gestión Menem-Cavalo
BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

 

ISLAS MALVINAS, SU HISTORIA, LA GUERRA Y LA ECONOMÍA, Y LOS ASPECTOS JURÍDICOS SU VINCULACIÓN CON EL DERECHO HUMANITARIO

Bruno Tondini

 

 

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III.15.- La década del 90.

III.15.1- La gestión Menem-Cavalo: reanudación de la Relaciones Diplomáticas y las Conversaciones Argentino-Británicas sobre la explotación de petróleo y pesca, previas a los acuerdos definitivos, y los primeros acuerdos.

La corriente política argentina que consideraba inconducente el estancamiento de la cuestión de Malvinas a causa de la extrema rigidez posicional de los Estados contendientes y que evaluaba como extremadamente negativas para nuestro país las consecuencias económicas y políticas fruto del conflicto bélico y las medidas internacionales posteriores, estimaron conveniente centrar las negociaciones en el marco de la cooperación pacífica en el Atlántico Sur, dejando para mejor oportunidad el tratamiento de los derechos de soberanía. Esta posición fue la adoptada por el nuevo Gobierno argentino a partir de mediados de 1989, el que resolvió no hacer su presentación anual ante las NU instando a Gran Bretaña a reanudar las negociaciones por Malvinas y acordó con el Reino Unido reuniones sustantivas periódicas .

Las relaciones entre el Reino Unido y la República Argentina a partir del año 1990 aproximadamente se ven reestablecidas e incrementadas a partir de acuerdos bilaterales, que colocaron a las Islas bajo lo que se llamó “paraguas de soberanía” a fin de no lesionar el reclamo Argentino.

Cuando el gobierno de Menem asumió en 1989, las secuelas de la derrota en la guerra de Malvinas de 1982 continuaban vigentes .

Así, las relaciones diplomáticas permanecían cortadas y el nivel del comercio era casi inexistente. Además, apoyado en la fuerza que le otorgaba la victoria militar, el Reino Unido había dejado librado el mejoramiento de las relaciones bilaterales a la iniciativa de la Argentina bajo el cumplimiento de dos condiciones: no mencionar el tema de la soberanía, y generar un clima de confianza a través de medidas como la declaración del cese de hostilidades, el levantamiento de las restricciones comerciales y el restablecimiento de los vuelos.

Cabe señalar que la mala relación con el Reino Unido también perjudicaba los vínculos con los demás países de Europa Occidental y especialmente el acercamiento a la Comunidad Económica Europea, en que la Argentina tenía especial interés. Consecuentemente, el gobierno de Menem llegó pronto a la conclusión de que la cuestión era disfuncional a los intereses económicos del país y decidió dar los pasos necesarios para llegar a un entendimiento con el gobierno del Reino Unido.

Luego de algunos sondeos bilaterales, el 18 de julio de 1989 el Foreign Office anunció su disposición a conversar con el gobierno argentino sobre distintos temas excluido el de la soberanía británica sobre las islas Malvinas.

El canciller Domingo F. Cavallo respondió que la declaración formal del cese de hostilidades demandada por el Reino Unido como requisito para el inicio de las negociaciones tenía que realizarse en el marco general de la recomposición de las relaciones entre ambos países y no como un gesto unilateral. Cavallo expresó que la Argentina haría dicha declaración cuando el Reino Unido dejara sin efecto todo signo de hostilidad, sobre todo la zona de exclusión alrededor de las Malvinas. Como muestra de su buena voluntad, el gobierno argentino dejó sin efecto las restricciones que afectaban las importaciones desde el Reino Unido.

Este acto, a quince días de la reunión de New York fue resaltado ya que "...dado que constituía un gesto unilateral sin contrapartida británica; la decisión de la diplomacia peronista era una nueva y clara señal de las serias intenciones de la nueva Administración de destrabar los obstáculos existentes entre ambos países.”

Una reunión entre representantes argentinos y británicos realizada del 16 al 18 de agosto de 1989 en Nueva York acordó el inicio de las conversaciones sobre una agenda amplia. Las tratativas se llevarían a cabo bajo los términos de una fórmula que resguardara la posición de cada parte en relación con la soberanía de las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, lo que se denominó la “fórmula del paraguas”.

Ambos países suscribieron en Madrid el 19/10/89 una declaración conjunta que en lo vinculado a estas cuestiones reclamatorias, se estableció el compromiso de no efectuar reclamaciones contra el otro, ni contra los ciudadanos del otro en relación con las pérdidas o daños ocasionados por las hostilidades y por cualquier otra acción en y alrededor de las Islas Malvinas, Georgias del Sud y Sandwich del Sur con anterioridad a 1989;se acordó formalmente el cese de hostilidades de todo tipo; se restablecieron las relaciones consulares; creó un grupo e trabajo con el objetivo de evitar incidentes en el campo militar promoviendo la cooperación y confianza (unilateralmente el Reino Unido eliminó el requisito de acuerdo previo para que los buques mercantes argentinos ingresen a la zona de protección y más importante aún, hizo coincidir los límites de la "zona de exclusión pesquera" con los de la "zona de protección") ; se estimularon las relaciones comerciales y financieras mediante la eliminación de todas las restricciones impuestas a partir de 1982 (el Reino Unido convino en facilitar los vínculos de cooperación entre la Argentina y la entonces Comunidad Económica Europea) ;y se reanudaron las comunicaciones aéreas y marítimas.

Durante las negociaciones de febrero de 1990 el objetivo era profundizar las negociaciones iniciadas en el Acuerdo de Madrid. Por lo tanto, el marco de diálogo del Acuerdo de Madrid II del 15/2/90 siguió siendo el mismo, manteniendo la postura de mantener el "paraguas" como garantía de diálogo. De esta manera:

● se restablecieron las relaciones diplomáticas .

● se eliminó la "zona de protección" alrededor de las Islas Malvinas.

● se aprobó el Informe final del "Grupo de Trabajo Argentino-Británico sobre Medidas Tendientes a Aumentar la Confianza y Evitar Incidentes en la Esfera Militar."

● se aprobó el Informe del "Grupo de Trabajo Argentino-Británico sobre Pesca", sentando las bases para el intercambio de información acerca de especies, flotas pesqueras, estado de los stocks y posibilidades de conservación y explotación conjunta.

● se creó el "Grupo de Trabajo Atlántico Sur" que dará continuidad a las negociaciones ya iniciadas por los grupos formados ad hoc durante las negociaciones del Acuerdo de Madrid I.

● se convino la visita de los familiares de los caídos en combate, al cementerio de Puerto Darwin, bajo el auspicio de la Cruz Roja Internacional.

● comenzar la negociación de un acuerdo de promoción y protección de inversiones

A partir de entonces las negociaciones continuaron realizándose dentro del "paraguas...", y se concentraron fundamentalmente en dos aspectos conflictivos, la explotación de los recursos ictícolas y la exploración y -en mayor medida- explotación, de los recursos hicrocarburíferos, en las aguas circundantes. Así, luego de la gestión del Canciller Cavallo, ambos puntos se transformarían, no sólo por ser expresiones del ejercicio de la soberanía, sino por su incidencia económica, en el eje alrededor del cual girarían las discusiones bilaterales con el Reino Unido y las discusiones internas en la Argentina, con respecto a la política exterior implementada por el Gobierno.

A mediados de abril, en una reunión que mantuvieron los cancilleres Cavallo y Douglas Hurd, se acordó suprimir las visas para los ciudadanos de ambos países, celebrar un convenio para la promoción y protección de inversiones, e intercambiar ideas sobre la posibilidad de cooperación en el tema de la pesca. Posteriormente, el canciller Cavallo participó de un almuerzo protocolar con la primera ministra Margaret Thatcher, oportunidad en la que ambos expresaron su satisfacción por la reciente reanudación de las relaciones diplomáticas. Al concluir, Cavallo señaló que la Argentina respetaría los deseos de los habitantes de las islas, en contraposición con la postura británica que promovía la fidelidad a los intereses de los isleños, una definición tras la cual se aplicaría el principio de autodeterminación. Acerca de la negociación sobre la soberanía, Cavallo señaló que se iría creando un clima para que el tema de la soberanía pudiera ser discutido, pero aclaró que para ello se necesitaba un ambiente de diálogo y amistad entre los habitantes de las islas y la Argentina.

En Londres el 11/12/90 suscribieron ambos estados , el Convenio para la Promoción y Protección de Inversiones, aprobado por la ley 24.184 (BO del 1/12/92). Simplemente, y a solo a titulo de referencia señalamos que dicho convenión contiene entre sus normas, en su art. 3 el principio del Trato nacional y cláusula de la nación mas favorecida, en su art. 4 el régimen de indemnización por perdidas , y el sistema particular de solución de controversias entre un inversor y el estado receptor.

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