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Conclusiones generales

Hipótesis
 

La transformación de la estructura productiva de la comunidad rural está definida por las distintas formas que fluyen los proyectos hacia las zonas rurales. Estos tienden, generalmente, a desarticular la estructura sociocultural de la comunidad; ocurre lo contrario, siempre y cuando los proyectos estén fundamentados en: 1) la participación local activa al definirse y ejecutarse los proyectos,; 2) la promoción para la autogestión de los recursos y el fortalecimiento de la cierta autonomía que ejercen las comunidades; 3) el fortalecimiento de la autosuficiencia comunal; y 4) la implantación de sistemas productivos que diversifiquen a la base productiva para el enriquecimiento de la comunidad.

Los proyectos de desarrollo tradicionales tienen la consistencia de erosionar, no sólo los ecosistemas sino las vidas de los campesinos e indígenas que viven en el territorio. Como se ha descrito en la reseña sobre la historia de la Costa de Oaxaca. Esta no deja de ser similar a los lugares donde existen bellezas naturales; las que se convierten, al cabo del tiempo en razones para convertir los espacios de recreación de la diversidad sociocultural y ecológica en centros vacacionales denominados Polos de Desarrollo Turístico. Ejemplos de ellos son Cancun, Acapulco y Bahías de Huatulco.

Este último ubicado en la Costa de Oaxaca donde vivían pescadores y campesinos en una cierta armonía con los ecosistemas -ver capítulo V. Lugar donde el “progreso” irrumpió, aparecieron calles pavimentadas, condominios, hoteles gran turismo y, junto con todo esto, nuevos dueños del lugar: inversionistas nacionales y extranjeros con trajes de algodón y gafas de sol, hablando del desarrollo y el bienestar que traerían a los habitantes, quienes los veían con ojos de sorpresa. Los planes de desarrollo se generaron y ejecutaron a través de FONATUR, pero no tenían la intención de hacer socios a pescadores y campesinos; sino darles “espejitos escarchados de expropiación”. Como compensación por quitarles la facilidad de pescar en cualquier bahía y vivir al aire libre, los ubicaron en espacios cerrados con pequeños jardines y agua entubada - racionada por FONATUR - en lo que hoy se llama La Crucecita.

La expropiación de 21,163 hectáreas comunales en 30 kilómetros de franja costera a pescadores y campesinos para construir el Megaresort Bahías de Huatulco es el ejemplo perfecto de un proyecto de desarrollo hegemónico que, no tiene en mente la posibilidad de permitir la participación local en el diseño y ejecución del mismo; sino que reduce las culturas tradicionales en piezas movibles, desechadas, volcando la realidad de las poblaciones hacia la integración del mundo moderno sin ninguna posibilidad de sobrevivencia; sino es a través de actos paternalistas, migración, narcotráfico, entre otras opciones. Esta integración está compuesta por una serie de espacios socioculturales donde no existe identidad alguna, donde el reconocimiento de la propia cultura es vergonzoso porque se considera suspendida en el tiempo.

Sin embargo, los resultados son otros cuando las propuestas de proyectos productivos sustentables tienen las características de permitir: 1) la participación local activa al definirse y ejecutarse los proyectos; 2) la promoción para la autogestión de los recursos y el fortalecimiento de la cierta autonomía que ejercen las comunidades; 3) el fortalecimiento de la autosuficiencia comunal; y 4) la implantación de sistemas productivos que diversifiquen a la base productiva para el enriquecimiento de la comunidad.; aunque no quiere decir que son resultados que se obtienen al hacer la primera propuesta. Es decir que, la sustentabilidad es un proceso que va fincando sus bases para construir un escenario adecuado a las características de la diversidad sociocultural - ubicada en la localidad y receptora de los beneficios del proyecto propuesto.

Para el caso de este trabajo de investigación, se sugirió a través de la propuesta teórica -emanada del trabajo de campo y la revisión bibliográfica de autores del Sur- Administración Integral de los Recursos Naturales (AIRN) – ver capítulo I- que uno de los componentes indispensables para la concreción de la sustentabilidad es la participación activa de los protagonistas del desarrollo sustentable. En este sentido, se observó de manera precisa que una buena parte de la población de Santa María Petatengo y el total de la población de El Achiote – ver capítulo V – lograron fortalecerse con las propuestas llevadas por el Centro de Soporte Ecológico. Muchas de estas actividades se refirieron a la actualización de los conocimientos tradicionales, donde los campesinos recordaron el conocimiento a cerca del tratamiento o manejo que los abuelos le daban a los recursos naturales. Uno de los aspectos relevantes del proceso de actualización fue que siempre estuvo presente la voz de los fundadores, hombres y mujeres mayores, quienes aportaron su sabiduría para el manejo adecuado de los recursos naturales de la región.

Por otra parte, al participar en la estructuración de las estrategias para la reforestación y de los otros procesos productivos sustentables, también lograron mezclar sus reclamos territoriales con procesos legales – acompañados y asesorados por el CSE- durante este trayecto aprendieron los procesos administrativos necesarios para llevar a cabo un litigio contra la invasión de tierras. Esto les proporcionó una nueva forma de defender sus derechos, podría decirse que un proceso productivo sustentable que promueva la participación de las bases es el catalizador de un proceso político, porque pone en las manos de las bases conocimiento y habilidades que regularmente carecen debido a que sus formas de socialización y gobierno son diferentes a las formas de gobierno de la sociedad dominante. Una población que participa dentro del diseño y ejecución de un proyecto sustentable es una población que se fortalece paso a paso y logra – si así lo decide apropiarse de las experiencias que sean significativas para ella – reestructurar su proyecto de vida. Al mismo tiempo, reconocen y aprenden las diferentes formas en las que pueda darse un intercambio justo con el resto de la sociedad.

El CSE logró ser un ente catalizador que provocó la promoción para la autogestión de los recursos y el fortalecimiento de la cierta autonomía que se ejerce en las comunidades. Pero sólo logró ser escuchado y atendido entre los comuneros de Santa María Petatengo y El Achiote porque son comunidades con capacidad para negociar debido a las circunstancias -en el caso de la primera- en las que fue fundada, a base de esfuerzo y alianzas estratégicas entre las familias que redundaran en un fin común y lograr el beneficio de todos. El Achiote una comunidad constituida por familias emparentadas por lazos sanguíneos mayormente. Aspecto hace que existan compromisos que los lleven a compartir beneficios, como pudo observarse en la elaboración de los alebrijes. El pueblo convirtió su geografía en una fábrica manufacturera, donde cada casa maquilaba una parte del animal esculpido por algún comunero en su tiempo libre.

Existen factores importantes para que los procesos productivos sustentables logren diversificar la economía de una localidad y la haga autosuficiente. La concreción de estos factores tiene que ver con los tiempos que cada actor o protagonista toma para decidir si se compromete en el proceso o no. Dentro de este trabajo – ver capítulo V - se les ha denominado: a) tiempo que usan las comunidades en sus asambleas para tomar decisiones; b) tiempo de las instituciones financieras para entregar el recurso económico; c) tiempo de las instancias burocráticas para emitir permisos para la apropiación de los recursos naturales y; el más inflexible y menos controlable, d) tiempo de recreación de la naturaleza. Cada uno de los tiempos humanos puede ser calibrado a través de la negociación de las partes. Indudablemente para llegar a un consenso cada parte debe tener la voluntad, misma que sólo puede ser generada a raíz de una toma de conciencia sobre la problemática ambiental a escala mundial. No sólo de las personas que pretenden disminuirla a través de sus propuestas y proyectos financiados; sino también es importante que las bases sean conocedoras de la importancia de sus actividades a escala global.

Desafortunadamente, a pesar de que las instancias que financian estos proyectos conocen la vitalidad de reconstruir y conservar los ecosistemas para el planeta, tienen la incapacidad para dejar su tradicional burocracia para la entrega del dinero. Esta actitud mina la confianza de los campesinos hacia un proyecto productivo alternativo. Cuando llega la remeza económica la naturaleza ya no está en condiciones para que el proceso tenga lugar porque el tiempo de recreación ha pasado. De ahí que puede afirmarse que la sustentabilidad es un proceso donde los tiempos humanos deben de acoplarse a los tiempos de recreación de la naturaleza, de otra manera cualquier proyecto sustentable deja de tener sentido o se convierte en uno más con tintes paternalistas.

El programa del Centro de Soporte Ecológico logró permanecer en las comunidades de la Costa de Oaxaca cerca de cuatro años. La lucha buscar estrategias para que los campesinos se apropiaran de los proyectos con el menor dolor posible se consolidó en grupos de comuneros que tenían la necesidad de reconstruir su proyecto de vida. Esta experiencia, casi exitosa, no logró implantar un proceso productivo que lograra la diversificación de la base productiva por las razones antes descritas en el documento. En este caso, si existieron protagonistas locales y externos comprometidos con la empresa; pero también existieron protagonistas apegados a la burocracia. No tuvieron una actuación constante en el proceso, ni el deseo de entender, aprender o ser empáticos con las diferentes formas de concebir el mundo. Se puede decir que para hacer exitoso un proceso de desarrollo sustentable es importante una relación donde se pueda negociar para que el intercambio -no solo entre seres humanos, sino de ideas, esfuerzos físicos y económicos- corresponda de manera justa al valor que se le está reintegrando a la naturaleza.

Finalmente, la hipótesis propuesta en este trabajo de investigación fue parcialmente comprobada porque el proceso productivo sustentable no logró ser apropiado por los campesinos de la Costa de Oaxaca, totalmente. Existieron factores económicos históricos, sociales, políticos y burocráticos que no lo dejaron avanzar. En primera instancia, es una realidad de que una propuesta de desarrollo sustentable no puede realizarse sino existe un componente financiero sólido que apoye a las comunidades. Ya que ellas no pueden por sí mismas solventar procesos que no tengan que ver con la solución de sus problemas fundamentales como es la alimentación. De ahí que tiendan a abandonar las propuestas por mucho beneficio que les traiga a futuro porque ellas están involucradas en resolver los problemas económicos que les permitan sostener a sus familias. Los problemas históricos internos de las comunidades se patentan en conflictos que redundan, muchas veces, en el promotor externo del desarrollo sustentable, que aunque vaya con las mejores intenciones no provoca un compromiso en la localidad, debido a la estratificación interna de los miembros y de las familias que componen la comunidad. En consecuencia no todos se comprometen en el proyecto. Esta falta de coordinación y compromiso de la comunidad, debido a la estratificación de los miembros, no permite llevar acabo el proceso de preservación de los ecosistemas porque las comunidades no se apropian y no se involucran en él profundamente. Es de vital importancia que tanto los promotores del proyecto, tanto como las comunidades tenga toda la información referente al mismo, esto solo se logra con una participación activa de todos los involucrados en todos los aspectos que el proceso tenga. Por ejemplo cuando una comunidad realiza un proyecto propio como es la construcción de una iglesia, de un camino o la de un puente, como en Petatengo se involucran la mayoría de los miembros y se transparenta el manejo de los recursos y de los impactos que tiene el proyecto. Este aspecto fue una de las debilidades; ya que no fue profundamente promovido por la ONG, aunque si involucró a los miembros de la Triple S en las diligencias de la entrega del apoyo económico a los participantes. Era quizá el inicio de dejarlos hacerse cargo de todo el proceso que fue interrumpido.

Otro de los aspectos que minaron al proyecto del Centro es que la reforestación tiene su tiempo largo. Los campesinos tienen necesidades urgentes que cubrir y no pueden esperar a los resultados. Es por eso que el CSE, no sólo propuso llevarla acabo, sino también, transformar ramas en productos terminados. Comparando la reforestación con la actividad agrícola o pecuaria, ambas tienen tiempos cortos y los beneficios se pueden ver en el corto plazo. Sin embargo, en la región estas actividades solo se remiten a la producción de maíz y a la crianza de bovinos, éstos últimos pertenecientes al estrato con mayor poder de adquisición.

No solo la recreación de la naturaleza tiene complejidades, ya sea por eventos naturales como son los ciclones o sequías, sino que finalmente se puede concluir que las interacciones sociales son complejas y no predecibles como se pudo ver entre las comunidades y la ONG; pero también de esta última con las instancias que financiaron el proyecto como es la WWF y la SEMERNAT. Sin embargo, aunque el proyecto no fue del todo exitoso, se pudo observar que este tipo de incursiones en las localidades erosionadas ecológicamente, pueden redituar beneficios; no sólo a los habitantes del territorio en cuestión al “acompañarlos” en la reconstrucción de su proyecto de vida, sino que el resto de la sociedad también tendría un beneficio al mantener la preservación de los servicios ambientales que reciben y, que desafortunadamente, no los nota. La reacción de las comunidades del Petatengo y El Achiote son una prueba de que los procesos sustentables pueden ser una realidad, pero estos deben de contemplar la negociación permanente, información constante para lograr un compromiso de todas las partes e involucrar en mayor o menor medida a todos los que sean impactados por la propuesta; de esta forma se podría contrarrestar la complejidad sociocultural y en consecuencia las sorpresas en el contexto humano. La naturaleza lo agradecería.