Financiación empresarial de la banca extranjera en América Latina

Desde los primeros años de la década pasada, las pequeñas y medianas empresas, adquirían un papel central como creadoras de empleo, fomento de las exportaciones y estabilizadoras sociales. Para ello, en creciente medida, se pusieron a su disposición fórmulas variadas privadas y públicas, así como grandes desembolsos de las instituciones multilaterales para el desarrollo: BM, BID y CAF para atender sus demandas «crecientes» de financiación, punto este identificado como esencial para que estas empresas se desarrollen, crezcan y compitan.

Recientemente y como consecuencia de la crisis Argentina, se han hecho sentir diversas opiniones sobre este «peculiar» tema de las Pyme y su financiación. En este sentido, el economista y premio Nobel J. Stiglitz, decía que una de las causas del bajo crecimiento de Argentina obedecía a que la banca extranjera no había concedido financiación suficiente a las pequeñas y medianas empresas. Por tanto .según Stiglitz., no parece conveniente que un «sistema financiero nacional» esté controlado por bancos extranjeros y, en caso de que lo sea, es necesario que los Gobiernos creen salvaguardias para fomentar que la banca extranjera brinde crédito a las empresas nacionales. A este respecto pueden hacerse varias matizaciones.

En primer lugar, una gestión bancaria rigurosa exige que la política de concesión de créditos siga unos criterios adecuados de valoración de riesgos. Estos criterios han de ser aplicables siempre con independencia de la nacionalidad del capital del banco y del país en el que opere. Cuando una delicada situación macroeconómica conlleva un deterioro de la solvencia de las familias y de las empresas, la tarea de un buen gestor es restringir la oferta de crédito, exigiendo las garantías adecuadas. De hecho, un elevado número de experiencias, acaecidas tanto en economías desarrolladas como en emergentes, han servido para documentar que las fuertes expansiones de crédito en presencia de desequilibiros macroeconómicos causan severas crisis bancarias45 que elevan el coste de las crisis económicas.

En segundo lugar, existe la evidencia que indica que la presencia de las entidades extranjeras en América Latina haya tenido un impacto negativo sobre la disponibilidad del crédito. Según un estudio de la Reserva Federal de Nueva York, durante el periodo 1997-2000 el crecimiento del crédito concedido por bancos extranjeros superó al de los bancos privados nacionales en los casos de Chile, Colombia y también Argentina. En este último país, los datos del Banco Central señalan que entre junio de 1998 y junio de 2000 el crédito a las Pyme del conjunto del sistema financiero argentino cayó un 4%, frente a un incremento del 1.2% en los bancos minoristas extranjeros locales y un 40% en las sucursales de los bancos extranjeros. Por lo cual, es cierto que en los sistemas bancarios latinoamericanos existen deficiencias que dificultan el desarrollo de los procesos de financiación necesarios para fomentar el crecimiento económico sostenido. Avanzar en la consecución de un marco estable y de mecanismos para asegurar su cumplimiento es fundamental para que el sistema financiero funcione eficientemente. Sin embargo, compartimos la idea de que este tipo de decisiones no deben estar condicionadas por la nacionalidad de las entidades que operan en el mercado, sino que más bien siempre se debe actuar con una eficiente y recta administración de los depósitos y ahorros que les son confiados46.

RECUADRO XVII. SISTEMA BANCARIO Y CRECIMIENTO ECONÓMICO

«Está materializándose una nueva cultura de sistemas financieros y estructuras bancarias: una cultura de estabilidad, competencia, apertura y flexibilidad.

Las autoridades bancarias deben comprender plenamente las implicaciones que tienen las políticas económicas sobre los sistemas bancarios nacionales eficientes y bien administrados. Por nuestra parte, debemos comprender que podemos ganar la batalla al nivel macroeconómico pero perderla al nivel microeconómico, a menos que contemos con mecanismos reglamentarios eficientes que nos permitan limitar las crisis, o aún mejor, prevenirlas».

Enrique V. Iglesias. Presidente Banco Interamericano de Desarrollo.

«Debemos prepararnos para enfrentar los difíciles e importantes desafíos que nos depara el futuro. Para mantener su acceso a los mercados internacionales de capital, los países latinoamericanos deben restablecer y sostener su estabilidad macroeconómica y esforzarse más por lograr la liberalización del mercado financiero. También deben procurar establecer y mantener un sistema bancario sólido y, en general, sistemas financieros sólidos. Este volumen confirma la relación básica que existe entre estos objetivos.

La experiencia de Argentina durante 1995 puede resultar aleccionadora para otros mercados emergentes, en particular con respecto al papel de la reglamentación bancaria y los mecanismos para resolver los problemas de los bancos en dificultades».

Pablo Guidotti. Secretario de Hacienda. Ministerio de Economía y Obras Públicas. Argentina.

«Si los países latinoamericanos han de asignar recursos eficientemente y superar las presiones relacionadas con la plena participación en los mercados internacionales de capital...tendrán que fortalecer sus sistemas bancarios y darles una base sólida».

Michael Camdessus. Director Gerente, Fondo Monetario Internacional.

«¡Los banqueros! siempre están a la vanguardia, anticipándose a los acontecimientos, tanto durante la expansión eufórica como durante la retirada caótica más allá de la curva durante las euforias financieras y las caóticas contracciones. En consecuencia, deben verse contrarrestados por instituciones más escépticas y más conservadoras. Este es el papel apropiado de los dirigentes de la banca cenral, que por lo tanto, lamento decirlo, deben ser personas conservadoras, incluso aburridas».

Eduardo Aninat, Ministro de Hacienda, Chile

«Los tiempos han cambiado. La salud del sector bancario ha asumido un papel más prominente en la filosofía del desarrollo económico y de las finanzas internacionales. Ello se debe en parte a la sucesión de crisis bancarias que han estallado en Estado Unidos, Europa, Japón y en varios países latinoamericanos»

Paul Volcker, Presidente Grupo de los Treinta

«¿En qué medida el banco central debe revelar las normas que se propone aplicar para manejar una crisis bancaria?... Me gusta la expresión .ambigüedad constructiva.. Los banqueros deben saber que las autoridades pueden dejar que el banco quiebre... Al mismo tiempo, sin embargo, es necesario mantener cierto margen de maniobra para hacer frente a circunstancias extremas».

Roque Fernández, Ex ministro de Economía y Servicios Públicos. Argentina

Fuente: Obra citada. Las Crisis Bancarias en América Latina. Washington, 1996.


45 Véase: Crédito Extranjero en Latinoamérica. Carmen Hernansanz. El País Negocios. Madrid, 20 de enero de 2002.
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46 Las crisis bancarias se producen tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo, pero en América Latina duran más, afectan a un mayor segmento de la industria bancaria y resultan más costosas para el público. Un grupo de distinguidos funcionarios gubernamentales, académicos y banqueros examinan las principales causas de tales crisis, la forma en que los gobiernos pueden manejarlas en forma más efectiva, y cómo pueden prevenirse. Esta recopilación la realizaron el Ex Economista Jefe del BID; Ricardo Hausmann y Liliana Rojas; Ex Asesora Principal de la Oficina del Economista Jefe del BID. Véase Las crisis bancarias en América Latina. BID-FCE. Washington, 1996.
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