EL CONCEPTO DE CONVERGENCIA

La convergencia, especialmente entre las economías desarrolladas, ha provocado un auge de literatura tendente a mostrar el acortamiento de las distancias entre los países. Si bien los instrumentos parecen novedosos, es bueno recordar que la preocupación sobre este tema ya había sido descubierta por autores que se preguntaban por qué algunos países toman la delantera y terminan siendo alcanzados por otros que venían más retrasados. Una de las respuestas bastante obvia era que los países atrasados requerían de un menor esfuerzo para incorporar la tecnología moderna si eran capaces de imitar a las naciones que se habían industrializado, argumentos que representan la base de la hipótesis de acercamiento (catching-up). En este contexto, se puede situar la teoría de Gerschenkron como una idea precursora de la convergencia, y algunas versiones modificadas, como el precedente más cercano de la actual hipótesis de convergencia.

Dejando de lado los antecedentes históricos, se puede considerar que el interés actual por la convergencia tiene su origen en la discusión sobre dos familias de modelos de crecimiento económico. El primero de ellos (modelos neoclásicos de crecimiento), postula que los países pobres tienen una ventaja sobre el resto ya que crecen más deprisa que los países ricos, lo cual no asegura la completa igualdad pero sí, al menos, una tendencia hacia la estabilización a largo plazo. El segundo grupo (modelos endógenos), por el contrario, afirma que el conjunto de países ricos crece más deprisa y por lo tanto el grado de desigualdad es cada vez mayor.

Las implicaciones políticas también son muy diferentes: en el caso del modelo neoclásico (representante de la primera familia) el equilibrio es estable y eficiente mientras que en los modelos endógenos (representante de la segunda familia) la existencia de externalidades pueden justificar diversas formas de intervención pública.

En los años noventa la evidencia empírica intentaba, por todos los medios a su alcance, consolidar las teorías que iban apareciendo en la literatura del crecimiento y especialmente las relacionadas con la nueva teoría del crecimiento endógeno. Al analizar los datos en una amplia muestra de países, se constataba que había existido un incremento de la desigualdad internacional y que había, a su vez, un cierto grado de convergencia en las economías desarrolladas.

Un estudio sobre crecimiento económico realizado por Heston y Summers con datos de 1960-1985 sobre 130 países demostraba que no se cumplía la hipótesis de convergencia neoclásica ni la tendencia hacia una reducción de la dispersión de renta per cápita entre grupos de economías. Esto estaba en consonancia con lo expresado por Baumol, quien había llevado a cabo estudios similares sobre crecimiento, convergencia y bienestar, y había llegado a la misma conclusión, estos es, la inexistencia de convergencia entre países y regiones. La diferencia con los estudios de Heston y Summers fue que en el caso de Baumol, con muestras pequeñas y homogéneas, había indicios de convergencia entre las economías mientras que al ampliar dicha muestra la divergencia económica entre países (regiones) con un grado de desarrollo distinto era la regla general.

Los resultados obtenidos en algunos períodos excepcionales, como la expansión de posguerra o la depresión que siguió a 1973, mostraban que para el período 1960-1985, el ritmo de crecimiento de los países ricos había sido superior al de los países pobres93.

Esto confirmaba la existencia de dos hechos estilizados no contemplados anteriormente: el primero se refiere a que la desigualdad internacional no se reduce entre los países ricos y los pobres con el paso del tiempo, y el segundo era que la tendencia secular de la tasa de crecimiento era creciente

En este sentido, se pueden definir tres conceptos de convergencia según sea el tipo de interrogante94:

Las tres nociones de convergencia están relacionadas entre sí pero no son equivalentes; por el contrario, expresan cómo se puede observar respuestas a preguntas diferentes. En términos de la ecuación de convergencia95 existe convergencia absoluta si b? está entre 0 y 1 y el vector X es igual para todos los territorios, lo cual implica que en el largo plazo el nivel de renta per cápita será igual para todos los países (teniendo en cuenta las perturbaciones que producen efectos transitorios). En cambio, la convergencia será condicional cuando sólamente se cumple que b está entre 0 y 1, o sea, que cada región tenderá a converger a su propio estado estacionario los cuales, seguramente, diferirán entre sí.

Sin embargo, el hecho de que exista algún tipo de convergencia b absoluta o condicional es sólo una condición necesaria pero no suficiente para la existencia de convergencia s (cuando la renta per cápita converge a una distribución con varianza constante), la cual depende en última instancia del valor de b (el cual debe ser positivo), de la varianza de las perturbaciones y de la dispersión de las características.

En el camino al estado estacionario, la desviación estándar podría aumentar o disminuir dependiendo de la relación entre los valores iniciales y estacionarios, o sea, que un aumento de la dispersión no implica un sistema inestable.


93 Véase: De la Fuente, A., Notas sobre la economía del crecimiento, II: ¿Convergencia?. Instituto de Análisis Económico. Universidad Autónoma, Barcelona, 2000.
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94 Para un análisis detallado de los tres tipos de convergencia véase: Barro R. J. y Sala i Martin, X. Convergence. Journal of Political Economy Vol. 100, 2. 95 La ecuación de convergencia se puede definir de la siguiente forma: yit = X - yqi donde: yit es la tasa de crecimiento de la renta per-cápita en el país (i) en un momento (t), qi indica el nivel de renta inicial, Xi es el vector de variables condicionantes y b la velocidad de convergencia. Para un desarrollo en profundidad de estos temas véase: Mancha, T. y Sotelsek. D. (2001). Convergencia Económica e Integración: La experiencia en Europa y en América Latina. Ed. Pirámide.
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