UNA RESEÑA DE LAS CRISIS MUNDIALES

México, el Sudeste Asiático conformado por Tailandia, Malasia, Indonesia, Corea y Hong Kong; Rusia, Brasil, Ecuador y Argentina; son los países que han sufrido fuertes crisis financieras desde 1995. La crisis acabó desembocando en períodos de recesión para sus economías nacionales que se caracterizaron por cierres de empresas, aumento del desempleo, expansión de los niveles de pobreza, entre otros efectos negativos. (Observatorio de Instituciones financieras internacionales Madrid 2001)
Estos países han estado trabajando en un modelo de economía financiera globalizada, caracterizada por una desregulación de sus mercados de capitales. Su crecimiento económico durante la primera mitad de los 90 fue significativo, incluso espectacular en algunos casos. Pero la crisis financiera que sucesivamente les afectó a partir de 1995, frenó bruscamente su evolución ascendente, derrumbó en poco tiempo todo lo conseguido e hizo retroceder al país a niveles socioeconómicos inferiores a los de los 80.
La mayoría de estos países, al entrar en crisis o luego de sus desastrosos efectos recurren al FMI, estos condicionan su ayuda a la introducción por los gobiernos nacionales de Políticas de Ajuste Estructural que, con ligeras variaciones de unos países a otros, consisten básicamente en lo siguiente:

  • Reducción drástica del déficit presupuestario, para lo que se plantea normalmente recortes importantes del gasto estatal (las primeras partidas afectadas son siempre las correspondientes al gasto social o la inversión pública) y aumento de los ingresos públicos (privatización masiva de activos estatales o fuerte presión para la recaudación tributaria).


  • Incremento de los tipos de interés, es decir encarecimiento del precio por disponer del dinero ajeno, lo que implica en todos los casos que las iniciativas empresariales en el país encuentren más dificultades financieras para desarrollarse y que la actividad económica y el empleo se contraigan. Este incremento se debe al sinceramiento de las tasas cambiarias reales y a la incorporación de la inflación en la tasa real de interés.

La aplicación de estas Políticas de Ajuste Estructural (PAE) impuestas por el FMI puede ocasionar en el país, un período de recesión económica, con costos sociales para la población, sobre todo la menos favorecida. Es decir el efecto de la crisis no se acaba en los cambios de la estructura económica del país sino en su posterior ajuste económico. No se ha cuestionado sin embargo, el hecho de que el FMI puede contribuir a las crisis locales, cuando sus misiones no alertan al país, o cuando recortan la ayuda financiera en plena catástrofe. No obstante la responsabilidad de una crisis es plenamente de las autoridades locales, sobre todo las financieras.