El origen del beneficio

En el apartado anterior se mencionó  en forma sintética la relación que en el sistema capitalista se establece entre el empresario y el trabajador productivo. Desarrollaremos el tópico en este apartado.

El empresario tiene un “capital” en el sentido que se la da en la actualidad: un monto de dinero que invertirá para la producción de un producto comercializable[i]. Con este capital comprará medios de producción (maquinarias y materias primas) y contratará  trabajadores a los que pagará un salario[ii].

El empresario elegirá las maquinas que correspondan a una técnica o tecnología que le permitan un menor costo de producción, considerando el salario a pagar por trabajador y la productividad que el proceso técnico implícito en la maquinaria le permita.

La comercialización de la mercadería producida le permitirá recuperar el capital invertido más una ganancia o beneficio. La venta del producto cierra el circuito y permite “realizar” la ganancia. Por eso la parte comercial del circuito se denomina la “esfera de realización”. La parte del circuito en que se fabrica el producto es la “esfera de la producción”.

¿Ahora bien, de donde surge esta ganancia?

Si existe libre competencia en los mercados donde el empresario se abastece y donde ofrece su producción, el empresario no perderá ni ganará en el acto de compra de maquinaria y materia prima ni en el acto de venta de su producto[iii]. El empresario intercambia dinero por bienes cuyo valor monetario es equivalente al dinero pagado.

En otras palabras, su ganancia no surge (si bien se realiza, paso socialmente necesario para que esa ganancia se concrete) en la comercialización de los bienes comprados o vendidos. Su ganancia surge en la producción de los bienes, se logra debido a que el empresario no le paga al trabajador por el valor de lo que produce sino por lo que éste necesita para subsistir[iv]. Y este monto es menor al primero, por lo que el día laboral del trabajador se puede dividir en una porción paga, cuyo producido equivale al salario, y una fracción impaga cuyo producido es excedente[v].

La producción del trabajador al ser apropiada por el empresario es la fuente de sus ganancias. Y mayores son sus beneficios cuantos menores son los salarios que paga[vi]. A su vez es esta ganancia lo que le permite  reinvertir contratando más trabajadores y haciendo crecer la producción de bienes.

En resumen: el empresario al poseer los medios de producción de un proceso técnico, contrata la fuerza de trabajo del trabajador y toma los excedentes generados. Su objetivo no es la producción de un bien en sí sino la ganancia que de este circuito se deriva.

Son estas relaciones de producción, entre el empresario, el trabajador y los medios de producción, que definen en su raíz al sistema capitalista. Y en última instancia determinan la conducta de los participantes en el sistema.


 

[i] Con más precisión, el capital lo es cuando se lo utiliza por el capitalista para obtener beneficios. No es la “cosa física”en sí sino la relación de propiedad “de la cosa y su utilización.”El capital es la expresión de la propiedad privada sobre el dinero, los medios de producción, la fuerza de trabajo contratada y las mercaderías producidas, todo con el objetivo de lograr beneficios. Asume la forma de dinero en un momento, en otros es maquinaria y materia prima y en otros aún es mercadería, y en la compleja realidad asume en un mismo momento fracciones de los tres tipos (Martínez Peinado, Vidal Villa, 2001.)

 

[ii] El análisis se focaliza en este capítulo en el capitalismo industrial, esto es en la producción de bienes donde también se puede englobar la agricultura capitalista actual, que cuenta con los mismos elementos en su proceso de producción excepción hecha de  las consideraciones que merece el problema de la renta, que como parte de la teoría laboral del valor no son el objeto de este libro. Por su parte, los servicios se analizan en la segunda sección del libro.

 

[iii] En el caso de que no hubiera libre competencia, pueden existir ganancias o pérdidas en la transacción que realiza el empresario. Esto no cambia el hecho fundamental de que el trabajo humano es la fuente de todo valor y que es la fuerza de trabajo que crea el excedente apropiado por el empresario: lo que se genera cuando la relación de intercambio es asimétrica es el traspaso de parte del excedente de un empresario a otro. Como veremos más adelante, la situación de monopolio u oligopolio coexiste en la sociedad capitalista en relación dialéctica con la competencia libre.

 

[iv] El empresario no contrata “trabajo” sino a una persona que lo realiza: el trabajador. Este vende su fuerza de trabajo, la pone a disposición del empresario para las tareas de producción que este indique, a cambio de un salario. Y el salario queda determinado por lo que necesita el trabajador para sobrevivir (y de este modo sigue proporcionando su fuerza de trabajo en su plazo vital) y la de su familia (que proporcionará la fuerza de trabajo futura.) Entonces el salario le debe alcanzar para estos fines, para un país determinado y en período de tiempo dado, la suma de los medios de subsistencia depende de la historia, la costumbre y la tecnología (que determina la educación que debe tener el trabajador para poder utilizarla.) La evolución del salario depende del aumento de los medios de subsistencia por evolución de la técnica, la disminución del valor de esos medios y los cambios sociales como el pasaje de la mujer a la situación de trabajador asalariado. Grompone (1973, 2001)

 

[v] Las importantes precisiones de trabajo concreto y trabajo abstracto y el concepto relacionado de Tiempo de Trabajo Socialmente Necesario para la producción de un bien, se encuentra en forma sencilla en Foley (1999) y con una presentación rigurosa en Martínez Peinado, Vidal Villa (2001.)

 

[vi] La relación inversa entre salario y beneficio fue descubierto por David Ricardo, respondiendo criticamente a la teoría “aditiva” de Adam Smith según la cual eran magnitudes independientes que se sumaban para obtener el precio final (Kurz y Salvadori, 1995.) Cabe precisar que esta relación de contraposición es cierta desde un punto de vista estático, dado un determinado volumen de valor agregado, en un momento dado. Pero desde una perspectiva dinámica, los empresarios que son capaces de incorporar progreso tecnológico, abaratar costos y ganar mercados podrán contar con mayores beneficios pagando mayores salarios. La relación dinámica entre beneficios y salarios es considerada en la sección II, al introducir los ciclos económicos en el modelo básico. (Guerrero, 1995.)