INTEGRACIÓN EN EL PROCESO DOCENTE-EDUCATIVO
Una propuesta metodológica para el desarrollo de la tarea integradora

Mario González Arencibia

 

 

2. Relación evaluación-tarea integradora: ¿Por qué la tarea integradora es una necesidad?

Por su carácter desarrollador, la evaluación se asume como una acción dirigida a la solución de tareas de naturaleza docente-educativas, vinculadas al proceso de enseñanza-aprendizaje. Cuyas tareas son orientadas y asumidas tanto de manera individual como colectiva. En estas el estudiante enfrenta uno o más problemas con diferentes grados de complejidad, mediante la integración de ideas y de un compromiso de trabajo con un carácter intra e interdisciplinario en correspondencia con el desarrollo adquirido durante el proceso docente-educativo.

Se puede plantear entonces, que la tarea integradora forma parte del proceso de evaluación, y como tal tienen un carácter sistemático, siendo una vía para el control del aprendizaje y su desarrollo.

 En este sentido se podría expresar, que la tarea integradora, unida al componente evaluación, tiene una naturaleza diversificadora al propiciar el desarrollo de actitudes con un amplio sentido creador, que tiene como sustento el desarrollo de habilidades para la reflexión, regulación y autorregulación del proceso de aprendizaje.

La inserción de la tarea integradora como fundamento de evaluación se sustenta en la necesidad de comprobar los resultados que se logran en el proceso de enseñanza-aprendizaje, observando los sujetos y objetos de la integración[1] y viabilizando el aprendizaje colaborativo entre estos empleando novedosos recursos educativos,[2] los que constituyen aspectos esenciales de la concepción curricular universitaria actual.

El efecto es que las tareas integradoras, se conciben como un componente revolucionador del proceso de evaluación,  que tiene un carácter sistemático, por el que debe transitar el estudiante en su interrelación con el profesor, combinando de forma armónica y proporcional todos los componentes del proceso docente y educativo de forma dinámica, reflexiva, y planificada, propiciando la consolidación de valores, sentimientos y el tratamiento de los contenidos principales, objetivos formativos, conocimientos y habilidades en función de elevar su cultura general integral.

Por consiguiente, se podría expresar que la tarea integradora está dirigida a desarrollar competencias, concebidas estas como un proceso dinámico e integrado de valores, conocimientos, habilidades y/o actitudes, que pueden ser inducidos y desarrollados durante el proceso formativo y cuyo grado de adquisición y/o avance es susceptible de evaluarse.[3]


 

[1] Por sujetos de la integración se entiende: La integración profesor- profesor, la integración estudiante-profesor y viceversa. Como objetos de integración se considera a criterio del autor de este informe a: los contenidos, las habilidades, los valores, los métodos, los objetivos del años y de la carrera, orientaciones metodológicas,

[2] Remite al empleo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC). Para una conceptualización del fenómeno de las TIC, observando sus potencialidades consúltese: González Arencibia, Mario. Mundo de unos y ceros en la gerencia empresarial. Editorial EUMED.NET,  Málaga España 2006. Texto  completo Disponible en: www.eumed.net/libros/2006/mga-01/  (Consultado en Enero del 2006).

[3] Las competencias, que están al servicio del perfil del egresado, requieren para ser adquiridas de metodologías docentes renovadas cuyo centro es el estudiante.


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