COMUNICACIÓN Y CULTURA ORGANIZACIONAL EN EMPRESAS CHINAS Y JAPONESAS

Rosalinda Gámez Gastélum

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CAPITULO II.
Teorías de cultura organizacional

Teoría Institucionalista y Toma de decisiones

Es importante revisar la línea del neoinstitucionalismo en el proceso de la toma de decisiones, como teoría novedosa y relevante para explicar este fenómeno organizacional. En esta corriente participan grandes pensadores como Powell, Dimagio, Scott, Mayer, March y Olsen. En primer término aclararemos que el nuevo institucionalismo es un enfoque teórico que ha aparecido en las ciencias sociales anglosajonas durante los últimos 15 años como una reacción en contra del éxito del enfoque racional.

Típicamente, los modelos de racionales prestan poca atención al contexto donde se desenvuelven los agentes. En estos modelos, la interacción entre agentes está libre de toda fricción; por lo cual es suficiente con conocer las preferencias de los individuos y asumir las premisas del modelo racional para deducir su comportamiento (Vergara, 1993). Por lo contrario, el llamado neoinstitucionalismo argumenta que los contextos institucionales –políticos, sociales y económicos—dentro de los que actúan los individuos influyen de manera importante para su comportamiento.

Para el nuevo institucionalismo, las organizaciones desarrollan características institucionales que las diferencian unas de otras, y estas características son el factor más importante por considerar para entender el comportamiento de los actores organizacionales. En consecuencia, el objetivo de este movimiento es analizar los procesos por los cuales las instituciones desarrollan sus características particulares, y describir la forma en que estas características influyen en el comportamiento de los miembros de la institución.

Otro aspecto relevante, que analiza este modelo es lo referente a la toma de decisiones, lo cual es fundamental de analizar en este trabajo, dado que la cultura con sus niveles de valores y supuestos, en algunos casos, resultan intangibles, pero mediante el proceso de toma de decisiones es posible conocer cómo es la cultura organizacional .

March y Olsen (1982) se orientan en sus trabajos a cuestionar el concepto de racionalidad como único modo de comportamiento en las organizaciones y en este cuestionamiento ellos incluyen el factor temporal en un nuevo modelo en la toma de decisiones (Cohen, March y Olsen, 1982). Su trabajo también se centra en criticar la relevancia del concepto de preferencia para el estudio de las decisiones organizacionales (March, 1978-1988).

Antes, durante los años cincuenta la teoría de las organizaciones registra cambios importantes. Herbert Simon cuestiona seriamente el paradigma racional que hasta ese momento parecía dominar la escena de la administración (Simon 1955, 1957, 1976). El autor argumenta que los seres humanos no optimatizan en sus decisiones organizacionales, debido a dos razones: su capacidad cognitiva es limitada; por lo que no son capaces de captar toda la información adecuada al problema que enfrentan y segundo, las decisiones organizacionales normalmente se toman bajo severas restricciones de tiempo y presupuesto, lo que hace casi imposible optimatizar. Los trabajos de Simon concluyen que el modelo de la toma de decisiones que tiene como objetivo la optimatización de los recursos organizacionales es utópico (irreal).

El autor propone un nuevo modelo para explicar la toma de decisiones, llamado “modelo de racionalidad limitada”. Este modelo se basa en la idea de que los tomadores de decisiones no tratan de optimizar los recursos organizacionales al tomar una decisión, sino de encontrar un curso de acción que les proporcione resultados aceptables. A esta forma de tratar la toma de decisiones Simon la llama “satisfacer”.

Este modelo no implica un nuevo paradigma frente al modelo racional clásico, pero sí introduce nuevos elementos, tales como el reconocimiento de que las organizaciones operan con escasos recursos en la toma de decisiones; es decir, que el tiempo, la información y la capacidad para procesarla son limitados. Este reconocimiento permite al nuevo modelo ser más real y poder ser utilizado por los tomadores de decisiones.

A principios de los años setenta, Cohen, March y Olsen proponen un modelo alternativo al de racionalidad limitada, para describir el proceso de toma de decisiones en las organizaciones. A ese modelo se le denomina “botes de basura” (garbage can model) e incluye el elemento temporal en el análisis de la toma de decisiones.

En este modelo, la coincidencia temporal de problemas y soluciones en las instancias decisorias de la organización es el factor más importante para explicar la toma de decisiones. Las soluciones no son diseñadas para resolver un problema en particular; por lo contrario toda organización tiene permanentemente disponible un abanico de soluciones posibles que botan en sus instancias decisorias. Esto significa que cuando un problema aparece en la agenda de la organización le es asignada una solución ya existente. La pertinencia de la solución al problema es un asunto prácticamente fortuito; de esa manera algunos asuntos son resueltos por completo y otros sólo parcialmente y otros más no resueltos; por lo que eventualmente regresan a la agenda en espera de la solución adecuada. Desde este enfoque, las organizaciones son anarquías organizadas, que se caracterizan por sus preferencias problemáticas, una tecnología difusa y una participación fluida.

De acuerdo con Antonio Barba (2001) estas organizaciones pueden ser vistas como formas sociales que buscan decisiones para resolver problemas; como formas que buscan resultados y sentimientos, y rastrean situaciones de decisión en las cuales pueden ser ventiladas; también pueden ser consideradas como formas que buscan soluciones que pueden ser una respuesta para los retos organizacionales; y también como formas sociales que buscan decisiones para el trabajo.

Tomando en consideración el principio de Luhman (1997) en el sentido de que los sistemas organizacionales son sistemas sociales constituidos por decisiones y que atan decisiones mutuamente entre sí, es posible identificar cuatro elementos básicos que afectan a las organizaciones, vistas como estructura de decisiones:

1.- Los problemas están vinculados con la gente dentro y fuera de la organización; 2.- Las soluciones son consideradas como un producto cualquiera; 3.- Los participantes van y vienen dentro de las distintas situaciones de decisión y 4.- Selección de oportunidades.

En este caso es posible aplicar la metáfora del cesto de basura (garbage can model), dado que en él los participantes arrojan problemas y soluciones, pero en función de la cantidad de cestos, de la mezcla de problemas de cada cesto y del tiempo, los participantes seleccionan un cesto o lo cambian por otro (Luhman, 1997).

En suma, el modelo del cesto de basura puede ser especificado en términos de cuatro corrientes y un conjunto de supuestos de procesamiento. Cohen, March y Olsen consideran cuatro variables básicas, cada una está en función del tiempo: agrupamiento de selecciones, agrupamiento de problemas; una tasa del flujo de soluciones y una corriente de energía.


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