DESEMPEÑO ECONÓMICO INTERNO

Después de la satisfactoria recuperación de las economías de América Latina en el año 2000, la expansión del nivel de actividad se redujo en el 2001. El producto del conjunto de la región preveía un incremento del 2%, para situarse el PIB por habitante en un 0,5%. En particular, destaca el desempeño adverso de las mayores economías de la región. La tasa de crecimiento de México, que alcanzó el 7% en el 2000, se reduciría a una tercera parte debido al fin del ciclo expansivo estadounidense, al que destina la mayor parte de sus exportaciones. En Brasil, una severa crisis en el abastecimiento de energía eléctrica, sumado al deterioro del entorno exterior, ha propiciado un frenazo en su crecimiento, y en Argentina la situación económica es muy preocupante, al desaparecer el financiamiento externo y no conseguir reducir el déficit fiscal.

También se ha frenado la reactivación económica en Chile, pese a las medidas adoptadas para reducir las tasas de interés y disponer de un tipo de cambio muy favorable para las exportaciones. En Perú ha habido un fuerte descenso de la inversión y un deficiente nivel de actividad, Uruguay sigue sumido en una recesión y en Bolivia y Paraguay el crecimiento ha sido modesto debido a problemas políticos.

Los países que presentaron las mejores perspectivas de crecimiento en el año 2001 son la República Dominicana, Ecuador (que afianzaría su proceso de recuperación iniciado en el año 2000 con la dolarización de la economía), y Venezuela, mientras que los países de Centroamérica mostrarán crecimientos inferiores a los generados en los últimos años.