CAPITULO 4 : LAS PyMEs AGROALIMENTARIAS PAMPEANAS
4.1.- SISTEMAS DE PRODUCCION AGROPECUARIOS
El concepto de Sistemas de Producción es un término muy arraigado en Argentina en la expresión diaria desde el productor agropecuario hasta los niveles académicos y políticos de todos los estratos, siendo muy utilizado para describir y analizar explotaciones agropecuarias y será empleado recurrentemente en este trabajo por lo que se considera importante explicar sus alcances.
El medio agrario fue uno de los campos privilegiados en Argentina para los enfoques de sistemas, siendo varios los trabajos realizados con esta orientación, sobre planificación agropecuaria, desarrollo rural, administración rural y el funcionamiento de la empresa agraria(1).
Este enfoque se encuadra en la teoría general de sistemas de Von Bertalanffy (1962) habiéndose ensayado gran número de definiciones para establecer qué es un "sistema". Se entiende por sistema a un complejo de elementos en interacción ordenada.
Según Posadas (1995), "...es posible acordar en denominar en forma restringida, como un "sistema de producción agropecuaria, a la combinación de las producciones y de los factores de producción en la explotación agraria"(2); en Argentina, el enfoque de sistemas aplicado a la producción agropecuaria comenzó a difundirse a fines de los años de 1970, teniendo en R. Bocchetto a su más importante teórico, quien desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) menciona,
"(...) la empresa agropecuaria es un sistema socioeconómico de producción porque todos los elementos estructurales que componen el sistema social también se hallan presentes a ese nivel de resolución. (...) si bien dichos elementos pueden acotarse para definir a la empresa agropecuaria, ésta mantiene relaciones con el sistema inmediato superior, en este caso el contexto socioeconómico que la contiene, que definen su inserción en el mismo"(3).
Siguiendo a Posadas (1995, op.cit), Bocchetto habla de un "sistema real de producción" como el resultado de la interacción ocurrida entre la estructura productiva de la unidad agropecuaria, los fines que persigue el productor y el contexto socioeconómico, todo lo cual se encuadra en el marco de la política agropecuaria que se aplique en un momento dado. "Un sistema de producción es representativo de un grupo de empresas que guardan cierto grado de similitud en su estructura de producción, en las características del productor, en su función objetivo, en las relaciones que mantiene con el contexto socioeconómico del medio rural y en la tecnología usada.". Bocchetto (1982).
En esta caracterización de sistemas el autor establece cuatro componentes para delinear los "sistemas reales":
a) Un componente estructural,
b) Un componente de decisión
c) Un componente tecnológico
d) Un componente instrumental
a) Comprende, la estructura productiva de la unidad(4) y las características de los productores(5).
b) Está constituido por la racionalidad de los productores caracterizada por la función objetivo de los mismos. Respecto a este punto, es importante aclarar que la función objetivo no es definida a priori por Bocchetto en su marco conceptual, "Si se asume maximización de beneficios resultará (...)."(6).
c) Quedan englobados aquí las técnicas o prácticas efectivamente utilizadas y las combinaciones de actividades productivas llevadas a cabo. La complejidad de este componente es elevada dado que incluye -implícitamente- la estructura decisional para la combinación de actividades (tecnología de gestión y organizacionales).
d) Está integrado por las interacciones de la unidad con el contexto socioeconómico circundante. Comprende el acceso a los recursos financieros, a los factores de producción y a la información tecnológica actualizada; también abarca la inserción de la unidad en los mercados de insumos y en los mercados de productos(7).
La tipificación de unidades productivas considerando los cuatro componentes enunciados más arriba, permite construir "sistemas reales de producción", ya definidos en los primeros párrafos de este punto. Obviamente las características mencionadas en esa definición, se distribuyen muy heterogéneamente a nivel de las explotaciones agropecuarias, por lo que se deduce que en un mismo espacio físico podrán coexistir distintos sistemas de producción. Cascardo et all (1991), dadas aquellas heterogeneidades y coexistencias, diferencian entre sistemas productivos "predominantes" y "presentes".
"(...) los sistemas categorizados como "predominantes", son aquéllos que se encuentran presentes entre la mayoría de los productores y/o ocupan la mayor proporción de superficie de la zona. Esto significa que pueden existir sistemas no descriptos aquí, que son importantes para pequeñas áreas de una zona pero, dentro del total de la misma, no llegan a tener relevancia significativa"(8).
Las aplicaciones del enfoque de sistemas generalmente han hecho hincapié en las explotaciones agropecuarias, aunque no se deja de lado el contexto socioeconómico circundante (el componente instrumental), pero la atención del análisis se centra en las unidades productivas.
De acuerdo a Posadas (1995 op.cit.) un rasgo característico del estudio agrario es la necesaria ampliación del espectro de análisis. No alcanza con estudiar a la explotación en sí misma (aún considerando sus interacciones con el contexto mencionado), sino que se debe agrandar el encuadre de examen.
Según vimos, Bocchetto utilizaba para el estudio interno de las unidades de producción un modelo conformado por tres componentes: el estructural (constituido por la estructura de la explotación y las características del productor), el tecnológico y el de decisión, o función objetivo del productor; el marco de inserción de la unidad lo daba el componente instrumental, o contexto socioeconómico(9).
Parece más operacionalizables, para centrarse en el estudio de la explotación, realizar una categorización de elementos a relevar a efectos de, coincidiendo con Bocchetto, tipificar zonas homogéneas tanto desde lo agroecológico, como desde lo socioproductivo (es decir, desde el sistema real de producción), denominadas zonas agroeconómicas(10).
4.2. - LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA AGROPECUARIA:
4.2.1.- CONCEPTOS
Cuando nos referimos a la pequeña y mediana empresa agropecuaria (PyME) existen problemas de tipo teórico y de tipo práctico que hacen que el concepto sea en realidad poco preciso de definir, por lo que es importante dedicar unos párrafos al respecto.
En el caso de la empresa o explotación agraria(11) se suele definir como la unidad económica dedicada a la producción de bienes y servicios. La explotación agraria sería la unidad técnica de producción o bien el conjunto de factores productivos que se utilizan para desarrollar una actividad económica, en nuestro caso, la actividad agraria(12).
Tradicionalmente una característica que se tiene en cuenta para que una actividad sea considerada como agraria suele ser la utilización del factor tierra como factor básico de producción. Aunque existen sin embargo excepciones como es el caso de actividades agrarias sin tierra por ejemplo la apicultura, o el caso de actividades no agrarias en las que la tierra es un elemento básico (ocio, etc.).
Otros enfoques como el trabajo de Wimberley (1996) de la universidad de Carolina del Norte de EE.UU. se refiere de la siguiente manera "... Farms do not occur in nature; they are the product of human and social behaviors...a farm is a place where agricultural behaviors produce food and/or fiber from plants and/or animals on sufficiente scale for household conpsumtion, sales and/or leisure".
De acuerdo a esta definición la explotación agraria no depende del tamaño o de su superficie, de la cantidad de bienes que podría vender, si opera a perdidas o ganancias y de la forma en que está organizada. Si la empresa es grande o pequeña es un problema de grado/dimensiones, ya que no existe una línea divisoria entre estos dos conceptos. Los dos son relativos, ya que una empresa agropecuaria puede ser más grande o más pequeña que otra en términos de una característica dada; Por ejemplo 10 hectáreas puede ser una superficie pequeña para criar ganado bovino, pero grande para el cultivo de Fresas.
La definición oficial de empresa agropecuaria ha sufrido variaciones a través del tiempo, por ejemplo en EE.UU Wimberley (1996 op.cit.) ha incluido varias combinaciones desde el valor de los bienes producidos, consumidos y vendidos, la superficie, nivel de empleo, hasta llegar a la actualidad en que se define en términos estrictamente económicos; "... any place from which $1.000 or more of agricultural products were produced or sold, or normally would have been sold, during the census year" (USDA, Bureau of Census 1994). Como observamos la definición actual solamente usa el valor de las ventas comerciales durante el año, omitiendo el autoconsumo de productos de la finca(13).
Algunos autores con un enfoque mas sociológico consideran a la actividad agraria como un modo (o estilo) de vida más que una forma de vida.
A diferencia del sector industrial donde es frecuente que muchas empresas se dediquen a un determinado producto o a una determinada línea de productos, en agricultura y referido a la zona pampeana, por el contrario es muy frecuente que se dediquen a un número relativamente elevado de actividades productivas (trigo, maíz, girasol, sorgo, carne, leche, soja)(14); entre las razones de esta diversificación se han mencionado la disminución del riesgo y la mejor utilización de los factores fijos, en especial tierra y trabajo fijo (Obschatko, 1988).
Son abundantes los estudios que han profundizado sobre la clasificación de las explotaciones o empresas agrarias en base a criterios más o menos variados.
Una clasificación tradicional es la basada en la relación entre propiedad de la tierra y empresario, lo que da lugar a distintas formas: propiedad, arrendamiento, aparcería, otras formas y formas mixtas.
Otra se basa en las condiciones jurídicas de empresario es decir persona física, sociedad mercantil, entidad pública, entidad comunal, agrupación de producción, otras.
Una tipología utilizada a menudo por los economistas agrarios es la que agrupa a las explotaciones agropecuarias en: de subsistencia, familiares, capitalizadas, etc.(15); También en algunos casos para clasificaciones parciales es utilizado el criterio de mano de obra, por ejemplo para definir a efectos legales de lo que se entiende por explotación familiar o explotación viable(16).
Pero una clasificación de empresas o explotaciones agrarias utilizada frecuentemente, es la relacionada con la dimensión en pequeñas, medianas y grandes, con diferentes criterios para establecer "tamaño": volumen de ventas (en pesos o producto)(17), superficie en hectáreas, etc.
En el país, la ley 24.467 (Régimen de PyMEs(18)) y la resolución 208/93 del MEOySP(19) caracteriza a las PyMEs de acuerdo a varios atributos por una fórmula matemática
Para definir la condición de PyME específicamente en el sector agropecuario y para producciones extensivas, se toma el valor del ingreso bruto anual (IBA<$1.000.000) excluido el Impuesto al Valor Añadido (IVA) e impuestos internos, y el capital productivo (CP<$3.000.000) incluyendo el valor de la tierra.
Correspondiendo al valor e el dato real de la empresa y al valor m el tope máximo establecido.
De acuerdo al valor de P se clasifican como:
Gran empresa P > 10,
Mediana empresa 10>P< 1,5,
Pequeña empresa 1,5>P<0,3 y
Microempresa cuando P<0,3
Pero de acuerdo a los límites establecidos por este método, casi todas las empresas agropecuarias caen en la categoría de PyMEs y dentro de estas muchas están categorizadas como pequeñas empresas y hasta de microempresa ( Cloquel y Santos , 1995)(20).
Aplicando esta fórmula a los datos recabados de 17 casos de empresas de la zona en estudio (Cuadro anexo IV.1 y IV.2) observamos que los valores de P van de 0,3 a 2,8 variando según el año y así tenemos categorizada como pequeña empresa (P=0,3) una explotación de cría de 2.500 has y una Mixta de 340 has. Solamente tres empresas estarían categorizadas como medianas (P>1,5).
Existen obvias diferencias entre grandes, medianas y pequeñas empresas, pero resulta difícil trazar sus limites. Para el MERCOSUR, la resolución 90/93 (Política de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas) delimitó las categorías de acuerdo al personal ocupado y el monto de ventas, pero no para las empresas agropecuarias que serán definidas mas adelante; resulta interesante destacar que a la tradicional categoría de empresas "pequeñas" se desprende otra categoría las "microempresas", más modestas que las pequeñas.
El termino PyME se utiliza generalmente en los sectores de industria y comercio tomando como parámetros el personal ocupado, ventas anuales y activos productivos, que también posee diferencias entre países(21).
La determinación de la PyMEs en países desarrollados se basa en la facturación anual de cada empresa; Por ejemplo en EE.UU. la clasificación oficial de las explotaciones agropecuarias considera como explotaciones "no comerciales" a las que no generan un volumen comercialmente viable de $50.000. La mitad de estos agricultores cuentan con ingresos extraprediales, pero esta categorización falla en reconocer que algunos de ellos el trabajo afuera de la explotación no es una elección sino una necesidad. La categoría siguiente con una facturación anual de $50.000 hasta $250.000; son consideradas explotaciones PyMEs las que facturan menos de 250.000 dólares.
Otra medida estadística muy usada es la contribución al valor de la producción por clases, por ejemplo las explotaciones con facturación anual menor de $250.000 representan el 94% de la totalidad de explotaciones de EE.UU. y reciben solamente el 41% del valor de la producción total.
La comisión nacional de pequeñas empresas en EE.UU., reconoce que las PyMEs varían según región y producto y que también deben tenerse en cuenta los costes o gastos de la explotación agrícola, que hacen variar grandemente el ingreso neto de la empresa; la mayoría de las explotaciones se refieren a empresas familiares.
Sin embargo, en la mayor parte de los países en desarrollo, como el caso de Argentina, no se dispone de información suficiente para utilizar los criterios enunciados anteriormente y en su sustitución se utiliza generalmente el criterio de superficie, es decir, un criterio basado en uno solo de los factores de producción (la tierra) que como antes se ha indicado, es el que en cierto modo da una característica especial a la actividad agraria.
En el caso de la agricultura pampeana Argentina, de producciones extensivas de "commodities" (Granos, Carne y Leche), la superficie es un parámetro adecuado para trabajar(22) siendo necesario tener la precaución de comparar zonas relativamente homogéneas en cuanto a características de suelo y clima y sistemas de producción(23).
4.2.2.- LAS EMPRESAS FAMILIARES Y LA PLURIACTIVIDAD
Dada la importancia de las empresas denominadas familiares(24) en la región pampeana y en la zona de estudio, así como la diversificación del ingreso en el seno de la familia rural, se considera substancial tratar más en detalle estos conceptos.
4.2.2.1.- LA EMPRESA FAMILIAR:
A lo largo del tiempo ha existido un amplio debate, que todavía esta abierto, a nivel académico pero sobre todo a nivel político sobre las características, las ventajas e inconvenientes o la evolución de los dos tipos básicos de explotación agraria, es decir, explotación familiar versus explotación capitalista o, en otras palabras, explotación pequeña versus explotación grande.
Por ejemplo Servolin (1972)(25) indicaba que los progresos técnicos tales como fertilización, mejora genética, mejora de los conocimientos biológicos, etc., podían ser aprovechados tanto por la pequeña como por la gran explotación, en cambio los progresos técnicos posteriores (mecanización, variedades de alto rendimiento, fertilización inorgánica, herbicidas, etc.) así como las políticas proteccionistas favorecen principalmente a las grandes explotaciones.
Esta sería una causa que determinaría una evolución de la agricultura hacia grandes explotaciones, pero gran parte de las explotaciones PyMEs familiares, se resisten a desaparecer lo que consiguen especializándose en determinados productos intensivos (hortalizas, productos ganaderos, etc.) que les permite unos niveles de subsistencia para el agricultor y su familia aunque no consigan una rentabilidad adecuada para su trabajo y su capital.
Se llega por tanto a una coexistencia entre grandes y pequeñas explotaciones con poca competencia entre ellas dado que se dedican a productos distintos, situación que no se cumple en la región pampeana con empresas que producen los mismos productos.
En un estudio relativo a la agricultura española, Naredo (1971) llega a conclusiones similares destacando por una parte la especialización de las grandes explotaciones en cultivos mecanizables, y por otra parte la crisis de la pequeña explotación que no puede beneficiarse de ella en la misma proporción lo que da lugar a una menor productividad y a un empeoramiento relativo del nivel de renta del agricultor y de su familia.
Las empresas familiares han sido una característica de las PyMEs del agro pampeano que persiste a la fecha aunque con algunos cambios; Según Flichman(26) este tipo de organización laboral es uno de los tipos de relaciones de producción no capitalistas en sentido estricto, que si bien no tiene nada que ver con el campesino de subsistencia tampoco es un capitalista en sentido estricto. Esto es así porque continua siendo un productor directo, que potencia su trabajo mediante el empleo de maquinaria, pero que no emplea el trabajo asalariado.
Una empresa familiar, cuyo objetivo primordial es satisfacer las necesidades de consumo del grupo familiar, tolera un grado de subempleo en sus miembros mucho mayor que una empresa capitalista que debe solamente maximizar sus ganancia; (regulación en función del ciclo familiar).
Siguiendo el trabajo de Berardo (1998 op.cit.), distingue empresa familiar de empresa empresaria, esta última supedita su proyecto familiar al proyecto empresario. La empresa familiar en cambio tiende a equilibrar y atiende tanto a uno como a otro, desarrollando la empresa y cuidando la familia, tiende a la unión con primacía de lo emocional; la empresa empresaria tiende a la competencia y a la rentabilidad con fuerte primacía de lo racional. En la realidad existen formas intermedias entre ambos sistemas donde se mezclan normas o pautas de la familia (con sus normas, usos y costumbres) con las de la empresa. También por estar en este campo intermedio tiene fortalezas y debilidades.
Entre las fortalezas encontramos:
Entre sus debilidades encontramos:
Para la teoría neoclásica la empresa familiar es un paso previo hacia la empresa capitalista, pero se trata de un planteamiento que no parece que explique la realidad puesto que aunque se observa, sobre todo en los países desarrollados, un crecimiento del tamaño medio de las explotaciones agrarias y la desaparición sobre todo de explotaciones pequeñas, persiste la fuerte diferencia entre explotaciones, por lo que se trataría de una evolución lentísima que habría que considerar como uno de los tantos fallos del mercado (Caldentey, 1998).
Como vimos en el capitulo segundo algunos autores consideran a la empresa familiar como una verdadera "institución"", como un modelo de intercambio personal que tiene muy bajos costes de transacción, aunque costes de producción elevados (limitada especialización y división del trabajo) con ventajas versus grandes empresas con una especialización interdependiente (una estructura extendida en tiempo y espacio) con altos costes de transacción y pese a que la productividad asociada sea mayor. En el mismo sentido se señalaba que un incremento de la especialización y la división del trabajo necesita del desarrollo de una estructura institucional que permita a los individuos establecer relaciones complejas con otros individuos, las cuales requieren conocimiento personal y tiempo.
La importancia del trabajo familiar en el conjunto de la fuerza de trabajo aplicada en la actividad agropecuaria pampeana ha sido históricamente muy alta, y mas aun si se engloba al aporte del propietario-productor directo, el de su familia.
Esto se puede constatar a partir de varios datos censales, como lo indica el cuadro 4.1 donde constatamos valores semejantes en la Pcia. de La Pampa y a nivel país. Si sumamos al aporte del propietario-productor el aporte familiar alcanza mas del 60% para 1988.
Cuadro 4.1: MANO DE OBRA FAMILIAR EN PCIA. DE LA PAMPA Y TOTAL PAIS:
EAP: empresa agropecuaria |
Pcia. de La Pampa |
Total País |
|||
Censos Nacionales |
1960 |
1969 |
1988 |
1988 |
|
Total Personas que Trabajan en las EAPs |
26.312 |
26.352 |
18.794 |
1.032.215 |
|
100% |
100% |
100% |
100% |
||
Productor |
10.278 |
12.935 |
8.005 |
378.925 |
|
39% |
49% |
43% |
37% |
||
Familia |
9.600 |
8.130 |
3.531 |
309.118 |
|
36% |
31% |
19% |
30% |
||
Asalariados |
6.434 |
5.287 |
7.258 |
344.172 |
|
24% |
20% |
39% |
33% |
Fuente: Elaboración propia en base a Datos de Censos Nacionales Agropecuarios. INDEC.
En el cuadro 4.2 observamos la importancia de la mano de obra familiar dentro de la empresa en las PyMEs de la zona en estudio. Alcanzando el 46% versus un 13% de las unidades que tienen solamente mano de obra asalariada; cifra que resulta mucho mayor si se le suma la mano de obra mixta.
Cuadro 4.2: INDICADORES SOCIOECONÓMICOS PROGRAMA CAMBIO RURAL PCIA. DE LA PAMPA(27).
Fuente: INTA Cambio Rural 1998. | MANO DE OBRA | ||||
Regiones Agroeconómicas |
Numero Productores |
Sup. Has. |
Familiar |
Mixta |
Asalariada |
I |
73 |
624 |
27% |
49% |
23% |
II |
141 |
545 |
54% |
41% |
5% |
III |
57 |
504 |
53% |
33% |
14% |
IV |
30 |
1683 |
27% |
40% |
33% |
V |
11 |
9307 |
73% |
27% |
0% |
TOTAL |
312 |
46% |
41% |
13% |
La vigencia de la importancia de las empresas familiares en el contexto de una creciente incorporación de tecnología intensiva en capital, incremento de la productividad y urbanización de la gran parte de los productores familiares en la región pampeana, marca la persistencia y capacidad de adaptación de este tipo de organización. Una de las vías de adaptación de la empresa familiar al entorno es el incremento de la dedicación o afectación parcial a la actividad de la empresa(28), fenómeno similar al ocurrido en otros países(29).
4.2.2.2.- LA PLURIACTIVIDAD O AGRICULTURA DE TIEMPO PARCIAL (ATP):
Este nuevo(30) concepto de explotación agraria podemos definirlo como la combinación de actividades ejercida por la unidad familiar. De acuerdo a Etxezarreta (1988) existe una gran gama de definiciones pero todas confluyen a una de combinación de actividades ejercida por una unidad familiar; Pero esta definición no implica que una de las actividades sea agraria y en los nuevos enfoques de Desarrollo Integrado la idea se amplia a otros sectores no agrícolas.
Dentro del amplio enfoque de la Pluriactividad es conveniente diferenciar dos ángulos desde el que se la estudia y se presentan propuestas, siempre refiriéndose a la formula básica de Pluriactividad con base agraria.
Uno de ellos concede mayor importancia a los aspectos agrarios (ATP)(31) de este modelo y el otro se centra mas en el estudio de las nuevas formas de organización industrial que facilite la practica de estos esquemas, la industrialización difusa. Los primeros refuerzan en general su carácter mas endógeno vinculado a la utilización de recursos propios, la potenciación de nuevas oportunidades de realización interna (como el turismo o la producción artesanal). Los segundos aparecen mas vinculados a los mercados externos y destacan con mayor intensidad la necesidad de una buena infraestructura básica, particularmente en transporte y comunicaciones.
Existen diversas formas en que la ATP puede tener lugar, dependiendo de las oportunidades de actividades externas:
Pero en la realidad podemos encontrar la del artesano - campesino, o la del comerciante - campesino o todavía mas frecuente la del campesino - trabajador subcontratado, o el administrativo - campesino, o la del trabajador rural de los mil oficios que sigue siendo campesino (De Farcy H. 1974).
Siguiendo a Etxezarreta, la ATP en varios casos permite utilizar parte de los recursos externos para financiar inversiones en sus explotaciones o superar ciclos de crisis, que de otra manera hubiera sido imposible, y esto permite elevar el grado de eficiencia de las pequeñas explotaciones al nivel de otra mayor; Los niveles de eficiencia agraria suelen estar mas relacionados a la dimensión de la explotación que a la dedicación del titular.
Según Gerbaux F. (1981) no existen pluriactivos o no pluriactivos sino un continuo de situaciones en las cuales las actividades o actividad complementaria son utilizadas en momentos diferentes, con estrategias diferentes pero que finalmente contribuyen a la búsqueda de una autonomía relativa en relación al sistema agroindustrial; Existe un continuo desde las familias a dedicación exclusiva en la explotación a las familias no agrarias y en medio un universo muy variado de familias agrarias pluriactivas (Arkleton Trust, 1983).
La ATP genera un nuevo concepto de explotación agrícola, ya que al encontrar fuera de la explotación bienes y factores de producción antes producidos en la misma, reduce progresivamente el grado de integración de la propia explotación; A esa progresiva integración con el exterior corresponde la progresiva desintegración de la agricultura como sistema productivo.
Enrico Pugliese (1985) señala que el trabajo a tiempo parcial "no es necesariamente un síntoma de atraso organizativo, ni mucho menos está destinado a desaparecer con el desarrollo de la economía y del sector agrícola" al contrario la ATP se configura como una forma estable de adaptación a las transformaciones en el tejido económico y social del país. La ATP es una realidad estructural que favorece una progresiva integración entre sectores.
Manteniéndose las explotaciones agrícolas, serán las oportunidades exteriores (además de las dimensiones de la explotación) las que determinaran el tipo de trabajo a tiempo parcial, cuando no el tipo de estratificación social.
A nivel del sector agrario se ha indicado que los niveles de eficiencia productiva de la ATP, son análogos a los del resto de la pequeña agricultura familiar y que a través de la pluriactividad se pueden impulsar las inversiones y la innovación tecnológica al disponer de mayores fondos para su financiación y que la mayor formación que las actividades externas pueden suponer, impulsaran una mejora en las técnicas de gestión. Peterson (1998) afirma que las empresas familiares y las de agricultura de tiempo parcial, son al menos tan eficientes como las grandes empresas, aunque existen deseconomias de escala cuando el tamaño de las empresas crece, pero el sistema contable no tiene en cuenta los "costes ocultos" (hidden cost) de las grandes empresas.
Siguiendo a Exezarretta 1988 op.cit., frente a estos aspectos hay que tener en cuenta que generalmente es la agricultura la que ha de adaptarse a las exigencias de las actividades externas, por lo que una profundización de la Pluriactividad puede conducir al debilitamiento de aquella, a una falta de interés de la mejora de la productividad agraria, a su estancamiento. Este aspecto sin embargo no parece estar confirmado, ya que otros autores consideran que los pluriactivos muestran una mayor firmeza en las actividades corporativas profesionales.
La Pluriactividad con su mayor rigidez estructural ¿puede estar limitando la formación de unidades mas grandes y mas eficientes?
La Pluriactividad puede incidir en la conformación del sector agrario, por un lado la dinámica de la producción agraria impone una lógica de explotaciones más grandes y más capitalizadas, con poca absorción de mano de obra, pero por el contrario para evitar el éxodo de esa mano de obra desplazada, se potencia la Pluriactividad basada en pequeñas actividades , de limitada capacidad productiva que complementaran sus ingresos con otras tareas.
Se consolida así una estructura dual del sector, en la que las pequeñas explotaciones se mantienen no por su capacidad de competir en términos agrarios sino por otras múltiples razones (no pudiendo ignorarse entre ellas los subsidios). Este subsector puede convertirse gradualmente en un reducto económicamente marginal con crecientes dificultades para su reproducción por si mismas (absorber nueva tecnologías, ágil contacto con los mercados, etc.) transformándose en un problema no de política agraria sino de política social.
Dentro de este concepto existen 3 grandes líneas:
1) aquellos que rechazan la Pluriactividad como solución de los problemas de las PyMEs ya que supone actividades marginales;
2) frente a ellos se encuentren los realistas que parten de que la Pluriactividad existe y es un fenómeno creciente importante en algunas zonas (en zonas muy marginales es la única alternativa viable, por ejemplo en zonas muy marginales para la actividad agrícola);
3) y el tercer grupo de los teóricos de la Pluriactividad, que consideran que ésta es además de una única respuesta válida para las pequeñas explotaciones o zonas difíciles, una forma de vida que enriquece a los individuos y a las familias y debe esperarse una intensa revitalización del medio rural.
Las ATP generan un nuevo concepto de explotación agraria, pudiendo contribuir en nuestro caso como elementos fijadores de la estructura agraria (como elementos estabilizadores de la permanencia de las pequeñas explotaciones familiares) y a consecuencia de su existencia introducen ciertas rigideces frente a una dinámica ágil si solamente estuvieran basadas en la rentabilidad agraria.
Este fenómeno de ATP presenta una tendencia creciente en los países desarrollados, si observamos lo que ocurre en la UE el reporte de la comisión Europea (DG VI) 1997 manifiesta que el ingreso agrícola es solamente una parte del ingreso total para muchos agricultores.
La ATP, pluriactividad y una gran confianza en otras fuentes de ingresos ha hecho que este fenómeno se incremente y se incrementará más aun en el futuro. Para los EU-15 se estima que la agricultura provee trabajo completo ("full time") a menos del 25% del total de gente que trabaja en el sector. Además los empresarios rurales comienzan a proveer bienes adicionales a los tradicionales commodities, dentro del nuevo enfoque de "multifuncionalidad" de la agricultura europea.
En los EE.UU, los ingresos agrícolas comprendían en 1993 (gráfico 4.1) solamente el 12% del ingreso total de los empresarios agrícolas, siendo clave los ingresos extraprediales; mientras las explotaciones no comerciales tienen un ingreso medio de $35.000 -la mayoría de fuera de la explotación-, en las explotaciones comerciales el ingreso promedio es mayor de $ 53.100 siendo la mitad fuera de la explotación agraria.
Solamente el 8% del total de operadores de EE.UU. recibe un ingreso de la explotación agraria que esta igual o por encima del promedio del total de operadores.
Referido a la zona de estudio el cuadro 4.3 nos muestra la magnitud de los ingresos extraprediales sobre 312 PyMEs, que pueden considerarse significativos ya que son muy importantes en el 25% de los casos, llegando al 52% si le sumamos los poco importantes; existiendo diferencias entre regiones Agroeconómicas. Estos datos estarían marcando una cierta agricultura de tiempo parcial(32).
Cuadro 4.3: INGRESOS EXTRAPREDIALES.
Fuente: INTA CR La Pampa1998. | INGRESOS EXTRAPREDIALES | ||||
Regiones Agroeconómicas |
Numero Productores |
Sup. Has. |
No Importante |
Poco Importante |
Muy Importante |
I |
73 |
624 |
40% |
36% |
25% |
II |
141 |
545 |
52% |
32% |
15% |
III |
57 |
504 |
58% |
25% |
18% |
IV |
30 |
1.683 |
20% |
30% |
50% |
V |
11 |
9.307 |
55% |
27% |
18% |
TOTAL |
312 |
47% |
31% |
21% |
En el caso de la agricultura pampeana este nuevo concepto - de combinación de actividades ejercida por una unidad familiar -, no ha sido completamente estudiado; y sería necesario profundizarlo para conocer si responde a una ATP de base agraria (donde la explotación agraria es la mayor fuente de ingresos) o existe una tendencia a convertirse en ATP de base urbana (es decir un remplazo por sectores urbanos (profesiones independientes, asalariados urbanos, etc.)
4.3.- BREVE RESEÑA DE LA AGRICULTURA PAMPEANA Y LAS PyMEs
Argentina y la región pampeana no fueron ajenos a los cambios ocurridos en el área agropecuaria a nivel internacional. En los últimos 30-40 años se destacan: la expansión agrícola, el doble cultivo (Ej. trigo-soja), así como significativas transformaciones sociales entre las que se encuentran la incorporación de paquetes tecnológicos con fuertes componentes ahorradores de mano de obra y la redefinicion de las formas de organización de la producción.
Siguiendo a Barsky et al (1988), este proceso de cambios no ha concluido necesariamente en modificaciones relevantes de la estructura social en el sentido estricto de alterar la relación propiedad de la tierra/tamaño en forma drástica como lo muestran los datos de los censos nacionales agropecuarios del INDEC (Cuadro IV.3 y IV.4 en anexo).
Según Cloquell-Devoto (1988) las nuevas situaciones socioproductivas a que dio lugar un fuerte y prolongado proceso de incorporación de tecnología, asociado a un ciclo de especialización y agriculturización de la agricultura pampeana, fue explicado principalmente en la década del 60-70 por el cambio tecnológico (incremento de la productividad de la tierra)(33), y en la década del 80 por la expansión de la superficie dedicada a la agricultura a expensas de la ganadería, que llevó a pensar a algunos autores a hipotetizar el comienzo de la ruptura del modelo de distribución de riesgo basado en la rotación agrícola-ganadera y la especialización en cinco cultivos. Es importante introducir un tema muy pocas veces trabajado en el análisis del agro argentino, el de las explotaciones denominadas "mixtas", características de la región pampeana. Son unidades que explotan simultáneamente ganadería y agricultura en proporciones tales que no permiten establecer la prioridad de una sobre la otra, con alguna predominancia de una sobre la otra, según años y zonas agroecologicas.
Las privilegiadas condiciones de clima y suelo de buena parte de la región pampeana Argentina, han posibilitado una constante relocalizacion y competencia de actividades productivas, en donde influye también la inserción agroexportadora del país y las señales que ese contexto emite a través de precios, restricciones, preferencias comerciales. No solo se expresa entre la agricultura y la ganadería, sino también en el interior de estas actividades en las que se producen procesos de cambios que llevan a hacer prevalecer a un cultivo o especie sobre otras y la aptitud de las tierras permite a los propietarios captar una renta diferencial a escala internacional.
Siguiendo a los dos trabajos citados anteriormente, ambos factores no se han modificado sustancialmente, por lo que esta situación puede presentarse como un proceso continuo de cambios de actividad productiva, (pero pueden modificarse a través de cambios del grupo de commodities a nivel mundial). También tiene que ver la extensividad y los altos niveles de renta compatible con los métodos de producción extensivos.
Las transformaciones operadas no tienen que ver solo con las grandes explotaciones; a diferencia de la mayor parte de los países de América latina en la región pampeana tienen también importantes repercusiones en la pequeña y mediana empresa.
La temprana distribución de la tierra pública en propiedad fue un elemento central en la construcción, mantenimiento y consolidación de las distintas clases sociales agrarias en el país.
Así podemos citar que en la década del 50 el acceso a la propiedad por parte de nuevas capas de pequeños y medianos agricultores lleva a algunos autores a hablar de una "farmerizacion" de la región pampeana que pasaría a representar el 30% de la tierra y el 40% de la producción.
Pero en todo el desarrollo de la agricultura pampeana existió la presencia histórica de un sujeto social que tiene inserción en el sistema productivo de la región muy tempranamente (como la puesta en marcha de tierras en producción para el mercado externo), el arrendamiento y su particular forma de ocupación del espacio que cumple un papel de suma importancia en el equilibrio del sistema.
El modelo de arrendamiento se caracteriza en términos generales por la realización del proceso productivo de tierras sobre la que los productores directos no detentan la propiedad y por la que pagan un tributo por su uso, asumiendo los riesgos de producción y de mercado. Por otra parte la formación de una clase media rural agrícola es el fondo de gestación y de mantenimiento de este modelo de arrendamiento (Cloquell op.cit.)
El sujeto social representativo de este modelo es el "arrendatario"(34), que constituye el elemento fundamental para la continuidad y permanencia del modelo, y mas importante sobre todo luego del periodo de expansión agrícola por la disponibilidad de capital, principalmente capital en maquinaria. En este proceso de expansión agrícola se reconoce el papel central que ha cumplido un tipo especial de arrendatario, "los contratistas rurales" (por tarifa y producción), que aparecen como nuevos "empresarios" dinámicos en el proceso de innovación tecnológica con los grandes y pequeños propietarios como sus principales demandantes(35).
Esta toma de tierras permite una relativa homogeinización tecnológica en la región y la concentración de la producción sin alterar la estructura de propiedad(36).
El concepto de puesta en producción a través de terceros ("externalización"), no significa una estricta separación de la tierra y el capital y, mas específicamente de los propietarios de la tierra y los propietarios del capital. Esto fundamenta la existencia de contratistas rurales propietarios de tierras, así como de propietarios que ceden parcialmente sus propiedades o combinan su capital y organización laboral en el resto de la superficie, o la existencia de formas puras que ceden totalmente a terceros, etc. todo esto conforman una heterogeneidad y complejidad de relaciones sociales sin aparecer una tendencia definitiva en ninguna dirección(37).
La externalización de determinadas actividades relativas a medios de producción (insumos y servicios), se realiza debido a que la compra en el exterior ha pasado a ser más conveniente que la producción interna ya que existen empresas especializadas que producen a costos bajos, o por la descapitalización o pérdida de escala que no le permiten operar. Es decir que la empresa tendió a elegir la alternativa "comprar" vs. "producir", por ejemplo la compra de semillas, agroquímicos, etc., pero también y sobre todo ha aumentado la contratación de servicios tales como las labores de siembra, tratamientos fitosanitarios, la inseminación artificial, la recolección de cereales y granos, la contabilidad y gestión, etc.
El conjunto de contratistas de producción es un conjunto heterogéneo en lo que hace a dotación de capital y tierra que poseen, hasta un número reducido de grandes contratistas de producción anexados a miles de has. o llegar a formas organizativas como los actuales "Pooles de siembra" o fondos de inversión agraria(38). Bajo esta modalidad, no cambia la propiedad de la tierra y por ende tampoco la estructura agraria en su concepción tradicional, pero se modifica radicalmente la organización, ya que las decisiones se toman sobre tamaños de explotación considerablemente más grandes que los que permitiría la propiedad actual. Se ha estimado que estos pools habrían puesto en explotación alrededor del 5% del área sembrada con cultivos extensivos en 1997(39); con casos extremos de externalizacion, donde el productor rural llega a no producir nada de una forma directa sino que contrata todos los servicios con otras empresas, actuando únicamente a veces como coordinador ("Producir" Vs. "Delegar").
Estas formas distintas de organización de la producción, articulan la forma tradicional de propiedad de la tierra con el desarrollo de las fuerzas productivas, siendo un operador permanente de los cambios que se introducen al sistema y un sustento importante del grado de heterogeneidad social de la región.
El modelo de arrendamiento es consolidado por los contratos accidentales, el trabajo por tarifa y los arreglos verbales fuera de cualquier contención y marco institucional; Esto encaja perfectamente con el predominio de las formas híbridas ("contratos") propuestos por Williamson, dentro de un mix de formas de organización compuesto además por el mercado y las jerarquías (empresas).
Tales contratistas pueden firmar contratos simultáneos con varios propietarios para sembrar y cosechar productos determinados, con la participación por ejemplo del 30% de la cosecha al propietario de la tierra (situación que la información censal no permite cuantificar en forma eficiente).
El canon establecido se establece en cada región dependiendo de varios factores como oferta de tierras, tamaño de los bloques de superficie, relaciones familiares, contactos, etc. variación que denota la complejidad que se establece en una trama social heterogénea en la cual existen sujetos sociales de diferente capacidad de negociación; influyen la información asimétrica, el oportunismo, y en algunos casos la especificidad de activos (por ejemplo cuando interviene maquinaria agrícola). Esta forma de cooperación son los "contratos implícitos, blandos o que se cumplen solos", resaltados por Hubbard, como vimos en el capitulo dos y están basados en la confianza que da la frecuencia de las transacciones.
Existen también múltiples combinaciones de arreglos ("transacciones") entre varios sujetos que le dan flexibilidad al sistema para la combinación de recursos y mantiene la heterogeneidad social, no solo con la aparición de figuras bien delimitadas como la del arrendatario rentista, contratista, pequeño y mediano propietario independiente, sino también por la asociación que se da entre sujetos provenientes de la misma clase social y entre éstos y otros sujetos, grandes propietarios que también contratan servicios o ceden sus tierras parcialmente.
La existencia de grandes propiedades genera a su vez la necesidad de grandes arrendatarios con maquinaria moderna y de dimensiones adecuadas (que surgen de pequeños y medianos productores), y en el otro extremo un sin numero de pequeños propietarios que se relacionan con arrendatarios pequeños y de tecnología dispar.
El proceso de expansión agrícola puso en evidencia la importancia de los pequeños y medianos propietarios de tierra desde dos perspectivas distintas, por un lado como figuras importantes a la hora de ceder tierras en arrendamiento y también los actuales arrendatarios poseen pequeñas superficie de tierra lo que hace que las relaciones contractuales se hacen entre sujetos propietarios lo que fortalece el peso de las mismas.
Todo lo aplicado para la agricultura también se da para la ganadería con la capitalización ganadera y el pastaje que tampoco modifica la situación de la tenencia de la tierra.
Cloquell et al (1988 op.cit.) resumen en su trabajo que "...el modelo de arrendamiento es un modelo históricamente presente en la región, articulando las características de la estructura social y cumpliendo un rol importante en el mantenimiento del sistema".
Llovet (1988) señala que es importante resaltar la tendencia hacia un aumento de las escalas de operación en la agricultura pampeana, sin embargo hablar de elevación de las escalas de trabajo puede ser poco preciso sino se tienen en cuenta la totalidad de los productores.
Los datos censales muestran que proporciones mayores de agricultura se llevan a cabo en explotaciones de mayor tamaño que en el pasado. Presentado así este proceso tiene mayores implicancias que las relativas a la elevación de las escalas de operación que también involucraría procesos de concentración. Parece innegable que los contratistas "tanteros" se han desenvuelto en una dirección similar, por un lado en caso de tratarse de un pequeño productor convertido en contratista, su escala de trabajo se habrá incrementado. Pero si la relación se mira del lado del propietario, entonces la tendencia al aumento de las escalas puede oscurecerse.
La entrega de tierras por parte de las pequeñas explotaciones se traduce en un aumento de las escalas operativas. Por lo general las pequeñas propiedades que ceden tierra entregan la totalidad o al menos una fracción que reduce sus posibilidades de seguir funcionando como una unidad productiva independiente. En cambio las propiedades de mayor tamaño, difícilmente entreguen la totalidad de la superficie para que sea trabajada por contratistas, siempre se reservan una fracción de suelo que le permite seguir operando. Visto del lado del contratista aumenta la escala de trabajo mientras que del lado del propietario la cesión de tierra es una división del trabajo.
De la comparación entre el viejo y las nuevas formas de arrendamiento podemos decir que el contratista actual a porcentaje es mas capitalista que en la vieja situación, y el propietario ha visto erosionada su capacidad de negociación. La mayor debilidad relativa actual de los propietarios deriva no solo del tamaño de sus explotaciones, sino que su capacidad de negociación está asociada a su capacidad de encarar actividades productivas alternativas o simultáneas a las que ofrece el contratista.
Así se abre un abanico de posibilidades a partir de las cuales se puede elaborar una tipología de propietario desde el rentista puro hasta el empresario que solo relativamente incorpora actividades contratadas. En la primer situación se sitúan los pequeños propietarios y en menor medida las unidades de mayor tamaño y en tanto las explotaciones medianas minimizan su uso apoyadas en un esquema productivo mixto (agrícola-ganadero).
Como hemos visto la economía de los costos de transacción admite la existencia de muchas soluciones organizativas distintas a la del mercado, por lo que desaparece el concepto de empresa representativa o el concepto de tamaño optimo de la empresa (Caldentey, 1998). Según Williamson los costes de transacción determinan la elección de una de las tres instituciones mercado, jerarquía o contratos.
Los costos de transacción son propios para cada empresa y determinan que haya mucha diversidad de situaciones; Esto explica también la heterogeneidad de resultados económicos y combinaciones de actividades en el sistema mixto ganadero-agricola.
La gran diversidad de explotaciones está dada por la diversidad de contratos o acuerdos incompletos e informales, habitualmente no escritos, con vocación o voluntad de durar en el tiempo que se generan entre los diferentes actores sociales de la agricultura pampeana.
Referido a la provincia de La Pampa podemos observar el cuadro 4.4 que muestra el régimen de tenencia y también los propietarios que combinan su tierra en propiedad con otras formas de tenencia. Estos datos fueron preparados siguiendo los limites políticos de las zonas agroeconomicas determinadas previamente.
Podemos inferir la predominancia de propietarios y dentro de éstos una gran cantidad que combinan tierra en propiedad con otras formas de "cede/toma" de tierras como arrendamientos y contratos accidentales entre otros; existen diferencias apreciables entre la zona mas agrícola (I, II y III) donde un 25% de las explotaciones (con casi el 40% de la superficie) toman tierra, mientras que en la zona ganadera (IV y V) solamente lo hace un 10% (con el 18% de la superficie). Mientras que las demás formas puras de tenencia (arrendamientos, contratos accidentales, etc.) representan un 12-13% del total de establecimientos de la provincia.
Como vemos tanto el número de establecimientos como la superficie de tierra cedida o combinada demuestra la flexibilidad de este sistema, aun considerando que estas magnitudes, constituyen datos formales registrados por el censo, existiendo infinidad de "contratos informales" que escapan al método censal.
Profundizando el análisis del cuadro anterior se elaboró el cuadro 4.5, que muestra la importancia de las PyMEs en este sistema ya que entre un 30-40% de las mismas combinan propiedad con otras formas de tenencia y además también contienen las mayor cantidad de formas puras de tenencia temporarias (arrendamientos, contratos accidentales, aparcerias, etc.).
Cuadro 4.4: CANTIDAD Y SUPERFICIE DE LAS EAP´s POR REGIMEN DE TENENCIA SEGÚN ZONAS AGROECONOMICAS. | |||||||||||||||
Departamen- To |
Cantidad o Superficie |
Total |
EAP´s con toda su tierra en: |
EAP´s que combinan tierra en propiedad con: |
Otras | ||||||||||
Propie- Dad |
Arrenda- Miento |
Apar- Cería |
Contrato Accidental |
Ocupa- Ción |
Otros | Sub- Total |
Arrenda- miento |
Apar- Cería |
Contrato Accidental |
Ocupa- ción |
Otras Combinac |
||||
Zona I y II | EAP´s | 100% |
62% |
7,7% |
0,3% |
2,4% |
0,2% |
0,0% |
25% |
19,5% |
0,4% |
2,4% |
0,3% |
2,5% |
2,5% |
Has. | 100% |
53% |
5,1% |
0,3% |
1,1% |
0,1% |
0,1% |
39% |
32,2% |
0,7% |
2,0% |
0,3% |
3,8% |
1,6% |
|
Zona III | EAP´s | 100% |
68% |
5,1% |
0,0% |
1,2% |
0,4% |
0,0% |
24% |
16,2% |
0,0% |
5,7% |
0,0% |
2,2% |
0,4% |
Has. | 100% |
59% |
1,7% |
0,0% |
0,8% |
0,0% |
0,0% |
39% |
33,3% |
0,0% |
2,4% |
0,0% |
2,9% |
0,2% |
|
SubTot I,IIyIII | EAP´s | 100% |
63% |
7,3% |
0,3% |
2,2% |
0,3% |
0,0% |
25% |
19,0% |
0,3% |
3,0% |
0,3% |
2,4% |
2,2% |
Has. | 100% |
54% |
4,5% |
0,2% |
1,1% |
0,1% |
0,1% |
39% |
32,4% |
0,5% |
2,1% |
0,3% |
3,6% |
1,3% |
|
SbTot. Dtos. | EAP´s | 99% |
68% |
5,5% |
0,4% |
2,8% |
0,2% |
0,0% |
22% |
10,8% |
0,3% |
8,8% |
0,5% |
1,7% |
0,2% |
Transición | Has. | 100% |
71% |
3,9% |
0,2% |
0,9% |
0,1% |
0,0% |
24% |
13,6% |
0,5% |
7,0% |
0,3% |
2,3% |
0,3% |
Zona IV y V | EAP´s | 98% |
77% |
8,5% |
0,4% |
1,5% |
0,0% |
0,0% |
10% |
8,1% |
0,4% |
1,3% |
0,6% |
0,0% |
0,0% |
Has. | 100% |
75% |
7,5% |
0,4% |
1,2% |
0,0% |
0,1% |
15% |
11,7% |
0,3% |
1,3% |
1,8% |
0,2% |
0,2% |
|
Zona Oeste | EAP´s | 96% |
63% |
0,6% |
0,3% |
0,5% |
24,0% |
1,1% |
6% |
0,7% |
0,5% |
0,0% |
4,7% |
0,5% |
0,0% |
Has. | 100% |
48% |
1,5% |
0,0% |
0,2% |
31,0% |
0,9% |
18% |
5,0% |
0,0% |
0,7% |
11,1% |
1,4% |
0,6% |
|
TOTAL | EAP´s | 100% |
67% |
6,5% |
0,4% |
2,1% |
2,8% |
0,3% |
20% |
13,5% |
0,5% |
3,7% |
1,1% |
1,7% |
0,7% |
PROVINCIA | Has. | 100% |
62% |
4,6% |
0,2% |
0,8% |
9,5% |
0,3% |
22% |
14,4% |
0,3% |
2,0% |
4,1% |
1,6% |
0,6% |
Fuente: Elaborado en base a datos del CNA 1988. Pcia. de La Pampa |
Cuadro 4.5: CANTIDAD Y SUPERFICIE DE LAS EAP´s, POR REGIMEN DE TENENCIA SEGÚN ESCALA DE EXTENSION.
Fuente: Elaborado en base a CNA 1988. Pcia. de La Pampa
Escala De Has. |
Cantidad Superficie |
Total |
EAP´s con toda su tierra en: |
EAP´s que combinan tierra en propiedad con: |
Otras |
|||||||||
Pro- Piedad |
Arrenda- Miento |
Apar- Cería |
Contrato Accidental |
Ocupa- ción |
Otros |
Arrenda- miento |
Apar- cería |
Contrato Accidental |
Ocupa- ción |
Otras Combinac |
||||
TOTAL |
EAPs |
100% |
100% |
100% |
87% |
98% |
100% |
48% |
100% |
83% |
99% |
95% |
95%. |
95% |
Ha. |
100% |
100% |
100% |
54% |
99% |
100% |
84% |
100% |
69% |
82% |
100% |
78% |
86% |
|
< 100 |
EAPs |
17% |
20% |
22% |
34% |
28% |
10% |
0% |
5% |
0% |
8% |
7% |
0% |
0% |
Ha. |
1% |
1% |
1% |
2% |
3% |
0% |
0% |
0% |
0% |
0% |
0% |
0% |
0% |
|
100,1-500 |
EAPs |
39% |
40% |
43% |
39% |
51% |
4% |
30% |
43% |
37% |
49% |
12% |
32% |
38% |
Ha. |
7% |
8% |
11% |
15% |
22% |
0% |
4% |
8% |
12% |
18% |
1% |
8% |
7% |
|
500,1-2500 |
EAPs |
30% |
28% |
26% |
13% |
15% |
32% |
17% |
39% |
46% |
39% |
19% |
55% |
45% |
Ha. |
25% |
26% |
30% |
36% |
28% |
14% |
19% |
27% |
57% |
45% |
4% |
45% |
23% |
|
> 2.500 |
EAPs |
14% |
13% |
9% |
0% |
4% |
54% |
0% |
13% |
0% |
3% |
56% |
7% |
12% |
Ha. |
67% |
66% |
58% |
0% |
46% |
85% |
62% |
65% |
0% |
18% |
95% |
25% |
55% |
|
La estructura agraria pampeana atravesó conmociones y crisis que la despojaron de muchas unidades productivas familiares, proceso que tiene su máxima expresión en la década del 50 y que resurge en los años 70 (y actualmente en los 90). Una de las crisis importantes de las explotaciones familiares provino del proceso de mecanización sufrido por la agricultura pampeana, que no suponía solamente un problema de sustitución de mano de obra, sino que también desplazaba los umbrales de operación para las unidades productivas. Las explotaciones pequeñas fueron las mas afectadas.
En otros países latinoamericanos los procesos de mecanización agraria han provocado el desplazamiento hacia situaciones de miseria extrema a sectores de la población que, muy a menudo, quedan contenidos dentro de las mismas áreas rurales. En la situación argentina la crisis de estos amplios sectores de explotaciones familiares no dieron lugar a la conformación de bolsones de pobreza rural. Por el contrario, el sector urbano fue capaz de absorber a estos sectores en crisis en actividades no agropecuarias, que evitó que la estructura social agraria adoptara asimetrías mas importantes.
Estas expulsiones de muchas empresas familiares es atenuada en gran parte gracias a su adaptación como agricultura de tiempo parcial, que en los últimos tiempos ha adquirido una importancia especial, fenómeno que se produce igualmente en otros sectores económicos, como hemos visto en el punto 4.1.2.2.
El papel del estado respecto de la crisis de estos sectores no aparece con claridad. Probablemente si la crisis se hubiera manifestado como "cuestión social" como en otros países la situación hubiera sido otra. La intervención estatal no intentó construir un contrapeso al desarrollo de las tendencias a la elevación de la escala de trabajo, ni morigerar su consecuencia: la pérdida de capacidad de competencia de las unidades de pequeña escala. Y pese a su intencionalidad las acciones estatales (políticas de tenencia y tecnológicas) por lo general, contribuyeron a acentuar las hostiles condiciones en que se debía desempeñar la explotación familiar (Llovet op.cit.).
La mayoría de los trabajos citados en este punto enfatizan el importante rol dinamizador de la región que han cumplido las PyMEs agropecuarias pampeanas a través de los años, por el entramado social que conforman y cuya pérdida afectaría negativamente al "Desarrollo Rural"
Grandes cambios en el escenario político-económico mundial y nacional han ocurrido en los últimos años, donde sin duda 1989/90 representa un punto de inflexión para la Argentina. En primer lugar por la estabilidad del sistema institucional, en segundo lugar los cambios de la política económica, como privatizaciones, apertura económica, Mercosur, desregulaciones, el plan de convertibilidad de1991, eliminación de retenciones, etc. (IPAC 1991).
El propio gobierno en uno de sus mensajes manifestaba que "...las nuevas reglas de juego han implicado un cambio en los precios relativos que está imponiendo la necesidad de un replanteo acelerado de las técnicas productivas, financieras y de comercialización. Quienes no puedan responder a estas exigencias verán seguramente disminuir sus posibilidades de evolucionar e incluso de perdirar en el nuevo modelo" (MEOySP, s.f. (b):11)(40).
Un problema de arrastre del sector agropecuario especialmente con la aplicación del nuevo modelo económico es el endeudamiento de las empresas agropecuarias. Según datos del Banco Central(41), el pasivo total de la producción primaria agropecuaria del país para 1998 era de 6.409 millones de dólares, equivalentes al 27 por ciento del total de la facturación anual agropecuaria (24.000 millones de dólares). Entre marzo de 1997 y el mismo mes de 1998, el pasivo del campo con las entidades bancarias creció 1000 millones de dólares. Las explotaciones mixtas fueron las que tomaron más dinero fresco y es el rubro más endeudado especialmente en los pequeños y medianos productores debido a situaciones climáticas que afectó una zona importante del país.
En el Banco de la Nación, la entidad que más préstamos tiene en el campo a nivel país, sobre un total de 50.000 clientes agropecuarios, la gran mayoría (43.333) tomaron préstamos inferiores a 100.000 pesos.
Según los especialistas, la mayor deuda de la década se debe a que los productores tomaron los préstamos con precios de sus productos un 20 y hasta un 30 por ciento por encima de los de este año y aunque se logró una producción récord de granos, esto no fue suficiente para achicar la deuda.
Otro informe de mediados de 1999(42) comenta que la situación financiera y la agudización del quiebre de la cadena de pagos a partir de julio/99 provocó un aumento de la morosidad del campo con el sector comercial que ya llega a 40%; en tanto, las deudas impagas de los agropecuarios con el sistema bancario rondan 23%, que en muchos casos, concluyeron en pedidos de convocatoria de acreedores, quiebras o cierre de industrias, acopios, corredores y distribuidores de insumos, provocando un «efecto dominó» que termina afectando a toda la cadena agropecuaria. Se calcula que 40% de las deudas que vencen este año serán refinanciadas por los vendedores de insumos.
Las empresas semilleras, expendedoras de combustible, etc. buscan alternativas de cobro novedosas o recurren a los clásicos «canjes». Pero el sector agrícola no es el único afectado por la cesación de pagos en el sector, la ganadería se vio recientemente jaqueada por el ingreso en convocatoria de acreedores de industrias frigoríficas de renombre que perjudicaron a ganaderos y consignatarios. "Muchos productores vendieron animales que no pudieron cobrar y ahora sólo pueden vender al contado porque arrastran deudas de varias firmas. En este contexto, el invernador es el más afectado y existe mucho capital de trabajo inmovilizado" (Ambito Financiero 13/9/98).
La situación del campo con los bancos mantiene una mora del 23-30 %. El mantenimiento de la mora bancaria en niveles más bajos que en el circuito comercial se debe «al acceso de los productores a la refinanciación y no a una mejora en la rentabilidad y la capacidad de pago».
Este problema afecta especialmente a gran parte de las PyMEs(43); de acuerdo a un informe de CONINAGRO (1997 op.cit), la crisis del endeudamiento de las PyMEs agropecuarias no ha sido generalmente por resultados negativos de las empresas (Cuadro IV.5 en anexo), sino del escaso excedente generado por ellas frente al elevado nivel del costo de vida familiar(44); como puede observarse de acuerdo a sus rentabilidades positivas (aunque mucho menor en la actividad de cría vacuna). De acuerdo a estos guarismos quedarían excluidos gran cantidad de productores de la actividad a mediano-largo plazo. Sin embargo ello no compromete a una superficie importante de tierra, por lo que el problema no debe ser considerado desde el ángulo exclusivamente "economicista" sino en sus facetas sociales, poblacionales, culturales, etc.
De acuerdo a este informe, podemos simular la posible dinámica del endeudamiento de las PyMEs incorporando los gastos familiares (Cuadro IV.6 en anexo) que en muchas actividades no alcanzan a recomponerse pese a buenos ciclos agrícolas.
Por otra parte los informes de ingresos, costos, márgenes y rentabilidad de diversas actividades agropecuarias publicadas por la SAGyP (1994) que aunque no se refieren exclusivamente a la zona en estudio nos sirve para observar tendencias.
Estos datos muestran diferencias significativas entre actividades y entre años. Por ejemplo la actividad trigo (Cuadros IV.7 en anexo) presenta resultados negativos en el 20% de los años y una gran variabilidad de ingreso entre años; mientras que en el caso del girasol (Cuadros IV.8 en anexo) los resultrados son siempre positivos y la variabilidad del ingreso es menor (aunque alcanza un 80-90%).
En el caso de la ganaderia vacuna las variabilidades de ingreso son mayores y las rentabilidades menores; llegando al caso extremo de la cría (Cuadros IV.10 en anexo)
Donde el 80% de los años es negativa, mientras que para el caso de la invernada de novillos (Cuadros IV.9 en anexo) presenta valores negativos en el 30% de los años.
Referiéndonos al problema de endeudamiento de las empresas agropecuarias de la zona en estudio, -que comprende deudas con el sistema financiero, previsional y comercial- alcanzó para la provincia de La Pampa en 1994 más de 320 millones de dólares, con un crecimiento con el sistema financiero que alcanzaba al 226% desde 1991 (cuadro 4.6 y 4.7).
Según algunas estimaciones el nivel de endeudamiento del agro pampeano asciende en esa fecha a casi el 4% de su capital físico existente (aproximadamente unos 5000 millones de U$S) y cerca de un 20% de su facturación anual (alrededor de 900 millones de U$S).
Cuadro 4.6: ENDEUDAMIENTO DEL SECTOR AGROPECUARIO EN EL SISTEMA FINANCIERO DE LA PAMPA.
Evolución en Millones de Dólares |
|||||
1991 |
1992 |
1993 |
1994 |
Distrib.% |
|
Bco PAMPA | 47 |
55 |
110,5 |
180 |
65% |
Bco NACION | 31,5 |
50,4 |
54,8 |
67,1 |
24% |
Bca PRIVADA | 6 |
9,5 |
23,0 |
28 |
10% |
Total |
84,5 |
114,9 |
188,3 |
275,1 |
100% |
Evol. % | 100% |
136% |
223% |
326% |
|
Fuente: Publicaciones periodísticas. Diario La Arena 1995. |
Cuadro 4.7: TOTAL DEUDAS AGROPECUARIAS | |||
Tipo de Deuda. 1994. | Mill. u$s |
% |
|
FINANCIERA | 275,1 |
86% |
|
FISCALES | 21,5 |
7% |
|
COMERCIALES | 16,5 |
5% |
|
PREVISIONALES | 8,5 |
3% |
|
TOTAL PCIA. | 321,6 |
100% |
|
Fuente: Publicaciones periodísticas. Diario La Arena 1995. |
Referido al grado de concentración de la deuda de las empresas agropecuarias según informe del Bco. de La Pampa (1994) muestra que existen muchas pequeñas y medianas empresas involucradas, aunque también podemos apreciar montos muy grandes (Cuadro 4.8). Según el Bco. de La Nación(45) en La Pampa había 195 productores con deudas de entre 10.000 y 150.000 con dicho banco.
Cuadro 4.8: NIVELES DE CONCENTRACION Y SEGMENTACION DE LA DEUDA AGROPECUARIA | ||||||
Fuente:Bco. PAMPA Balance/94 | Montos Prestables por Productor. Hasta: | |||||
+ $250.000 |
$250.000 |
$75.000 |
$25.000 |
TOTAL |
||
N* Productores Asistidos | 70 |
244 |
1219 |
1881 |
3414 |
|
Monto de Deuda Mill.u$s | 31 |
37 |
60 |
20 |
147,2 |
|
Asistidos el 31% del total Productores. |
En base al informe del Bco. de La Pampa (1997) sobre el endeudamiento agropecuario por departamento, se elaboro una distribución estimada de la deuda por regiones agroeconomicas definidas (Cuadro 4.9).
Cuadro 4.9: DISTRIBUCIÓN DEUDA AGROPECUARIA BCO. DE LA PAMPA.1997.
Zona Agroeconomica | Mill. de $ |
% |
Región Este | 153.54 |
86 |
Región Central | 18.14 |
10 |
Región Oeste | 7.04 |
4 |
TOTAL | 178.72 |
100 |
Dadas las características ecológicas de la zona en estudio y referencias a situaciones climáticas citadas anteriormente como causas de endeudamiento, se trató de cuantificar los fenómenos naturales a través de las declaraciones de Emergencia o desastre agropecuario por la SAGPyA; teniendo en cuenta que pueden existir situaciones declaradas por las autoridades provinciales que no están incluidas por esta Ley Nacional (Cuadro 4.10).
En el análisis del mismo podemos diferenciar los fenómenos naturales segun áreas, los incendios naturales son recurrentes en la zona central existiendo casos de casi 20 meses de emergencia; y la frecuencia de incendios se dio en 4 años de los 7 analizados.
En cambio en la zona este son reiterados los problemas de inundaciones o exceso de agua, que en los departamentos del noreste de la provincia (cuenca del Río Quinto) llegan a mas de dos años y medio de emergencia; y su frecuencia es de tres años de los 7 analizados.
Las sequías son reiteradas en las dos zonas de estudio con casos de hasta casi dos años de emergencia, dándose dos años de los siete analizados.
Cuadro 4.10 : EMERGENCIAS AGROPECUARIAS POR INCENDIOS, INUNDACIONES Y SEQUIAS.
CAUSADAS POR INCENDIOS (En fracciones de meses) | ||||||||
Dtos. (*) | 1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
1998 |
1999 |
Total M |
Zona Este | ||||||||
Chapaleufu | 0,3 |
3,1 |
3,4 |
|||||
Realico | 3,4 |
3,4 |
||||||
Maraco | 3,4 |
3,4 |
||||||
Q. Quemu | 3,4 |
3,4 |
||||||
Catrilo | 0,3 |
3,1 |
3,4 |
|||||
Atreuco | 0,3 |
3,1 |
3,4 |
|||||
Zona Central | ||||||||
C. Caleu | 6,2 |
7 |
3 |
3,3 |
19,5 |
|||
Utracan | 3,2 |
10,4 |
3 |
16,6 |
||||
L. Calel | 6,2 |
10,4 |
16,6 |
|||||
Loventue | 7 |
0,5 |
7 |
14,5 |
||||
Hucal | 6,2 |
7 |
13,2 |
|||||
Conhelo | 7,4 |
7,4 |
||||||
Toay | 3 |
3 |
||||||
Zona Oeste | ||||||||
Chalileo | 3 |
10,3 |
3 |
1,2 |
6,5 |
24 |
||
L. Mahuida | 10,4 |
3 |
0,2 |
4 |
17,6 |
|||
Chicalco | 6,5 |
7,4 |
3 |
16,9 |
||||
Curaco | 4 |
4 |
||||||
Puelen | 3 |
3 |
Fuente: Elaborado en base a declaraciones de Zonas comprendidas en el regimen de Emergencias Agropecuarias para la Pcia. de La Pampa. Ley 22.913 B.O. 21/09/83 (1)
CAUSADAS POR INUNDACIONES O EXCESO DE
AGUA (En fracciones de meses). |
||||||||
Dtos. (*) | 1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
1998 |
1999 |
Total M |
Zona Este | ||||||||
Chapaleufu | 9 |
12 |
11 |
32 |
||||
Realico | 9 |
12 |
11 |
32 |
||||
Trenel | 12 |
7 |
11 |
30 |
||||
Maraco | 9 |
4,1 |
8 |
21,1 |
||||
Conhelo | 12 |
8 |
20 |
|||||
Atreuco | 12 |
3 |
15 |
|||||
Guatrache | 9 |
6 |
15 |
|||||
Rancul | 3 |
11 |
14 |
|||||
Q. Quemu | 12 |
12 |
||||||
Catrilo | 12 |
12 |
||||||
Capital | 12 |
12 |
||||||
Hucal | 6 |
6 |
CAUSADAS POR SEQUIAS (En fracciones de meses). | ||||||||
Dtos. (*) | 1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
1998 |
1999 |
Total M |
Zona Este | ||||||||
Hucal | 9 |
12 |
21 |
|||||
Guatrache | 3 |
9 |
12 |
|||||
Conhelo | 3 |
3 |
6 |
|||||
Realico | 3 |
3 |
||||||
Trenel | 3 |
3 |
||||||
Capital | 3 |
3 |
||||||
Atreuco | 3 |
3 |
||||||
Zona Central | ||||||||
Utracan | 12 |
9 |
21 |
|||||
C. Caleu | 6 |
12 |
18 |
|||||
L. Calel | 6 |
9 |
15 |
|||||
Rancul | 3 |
3 |
||||||
Toay | 3 |
3 |
||||||
Loventue | 3 |
3 |
||||||
Zona Oeste | ||||||||
L. Mahuida | 3 |
3 |
(*) Zonas afectadas por Emergencia y/o Desastre Agropecuario
Emergencia Agropecuaria (E): Cuando afecta la producion o la capacidad de produccion en por lo menos el 50%
Desastre Agropecuario (D): Cuando afecta la producion o la capacidad de produccion en por lo menos el 80%
Esta problemática se agrava con la escasa cultura de seguros en productores argentinos(46) , solamente el 8% de la superficie agrícola del país se encuentra cubierta por algún tipo de seguros, frente a una superficie cubierta de 45% en EE.UU., del 50% en Canadá o del 30% en España.
El tema aparece como uno de los déficit de fondo ya que el sector agrícola invierte anualmente mas de 7.000 millones de dólares en cada campaña a la espera de que el clima se comporte normal. Esto es similar a lo que ocurre con los precios, donde el productor hace inversiones sin cobertura de precios de venta de lo que está produciendo(47).
Actualmente se están ofreciendo algunas coberturas multiriesgo, pero adolecen de algunas fallas por el carácter sistemático de la mayoría de los riesgos (como hemos visto anteriormente en el caso de La Pampa) que requeriría como en casos de otros países algún tipo de subsidios; además existe un alto nivel de riesgo moral en la operación de estos sistemas de seguros junto a los altos costos de administración del sistema.
4.4.- EVOLUCION DE LAS EXPLOTACIONES AGROPECUARIAS PAMPEANAS
El país no cuenta con información actualizada de las explotaciones agropecuarias ya que el último censo nacional agropecuario data de más de 10 años (1988)(48) pero se puede analizar las tendencias hasta esa fecha; En el cuadro IV.3 en anexo, se muestran datos de la zona Pampeana desde 1914 en el que se puede observar la evolución del número de explotaciones agrarias y superficie ocupada según estratos de superficie. En el cuadro IV.4 anexo se brindan algunos datos del censo nacional agropecuario de 1988, en el cual se puede observar el número de explotaciones según estrato de superficie en cantidad y superficie ocupada (el 84% de las explotaciones tiene menos de 500 ha. con solamente el 3% de la superficie, en contraposición al 16% restante que posee el 70% de las tierras); También se aprecia el tamaño promedio de superficie por estrato en cada provincia de la región pampeana(49).
De la evolución de las explotaciones pampeanas se desprende una tendencia a la disminución del número total de explotaciones de alrededor del 17% entre 1960-88 y del 30% en 1969-88 (gráfico 4.2) (cifra que en la realidad fue mucho menor dado el cambio de método de censado)(50), aunque este sigue siendo muy elevado si lo comparamos con cualquier otro sector o con los restantes subsectores del sistema agroalimentario. La disminución del número de explotaciones ha dado lugar a un aumento de la dimensión media medida en hectáreas que pasa de 273 ha. a 376 ha..
A partir de los datos de 1960, 1969 y 1988 se ha aplicado el método de la supervivencia(51) al objeto de intentar determinar algún intervalo de dimensión óptima. La conclusión que se obtiene no es muy significativa, mas si tenemos en cuenta los probables errores de censado y cambio de metodología del censo 1988. (Ver gráficos IV.1 en anexo)
Existiría sin embargo una tendencia de una disminución de la importancia relativa de las explotaciones de menos de 100 ha. tanto en su conjunto como en cada uno de los estratos; pasando de tener el 56% de las explotaciones y el 8.5% de la superficie en 1960, a tener el 45% de las explotaciones y el 5% de la superficie, con una disminución de la superficie promedio entre 3-4 ha.
Aunque existe una alta concentración de PyME que se mantienen pese a la leve tendencia mencionada anteriormente, persiste la concentración en los grupos superiores a 1000 has que pasan de tener en 1960 el 4.5% de las explotaciones y el 51.6% de la superficie a tener, en 1988 el 7,4% de las explotaciones y el 54,1% de la superficie.
Pero cuando hablamos de concentración, es necesario aclarar que los índices de concentración más utilizados en la teoría de la organización industrial (C4-C8, etc. índice de Herfindahl, etc.), tienen su principal aplicación para industrias relativamente concentradas. No es el caso por tanto del subsector agrario en donde como hemos visto existe un número elevado de empresas. En consecuencia y siempre que consideremos de una forma aislada al sector agrario, podemos decir que generalmente no existen empresas que tengan peso específico (o poder de mercado) importante en relación con las otras empresas competidoras.
El método de supervivencia no nos permite determinar una dimensión óptima de una forma concreta es decir medido a través de un intervalo relativamente reducido medido por unos limites mínimo y máximo. Aunque nos estamos refiriendo en este caso a explotaciones bastante homogéneas en cuanto a sus características edafoclimáticas y producciones (agricultura de commodities y ganadería), pero también la agregación de los datos censales en un grupo de 100 a 500 ha., simplifica mucho la realidad, debiendo trabajarse con zonas y estratos mas pequeños.
Referiéndonos específicamente a la provincia de La Pampa los datos del INDEC indican disminuciones similares a los datos aportados para la región pampeana; pasando de 10.177 establecimientos agropecuarios en 1960, a 10.690 en 1969 y 8.632 en 1988.
Realizando un análisis por categorías de superficies (cuadro 4.11), podemos inferir de los datos recogidos de diferentes fuentes censales una disminución del estrato inferior con un aumento de las superficies medias y mayores, pero con porcentajes reducidos.
Cuadro 4.11: EXPLOTACIONES AGROPECUARIAS: EVOLUCION SEGUN ESTRATOS
Has. |
* 1969 |
** 1988 |
*** 1992 |
1969/88 |
1988/92 |
1969/92 |
Hasta 50 | 15,7% |
9,3% |
6,3% |
-6,4% |
3,0% |
-9,4% |
50 -100 | 9,5% |
7,6% |
8,5% |
-1,9% |
-0,9% |
-1% |
100-500 | 41,6% |
39,4% |
44,4% |
-2,2% |
-5,0% |
2,8% |
500-1000 | 11,3% |
15,3% |
15,7% |
4,0% |
-0,4% |
4,4% |
1000-5000 | 17,5% |
22,1% |
20,7% |
4,6% |
1,4% |
3,2% |
> 5000 | 4,2% |
6,3% |
4,4% |
2,1% |
1,9% |
0,2% |
100% |
100% |
100% |
-19,0% |
0,0% |
-18% |
|
N* Total Explo. | 10.662 |
8.631 |
8.694 |
-2.031 |
63 |
-1.968 |
Fuente: * Censo Nacional;*** Repagro (LP);** Censo Nacional 1988 (EAP's) |
Estos resultados son diferentes a lo que ocurrió en USA y en la UE donde se produce una drástica disminución de explotaciones.
En USA se produjo una caída brusca del número de explotaciones (gráfico 4.3) desde 1935 (6,8 millones) a 1997 (2,19 millones), casi un 70%, con un incremento de la superficie media de 155 a 436 acres. Con una gran concentración que también persiste desde 100 años atrás, actualmente el 4% de las explotaciones producen mas de la mitad de las ventas totales.
Gráfico 4.3: EVOLUCION NUMERO DE EXPLOTACIONES EN EE.UU
En los últimos años la situación permanece más estabilizada, como podemos observar en datos de estados semejantes a la provincia de La Pampa (Kansas, Oklahoma y Texas 1993-97) con un pequeño incremento en el número de explotaciones en Oklahoma y Texas (Cuadro 4.12). En la clasificación por monto de facturación en el mismo lapso de tiempo se observa un incremento de las pequeñas explotaciones en desmedro de las medianas (Cuadro 4.13).
Cuadro 4.12: NUMERO DE EXPLOTACIONES POR ESTADOS 1993-97. USA.
Estados |
1993 |
1994 |
1995 |
1996 |
1997 |
Kansas | 66.000 | 66.000 | 66.000 | 65.000 | 65.000 |
Oklahoma | 79.000 | 80.000 | 81.000 | 82.000 | 83.000 |
Texas | 218.000 | 220.000 | 222.000 | 224.000 | 225.000 |
Cuadro 4.13: NUMERO DE EXPLOTACIONES SEGÚN MONTO DE FACTURACIÓN ANUAL.USA
Estados |
Monto de Facturación anual |
Total |
||
$1.000 - $9.999 | $10.000 - $99.999 | $100.000
y más |
||
1993 | ||||
Kansas | 36% | 46% | 18% | 100% |
Oklahoma | 61% | 32% | 8% | 100% |
Texas | 64% | 28% | 8% | 100% |
1997 | ||||
Kansas | 37% | 42% | 21% | 100% |
Oklahoma | 63% | 29% | 8% | 100% |
Texas | 68% | 24% | 8% | 100% |
Fuente: USDA. National Agricultural Statistics Service. Bulletin 955.
En la Unión Europea se produce un fenómeno similar al de EE.UU., disminuyendo el número de explotaciones de 9 millones en 1965 a 7,3 millones en 1995 (Casi un 20%). La superficie promedio aumentó de 2,5 ha en los últimos 5 años (1995); pero las estadísticas ocultan grandes disparidades entre los estados miembros y aun entre diferentes regiones dentro de cada estado.
Este fenómeno se da en todos los países miembros, aunque con variantes entre los países miembros (Por ejemplo Alemania del este tuvo un incremento de mas de 25000 explotaciones); Existe una diferencia entre la región Norte y la región sur (mediterránea) en cuanto dimensiones y numero de explotaciones. La proyección para el 2003 (Cuadro 4.14) continua cayendo en un promedio del 15% (+1 millón de explotaciones con respecto a 1993, en algunos países con la desaparición de mas del 30%).
Cuadro 4.14: EVOLUCIÓN DEL NUMERO DE EMPRESAS AGRARIAS. | |||||||||
1993 situation |
Outlook for 2003 | ||||||||
UAA/farm (ha) |
% of farmers over 55 |
Nb of holdings (000) |
Nb of holdings (000) |
Variation over 10 years |
|||||
Belgium | 17,6 |
48 |
76 |
55 |
-28 |
||||
Denmark | 37,1 |
46 |
74 |
59 |
-20 |
||||
Germany | 28,1 |
33 |
606 |
516 |
-15 |
||||
Greece | 4,3 |
57 |
819 |
742 |
-9 |
||||
Spain | 17,9 |
58 |
1384 |
1115 |
-19 |
||||
France | 35,1 |
42 |
801 |
629 |
-21 |
||||
Ireland | 26,8 |
42 |
159 |
129 |
-19 |
||||
Italy | 5,9 |
61 |
2488 |
2345 |
-6 |
||||
Luxembourg | 37,4 |
38 |
3,4 |
2,6 |
-24 |
||||
Netherlands | 16,8 |
44 |
120 |
82 |
-32 |
||||
Portugal | 8,1 |
63 |
489 |
353 |
-28 |
||||
UK | 67,3 |
48 |
243 |
173 |
-29 |
||||
EUR-12 | 16,4 |
56 |
7262,4 |
6201 |
-15 |
||||
Austria | 12,9 |
Na |
267 |
||||||
Finland | 14 |
46 |
192 |
||||||
Sweden | 36,7 |
43 |
91 |
||||||
EUR-3 | 17,3 |
Na |
550 |
||||||
EUR-15 | 16,4 |
Na |
7812 |
||||||
Note: For the UK, the figure of 173,000 holdings in 2003 seems excessively low. The "Southern method" provides an alternative figure of 226,000, representing a decrease of only 7 % | |||||||||
Fuente: European comission (DG VI). CAP 2000. Rural Developments. 1997.
El incremento de la dimensión media de las explotaciones agrarias que se ha producido tanto en Europa como en Estados Unidos, ha intentado ser explicado por varias razones mencionando por una parte el progreso técnico y por la otra las políticas gubernamentales (sobre todo la política de precios y a proteccionismo); En algunos países, la políticas basada en reformas agrarias profundas ha modificado sensiblemente la estructura de las explotaciones agrarias pero este no es el caso de los países de Europa Occidental y de Estados Unidos, salvo en lo que respecta a actuaciones en zonas concretas y limitadas, como la reforma agraria en Italia y la "colonización" en España (Caldentey 1988). En Argentina en cambio se dieron casos importantes de "colonización agraria" especialmente en la región pampeana.
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