CAPITULO 2 : UN MARCO TEORICO PARA EL ANALISIS DE LA COMPETITIVIDAD DE LAS PyMEs AGROALIMENTARIAS PAMPEANAS PRODUCTORAS DE COMMODITIES EN ARGENTINA

 

2.1. - INTRODUCIÓN.

 

El conjunto de problemas que plantea el análisis de la competitividad de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) agroalimentarias pampeanas productoras de commodities, aconseja ampliar el marco conceptual tradicional neoclásico a otras teorías económicas con mayor grado relativo de capacidad explicativa o predictiva sobre el tema. Antes que intentar validar una teoría en particular a partir de una evidencia empírica, este trabajo pretende explicar el comportamiento de las PyMEs a partir de la teoría económica en general, adoptando un enfoque teórico pluralista y ecléctico, seleccionando algunas teorías que a priori tendrían un poder explicativo mayor y analizar su contribución a la comprensión del problema. Aclarando que no se pretende alcanzar una síntesis ni establecer la supremacía de una teoría sobre otra, sino su complementación, dado que todas ellas tienen parte de la verdad.

Toda investigación científica que se refiere a los hechos afronta la diversidad de lo real. La construcción científica siempre implica un modelo explicativo inevitablemente reductor, pero muchas veces esa reducción conlleva a deformar la realidad invalidando el modelo. El rechazo a esa deformación fundamenta el uso de enfoques mas sistémicos - como a nivel de "mesoanalisis" Lauret y Perez, (1992) para explicar su articulación y su funcionamiento en el sistema agroalimentario como un todo.

Todo este modelo teórico, puede restar simplicidad y rigor formal al análisis, pero mejora la comprensión de la actividad económica real y ayuda a entender mejor la multitud de factores que deben tener en cuenta los responsables de tomar decisiones a nivel de empresas, organismos, entidades, etc. relacionadas a la competitividad de las PyMEs agroalimentarias pampeanas productoras de "commodities".

 

2.2. - EL ENFOQUE NEOCLÁSICO Y SUS LIMITACIONES:

 

El denominado paradigma neoclásico considerado como la continuación de la teoría clásica, se inicia con la revolución marginalista y esta representado por distintas escuelas o corrientes intelectuales, dentro de las cuales podemos mencionar:

A estos nombres hay que añadir a Alfred Marshall (la teoría del equilibrio parcial), W. Pareto y A. Pigou, quienes plantean las bases del pensamiento económico casi hasta la actualidad.

Según esta teoría, el mercado es el mecanismo general de coordinación de la actividad económica mediante le ley de la oferta y la demanda, determinando el precio de los bienes y servicios producidos. La asignación de los factores de la producción a los diferentes usos viene también determinada por el mecanismo de precios, recibiendo cada "input" una retribución igual al valor de su productividad marginal.

La economía neoclásica se centra en un planteamiento microeconómico, basado en el individualismo, introduciendo el calculo marginal con una gran formalización matemática del comportamiento económico. Utiliza el modelo del "homo economicus" donde el individuo siempre maximiza su utilidad basado en una racionalidad sustancial y tomando decisiones óptimas.

La teoría se sintetiza en el llamado modelo de competencia perfecta que exige para su cumplimiento algunos requisitos a saber:

Pero esta situación rara vez se cumple en situaciones reales, tema conocido como el problema del "second best" o "subóptimo". Especialmente en el sector agrario existen muchos vendedores y pocos compradores; ademas son productos que presentan una gran heterogeneidad, como el caso de la carne; y es relativa la movilidad de factores.

El modelo plantea que por efecto de la oferta y la demanda, se llega a un precio de equilibrio (equilibrio de mercado) que se realimenta, llegando siempre a una nueva situación de equilibrio. El funcionamiento de la competencia perfecta se debe para algunos economistas, siguiendo a A. Smith, a la "mano invisible del mercado" y toda intervención publica, lleva a una situación no óptima.

La empresa se halla en equilibrio por el lado de los factores cuando se verifica la ley de la igualdad de las productividades marginales ponderadas, y por el lado del producto cuando su coste marginal es igual al precio (Suarez Suarez, 1994).

Esta teoría concibe a la empresa como una función de producción que convierte factores de producción en productos con el fin de maximizar sus beneficios. Los precios de los factores productivos y los productos terminados, al igual que el tipo de tecnología utilizada o función de producción, son datos dados por el mercado (supuestamente de competencia perfecta en el que existe información para todos los participantes del mismo).

A lo largo del tiempo esta teoría ha tenido algunas criticas basadas en la insatisfacción de los economistas con su poder explicativo en relación a la empresa. La empresa pasa a ser para algunos economistas una "caja negra" (black box) con un funcionamiento interno desconocido.

Otra limitación comentada a menudo por varios autores es el carácter estático de los análisis, que no permite tener en cuenta aspectos tan importante como el progreso técnico. Además, el optimo paretiano(1) tiene en cuenta solamente aspectos de "eficiencia" en cuanto a distribución de bienes pero no tiene en cuenta aspectos relacionados a la "equidad" (Caldentey, 1998).

A todo esto se suma el aspecto mencionado anteriormente sobre el no cumplimiento del modelo de competencia perfecta, presentando por lo tanto algunas limitaciones al ser utilizado para analizar un mercado y conviene ampliar a otras teorías.

 

2.2.1. - LA EMPRESA AGRARIA Y EL PARADIGMA NEOCLASICO:

 

La escuela neoclásica ha tenido una gran importancia en el tratamiento de los problemas de la empresa agraria, siendo normal para ello el uso de las herramientas matemáticas.

Relacionado al tema de las PyMEs, la teoría neoclásica considera que debería existir una dimensión óptima de la empresa agraria, así como una alternancia óptima de cultivos y actividades ganaderas para cada región, en función de las características climáticas y edafológicas. Esta dimensión y alternativas vendrían determinadas por las economías de escala y por las economías de alcance ("scope") o economías de variedad. De acuerdo a Chandler (1990), las economías de escala pueden ser definidas como aquellas que resultan cuando el incremento de tamaño de una unidad de producción o distribución de un producto reduce el costo unitario de producción o distribución; por otra parte las economías de alcance o "economies of scope" resultan del uso de procesos de una unidad operativa para producir o distribuir mas de un producto(2).

La realidad no concuerda en parte con la hipótesis de dimensión óptima, ya que lo mas normal es que en muchas regiones coexisten empresas con distintas dimensiones produciendo los mismos productos. Una de las diferencias más claras se encuentra en la coexistencia de empresas familiares que utilizan mano de obra familiar y de empresas capitalistas que utilizan mano de obra asalariada; estas últimas suelen tener mayor dimensión que las anteriores.

La explicación neoclásica de la existencia de pequeñas empresas es la relacionada a costes de producción y distribución y economías de escala, la conocida curva en forma de U (gráfico 2.1), que nos dice que todas las empresas tenderían al tamaño X que seria el mas eficiente para ese mercado.

Los costes medios por unidad de producto de una empresa se representan en forma de U, con un tramo decreciente donde el coste medio disminuye a medida que aumenta el volumen de producto, debido a la existencia de las llamadas economías de escala. No obstante, a partir de un determinado volumen de producción, el coste medio empieza a aumentar con el aumento del volumen de producto, por la entrada en acción de las deseconomías de escala (llamadas así en contraposición a las anteriores).

Gráfico 2.1: CURVA DE COSTE MEDIO.

"Esta forma de las curvas de costes se produce tanto a corto plazo, es decir cuando existen factores fijos de producción, como a largo plazo, cuando todos los factores de producción son variables. Planteamientos posteriores han introducido la hipótesis basada en una curva de costes constituida por un tramo decreciente, seguido de un tramo con costes constantes o con costes ligeramente decrecientes (forma de L) lo que implica que no llegan a producirse deseconomias de escala(3).

Los análisis y estudios empíricos demuestran que la situación varia notablemente entre sectores y países y que, naturalmente, evoluciona a lo largo del tiempo en función del progreso técnico, de los cambios en precios de productos y medios de producción, de las técnicas de organización de empresas, etc. Por otra parte, es de destacar que generalmente en un determinado sector es normal que coexistan empresas de dimensiones muy variadas" Caldentey (1988).

Otra explicación de la coexistencia de empresas de distinto tamaño y compatible con la premisa de coste medio anterior, es la relacionada con la flexibilidad: cuando mas chata es la curva (A), mas flexible es la empresa en términos de costes de producción (puede cambiar la cantidad producida sin afectar mucho el coste unitario).

Esto demuestra como observamos en el gráfico 2.2, que si existen fluctuaciones de producción esperadas, las grandes firmas no pueden operar rápidamente con bajos costes y pueden existir los dos tipos de empresas. Las pequeñas empresas podrían ser mas flexibles a las fluctuaciones de la demanda y adaptarse a los cambios técnicos; Situación que no ocurre en la agricultura de commodities.

Gráfico 2.2: FLEXIBILIDAD

Otra explicación esgrimida de la naturaleza de las PyMEs, es la existencia de diferentes objetivos mas allá de la maximización de beneficios, como tradición familiar, satisfacción del trabajo, etc.; Por lo que las economías de escala muchas veces no funcionan de la forma esperada. Britton y Hill (1975), trataron de explicar este fenómeno señalando que cada tamaño de explotación agraria se encuentra en su "óptimo" de acuerdo a determinado conjunto de circunstancias (restricciones personales, capacidad, etc.). Es decir que no todas las explotaciones del mismo tipo (pero de diferente tamaño) están en la misma función de producción; Algunos autores esgrimen que si quitamos las restricciones de las pequeñas empresas estas son capaces de ser tan eficientes como las grandes empresas.

Como observamos en el gráfico 2.3, es lógico que cada empresa ubicada en los puntos A, B, o C organice sus recursos de una forma tan eficiente como sea posible en esas circunstancias, alcanzando la máxima producción dados los recursos disponibles. La viabilidad de las empresas menos eficientes puede ser complementada por productores "part time", con salarios extraprediales de otras fuentes agrarias o no agrarias.

Gráfico 2.3: FUNCIÓN DE PRODUCCIÓN SEGÚN TAMAÑO

Aplicando un enfoque sistémico, Bocchetto (1978) desde el INTA al hablar de la racionalidad de los productores pampeanos de Argentina, caracterizada por la función objetivo de los mismos, no define a priori maximización de beneficios(4); y cuando añade al analisis de sistemas, el enfoque económico neoclásico, -sin romper explícitamente con los fundamentos de dicha óptica-, sostiene que al no adaptarse sus supuestos básicos a la realidad agropecuaria, se oculta la heterogeneidad del medio rural. La aplicación del modelo analítico neoclásico, "(...) sirvió para enmascarar la realidad del medio rural conformado por distintos tipos de empresa que generan demandas por tecnologías diferentes y que presentan un acceso desigual al mercado respectivo. En consecuencia, se caracterizó al medio rural con cierto grado de homogeneidad en la estructura de la explotación agropecuaria y en el comportamiento económico del productor(5)."

Estas mismas críticas al modelo reducionista neoclasico (de desarrollo tecnológico disciplina-producto), son efectuadas por M. López(6), coincidiendo fundamentalmente, en que se perdía de vista la heterogeneidad social y económica existente en la región pampeana, con las consecuencias que esto acarreaba para el proceso de difusión y adopción de tecnologías.

Siguiendo a Posadas (1995, op.cit.)y concretamente para el caso pampeano, los análisis sobre la racionalidad en la toma de decisiones por parte de los productores agrarios son escasos aunque a lo largo de los '70, se produjeron interesantes análisis académicos (y políticos) acerca del funcionamiento económico de los productores pampeanos.

Las hipótesis generales sobre el comportamiento de los productores se pueden agrupar en dos conjuntos (no totalmente homogéneos):

Uno que pone el acento en el funcionamiento institucional del país, con sus efectos de ineficiencia sobre la producción agropecuaria, y el otro, aquellos análisis que hacen hincapié en las trabas estructurales para el desarrollo del sector agropecuario.

Dentro del primer grupo, no se estima que el bajo resultado económico que obtenían las explotaciones agropecuarias fuese consecuencia de la incapacidad empresarial de los titulares de las mismas. Un trabajo de T. Schultz (1969) demuestra que las respuestas de los productores argentinos a las variaciones de precios de productos e insumos, era igual que la que tenían los productores de los países desarrollados, y que su reducida perfomance económica no se originaba en ellos mismo, sino en los resultados de aplicar ciertas políticas de desarrollo económico. En cuanto al grupo de trabajos que se centran en los obstáculos estructurales al desarrollo agropecuario, sí es posible encontrar análisis en los que se consideran las características racionales de los productores referidas, fundamentalmente, a la cuestión del cambio tecnológico.

E. Obschatko (1985) entiende que la toma de decisiones por parte de estos productores no se puede expresar totalmente en forma cuantitativa, dado que sopesan una serie de factores que no siempre pueden plasmarse a nivel de precios: marco legal del accionar del Estado, estilo tecnológico a disposición de los productores, factores culturales, etc. Sin embargo, su conclusión general es que:

"La respuesta de los productores a las nuevas condiciones tecnológicas demuestra que la maximización de beneficios -definidos como ingresos netos de la explotación- ha sido el determinante principal de su conducta. (...) es una maximización de beneficios compatible con una minimización del riesgo. Precisamente, el intenso proceso de cambio técnico ha operado al mismo tiempo aumentando los beneficios potenciales y la seguridad de la actividad agrícola."(7)

Siguiendo a Posadas (1995 op. cit.) para abordar el estudio de una explotación agropecuaria, o de un conjunto de ellas, es necesario ubicar primero a esa unidad en su contexto. No solamente en lo espacial, sino que implica la consideración de la totalidad de la red de relaciones que influyen directa o indirectamente en el desarrollo de las actividades agropecuarias de la explotación. Esas relaciones son tanto económicas (en el sentido más llano: vendedores y compradores de insumos y productos), como políticas, sociales y culturales.

En este contexto intervienen una multitud de actores e instituciones que en mayor o menor medida ejercen aquella influencia, que el autor denomina situación de producción(8) y puede asimilarse al "ambiente institucional y organizacional" de la Nueva Economía Institucional.

Un factor que muchas veces escapa del marco de análisis de la problemática de la empresa agraria, es el de la historia personal del productor, denominada "dotación cultural" del productor rural. Este factor implica que no basta con que el productor pueda acceder a las innovaciones tecnológicas o contar con la información más acorde para realizar una óptima gestión; a dichas condiciones (necesarias, pero no suficientes) debe agregársele el desarrollo de su capacidad empresarial.

El conocimiento adquirido por el productor no se puede "desaprender"; podrán ocurrir situaciones difíciles, pero llegado un momento de reflujo de la crisis (siempre que sea coyuntural, repetimos) ese productor pondrá en práctica el saber ya aprendido.

La caracterización de tales situaciones de producción, entonces, implica tomar en consideración la noción de articulación económica y social referida también a los factores políticos y culturales.

 

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(Continua Cap.2)