EL MUNDO PRE-INKA: Sobre el “estado de la cuestión” en Historia  

Pulse aquí para acceder al índice general del libro.

En esta página web no están incluidos los gráficos, tablas, mapas, imágenes y notas de la edición completa.

Pulsando aquí puede acceder al texto completo del Tomo I en formato PDF (186 páginas, 1.845 Kb)

Pulsando aquí puede acceder al texto completo del Tomo II en formato PDF (135 páginas, 1.056 Kb) 

Alfonso Klauer

Chavín y la historiografía tradicional

Permítasenos aquí, a modo de colofón de este capítulo, hacer una digresión final en torno al Imperio Chavín y, en general, en torno a los fenómenos imperiales e imperialistas del mundo andino.

¿Período Formativo o Imperio?

La historiografía tradicional reconoce generalmente la milenaria e intensa experiencia que vivieron muchos de los pueblos andinos entre 1400 – 500 aC como “Período Formativo”. ¿No es arbitrario –y erróneo – sentenciar que la “formación” de la cultura andina empieza con Chavín, cuando realmente empezó miles de años antes, al iniciarse el proceso de poblamiento del territorio? ¿Cómo puede sostenerse que esa milenaria experiencia anterior de “formación” no cuenta, o cuenta muy poco, cuando fue realmente sobre esos cimientos que se edificaron la Civilización Chavín y las siguientes?

Pero en esa misma escuela se nombra y tipifica al “Período Formativo” también como “Civilización Chavín”, “Primer Horizonte”, “Horizonte Temprano” u “Horizonte Chavín”. El historiador peruano Del Busto, que habla de la “Cultura Chavín”, recuerda que se le denomina además “Cultura Matriz” y “Horizonte Viejo”.

Por su parte, muy desusadamente, el historiador arequipeño Eloy Linares usa la genérica e imprecisa expresión “Primera gran conquista”, al referirse a la “evolución socio política del Primer Horizonte” –y luego hablará de la “Segunda gran conquista”, para referirse al “Segundo Horizonte” u “Horizonte Intermedio” (al que en este texto denominamos Imperio Wari).

¿Son realmente esclarecedoras y adecuadas todas esas denominaciones? ¿Son las más correctas? ¿Existe la posibilidad de que arbitraria e inadecuada, y quizá hasta inadvertidamente esos nombres estén sustituyendo a otro u otros más adecuados, y con ello subrepticiamente se esté encubriendo y retaceando parte de la verdad?

Lo cierto es que la historiografía tradicional casi unámimemente desconoce la existencia de un imperio –el Chavín– durante ese prolongado período de la historia andina. ¿Pero cuál es el criterio que se ha utilizado para llegar a esa conclusión? ¿Ha sido acaso definido clara y explícitamente alguna vez?

Por su parte, el historiador peruano Luis G. Lumbreras afirma que es “difícil sustentar la tesis de que Chavín llegó a constituir un imperio”. Pero admite que “no deja de ser tentadora la proposición, sobre todo para las fases más tardías de Chavín...”. ¿Pero cuál es pues este segundo y distinto criterio que convierte en tentadora para Lumbreras la propuesta de que Chavín fue un imperio? Tampoco ha sido clara, completa y formalmente explicitado.

¿Y cuál ha sido tercero y necesariamente distinto a los de los anteriores el que permitió al historiador alemán Ernst Middendorf intuir la existencia del Imperio Chavín? ¿La grandiosidad relativa de las obras materiales de un pueblo y la vasta difusión de sus manifestaciones culturales en el tiempo y en el espacio son criterios suficientes y concluyentes? ¿Y cuán relevantes resultan los indicios de violencia y de relaciones de dominación, y los de transferencia de recursos hacia la sede del principal protagonista? Estamos sin duda frente a un problema metodológico muy serio e irresuelto. En efecto, un mismo objeto de conocimiento (la experiencia histórica Chavín) viene todavía dando lugar a tres “verdades” distintas y mutuamente excluyentes: “no fue”, “es tentador admitirlo” y “sí fue un imperio”. Estamos pues a este respecto como cuando hasta el siglo XV se sostenían como “verdades” irreductibles y también excluyentes la forma plana y esférica del planeta.

¿Llegaremos para el caso de Chavín a desentrañar finalmente la verdad, de la misma manera que hoy nadie duda que la Tierra es un globo casi esférico. Y de la misma manera que todos han convenido en que el Romano fue un imperio, y que en Egipto se sucedieron hasta tres, el Antiguo, el Medio y el Nuevo? ¿O mantendremos una ambigüedad como la que, al fin y al cabo, prevalece sobre el caso de la Grecia antigua, para la que un conspicuo historiador como Carl Grimberg concibe la existencia del “imperio ateniense”, en tanto que la inmensa mayoría de los historiadores lo niega?

Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Economistas Diccionarios Presentaciones multimedia y vídeos Manual Economía
Biblioteca Virtual
Libros Gratis Tesis Doctorales Textos de autores clásicos y grandes economistas
Revistas
Contribuciones a la Economía, Revista Académica Virtual
Contribuciones a las Ciencias Sociales
Observatorio de la Economía Latinoamericana
Revista Caribeña de las Ciencias Sociales
Revista Atlante. Cuadernos de Educación
Otras revistas

Servicios
Publicar sus textos Tienda virtual del grupo Eumednet Congresos Académicos - Inscripción - Solicitar Actas - Organizar un Simposio Crear una revista Novedades - Suscribirse al Boletín de Novedades