Apertura comercial y cambiaria

Mención especial merece el capítulo referente a la apertura comercial y cambiaria, que refleja uno de los cambios que más nítidamente se han producido en el modelo de desarrollo de la región.

Entre 1985 y 1995 la mayor parte de los países efectuaron vastas y profundas reformas de liberalización comercial y cambiaria. Los promedios arancelarios disminuyeron del 45% al 11%, y se eliminaron gran parte de las restricciones no arancelarias que restringían las importaciones como fijación de precios mínimos, licencias y cuotas.

Los países de la región emprendieron la liberalización comercial en función de decisiones unilaterales, salvo las medidas liberalizadoras negociadas multilateralmente en el contexto de la Ronda Uruguay y de los acuerdos de libre comercio regional. Estos últimos proliferaron en los años noventa, dando origen a un rápido crecimiento del comercio intrarregional (siendo el ejemplo Mercosur), el cual se convirtió en trampolín para expandir las exportaciones no tradicionales.

La liberalización del mercado cambiario constituyó el complemento natural de la reforma comercial. Actualmente, la gran mayoría de países han liberalizado el movimiento de capitales con el exterior, el tipo de cambio flexible pasó a ser el sistema predominante en la mayor parte de estos, ya sea mediante un régimen de tasas flotantes dentro de unas bandas acotadas por la autoridad monetaria o bien con tasas fluctuantes, independientemente de dicha autoridad.

Las reformas realizadas aceleraron, el comercio exterior, registrándose un crecimiento de éste en la década de los 90, siendo mayor la expansión de las importaciones que de las exportaciones. Mientras, el coeficiente de las exportaciones sobre el PIB, aumentó del 15% a comienzos de los noventa, al 22% a finales del período, mientras que la proporción de importaciones se incrementó del 13% al 24% en ese mismo plazo de tiempo.