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La Inversión Extranjera Directa (IED)
y la crisis económica cubana



Leandro Venacio

CAPÍTULO III

Las Transformaciones en los 90. Las IED como la vía más probable para hacer frente a la crisis

3.2 - Crecimiento, Financiamiento y Tecnología

“Los países en desarrollo tienen generalmente recursos abundantes de talento, capacidad de producción de su propia población, recursos naturales, entre otros. La transformación de estos recursos en instrumentos efectivos de desarrollo exige en primer lugar un incremento constante de su utilidad económica potencial mediante las inversiones: inversiones en conocimientos especializados y en recursos humanos e inversiones en capacidad física de producción (es el caso de Cuba y otros países que invirtieron mucho en recursos humanos), eso exige que el potencial que se capte sea plenamente canalizado mediante una distribución efectiva.”

Las inversiones necesarias para transformar los recursos en agentes de desarrollo requieren a su vez financiación, y ésta debe centrarse en el mejoramiento industrial o en el avance tecnológico de las industrias existentes, o de las que se crearan, y el volumen del que se disponga para ese fin, será a la larga uno de los principales factores determinantes del crecimiento y la estabilidad macroeconómica.

“Es evidente que la fuente principal de los recursos financieros para el desarrollo es el propio ahorro de los países, no obstante se necesita siempre en la etapa de despegue e incluso en la consolidación, de recursos adicionales en forma de capitales, tecnologías o mercados ya sean por mecanismos bilaterales o multilaterales. Buscarlos ha sido una tarea de las autoridades gubernamentales cubanas en el corto y mediano plazo.”

Los créditos externos o préstamos para la promoción del desarrollo deben permitir a un país que aspira a salir del subdesarrollo, movilizar recursos materiales y técnicos para impulsar una nueva producción que permita general ahorro interno, adquirir tecnologías y elevar las exportaciones necesarias para pagar ese financiamiento.

“A partir de 1991, la mayor parte de los préstamos que ha recibido Cuba, han sido créditos de exportadores, por ende a corto plazo y con elevadas tasas de interés. Algunos países han otorgado garantías a sus empresas que comercian con Cuba entre los cuales se mencionan los casos de México, Argentina, Italia, Alemania, Francia, Chile y España lo que ha posibilitado mantener los vínculos comerciales con los mismos.”

Los contratos con proveedores se establecen en condiciones que también pueden ser catalogados de tensos, los créditos en condiciones favorables son prácticamente puntuales y por la vía de la ayuda con donaciones y en la colaboración científico-técnica los ingresos se presentan con poco margen de crecimiento. Una variante de financiamiento que ha venido desarrollándose en los últimos años son las remesas familiares provenientes del exterior.

La interacción de todas estas fuentes de financiamiento ha permitido al país obtener los recursos necesarios para atenuar las dificultades y llevar a cabo las reformas, pero éstas resultan insuficientes, costosas y con escasas posibilidades de crecimiento hasta no se resuelvan algunos problemas, especialmente el tema de la deuda y su servicio.

“La IED ha jugado un papel destacado en la contribución a la financiación del desarrollo, en muchos países, sobre todo en países asiáticos con resultados alentadores, y en algunos países latinoamericanos. Pero no basta con que el país receptor introduzca mejoras en su política de inversiones extranjeras para que la IED juegue un papel más importante en la financiación del desarrollo, sino que se debe hacer un esfuerzo nacional para recuperar el crecimiento y la viabilidad financiera.”


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