La integración económica

La apertura de las economías regionales integró a América Latina de manera más profunda en la economía mundial, llevando a los productores internos a aumentar sus niveles de competitividad45. Mientras la apertura de los mercados financieros facilitaba la entrada del capital extranjero necesario para el crecimiento de las inversiones. Por ejemplo, el aumento medio anual de las exportaciones latinoamericanas de bienes y servicios subió del 5,4% en los años ochenta al 9,8% en el período de 1990 a 1999. Mientras las inversiones extranjeras mundiales en la región se triplicaron a lo largo de los años 90, registrando un aumento considerable en el año 2000, donde el nivel logrado de Inversión Extranjera Directa (IED), alcanzó 86.000 millones de dólares46.

Los principales países receptores fueron Brasil (34.000 millones de dólares) y México (13.000 millones de dólares), mientras que Chile fue el país de la región que dio origen a mayores inversiones en el extranjero. Además la integración económica regional también avanzó de manera considerable en este período como lo demuestra el crecimiento del flujo de exportaciones en la región. Las exportaciones intraregionales crecieron del 11,1% de las exportaciones totales en 1985 hasta más del 21% en 1999.


45 Véase Punto VII. Los procesos de integración económica en América Latina. Del paramericanismo al ALCA. Implicaciones para la Unión Europea y España. Especialmente, apartado 7: Convergencia Económica e Integración.
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46 Este crecimiento refleja una corrección respecto a 1999, cuando los desembolsos se vieron afectados.
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