Desarrollo Humano en Cuba y América Latina

Elier Méndez Delgado
María del Carmen Lloret Feijóo

 

Aspectos teóricos

 

Durante los años sesenta la problemática del desarrollo se basaba en la discusión en torno a "desarrollo versus subdesarrollo", centrada en procesos a escala mundial o, cuando menos, nacional. Estos últimos procesos serían los inductores del desarrollo a pequeña escala.

El desarrollo local, provincial o regional se pensaba más en términos exógenos (cómo hacer participar a un territorio comparativamente atrasado del desarrollo general), que en términos de cómo lograr un desarrollo general integrado y sostenible de un territorio dado.

En esos momentos, el crecimiento concentrado y la difusión del crecimiento "desde arriba" eran el paradigma teórico dominante, sobre el que se basaban las estrategias de crecimiento. Se interpretaba que éste era posible mediante la expansión de las grandes empresas concentradas en grandes ciudades, puesto que las innovaciones tecnológicas permitían realizar economías de escala y economías externas.

Las políticas tradicionales de desarrollo estaban basadas en un modelo de crecimiento concentrado que proponía favorecer la distribución territorial mediante la utilización de recursos externos al área objeto de la ayuda.

En los momentos de auge del ciclo económico, el problema se reducía al hecho de que las regiones pobres tenían abundancia de factor trabajo mientras que las regiones ricas la tenían del factor capital, por lo que la solución de los desequilibrios regionales pasaba por la movilidad del capital, por incentivar la localización de plantas productivas en las áreas deprimidas.

Este modelo de crecimiento concentrado ha sido ampliamente teorizado y ha constituido la estrategia de desarrollo preferida en casi todos los países, ya fueran de industrialización antigua o reciente.

Este modelo de desarrollo ha sido muy criticado pues: en primer lugar altera el funcionamiento de los mercados de trabajo, introduciendo un dualismo muy acentuado entre unas zonas y otras; en segundo lugar genera intercambios territoriales de factores y productos que reducen el desarrollo potencial de las áreas menos desarrolladas y, finalmente y en tercer lugar va acompañado de transformaciones culturales e institucionales que sobrevaloran el crecimiento industrial urbano y menoscaban la identidad social, cultural y económica de muchas zonas rurales.

Es en contraposición al modelo descrito que poco a poco fue emergiendo una visión del desarrollo como estrategia territorial basado en la utilización de los recursos locales.

La reflexión sobre los casos de industrialización endógena y las críticas al funcionamiento del modelo tradicional han permitido conceptualizar una forma alternativa de entender los procesos de desarrollo a partir del potencial o recursos endógenos de cada territorio.

No existe un único modelo de desarrollo local, se pueden subrayar algunos elementos teóricos3 que son comunes a una gran mayoría de los modelos de éxito existentes en la actualidad.

Éstos son:

1. Las estrategias de desarrollo local tienen como objetivo el desarrollo y la reestructuración del sistema productivo, el aumento de la capacidad de creación de empresa y de generación de empleo y la mejora del nivel de vida de la población.

2. La vertiente económica del desarrollo local consiste en crear, dentro de un territorio dado, la capacidad necesaria para hacer frente a los retos y oportunidades que puedan presentarse en una situación de rápido cambio económico, tecnológico y social.

3. Los agentes de las políticas de desarrollo local son las autoridades públicas, los empresarios y actores socioeconómicos locales, y no sólo la administración central del estado y las grandes empresas, como sucedía en los modelos tradicionales.

4. Se tiene siempre en cuenta que las economías locales están integradas en el sistema económico nacional e internacional y que, por consiguiente, sus problemas son siempre problemas nacionales o internacionales, debido a que los sistemas productivos locales y/o regionales son componentes de los sistemas nacionales y supranacionales.

5. Recogen, además, la importancia de “pensar global y actuar local”.

6. Reconocen que pese al carácter esencialmente endógeno del desarrollo local los recursos externos juegan un papel importante en la dinamización del área.

7. Apoyan la integración de las instituciones, empresas y de la economía local en redes de carácter nacional e internacional.

8. Finalmente, y como elemento diferencial más importante, se reconoce que la coordinación y/o descoordinación de las acciones de todos los actores (internacionales, nacionales o locales) se producen en el territorio y que, por tanto, la visión estratégica desde lo local es relevante para el desarrollo económico y social nacional y supranacional.

Cada iniciativa de desarrollo local establece objetivos y prioridades diferentes dado que cada comunidad local debe solucionar problemas específicos y enfrentar situaciones y entornos muy diversos4. Por ejemplo, una zona cuya economía se basa en industrias tradicionales en declive se encontrará en una situación muy diferente a la de una zona rural cuya economía apenas comienza a diversificarse.

1. Una estrategia de desarrollo local trata de utilizar los factores internos y externos en el proceso de cambio estructural de la economía y hacer surgir y/o expandir el potencial de desarrollo de la localidad.

2. Cada comunidad dispone de un conjunto de recursos (económicos, humanos, culturales, institucionales) que constituyen su potencial de desarrollo endógeno. Este concepto engloba, en su sentido más amplio, los factores que pueden contribuir al desarrollo local, provincial o regional, como los recursos materiales y los que ofrece el entorno, las infraestructuras de transporte, comunicaciones y telecomunicaciones, las estructuras urbanas, así como el capital físico y el capital humano (es decir, el nivel de instrucción, la cualificación, la capacidad de iniciativa, la aptitud para dirigir una empresa etc.).

3. Desde el punto de vista de los principios teóricos, el desarrollo local, en un entorno como el actual caracterizado por los cambios continuos en la tecnología, la economía y la sociedad requiere fomentar:

* la innovación * la capacidad emprendedora * la calidad del capital humano, y * la flexibilidad del sistema productivo.

Para conseguir lo anterior, no se trata tanto de realizar grandes proyectos industriales, sino más bien de impulsar proyectos, de dimensión adecuada, que permitan la transformación progresiva del sistema económico local.

El desarrollo local entendido como estrategia territorial de puesta en valor de los recursos propios contiene una triple dimensión:

1. Económica, en tanto que las empresas locales demuestran capacidad suficiente para organizar los factores productivos con unos niveles de productividad suficientes para poder competir en los mercados.

2. Socio-cultural, en tanto que los valores y las instituciones locales sirven de base al proceso de desarrollo y a su vez se fortalecen durante el mismo.

3. Político-administrativa, en la que los poderes locales son capaces de crear un clima local estimulante, capaz de favorecer e impulsar el desarrollo del potencial socioeconómico local, enfrentado y resolviendo los bloqueos administrativos, económicos y políticos que existen en las economías que han seguido durante muchos años los modelos tradicionales de desarrollo.


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