El Estado como objeto económico
Jorge Isauro Rionda Ramírez

 

 

RÉGIMEN DE PRODUCCIÓN FLEXIBLE

Lo primero a enunciar de este régimen es que la empresa domina casi todas las actividades del proceso productivo.

Este régimen observa robotización y automatización de sus procesos productivos, por lo que se le llama la economía de la posorganizacional, dado que la organización es un predicado de un conjunto de personas coordinadas para lograr un bien propuesto, el esquema deja afuera del proceso de producción al Hombre, quien solo se dedica a la logística del proceso.

El producto uniforme u homogéneo es desechable, y se realiza con una mano de obra sobre especializada en procesos tan elementales o simples que permiten su versatilidad y libre movilidad como recurso del proceso de producción.

El surgimiento de tecnologías polivalentes que tratan de contrarrestar la tendencia descendente de la tasa general de ganancia, y la obsolescencia prematura del capital que causa la revolución tecnológica dentro de un esquema de producción flexible que impone la necesidad de contar con una tecnología flexible, como recursos de producción flexibles. Las líneas detonadoras del cambio tecnológico la dan la electrónica como tecnología dura o hardware, y la informática, tecnología blanda o software, las mismas que llevan a la automatización de los procesos.

El proceso de producción se intensifica pero a su vez se abrevia en lapsos que son efímeros por su permanencia. La propia explotación es muy intensiva gracias a la tecnología polivalente pero es sutil por su aparente mejora en confort operacional. Ergonomía hedonista en la producción. Se trata de trabajo operario técnico profesional.

El trabajo es libre (flexibilidad laboral), empleado en distintas factorías y con una sobreocupación en el capitalismo central superior a las 40 horas a la semana, como muestra abierto subempleo en el capitalismo periférico, pero en ambos hemisferios esta forma de relaciones industriales expresa una crisis de previsión social y precarización del empleo en cuanto pérdida de sus garantías laborales. El trabajo es privilegiado o categorizado en razón de los servicios informativos, el contrato laboral ya no es colectivo sino se realiza a nivel individual, donde las garantías laborales son concesiones que el empleador da al empleado según la capacidad de negociación de ambos en la relación industrial y su carácter.

El uso de energías alternativas es importante ante un mundo donde las reservas de petróleo no es mayor a la de tres décadas. Domina la economía terciaria donde los servicios financieros adquieren predominio. El Estado concesiona las garantías laborales y la previsión social a la iniciativa privada, donde hay una descarga de compromisos del empleador respecto al contratado, su seguro de retiro, incapacidad, vivienda, salud y educación ahora dependen de la capacidad de ahorro del trabajador  muchas veces sindicalizado como una sociedad de ahorro para el retiro y otras previsiones más. El sindicalismo democrático deja el protagonismo político que le caracteriza durante el modernismo, y solo vela por que se cumpla el compromiso individualmente pactado entre el empleador y el empleado. En el capitalismo periférico, ante el enorme desempleo que le caracteriza, y bajo una condición laboral precarizada, las relaciones industriales pierden el sentido de la dignidad humana.

En casos muy especiales en el capitalismo central la concesión al trabajador es darle acciones de propiedad al empleado según su antigüedad, de tal manera que en mediano plazo o largo plazo el trabajador es más propietario que empleado y los intereses en reparto de utilidades le dan por encima de su propio salario por lo que vela por los intereses del empleador. La contradicción entre salario y beneficio se diluye ante un proletariado aburguesado como auténtica pequeño burguesía. La socialización de la empresa se da por la venta en gran cantidad de acciones a nivel bursátil o concesionadas a sus trabajadores. En su retiro el trabajador depende de su capacidad de ahorro y las ganancias que el sindicato de ahorradores que en México llaman Afores haya podido devengarle, así como su retensión de las acciones dadas por concesión de la empresa durante su vida laboral. Si estuvo en distintas empresas tiene acciones y beneficios de varias acciones de estas empresas. Acciones a su vez vendibles para crear un fondo de ahorro y bajo su riesgo emprender un negocio propio.

Surgen los fenómenos de metropolización de las megápolis, la metápolis, conurbación y urbanización de las ciudades medias, lo rural esta en decadencia.

La producción a escala mundial adquiere precios realmente baratos, los costos fijos llegan a ser ínfimos y los variables muy bajos por la escala productiva a nivel internacional, como el carácter transnacional de la producción de los mismos. La esfera de la circulación subsume a la esfera de la producción e incluso en casos de extrema versatilización y flexibilidad se dan al mismo tiempo. Por caso barcos fábrica chinos que durante el tiempo de traslado van armando su mercancía. El emrcado también enajena al Estado. La innovación tecnológica como organizacional es parcial y se da en el corto plazo. La vida laboral es de tipo trashumante de empresa a empresa en un distrito industrial definido por su giro. El esquema económico se basa en la producción compartida a nivel transnacional.

La lumpa proletarización es ahora la forma histórica de explotación de la mano de obra, los mil usos son la mano de obra a la que se le llama flexible.

En el sentido más práctico de la aplicación de la ciencia económica, la política económica se vale de las vertientes positiva para el Estado de las cosas y normativa para la ética que implica el actuar respecto al Estado de las cosas, lo que establece el diseño de la acción central y la planeación, así como las orientaciones debidas para incidir normativamente en los eventos económicos.

El nuevo papel del Estado es ser juez y policía pero se le dan en reconocimiento de las imperfecciones del sistema otras tres funciones: la competencia económica, la eficiencia económica y las externalidades de la producción. Las instituciones adquieren una fuerte matización positiva en cuanto la ética pública así como destaca su carácter científico, que también le da un carácter laico. Hay una álgida regulación pero con una mínima intervención estatal. El Estado social se abandona por un Estado ecologista.

En el mercado domina la competencia monopolística, surge con mucha fuerza los duopolios y los monopolios se disfrazan en formas corporativistas y de desincorporación empresarial. Prevalece el esquema maquilador. La violencia de los cambios generan un sector económico informal y alta y generalizada corrupción. La corrupción se da con distintas matizaciones en todo el mundo. La democracia y el Estado de derecho entran en crisis y su renovación llama a fórmulas más eficientes y flexibles de tipo fascista. Para que sobreviva y se sostenga la democracia y la libertad en el capitalismo central debe prevalecer en cualquiera de sus metamorfosis el fascismo en el capitalismo periférico.


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