Las nuevas motivaciones de EE.UU. y América Latina

América Latina es un mercado de gran dinamismo para los EEUU y uno de los pocos con los que registra un balance comercial con saldo positivo, y se ha transformado de manera creciente en un importante destino de IED norteamericana. Debido a los temas pendientes de la Ronda Uruguay (servicios, propiedad intelectual, compras públicas) hay un mayor interés por lograr avances a escala hemisférica. Por último, la negociaciones del ALCA permitirían contrarrestar efectos de desvío comercial que podrían ocasionar los nuevos acuerdos regionales intralatinoamericanos o las negociaciones en curso con la UE (UE/ Mercosur).

Como resultado del proceso de apertura comercial llevado con decisión por los países latinoamericanos durante los años 90, los EEUU han podido incrementar fuertemente sus exportaciones a la región, las cuales crecieron entre 1990 y 1998 a una tasa de casi el 12% anual acumulado. Por otra parte, el saldo de la balanza comercial de los EE.UU. con Latinoamérica y el Caribe ha mejorado sustancialmente durante los años recientes, observándose una reversión favorable de más de veinte mil millones de dólares, tal y como se aprecia en el Gráfico IX.

GRÁFICO IX. SALDO COMERCIAL DE EE.UU. CON AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Fuente: CEI, según datos del FMI 2000.

Entre las principales motivaciones de América Latina, se encuentra la posibilidad de un mayor acceso al mercado norteamericano, y la construcción de un ambiente favorable al incremento del flujo de inversiones extranjeras. En el caso de las inversiones directas americanas en América Latina y Caribe, éstas se han multiplicado por tres en los últimos nueve años (véase Gráfico X). Para algunos países del MERCOSUR, o el caso de Chile, la ventaja viene dada por la posibilidad de ejecutar en paralelo distintos acuerdos de acceso preferencial (Mercosur, acuerdo con la UE, y obviamente, ALCA) lo cual consolida los procesos de liberalización comercial y financieros emprendidos año atrás.

GRÁFICO X. INVERSIONES DIRECTAS DE EE.UU. EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Fuente: CEI según datos del FMI 2000.

Teniendo en cuenta las ventajas e inconvenientes que la negociación e implementación del ALCA impone a los procesos en marcha de integración en América Latina (especialmente el caso del MERCOSUR) podemos mencionar los siguientes: En primer lugar, la posibilidad de eliminar o disminuir subsidios agrícolas y restricciones que distorsionan el comercio de productos agropecuarios en el hemisferio y la eliminación de barreras no arancelarias que no favorecen las preferencias arancelarias contenidas en el Sistema General de Preferencias. En segundo lugar, crear una suerte de «lock-in» sobre los procesos de apertura comercial unilateral e impulsar un mayor ritmo en la profundización de la integración intrarregional. Por último, la posición negociadora ante otros importantes socios comerciales como la UE se ve favorecida. Sin embargo, estos desafíos tiene algunos inconvenientes que se deben tener en cuenta, como son por ejemplo la incorporación de temas nuevos en la negociación (servicios y compras públicas). Otro punto a tener en cuenta es que, medidos los niveles relativos de protección actualmente vigentes en la región, las ventajas estrictamente arancelarias a otorgar a los EE.UU. serían mayores a las que se recibirían de este país.