Observatorio de la Economía Latinoamericana

 


Revista académica de economía
con el Número Internacional Normalizado de
Publicaciones Seriadas  ISSN 1696-8352

 

Economía de Venezuela

 

ECONOMÍA DEL TRANSITO: UNA PEQUEÑA EXPLICACIÓN A LA PROBLEMÁTICA INSTITUCIONAL DEL PAÍS

Domingo Sifontes
Universidad de Carabobo
dsifontes@uc.edu.ve

 

Como todos sabemos, Venezuela es un país para andar en carro, lamentablemente todas las ciudades no tienen la infraestructura óptima en términos de transporte que le permita a las personas desplazarse tranquilamente sin automóvil y si a eso le sumamos la vanidad propia del venezolano, el estatus que da poseer uno y la gasolina más barata del mundo, concluimos que en nuestro país es inexorable tener un carrito. En este sentido se hace necesario estudiar el comportamiento de las personas cuando manejan y buscar las causas de las numerosas imprudencias que cometen a diario.

Los beneficios de poseer carro propio son muchos, de esta forma, existe un consenso respecto a los ahorradores de tiempo que pueden llegar hacer, sobre todo en ciudades donde no existe el metro como medio de transporte. Los costos asociados a la propiedad de un vehículo son principalmente los de mantenimiento y seguridad. Estos costos muchas veces son cuantiosos, al respecto surge una pregunta¿ Por qué si mantener un carro cuesta tanto, existen conductores tan imprudentes?, es decir, ¿ son los conductores venezolanos adversos al riesgo?. Una posible respuesta a estas interrogantes se encuentra en el marco legal y por ende en las instituciones formales de nuestro país. Por un momento piense:¿ quien respeta los rallados en nuestro país?, ¿ Usted cada cuanto coloca la luz de cruce cuando va cambiar de canal? ¿ La mayoría de las veces lo pasan por derecha o por la izquierda? ¿Cuándo se puede comer el semáforo, lo hace?¿ ha manejado algunas vez con una cervecita en la mano? Reflexione al respecto y se dará cuenta que en mayor o menor medida comete alguna de estas infracciones y¿ algún fiscal lo parado por eso?.

Lo anterior es un reflejo del pobre aparato legal y por ende institucional que tenemos en nuestro país, las reglamentaciones en materia de tránsito no se cumplen y por eso es que todo le mundo hace absolutamente lo que le da la gana cuando maneja, esto último es sinónimo de debilidad institucional porque no existe capacidad por parte del Estado de hacer cumplir las reglas y estas generalmente están mal diseñadas lo que genera incentivos perversos para no cumplirlas. ¿Que pueden pensar los conductores cuando los vehículos pertenecientes a los entes de seguridad se paran encima del rayado ó pasan cuando el semáforo está en rojo?

Lo que ocurre a diario en las calles, avenidas y autopistas de nuestro país es un reflejo de lo que somos institucionalmente como Nación. Traslade los desastres de la Av. Bolívar en hora pico y los accidentes por imprudencias que ocurren todos los fines de semana a la política nacional y al día a día del Estado Venezolano como ente tomador de decisiones. Los conductores de nuestro país y los pocos incentivos existentes para cumplir las reglas en términos de vialidad son un espejo de la situación que por muchos años ha vivido Venezuela y que seguramente seguirá viviendo.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios