2.4. - EL SISTEMA AGROALIMENTARIO Y LOS COSTES DE TRANSACCION

 

 

2.4.1. - EL CONCEPTO DE SAA

 

Dado el enfoque que se pretende aplicar en este trabajo es importante avanzar mas allá de la empresa agrícola en el denominado Sistema Agroalimentario (SAA). La agricultura ha dejado de producir "alimentos" para producir materias primas para elaborar "productos alimentarios", llegando a la posibilidad de sustitución de las materias primas para lograr un producto final, que es un "mix" de materias primas alternativas (Green et all. 1992). Una evolución paralela a la diferenciación que se ha producido a lo largo del tiempo con la producción agraria es la que ha tenido lugar en los sectores económicos que se ocupan de la producción, la transformación y la distribución o comercio de los productos agrarios hasta el consumidor final.

Esta evolución ha determinado que la agricultura haya perdido importancia como suministrador de alimentos directo a los consumidores(45), dado el crecimiento de los sectores de la transformación y de la distribución, que junto a ella conforman un sistema único, denominado sistema agroalimentario.

El termino "Sistema agroalimentario" deriva de la traducción del termino ingles "Agribusiness" propuesto por Ray Goldberg y John Davis (1957), que estudiaron el aspecto que ellos en trabajos posteriores convinieron en denominar "Agribusiness Commodity System" (o Commodity Systems Approach), que comprende a todos los participantes involucrados en la producción, transformación y comercialización de un producto agrícola en particular. Para ellos el "Agribusiness" (que podría entenderse como agronegocio o complejo agrícola en el idioma español) o "cadena agroindustrial" comprende la producción de insumos (material genético, semillas, maquinaria, fertilizantes, pesticidas, etc.), la finca que consume tales insumos en la producción de cosechas o animales, la industria que transforma esos productos y la distribución de los mismos. Además, el "Agribusines" comprende todas las instituciones que intervienen y coordinan las etapas que siguen los productos hasta llegar al mercado (Goldberg, 1968). Pero con un planteamiento netamente agrarista.

El "Agribusiness" resultaría ser un agregado de subsistemas interrelacionados mediante flujos de intercambio. Si bien es cierto que a partir de este enfoque es posible explicar las relaciones de interdependencia entre los elementos que conforman el ''sistema"; sin embargo, a partir del mismo enfoque, no es posible percibir las relaciones de conflicto o de consenso que se establecen entre los diversos agentes que intervienen en ese proceso (la dinámica de las fuerzas sociales) (Morales, 1996 op.cit.).

 

2.4.2. FILIERE - DISTRITOS INDUSTRIALES - REDES DE EMPRESAS

 

FILIERE

Es importante mencionar el aporte de la escuela francesa de Montpellier (Francia) representados por Malassis (1973), que desde una perspectiva muy parecida a la de Goldberg -pero con un enfoque mas completo(46) -,consideró que en las sociedades industrializadas el "Sistema agroalimentario" comprende cuatro subsectores, a saber:

Todos con sus respectivas interrelaciones que constituyen precisamente, el denominado Sistema Agroalimentario (SAA). Destaca, además, la importancia que reviste analizar, para cada producto, los flujos de intercambio que se establecen entre los componentes del sistema(47).

Con este propósito se acuñó la noción de "filiere" agroalimentaria a fin de señalar los itinerarios por los cuales transcurre un producto determinado dentro del sistema de producción-transformación-distribucion, así como sus diferentes encadenamientos. El termino "filiere" se asemeja en gran parte al concepto anglosajón de "Commodity Systems Analysis" descripto por Friedland (1984).

En América latina ha sido utilizado el termino "Cadena alimentaria" o "Cadena Agroalimentaria" con este concepto de "filiere" para abarcar el continuum de procesos económicos vinculados a los alimentos, que se inician en la explotación agropecuaria y culminan en el consumo (Obschatko, 1997). El enfoque de cadena agroalimentaria indudablemente recibe el enfoque de la teoría de sistemas: una cadena alimentaria puede ser considerada un "sistema", y la etapa industrial como uno de los subsistemas que lo integran, Por ejemplo, el sistema o la cadena de carne vacuna, integrado por los subsistemas de producción primaria, de industrialización, de comercialización, de transporte, distribución, etc. También se podría agregar que este enfoque tiene cierta analogía con el análisis de "cadena de valor" utilizado por Porter y otros para estudiar los factores determinantes de la competitividad de una rama industrial.

La aplicación de este concepto ha tenido diferentes usos pudiéndose citar los trabajos de Lauret (1983), Morvan (1985) y De Muro (1985). Diferentes autores discuten sobre el nivel de agregación de este enfoque, muchos de ellos lo consideran una meso-agregacion entre el análisis de empresa y la macroeconomía, mas cerca del concepto de sector, pero se limita a solamente el sistema de producción de un solo producto, que limita su uso con empresas o corporaciones diversificadas (Labonne, 1985); además existen relaciones transversales a las empresas (como las relacionadas a la calidad, formación, innovaciones tecnológicas, etc.) que articulan con otras filieres o sectores.

 

DISTRITOS INDUSTRIALES

 

Los distritos industriales constituyen un caso particular en el desarrollo local de algunos países - como ciertas regiones de Italia(48)-, Becattini (1990) fue uno de los autores que mas ha investigado esta problemática y que de hecho puede considerarse el iniciador de este enfoque. Becattini define al distrito industrial como "... un cumulo de interdependencias sociales e industriales en un lugar determinado"; Estas interdependencias se pueden dar como un mercado de trabajo relativamente independiente, como una matriz local de interrelaciones técnicas y como una red de vínculos socioculturales; con una actividad economica dominante en sentido amplio, que puede dividirse en distintas fases con empresas especializadas en cada una de ellas.

Como vimos anteriormente las empresas forman parte de un sistema o red de relaciones externas a la empresa e internas al distrito. El distrito industrial según Becattini (1990 op.cit.), presenta un componente importante que es la comunidad local, caracterizada por un sistema de valores e ideas relativamente homogéneo, y un sistema de instituciones y reglas, a veces intangibles; "...La red de valores y reglas es invisible para el economista, pero bastante visible para el sociólogo y el antropólogo" (Becattini, 1991).

El distrito no se concibe como una unidad cerrada, sino que debe mantener una relación comercial intensa tanto para proveerse de insumos como para la venta de sus productos. La obtención de economías de escala, obtenidas por el distrito y no por las empresas se transforma en factor clave para su competitividad.

Según Longas Garcia (1997) en el distrito industrial el espacio aparece como una variable económica relevante, que modela tanto los costes de transacción(49) como los de producción, mediante la generación de las llamadas economías de aglomeración.

Las economías de aglomeración son una forma de economías externas (las empresas se benefician localizándose unas al lado de las otras). La aglomeración es fomentada por la intervención de factores como la existencia de recursos naturales no transportables, la incertidumbre -especialmente si va asociada con altos costes de relocalizacion), las interdependencias entre actividades, las economías externas (costes de búsqueda, la imitación para reducir incertidumbre y riesgo, clima industrial/cultural).

Cuando hablamos de incertidumbre, siguiendo a Longas op.cit., las pequeñas empresas en la medida de que la proximidad interempresarial reduce la incertidumbre, encuentran mas posibilidades de supervivencia. Pero esta proximidad empresarial deben operar a lo largo de la cadena de valor y exige una articulación de relaciones muy estrechas que permitan obtener una cuasi-renta organizativa tanto por la reducción de los costes de transacción que induce la cooperación, como por el aprovechamiento de circunstancias que, como la segmentación del mercado de trabajo, aun no constituyendo costes de transacción en el sentido estricto, pueden influir en ellos.

Sin embargo de acuerdo a Perrat (1993)(50) la obtención de economías externas no requiere necesariamente proximidad espacial pero si organizativas. La cuasi-renta organizativa puede ser territorial en la medida que la región o lugar (el espacio), genere una especificidad que sustente a su vez economías de aglomeración, las cuales no quedarían exclusivamente definidas por los precios de los factores o coste del transporte, sino por la oferta potencial de recursos o activos específicos no susceptibles de competir directamente en un mercado.

No obstante las regiones no compiten todas en las mismas condiciones, las empresas necesitan ciertas condiciones expresadas en términos de relaciones input-output que no son provistas de la misma forma en cualquier lugar. Habrá algunos mas atractivos que otros por las inversiones, mercado de trabajo, situación geográfica, etc.

El distrito industrial se puede también caracterizar por la existencia de interconexiones locales intensas en la producción, que dan lugar a la formación de una red local de transacciones especializadas, por la gran división del trabajo existente. Esta situación se da porque el distrito permite reducir los costes de transacción asociados a las relaciones de mercado, ya que realiza un control eficiente de las fases de la producción, sin incurrir en los costes de organización de una gran empresa. Este control surge de las relaciones de cooperación entre empresas que a su vez permite el aprovechamiento de externalidades, comportándose en ese sentido como una gran empresa.

Según Longas, el distrito industrial descansa en un entramado socioeconómico frágil y abierto a influencias externas, donde la propia evolución social va a incidir en las posibilidades de supervivencia del distrito. En cualquier caso no parece que las tendencias económicas vayan a favorecer la formación de distritos, sino que por el contrario cabe esperar una reconversión de los existentes.

También Becattini opina que fenómenos como el desmembramiento familiar, la emancipación de la mujer, la mayor preferencia por el ocio o concepciones difusas de la calidad de vida comunes a las sociedades occidentales pueden tener una gran influencia en su evolución reciente.

Es importante destacar la aplicación de este concepto aplicado a la industria agroalimentaria introduciendo el termino de distritos agroindustriales o agrocomerciales, pudiendo mencionar un trabajo de Caldentey y Gomez (1996) que trata el caso de productos típicos con especial referencia a Andalucia.

 

RED DE EMPRESAS

 

El concepto de empresa red parte de varios presupuestos teóricos que le son fundamentales: el principio de racionalidad procedural desarrollado por Simon, los aportes teóricos de los costes de transacción (Coase y Williamson) así como el principio de contractualizacion como forma de establecer las nuevas formas de relaciones interindustriales, desarrolladas por Favereau y también por Aoki (1990)(51).

De acuerdo a Green et all (op.cit.1992), estas relaciones contractuales ligan a diversos agentes de producción de bienes y servicios, cada vez mas la producción de un bien tiende a ser el resultado de la entrega de elementos intermedios aportados por los proveedores, así como de posibles subcontratantes externos pero es una relación diferente a la de proveedor-cliente(52), ya que las empresas proveedoras tienen un mayor margen de maniobra productiva superior a las de las empresas subcontratistas. Las empresas subcontratistas tienen una gama de productos mas limitada y como interlocutor a una sola empresa. Por el contrario las empresas de provisión de bienes intermedios pueden poseer una gama de productos mas amplia y un nùmero mayor de clientes, esto le permite mayor capacidad de operación y control a largo plazo del futuro de la empresa.

Resulta muy interesante el trabajo de Delmas (1991), citado en Green et all op.cit., que construye dos tipos de modelos de relaciones interindustriales: por un lado el tipo tradicional que basa su competitividad en la tecnología, y el mercado juega un rol central para asegurar a los participantes el acceso a los diferentes recursos; Aquí el éxito del modelo se mide por los resultados de los mas eficientes. En cambio en el modelo de la empresa red, el acento está puesto sobre la organización interna y externa de los actores del mundo de la producción y los resultados se miden por la competitividad del conjunto.

Green et al (op.cit) define a la empresa red como "... una estructura organizativa sinérgica que articula contractualmente, a mediano plazo, relaciones interempresariales, a fin de responder conjunta y solidariamente de manera flexible, bajo la dirección de una empresa emisora de ordenes, a una demanda -final o intermedia- volátil, en un espacio económico de relaciones productivas de bienes y de servicio".

El objetivo de las empresas redes es responder en forma mas eficiente a la demanda, esta mas allá del objetivo de "la empresa y la optimización de sus costes" al conjunto de costes de los diversos actores implicados en la operación productiva sin tener en cuenta quien es el propietario del capital. Frente a la imposibilidad de dominar la demanda, las distintas empresas que participan tratan de establecer un colectivo de reglas de juego, contractualmente determinadas, para evitar que alguna de ellas soporte los costes suplementarios (en forma de stocks) que pueda producir un funcionamiento incontrolable de la demanda. Las demandas intermedias deben absorber lo mas eficientemente posible las fluctuaciones de la demanda.

En este sentido este tipo de cooperación interempresarial resulta distinta a los típicos contratos de aprovisionamiento y pasa de una decisión individual sobre el coste de transacción a buscar la reducción del coste de transacción total de los diversos actores implicados en la operación productiva.

Según Cantera Herrero (1998), la tendencia hacia el paradigma de la Cooperación interempresarial, denominada por algunos "Empresa-Red" o "Red de empresas", se transforma en una condición básica e indispensable para la competitividad de las PyMES agroalimentarias de la Unión Europea, cuyas realidades son completamente distintas a la de las grandes empresas. La empresa-red consiste en crear una pequeña empresa dentro de una gran dimensión, para explotar conjuntamente las ventajas de la gran empresa (consorcios) y de la pequeña empresa (rapidez), así se logra mas flexibilidad y mas autonomía.

Con la estructura de red se evoluciona de un sistema de fuerte concurrencia en las relaciones interempresariales a otro de solidaridad productiva o "cooperación interempresarial". Se pasa de la lógica fordista enfocada en la búsqueda de economías de escala a la lógica posfordista o toyotista centrada en una respuesta rápida, múltiple y solidaria y adaptada a una demanda heterogénea y fluctuante.

El desarrollo de relaciones contractuales entre empresas posee ventajas y desventajas. La principal ventaja es la de ofrecer a las PyMEs medios suplementarios para mejorar la calidad de los bienes que producen así como para reducir los costes mediante una optimización de las relaciones con sus clientes. También tienen condiciones mas ventajosas a nivel de ayudas técnicas o consejos. A la empresa dadora de ordenes le asegura el flujo de insumos productivos y una minimizacion del coste de conocimiento de los proveedores(53).

Entre las desventajas podemos citar que este tipo de relaciones aleja a los diferentes actores del medio ambiente concurrencial donde estaban preparados para operar, ese desplazamiento puede fijarles rigideces, que se hacen notar en el momento de ruptura de la relación contractual (Fenneteau, 1990)(54).

El grupo de empresas que trabajan en una estructura de red, según Green, alcanzan un tipo de funcionamiento denominado "de flujo tenso", que se caracteriza por la ausencia de stocks intermedios. Este tipo de organización es común en el SAA con las grandes cadenas de distribución por la tendencia del aumento de la cantidad de productos sustituibles, y la importante tasa de rotación que caracteriza al sector(55). Pero la simple traslación de una disminución de stock hacia una etapa intermedia previa (en una misma empresa o subcontratista) no resuelve el problema porque la competitividad de la red es una competitividad de conjunto. El nivel global de eficiencia esta determinado por el punto mas bajo de eficiencia del conjunto, la estructur5a final de costes es la sumatoria de valores agregados del conjunto, así como por la mayor o menor eficiencia organizativa del total de actividades realizadas por la red productiva; Los avances informáticos y en las comunicaciones son los pilares de la importancia de la logística en estos procesos.

En el caso del sector agrario, este sistema se da en los agricultores bajo contrato que muestra bien a una empresa dadora de ordenes, que controla y determina la forma de producción, siendo sometidos a un control permanente y proveyéndoles de ayuda técnica. Es importante también señalar las diferencias de este modelo de empresa red de las relaciones establecidas en el sector cooperativo tradicional. En este ultimo caso existe una solidaridad entre agricultores y empresa cooperativa, pudiendo recibir los productores agrarios un beneficio mas o menos importante según los resultados de la empresa de transformación o de comercialización de productos. Los dadores de ordenes son los agricultores propietarios, mientras que en el sector privado es la empresa de transformación o de distribución. En segundo lugar podemos mencionar otra diferencia que consiste en que en las relaciones de tipo contractual privado es el "aval" (hacia adelante del SAA) quien domina y determina el tipo de organización flexible para seguir el comportamiento de la demanda final, en el caso de las relaciones de tipo cooperativo, las mismas cooperativas han sido pensadas para asegurar a los agricultores una salida de sus productos y domina la defensa de los intereses del "amont" (hacia atrás del SAA).

Pero aun así, las cooperativas agrarias pueden asimilarse al concepto de empresa red, ya que se trata de una serie de empresas pequeñas o medianas que colaboran en algunas actividades, solamente que no existe una empresa importante que toma decisiones sino que se toman de común acuerdo a todas ellas, pasando la confianza a ser fundamental para un buen funcionamiento(56).

Cabe mencionar en Zurla (1991), que las instituciones, asociaciones, redes de parentesco, la persistencia de valores solidarios, no solo generan hábitos de comportamiento cooperativo que permiten reducir los costes de transacciones económicas, sino que hacen de reaseguro contra las discontinuidades e inseguridad extrema que imponen las reglas competitivas del mercado.

 

2.4.3. - MESOANALISIS

 

Posterior a la "filiere" aparece el concepto de "Mesoanalisis"(57) que parte de la hipótesis fundamental de que el reconocimiento y el estudio de los niveles intermedios entre las unidades de base (empresas, negocios) y la economía global, son necesarios para explicar el funcionamiento y la dinámica de lo real (Lauret y Perez, op.cit. 1992). Estos autores hablan de "mesosistemas dinámicos", los cuales para que puedan ser investigados es necesario "que los agentes que los constituyen tengan entre ellos relaciones "mercantiles y no mercantiles" mas intensas que con el resto del mundo".

El mesoanalisis se basa en la Teoría General de sistemas de Bertalanfy (1962), lo que además de analizar el conjunto de los elementos que lo constituyen, analiza sus articulaciones/interrelaciones y las articulaciones con los demás mesosistemas y el resto de la economía.

El mesoanalisis pretende integrar los tres niveles de análisis: el de los agentes individuales (estudiados en relación a los mesosistemas); el nivel de los mesosistemas como entidades coherentes; y el nivel de relación de los mesosistemas entre ellos mismos y su articulación para conformar la economía global (Lauret y Perez op.cit 1992). La economía agroalimentaria constituye un campo privilegiado para el mesoanalisis y ha sido el abanderado en el desarrollo del análisis de distintos tipos de mesosistemas como: "Cadenas" (Filieres), distritos industriales y redes de empresas anteriormente descriptos.

 

 

2.4.4. - LOS COSTES DE TRANSACCION Y EL SAA

 

2.4.4.1. - CARACTERISTICAS ESPECIFICAS DEL SAA

 

El SAA como lo definía Goldberg, se distingue por tener características especificas y distintivas(58). La primera y posiblemente la más importante tiene que ver con la variabilidad del ingreso de los agricultores, lo cual constituye la mayor debilidad de todo el sistema.

Esta variabilidad puede ser enfocada como la varianza del producto con dos variables al azar Precios y Cantidades. La producción o cosecha, es una variable afectada por condiciones naturales siendo típica del sector agrícola. La tecnología a través del riego puede en algunos casos, reducir la inestabilidad pero no es posible eliminar o controlar el ambiente físico donde la producción tiene lugar.

Desde el lado de los precios las fluctuaciones de la oferta y la demanda pueden ser complementadas con intervenciones tales como restricciones al comercio y subsidios a nivel internacional. Existe mucha bibliografía que trata esta cuestión enfocada en el diseño de políticas de estabilización de precios.

Un segundo atributo es la globalización (Gaull y Goldberg,1993), la cual puede ser definida como la extensión de sus límites mas allá de las fronteras políticas de un país. Muchos productos alimentarios importantes son tratados globalmente lo cual crea oportunidades específicas de interferencias políticas como barreras y tarifas paraarancelarias. Esto implica tener especial cuidado cuando se negocia con diferentes ambientes institucionales, resultando muy difícil un análisis comparativo(59).

La globalización de muchos SAA implica importantes barreras especificas para llevar a cabo tareas de coordinación ya que la producción va a través de diferentes países a veces con muy diferentes reglas, sistemas legales, derechos de propiedad, controles, etc.

Un tercer atributo esta asociado con una alta proporción ("ratio") de cambio técnico no necesariamente explicado a través del mecanismo de precios. La producción agrícola es un actor pasivo en este aspecto ya que muchos marcos tecnológicos son definidos a nivel de la industria agroalimentaria o a nivel de los proveedores de insumos.

Las inversiones en tecnología agropecuaria generalmente solo están concentradas a nivel de gobierno como resultado de una débil apropiabilidad de los retornos.

Las nuevas tecnologías pueden afectar las formas de "governance" en el SAA ya que en algunos casos pueden afectar los costes de producción. Por lo tanto si estudiamos el marco del cambio técnico solamente como resultado de un factor de precios relativos dará un panorama incompleto de la dinámica del proceso. La propia investigación o la posibilidad de contratar investigación afuera de la firma puedes considerarse de la misma forma que la pregunta de Coase "to make or to buy".

Un cuarto atributo tiene que ver con el poder del mercado. La literatura basada en la organización industrial ha tratado el tema de una transferencia de ingresos de estructuras mas competitivas del sector agrícola hacia sectores concentrados de la industria agroalimentaria (IAA) y proveedores de insumos y mas reciente hacia la gran distribución(60). Esta característica y los altos costos de negociación entre los agricultores constituye un obstáculo para construir organizaciones institucionales y motiva la fuerte presencia del estado en el sistema, ya sea a través de estabilización de precios o seguridad alimentaria (Gaull y Goldberg, 1993 op.cit.).

Pero un nuevo elemento en la dinámica del SAA está relacionado a la importancia creciente de los "retailers" (venta minorista) en la coordinación del SAA. El acceso a la información acerca de tendencias de consumo por ejemplo es una fuente de poder que no está necesariamente relacionada con la estructura del mercado (Zylbersztajn, 1998 op.cit.). El agente que está involucrado con un producto especifico del SAA será dependiente de la información que está en manos de los "retailers". En estos casos la información está alineada con un tratamiento como de especificidad de activos.

Los atributos relacionados a los "alimentos sanos y frescos", residuos y medio ambiente en los sistemas de producción agrícola, están teniendo importancia en la decisión de los consumidores especialmente en los países desarrollados (Green et all, 1992 op.cit.). La globalización de los estándares imponen modificaciones en SAA específicos para que sean competitivos, por ejemplo el caso de alimentos étnicos o para colectivos ancianos especialmente en sociedades multiculturales o grandes ciudades.

Finalmente el SAA debe tratar con las decisiones del consumidor respecto a la sanidad alimentaria, ya sea a nivel del consumidor individual o a nivel de grupos sociales como organizaciones de defensa del consumidor.

 

2.4.4.2. - LOS COSTES DE TRANSACCION EN EL SAA:

 

Un enfoque del SAA basado en la Economía de Costes de Transacción debe enfocar como unidad básica de análisis la transacción y agregarle el ambiente institucional en el cual esta transacción tiene lugar. La estructura de "governance" busca en esencia una economizacion de costes.

Pero cuando se aplica al análisis del SAA el núcleo no debe ser solamente una simple transacción, sino un grupo de transacciones técnicamente conectadas que están relacionadas con el proceso de agregar valor al alimento desde la finca hasta el canal de distribución Zylbersztajn (1998 op.cit.). Con este sistema coexistirán mercado, jerarquías y contratos, que requerirán necesariamente el diseño de herramientas de coordinación, sean estas publicas o privadas (según el grado de coacción demandado).

Siguiendo a Zylbersztajn, podemos definir cuatro tipos de transacciones generales a través del SAA:

 

Dada la existencia de muchos proveedores alternativos de insumos estándares al agricultor y la característica recurrente de esta transacción, la misma es llevada en muchos casos a través de la forma de "governance" del mercado; No se necesitan muchos activos específicos ya que a nivel industrial la tecnología permite ajustes de productos que pueden servir a muchos tipos de sistemas agrícolas.

Al menos podemos mencionar cuatro grandes industrias: Agroquímicos (Vegetales/animales), semillas, maquinarias y equipos y fertilizantes, todos los cuales representan transacciones entre los proveedores y los agricultores a través de intermediarios especializados que en forma general presentan una especificidad de activos muy baja.

Dos aspectos merecen ser brevemente comentados, uno el relacionado a los servicios especiales desarrollados por los proveedores "minoristas"(62), y otro el I+D industrial. El primer aspecto puede darse en algunos países, por ejemplo con el uso de fertilizantes líquidos cuya aplicación es provista por los proveedores, ya que el agricultor no hace esa inversión porque disminuiría su flexibilidad de elección de productos.

Al nivel industrial la actividad de I+D tiene muchas facetas que pueden ser evaluadas bajo un enfoque de costes de transacción, encontrando la explicación de porque algunas empresas tienen programas propios, otras contratan solamente algunos proyectos con otras instituciones o estrategias mixtas en forma simultánea(63).

En esta transacción T1 pueden aplicarse las reglas de los contratos clásicos porque no hay grandes disturbios que no puedan ser remediados en casos de fallos. En algunos casos de grandes corporaciones que demandan tecnología específica del lugar, las compañías establecen un I+D local, influenciadas por la organización institucional de cada país, especialmente las referidas a patentes y derechos de genética(64).

La competencia entre firmas en el mercado local sigue generalmente una línea de alto grado de diferenciación de productos como resultado de una continua investigación de las necesidades locales del cliente, -el agricultor-, desarrollando una relación de confianza entre ambos. Las grandes empresas agrícolas y las grandes cooperativas evalúan continuamente la especificaciones técnicas de los activos en juego en la transacción y consideran proveedores alternativos.

 

Las transacciones a ese nivel son difíciles de enumerar ya que es probable que las especificaciones de los activos varíen con las características técnicas finales del producto. Al menos deben considerarse dos tipos de productos, "commodities" y productos diferenciados.

Generalmente las IAA basadas en productos commodities seleccionan sus proveedores en el mercado; también pueden usar mercados de futuro para protegerse del riesgo de fluctuaciones de precio. En algunos casos pueden aparecer problemas con costes de almacenamiento, que llevaría a transacciones con alta especificidad respecto al "tiempo"(65).

Por otro lado la producción agraria está asociada con un riesgo muy alto que cambia de acuerdo a las características del producto. Si el producto tiene especificidad de tiempo muy alta, el agricultor no puede controlar el ciclo biológico de la cosecha o lo puede hacer en una forma muy limitada. Por lo tanto hay al menos definidas dos transacciones típicas como T2.

Para las commodities que no son "time-specific" y tienen estándares aceptados globalmente prevalecen las formas de "governance" de mercado. Los agricultores venden sus productos a agentes especializados ("acopiadores") o directamente a la IAA, pero para altos niveles de especificaciones la forma del mercado no es aplicable(66).

Al hablar de especificaciones es necesario considerar diferentes tipos:

- Las relacionadas al "tiempo" es un problema asociado con el alto coste de transferir el producto de un periodo al otro (el caso de productos perecederos).

- Las relacionadas al "lugar", son importantes para productos con altos costes de transporte o productos asociados con el "localismo", caso de quesos, o productos como la leche fluida -con grandes volúmenes y bajo valor del producto-.

- Otras fuentes de especificaciones estarían relacionadas a definiciones de atributos especiales de "calidad" requeridos por la IAA.

Cuando se incrementa el grado de "estandarización" de un producto resulta el predominio de formas de "governance" del mercado, con contratos neoclásicos sin ningún reaseguro(67).

Ejemplos típicos mencionados por la bibliografía de arreglos contractuales que han sido desarrollados entre agricultores y la IAA se refieren especialmente al caso del cerdo y del pollo.

En esta interface (T2) aparecen tensiones, que son tratadas en la bibliografía generalmente como soporte del paradigma de la organización industrial y básicamente refleja las diferencias de estructura de mercado que se encuentran entre la agricultura y la IAA. Las transferencias de ingreso desde el sector agrícola ya sea a través de mecanismos de mercado o políticas gubernamentales ha sido ampliamente tratado.

 

La integración hacia delante ha sido bastante tratada en la bibliografía (Williamson 1985, op.cit.) como resultado de especificidad de activos asociados con la distribución o activos físicos y de recursos humanos.

Actualmente se registran tensiones en esta interfase (T3) que no han sido tan desarrolladas en la bibliografía como la T2, podría ser porque esta tensión es todavía un fenómeno nuevo en el SAA.

Bajo la perspectiva de la organización industrial el incremento de concentración del sistema de distribución ha incrementado el poder de este sector.

Pero bajo la perspectiva de la teoría de costes de transacción, se basa en un activo especifico que es la "información" de las preferencias de los consumidores. No olvidemos a los consumidores como grupo de presión organizado para decidir comprar algunos productos en lugar de otros(68).

Grandes cadenas de supermercados están operando en el mundo entero bajo tecnologías muy homogéneas, reaccionando rápidamente para identificar y procesar productos nuevos, ellos pueden decodificar las preferencias de los consumidores y transferir la información al sistema (Green et all, 1992 op.cit.).

Las ultimas tecnologías de la "Gran Distribución" (Green et all, 1992 op.cit.) están interesadas en relaciones contractuales con la IAA para vender productos de marca propia y contratar proveedores de alimentos interesados, lo cual representaría una modificación básica en las políticas de mercadeo de las grandes IAA modificando la distribución de los márgenes en el SAA.

La distribución en masa de alimentos es llevada exitosamente por grandes cadenas de supermercados en el mundo y en las economías desarrollados se observa el crecimiento de la diversificación de productos. Los productos diferenciados o altamente especializados están asociados con transacciones de pequeña escala y altos niveles de especificidad de activos (e.j. "ethnic food market").

Las grandes cadenas de supermercados no tienen incentivos para integrarse hacia atrás, ya que poseen muchos proveedores interesados en ofrecer productos estándares. Ellos establecen contratos con proveedores exigiendo garantías just-in-time, lo que impone una dependencia bilateral motivada por un activo especifico y por la reducción del coste de almacenaje.

A través de los distintos mercados, cuando el nivel de los consumidores declina, la demanda para aspectos de calidad específicos también declina, en estos caso es mas importante la cantidad como es característica de varios países subdesarrollados.

El ambiente institucional, especialmente la legislación de los derechos del consumidor, son importantes factores para cambiar de los contratos clásicos hacia modos relacionales o contratos neoclásicos.

 

La ultima transacción del SAA es entre el consumidor final y el vendedor minorista en el sistema de distribución. Debemos diferenciar el consumo en el hogar del que tiene lugar en restaurantes, ya que cada uno esta caracterizado por diferentes niveles de especificidad de activos.

Las transacciones entre el consumidor y los canales de distribución no significan una transacción impersonal; el ultimo agente del SAA esta muy interesado en satisfacer los deseos de los consumidores, ofreciendo los productos demandados por ellos en tiempo y lugar (Green et all, 1992 op.cit.). En algunos casos invirtiendo activos específicos para ofrecer especialidades como los anteriormente mencionados "ethnic food" u otros.

Los pequeños minoristas tendrán un contacto más cercano, más personal con el consumidor y los restaurantes podrían realizar una transacción personal con sus clientes.

Por lo tanto un amplio rango de contratos pueden ser observados en esta interface T4, proveyendo un buen material para ser estudiado bajo el enfoque de costes de transacción, con una potencial conexión con el campo del mercado.

Las preferencias del consumidor están cambiando en forma dinámica, ya sea como resultado de la migración, educación, información, nivel de asociación, organización social. Pero esta interface según Green, no es independiente de las anteriores fases del SAA, ya que muchos atributos que demanda el consumidor, son el resultado de la producción e intervenciones a través de todo el sistema.

De acuerdo a lo descrito a lo largo de este ultimo punto, la introdución de los aspectos contractuales y el rol de las instituciones ayuda a comprender los problemas de la coordinación complementando el enfoque de "agribusiness". Las transacciones agroalimentarias se pueden enfocar de forma sistémica, el SAA es una composición de diferentes formas de "governance" en el cual cada transacción (Ti) podría definirse en alineación con diferentes niveles de especificidad de activos, frecuencia e incertidumbre.

La teoría de los costes de transacción provee un importante marco de análisis para la investigación agroalimentaria y expande el potencial de análisis tradicional de mercado, siendo compatible con el enfoque de sistemas. Las relaciones contractuales proveen un importante acercamiento entre el "commodity systems approach"(69) y la teoría de costes de transacción.

De acuerdo a Zylbersztajn (1995) se pasa de un rigor formal neoclásico a un realismo de análisis institucional, pero tanto la economía neoclásica como la economía de costes de transacción tienen una respuesta basada en conceptos optimizadores de costes, o sea de eficiencia económica

La coordinación del SAA puede ser vista con un enfoque de costes de transacción, pueda o no el sistema ser capaz de reaccionar a disturbios externos, con formas de "governance" flexibles para encarar los cambios dinámicos que se presentan en el SAA(70). El escenario mas probable es un sistema que demande mecanismos externos de coordinación, señalando la necesidad de mirar el ambiente institucional y organizacional donde está localizado.

 

2.5. - LA COMPETITIVIDAD Y LA TEORIA DE LOS COSTES DE TRANSACCION

 

La globalización de la economía y de las decisiones a nivel de las empresas han dado lugar al manejo de un nuevo concepto, el de competitividad o ventajas competitivas que replantean el concepto tradicional de ventajas comparativas. Aunque la discusión de "competitividad" o "ventajas competitivas" internacionales es relativamente nueva en el sector agroalimentario argentino

Según Pratten (op.cit.1991) la competitividad tiene muchas facetas, lo cual hace mas difícil aplicar análisis estadísticos o desarrollar teorías con significancia practica; el tema de la competitividad es evasivo y difícil de estudiar.

Cuando se discute de competitividad a nivel general, se suelen utilizar dos medidas típicas: La competitividad según los costes y según la cuota de mercado(71). (Segura 1992; IICA 1994 ; Porter 1980, 1991, 1997). Aceptando en estos casos como definición de competitividad, a "la capacidad de una empresa/región o país de mantener y aumentar las ventas/exportaciones de un sector determinado en un marco de crecimiento". Si se enfoca la competitividad como la posibilidad de colocación en el mercado, lo que interesa es conocer el coste medio (consecuencia de la fertilidad de la tierra, de la tecnología aplicada, del precio de los insumos y la mano de obra). Una producción de bajos rendimientos puede tener bajos costes y posibilidades de colocación en el mercado.

Pero si hablamos de competitividad desde el punto de vista de región o país, esto se determina por el mantenimiento y aumento de la participación en los mercados y por ende de las exportaciones (IICA 1994 op.cit.; Porter 1991 op.cit).

A un nivel amplio se pueden identificar 3 estrategias competitivas genéricas muy usadas en el sector industrial: Ofrecer el mismo producto a un precio menor que los demás (liderazgo en costes), o diferenciar y ofrecer productos distintos o con precios mayores a los que vendía antes o a los que venden otros (diferenciación), o enfocarse sobre un grupo de compradores en particular, en un segmento de la línea del producto o en un mercado geográfico (enfoque de alta segmentación. (Porter 1980 op.cit.). En commodities se da generalmente la primer estrategia nombrada.

Según Gutman (1998), la competitividad o ventaja competitiva está sometida a las condiciones coyunturales(72) y es en general de carácter dinámico, ya que interesa su análisis en el tiempo conformando un concepto relativo porque confronta aspectos propios respecto a un competidor (país/firma).

En algunos casos indicadores de ventajas comparativas monitoreados en el tiempo pueden utilizarse como indicadores de competitividad, caso de los indicadores de Ventajas comparativas reveladas (Sec.Programación Económica-SAGyP-IICA, 1993), que utilizan flujos comerciales concepto desarrollado por Balassa en 1960(73).

También tenemos indicadores de ventajas competitivas que combinan indicadores de participación en el mercado junto a indicadores del dinamismo del mercado de referencia. Es el caso de las matrices de actividades, entre las cuales la mas sencilla es la denominada "matriz BCG" o "matriz de crecimiento-cuota de mercado"(74) que utiliza el Boston Consulting Group y la CEPAL entre otros.

En la utilización de estos últimos indicadores es necesario aclarar sus limitaciones, porque están referidos en coeficientes determinados por acciones exógenas a la empresa/sector (influenciado por ejemplo por políticas comerciales, monetaria, fiscales o barreras arancelarias). Tampoco consideran la importancia del consumo interno o estrategias de internacionalización de las empresas (Gutman 1998 op.cit.)

Otros autores en cambio, dicen que la competitividad es sistémica, -la competitividad de un país/empresa se basa en el patrón organizativo de la sociedad en su conjunto- (Esser, Hillebrand, Messner Y Meyer-Stamer, 1996). Los parámetros de relevancia competitiva en todos los niveles del sistema y la interacción entre ello es lo que genera ventajas competitivas (Esser et all 1996; North 1993 op.cit.).

Siguiendo a Esser et all (1996 op.cit.) el concepto de competitividad sistémica se basa en el reciente debate de la OECD (1992)(75), sobre la inexistencia o insuficiencia, en los países en desarrollo del entorno empresarial eficaz en que hace hincapié el concepto de "competitividad estructural". Este fenómeno puede impedir el desarrollo aún cuando la estabilización a nivel macro haya sido exitosa, como se ha venido comprobando tanto en países miembros de la OECD o países de desarrollo relativo mayor o menor(76).

El concepto de competitividad sistémica elaborado por estos autores, se diferencia de otros dirigidos a identificar los factores de la competitividad industrial en dos elementos:

Primero distingue cuatro niveles analíticos -Meta, Macro, Meso y Micro- (Gráfico 2.14), siendo en el nivel meta donde se examinan factores como la capacidad de una sociedad para la integración y acción estratégica, el nivel macro, que ejerce presiones sobre las empresas mediante exigencias de desempeño, el nivel meso donde se estudia la formación de un entorno capaz de fomentar, completar y multiplicar los esfuerzos de las empresas (correspondiente al estado y los actores sociales), y el nivel micro, el de las empresas que buscan simultáneamente eficiencia, calidad, flexibilidad y rapidez de reacción, estando muchas de ellas articuladas en redes de colaboración mutua.

Los autores destacan la importancia del nivel meso en la creación de la "competitividad sistémica" (En gráfico 2.15), las políticas que configuran este nivel poseen una dimensión nacional y otra regional o local. Las primeras apuntan a desarrollar la infraestructura física (transporte, puertos, comunicaciones, etc.) y las segundas la infraestructura no material (sistemas educativos, etc.). Es en el nivel meso donde se extienden las estructuras basadas en redes cooperativas y la coordinación horizontal autónoma, interactuando la gestión jerárquica con la gestión basada en esas redes.

En el mismo sentido Kosacoff (1993, 1999), Maletta (1998 op.cit.) expresan que la posibilidad de acceder a niveles crecientes de competitividad y mantenerlos en el largo plazo no puede circunscribirse a la acción de un agente económico individual, sino es el comportamiento global del sistema el que permite lograr una base sólida para el desarrollo de competitividad. La noción "sistémica" de competitividad reemplaza a los esfuerzos individuales, que si bien son una condición necesaria, no son suficientes para lograr ese objetivo. Algunos autores hablan de formas de competitividad "espurias" que no avanzan en la adquisición de ventajas comparativas y están sustentadas en bajos salarios, tipos de cambio elevados, subsidios a las exportaciones, sobreprotección de importaciones, devaluación, etc..

Williamson, (1991 op.cit) cita como de importancia clave a la habilidad de las diferentes formas de "governance" referente a la adaptación después de los disturbios "Shocks". Esto se puede extrapolar al SAA que comprende un "cluster" de transacciones que atraviesa todo el sistema, donde la velocidad de reacción ante un disturbio constituye un elemento clave para la competitividad del mismo.

Según Zylbersztajn (1998 op.cit.) como el SAA es frecuentemente afectado por disturbios que requieren alguna clase de respuesta coordinada, es esperable que prevalezca alguna forma jerárquica o híbrida y en el caso de respuestas estrictamente coordinadas que involucran muchos agentes se construirán instituciones que realicen esta tarea ya sean publicas o privadas.

Por ejemplo entre dos SAA/empresa el que ajuste una nueva forma de "governance" de forma mas completa y rápida para minimizar los costes de transacción será más competitivo en el mercado(77).

La adaptabilidad del SAA es función de las instituciones y organizaciones construidas dentro del sistema. Especialmente las relacionadas con el flujo de información, organización financiera, estructuras de comercio y instrumentos de distribución de riesgos(78).

La competitividad de los sistemas de producción y del SAA en particular puede ser estudiada desde el punto de vista contractual. Los sistemas que pueden obtener mejor información del consumidor final, que pueden predecir tendencias, y que pueden reorganizar las relaciones contractuales hacia los nuevos objetivos son consideradas mas competitivos.

Cuando se compara la habilidad competitiva entre diferentes países o empresas, no deben considerarse solamente los costes de producción, sino también los costes de "governance", por lo tanto será de importancia la tecnología, las políticas de gobierno hacia el riesgo(79), y todo el ambiente institucional.

Siguiendo a Zylbersztajn, se debe tener en cuenta que la tendencia de aumentar la segmentación en el mercado consumidor trae también un aumento de activos específicos que caractericen la transacción (controles ambientales y de salud).

Por lo desarrollado en párrafos anteriores, la coordinación (forma de "governance") en el SAA, constituye un elemento clave para la competitividad y puede analizarse en completa sintonía con el enfoque de competitividad sistémica anteriormente mencionado; Si la coordinación es alcanzada a través de formas jerárquicas, de mercado o híbridas será en función de las características especificas de las transacciones asociadas con el ambiente institución y el diseño organizacional.

 

 

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(Al Cap.3)