LA CATEGORÍA PRECIOS EN LAS CONDICIONES DE LA ECONOMÍA CUBANA

La formacion y el control de los precios en Cuba
Silvio David Gutiérrez Pérez

LA CATEGORÍA PRECIOS EN LAS CONDICIONES DE LA ECONOMÍA CUBANA.

a) Acerca del entorno de la actividad de precios

Tener la posibilidad de ser conducida conscientemente sobre bases científicas, en interés de la sociedad, sigue siendo una de las ventajas potenciales fundamentales de la economía socialista. La planificación centralizada de las decisiones estratégicas aunque conozca las señales coyunturales del mercado debe tomarlas en cuenta como elemento para el análisis, unido a otros factores sociales, ecológicos, u otros de carácter estratégico en función del logro de los objetivos propuestos.

Es imposible lograr adecuadas y justas posibilidades de desarrollo de todos los miembros de la sociedad cuando imperan las leyes del mercado.

La determinación de la Política de Precios es parte inseparable del papel rector que sobre la economía ejerce el Estado Socialista, a partir de lo que establece el Partido Comunista de Cuba en las Resoluciones sobre la Economía que aprueban sus Congresos, para cada periodo.

La Resolución Económica del V Congreso del Partido Comunista de Cuba establece que una vez atendidos, aunque no resueltos, los impactos y desequilibrios más urgentes provocados por la crisis generada por la desintegración de la URSS y la desaparición del campo socialista, la Política Económica inicia una nueva etapa que debe abarcar aspectos estructurales de la economía, la coordinación de políticas específicas y la utilización de instrumentos económicos y jurídicos más complejos y eficaces.

La eficiencia es objetivo central de la Política Económica, en la que se inserta la Política de Precios. Lograr tal propósito obliga a profundizar en aspectos conceptuales y en el funcionamiento de la economía.

En condiciones de severa contracción económica se habían adoptado ya decisiones como despenalizar el uso de las divisas en el mercado interno y la creación de una red de comercio y servicios recaudadores de esas monedas, estableciéndose un sistema monetario dual de amplia repercusión en el Sistema de Precios.

La dolarización de la economía fue una decisión consciente, inevitable que ha contribuido a la recuperación económica, evitándose los riesgos de una severa devaluación monetaria de resultados dudosos y altísimo costo social.

En cambio, ciertamente dificulta la medición de la economía, ha generado desigualdades en el nivel de los ingresos y es un obstáculo para recuperar el papel y el valor de la moneda nacional, cuestiones que se reflejan tanto en los precios mayoristas como minoristas.

Al respecto la Resolución Económica del V Congreso expresa que, en la medida que la economía se va recuperando y se amplían las relaciones interempresariales, se hace más compleja la existencia de una doble circulación monetaria y se dificulta el establecimiento de precios correctos, la medición de la eficiencia, la contabilidad y el control, señalándose que reviste particular importancia avanzar en forma gradual en la determinación de un tipo de cambio mas adecuado, que apoye las actividades exportadoras y las que sustituyen importaciones, siendo este un elemento decisivo en la determinación de los precios.

Todo el sistema de palancas y estímulos económicos debe constituirse partiendo de los intereses de la sociedad, los cuales se expresan en los lineamientos para el desarrollo económico y los planes de la economía nacional.

En la empresa se deben combinar armónicamente los intereses de toda la sociedad, los intereses del colectivo y los individuales de cada trabajador, de modo que lo que sea ventajoso para la sociedad también debe serlo para los colectivos y cada uno de sus integrantes.

El proceso de perfeccionamiento empresarial que se desarrolla toma en cuenta estos factores, y se propone combinar adecuada y oportunamente las decisiones que deben ser tomadas centralmente por el gobierno, con las que deben descentralizarse a cada nivel, teniendo cada uno el nivel de autoridad necesario, por el cual se les exige.

Se considera a la empresa como eslabón fundamental y se enfoca su perfeccionamiento integralmente, como un sistema, basado en el autofinanciamiento. Esto es, cubrir son sus ingresos sus gastos y obtener utilidades. Los precios a que paga sus insumos y los que aplica a sus producciones son determinantes en estos resultados, y sus “señales” deben conectar el interés social con el del colectivo empresarial.

Es en este marco el papel que puede y debe jugar el mercado y una conveniente competencia entre las empresas en función de una mejor oferta en precio, calidad, y oportunidad.

Por ello se ha definido que los mercados en los cuales la empresa tiene que lograr ser eficiente, deben ser los que determinen sus precios mayoristas, limitándose la formación de los precios a partir de los costos más determinada utilidad, solo a los casos en que el producto o servicio no se comercializa en un mercado adecuado para ello, pues la empresa es monopólica o el consumidor no puede optar por su suministrador.

Al respecto, la Resolución Económica expresa: “En cuanto a precios, sin perder el carácter centralizado de las decisiones de su política, se deben establecer enfoques congruentes con los cambios en el sistema empresarial que tiendan a evitar los precios monopólicos y las ganancias injustificadas por esta causa. En particular en cuanto a la formación y aprobación de precios deberá continuarse el proceso de descentralización”.

La “mano invisible” del mercado no es quien determina, pues la empresa se rige en sus decisiones estratégicas de desarrollo a partir del Plan de la Economía, y se desenvuelve en el contexto del Sistema de Relaciones Financieras, donde ocupan lugares destacados los Sistemas Tributario y Presupuestario.