Google
En toda la web
En eumed·net






 

Pulse aquí para  bajarse el libro completo en formato PDF (130 páginas, 618kb)

CAPÍTULO I
TEORÍAS DE CRECIMIENTO ECONÓMICO  

I.1 Introducción  

Entre las numerosas clasificaciones de las teorías de crecimiento económico, una de ellas las divide en dos grandes grupos: en primer lugar, se encuentran las teorías magnas del crecimiento económico y, en segundo lugar, las teorías modernas del crecimiento económico (Véase Jones 1979).  

En el primer conjunto se inscriben las teorías del crecimiento formuladas durante el auge de la economía clásica, en el segundo grupo se encuentran las derivadas a partir del modelo Solow-Swan.  

Es conveniente acotar que a pesar que gran parte de estas clasificaciones no incluyen al modelo Harrod-Domar, la presente investigación si tomará en cuenta este modelo dado la importancia que tiene en el desarrollo de las teorías de crecimiento. De hecho existen autores que clasifican al modelo de Harrod-Domar junto a los derivados del modelo de Solow (1956) como los precursores de las teorías modernas de crecimiento económico. (Véase Taylor 1996)  

Por lo cual es recomendable comparar dicha clasificación con la planteada por Taylor (1996), para obtener así una visión más amplificada de las teorías y de la manera como se las abordará en este estudio. (Véase tabla 01). Si bien existe un acuerdo casi unánime a nivel mundial de que en los últimos 60 años se han desarrollado tres corrientes dentro de las teorías de crecimiento económico: la primera, derivada de los aportes realizados por Harrod (1939) y Domar (1946-47).  

La segunda se refiere al modelo de Solow (1956) (1957) y Kaldor (1961) y la tercera surge en la década de los años 80 con las contribuciones seminales de Romer (1986) y Lucas (1988).  

No obstante existe cierta evidencia de la existencia de una cuarta corriente en la que se enmarca Temple (1999) y Pulido San Román (2000). Sin embargo; para efectos de esta investigación estas cuatro corrientes serán consideradas como teorías modernas de crecimiento económico.  

En la clasificación anterior podemos observar: en primer lugar los aportes de Marshall en torno al tema del crecimiento y las externalidades, en segundo término las contribuciones de Kaldor y por último la deducción acerca de que el modelo de Solow (1956), de donde se derivan los estudios de convergencia económica, se fundamentan en la ley de Say en cuanto a la completa utilización de los insumos de producción.  

En este sentido, la formación de capital físico se ajusta a la oferta de ahorro determinada por fuerzas productivas y la moderación del consumo y los factores se distribuyen de acuerdo a sus productividades marginales (Véase Taylor 1996, pp. 3).  

A continuación se intentará dilucidar a que se refiere el hecho de que el modelo de Solow (1956) se fundamenta en la ley de Say para encontrar criterios que nos permitan identificar la naturaleza y validez de los estudios de convergencia económica, en vista de la asignación de los recursos que encara la ley en si misma. Luego, se tratará de identificar el aporte de las teorías, magnas y modernas, a la noción de la convergencia económica.