EL CONCEPTO DE EFICIENCIA

Para Fama (1970) el mercado cuyos precios siempre reflejan la información disponible se denomina eficiente. Según esto, los precios de los valores que cotizan en una bolsa "eficiente" 1 Este estudio ha sido realizado con la financiación de la Fundación Gangoiti.reflejarán toda la información referente a dichos valores; visto de otra forma, un mercado eficiente valorará de forma adecuada los títulos que en él se cotizan. De esta manera el mercado guía correctamente la asignación de los recursos, indicando a los agentes cuáles deben ser sus decisiones de inversión.

En muchas ocasiones expertos en estadística y en economía han tratado (y todavía tratan) de sacar rentabilidad a sus conocimientos mediante la especulación en bolsa. Si lográramos predecir el comportamiento de los precios de los valores, podríamos enriquecernos fácilmente; veámoslo con un ejemplo: Si yo compruebo que los precios suben siempre a fin de año (lo que pudiera suceder si los inversores trataran en esas fechas de completar sus carteras) para bajar en Enero, sería muy fácil enriquecerse vendiendo en Diciembre para comprar al comienzo del año siguiente. El propio funcionamiento del mercado hará que esta posibilidad de enriquecimiento vaya disminuyendo hasta casi desaparecer; en efecto, los agentes que actúan en el mercado, al darse cuenta de esta ineficiencia, venderán grandes cantidades de títulos en Diciembre para volver a comprarlos en Enero, con lo que presionarán a la baja los precios en el mes que éstos están altos y al alza en el que están bajos, hasta lograr hacer desaparecer la anomalía. Nadie debe pensar que los agentes económicos luchan por que el mercado sea eficiente, pero su actuación al descubrir ineficiencias consigue que éstas desaparezcan.

Cuando un mercado es eficiente hemos dicho que toda la información está contenida en los precios, en consecuencia, los agentes no pueden usar tal información para conseguir rentabilidades extraordinarias (que superen la rentabilidad normal del inversor). En nuestro ejemplo anterior, mientras se mantenga la ineficiencia de que los precios suben en Diciembre, los agentes que lo saben pueden obtener rentabilidades extraordinarias, cuando eso se corrija, ya no podrán obtener tales rentabilidades.

Hemos visto antes un ejemplo muy sencillo donde analizando una determinada información se conseguía una rentabilidad extraordinaria y cómo esto era corregido por el propio mercado. Es importante comprender que lo mismo sucede con informaciones más complejas. Supongamos que se comprobara que el mercado español se ve afectado por informaciones internacionales (déficit comercial de Estados Unidos, marcha de la economía del Japón, evolución de los precios del petróleo...) de manera exagerada, y así, a los pocos días rectifica una parte de su variación (si, p.ej., ha bajado un 6%, pronto sube hasta dejar la bajada en un 4%). Esto representa una ineficiencia, pues los títulos son castigados (o premiados) más de lo que sería lógico por la variación de las expectativas, quizá por el "susto", comosucedió, al menos en parte, en Octubre de 1987. Los agentes que observen esta anomalía, esta ineficiencia, ante una bajada de las características comentadas adelantarán sus compras y retrasarán sus ventas. Si son muchos los agentes que así actúan, la ineficiencia acabará por corregirse, volviendo los valores a reflejar "adecuadamente" la información disponible.


 

En un mercado eficiente los títulos estarán correctamente valorados, al rededor de lo que se suele denominar el valor intrínseco, que es como decir que se valoran en función de lo que se puede esperar de ellos. Así las acciones de una empresa tendrán el valor que corresponda a la marcha de dicha empresa, a sus expectativas de beneficios, riesgo que corre... Para que un mercado sea eficiente es necesario, paradójicamente, que los que actúan en él, al menos una parte importante de ellos, crean que no lo es y traten de aprovechar oportunidades de enriquecerse, analizando para ello la información disponible con la esperanza de vender a unprecio más alto que el intrínseco o comprar a uno más bajo (véase por ejemplo Lorie, Dodd y Hamilton, 1985); de esta manera consiguen que la cotización se centre en el valor intrínseco.

La existencia de pequeñas ineficiencias (éstas siempre las hay), justifica el que los analistas estudien métodos cada vez más sofisticados para sacar partido a la información disponible, tratando de obtener rentabilidades extraordinarias; pero su propia actuación hace cada vez más difícil obtener tales rentabilidades, llegando a conseguirse un mercado eficiente. El que esto se dé tiene una importancia capital para el inversor, que puede invertir sin preocuparse demasiado pues los títulos estarán bien valorados, bastándole normalmente con hacerlo en una cartera bien diversificada.