ilustró con algunas cifras el impacto social de los Joven Club en estos primeros quince años. “Alrededor de 950 000 jóvenes han recibido cursos en estas instalaciones. En junio del corriente llegaremos al millón y, en los 600 Joven Club que hoy funcionan pueden entrenarse en un perfil o especialidad unos 200 000 jóvenes al año. Estos resultados se han alcanzado bajo otro principio importante, el de no burocratizar la institución

—en todo el país sus trabajadores son 5 105. Me siento satisfecho al ver cómo los jóvenes han manejado la idea de los Joven Club”.

Para que el mundo sea mejor, tiene que ser diferente y eso está relacionado con los avances de la Ciencia y la Técnica, del Conocimiento y la Inteligencia, siempre puestos en función de la igualdad, la justicia, la paz, el bienestar de las personas y la supervivencia de la vida en el planeta, expresó el líder de la Revolución.

PARA TODO EL MUNDO

Ante el egoísmo y la soberbia de moda, Fidel reiteró la idea de que nada de lo que Cuba ha estado edificando en todos estos años, fundamentalmente en los últimos como resultado de la Batalla de Ideas, es solo una obra para el disfrute y el bienestar de nuestro pueblo.

Muestra de que el principio de compartir lo que tenemos guía todos y cada uno de los pasos de la Revolución, lo es el hecho de que hoy son 12 000 los jóvenes del mundo, en particular de Latinoamérica y el Caribe, los que estudian en la ELAM. Y serán más de 30 000, apuntó.

¿Alcanzará los 50 000? Sí. ¿Llegará a los 100 000? Sí”, preguntó y respondió a la vez.

Igualmente retomó el compromiso de Cuba con los programas educativos y la Misión Milagro, dos importantes acciones de solidaridad, cooperación e integración que se seguirán expandiendo por el mundo, sin que nadie pueda cuestionárselo.

Una idea esencial se volvió a escuchar: “La sociedad que no se prepare para el uso de la computación está liquidada”. La dijo Fidel en el año 1987 y él mismo la recordó este martes. Y fue ese el punto de partida para anunciarle al mundo que Cuba continuará colaborando en la formación de jóvenes de otras naciones en Medicina, en Deporte, en Educación, y en Computación, para que puedan insertarse y adaptarse al “mundo nuevo que está alrededor de nosotros porque somos una misma familia”.

Se trata de “prepararlos para que no mueran millones de niños y personas diariamente; para que crezcan sus perspectivas de vida; para que puedan participar de los cambios y ponerlos al alcance de los que hoy todavía no tienen acceso a los derechos y servicios básicos”, expresó.

LA HORMA DE SU ZAPATO

Los avances de Cuba, muy a pesar de la obcecada hostilidad de sucesivas administraciones norteamericanas, no son únicamente en los campos de la Medicina y la Informática. De eso habló también este martes el líder de la Revolución cubana, quien fue categórico al afirmar que todo lo que se ha hecho y se continuará construyendo en áreas tan claves como la Salud, la Educación, la Solidaridad y la Economía, entre otras, son una muestra contundente de que no pensamos solo en nuestro futuro, sino en el de todos los que creen y necesitan un mundo diferente.

“La Revolución está más fuerte que nunca. Nosotros no estamos liquidados. El Imperio es el que cada vez marcha más hacia las ruinas. Cuba ocupa hoy un lugar bien avanzado y con varias pistas delante de ventaja en estos sectores”.

Y todo esto —enfatizó— lo ha hecho un país pobre y amenazado, que ha tenido que sobrevivir al más largo y férreo bloqueo económico y político que jamás haya conocido la Humanidad. Pero el país marcha con tremenda velocidad. Tan solo con lo que estamos haciendo como parte de la Revolución Energética vamos a sorprender al mundo, en una dimensión inimaginada, particularmente por el Imperio. Para que se tenga una idea de nuestros avances en este campo, la generación eléctrica crece a un ritmo de 80 000 kilowatt por semana. Y se seguirá incrementado. Todo sobre bases muy sólidas. De hecho, este año el crecimiento económico será mayor, agregó.

Parodiando un viejo refrán popular, Fidel sentenció: Nada nos detendrá. Las cosas que estamos haciendo hoy no son útiles y necesarias únicamente para nuestro pueblo o los hermanos de la región, sino para toda la Humanidad. El Imperio se encontrará con la horma de su zapato, si intentan frenar nuestro avance, que ya es indetenible.

UNA GRAN PIEDRA

El Jefe de la Revolución no abandonó la sede del Palacio Central de Computación sin volver a insistir en el papel que deben desempeñar las nuevas generaciones en las tareas que se avecinan.

“Los niños y los jóvenes son la arcilla, el material con que se está construyendo nuestra sociedad con todos los medios a su alcance para educar, no para engañar; para buscar la verdad, no para mentir; ustedes están poniendo una gran piedra en la construcción de ese mundo diferente, mejor, que es posible”.

Y, cuando ya pareció que no habría más sorpresas, escribió una brevísima pero profunda frase en una improvisada hoja, cual si fuese la del Libro de Visita del Palacio:

“Soy hoy 7 de marzo por todas las razones del mundo el revolucionario más feliz”.

Al escucharlo leer esa gratificante confesión, no pude menos que pensar en la satisfacción y la esperanza que experimentaría Ariel Rodríguez Linares, uno de los jóvenes invidentes que se ha beneficiado con toda la obra de la Revolución y, muy especialmente, con los Joven Club. Algo que nos hizo saber en los inicios de una tarde memorable.