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 DELIMITACIÓN DE ELEMENTOS QUE DEFINEN AL GRUPO

 

 

En individuos que confluyen en una situación de escasez dada, ¿existen variaciones (de grupo) en cuanto a la forma final de afrontar dicha situación?. ¿Son las condiciones estructurales, económicas y socio-políticas, o las vivencias comunes de grupo, las que hacen afrontar de diferente manera la situación de escasez? ¿Se da algún elemento común en personas que coinciden en un mismo tiempo y espacio político-social que haga identificarles y definirles como grupo? ; ¿Es `la coincidencia´ espacial, experiencial (además de lo dicho anteriormente), el factor que re-define la actuación de dichos sujetos, que se expresa en una forma especial de afrontamiento de una situación dada de escasez?. ¿Sería suficiente la coincidencia en su respuesta, para concluir que dichas personas conforman un grupo cohesionado que les diferencia de otros individuos que viven en el mismo espacio y tiempo político? Si existían condiciones que caracterizaban a estos sujetos, de ello se desprendería que podrían ser éstos un grupo con contenidoclase.

O tal vez las variaciones en el tiempo de condiciones comunes, permitirían asociar elementos identificadores de generación con los de posición social. Estas y otras cuestiones surgen tras el estudio del estraperlo como fenómeno social en el decenio 40-50, e invitan a futuras investigaciones pues aquí se tratan solo de forma periférica.

Interesa ahora definir tales situaciones de escasez y observar si existieron diferencias en cuanto al comportamiento o afrontamiento de situaciones de escasez por parte de grupos que coexistían en el mismo espacio socio político, que hagan pensar en posibles estrategias de grupo diferentes ante una economía de subsistencia.

Podían existir lazos entre personas que convivían en un mismo espacio social, económico y político, pero podía ocurrir también que no se desarrollasen ni se estableciesen dichos lazos. Podría existir una conexión-grupo (siguiendo la terminología de Mannheim, K., 1952)12, sin que ello llevase a la culminación de grupos-entidad concretos, ya que la unidad de personas podría basarse en conexiones vitales-experienciales próximas y generadas por las mismas condiciones estructurales.

La situación era la misma para diferentes actores, pero se ha querido observar en el presente estudio a través de los relatos personales, si estas circunstancias se vivían de forma similar, y si su sistematización a través del tiempo coincide.

La forma común de afrontamiento de una situación especial podría configurar las actuaciones, pero ¿define esto, delimita ello actuaciones, y configura formas de acción de un grupo careciendo este grupo de `elementos de pertenencia conscientes´?.

Podría existir entre esas personas una conexión una adhesión, “un ser” de unos individuos con otros13. La existencia de una cierta conexión entre personas es un fenómeno social de interés que podría explicar la posición social (y quizá de clase) en un periodo dado y aportar por tanto explicaciones sobre la estructura social de un momento histórico concreto.

La posición de grupo es aquella en la que alguien14 se encuentra y se caracteriza por `el parecido´ que hay entre personas agregadas, por su posición en ámbitos sociales derivadas quizá de las formas de àfrontamiento de una situación´. La afinidad de esas personas se determina indicando la contextura en la cual se encuentran situados de modo parecido `dentro de la vida sociohistórica ´.

Más allá del ritmo biológico15 habría otras conexiones, pues la sintonía de los sujetos no se debe solo a la existencia de éste “ritmo”, sino que la conexión procede también de la cercanía mental (de sujetos enlazados por los sucesos que marcan sus vidas).

La conexión se produce aún en la distancia, porque no tenían porqué cruzarse realmente una con la otra sus vidas. El grupo o “la comunidad de pertenencia” social y vivencial marcaría una posición similar a la de otras personas en la corriente histórica de `el acontecer social´. Es decir unas coincidencias debidas a la posición específica que ocupan en este ámbito (y esto es precisamente lo que tienen en común tanto una situación de clase como la de conexión de grupo o entre individuos). Ello limita a los individuos “a determinado terreno de juego dentro del acontecer posible” sugiriéndoles por tanto una modalidad “específica de vivencia y de pensamiento”, un modo específico de encajamiento y acción en el proceso histórico.

Dicha posición delimita por tanto las “circunstancias como terreno de juego de las realizaciones de la individualidad” y desarrolla una tendencia hacia determinadas formas “modos” de conducta16, sentimiento y pensamiento, inherente a cada una de esas posiciones que podrían ser identificadas y localizadas, como por ejemplo las tareas relacionadas con el estraperlo. Los relatos de los que se dispone en el presente análisis son coincidentes al describir las circunstancias de escasez, el racionamiento y el hambre. Los entrevistadores señalan formas comunes de actuación, igualmente comprobadas en los expedientes individuales abiertos durante la década en la provincia de Cádiz.

No se define el grupo a estudiar según las normas vigentes interiorizadas mediante el proceso de socialización, sino más bien en los aconteceres y bienes de los que disfrutaban o de los que se les privaba, suscitando así una posición común de vivencias (MILLS,W.:1959) y probablemente también de acción (actividades económicas relacionadas con el estraperlo).

Así la común socialización ejercida en los sujetos que relatan su historia, sino más bien sería efecto de unas vivencias comunes, por esa contextura de la que ya se ha hablado.

Aunque se utiliza el artefacto conceptual y teórico de “conexión” de/ entre personas, para delimitar (e identificar) el grupo analizado y evidenciarlo así con más legitimidad ante la Comunidad Científica, se tiene en cuenta el oportuno protagonismo individual del sujeto. Esto último es demostrable mediante cada discurso, donde se exhiben sus vivencias17 y recuerdos en planos paralelos (con más o menos intensidad y según el caso) desde momentos más actuales. Se plantea aquí su papel de protagonistas, de actores sociales: no son solo partícipes de tales procesos pues son situaciones vividas y ahora también revivenciados en la narración de los sucesos que se les pide a consecuencia de esta investigación.

Si bien no se conocían, no coincidían, sí lo hacían a través de sus vivencias, sus angustiosas experiencias, su contexto-vital común. No convivían, pero `vivían-con´ una situación, `estaban situados´, posicionados y se habían instalado por tanto en el mismo emplazamiento mental.18

La cuestión es que coinciden (aún no conociéndose), al describir y reelaborar las circunstancias que vivieron, tal y como se desprende del análisis de los documentos vivos.

Los de esa posición/grupo disfrutaban y participaban de determinados bienes culturales usuales en dicha situación (por propia accesibilidad y modo de accesibilidad). Así por ejemplo, la configuración concreta de una actitud, de un contenido dado resultaría de una experiencia vital que los acontecimientos han impuesto y que les han marcado; una unión o coincidencia, un sentir similar independientemente de su edad y más cercana a las circunstancias que vivieron en común generadoras de experiencias coincidentes.

¿Cómo elaborarían dichos sujetos su situación en una posguerra y ante circunstancias de escasez?

Una fracción de clase se hace estática (siguiendo a Mannheim: “orientada hacia el pasado”), cuando por cualquier circunstancia, no tiene oportunidad para “reproducir su capital global” y mantener su posición en el espacio social de su familia, de su extracción social originaria.

Se podría sugerir en una primera aproximación al análisis una diferenciación inicial en cuanto a los grupos que confluyen en dicha situación.

Las circunstancias de escasez extrema (marcador de esa `fracción de clase´), harían posible que los nuevos miembros, estuvieran en condiciones de especial dificultad para mantener y reproducir su condición (pasada originaria); y tener la mayoría de los miembros de la nueva generación que realizar una `reconversión de capital´ (un desplazamiento en el espacio horizontal) basado en lo no oficial (engaño, burla), consiguiendo el desplazamiento deseado (que no es sino el cambio esperado y natural en el curso del tiempo y que de otro modo no podría haberse producido).

En el caso contrario, aquellos otros grupos que no consiguieron desplazarse en el tiempo y modo habitual, tenderían en realidad al mantenimiento de las condiciones. No existiendo así diferencias en el `modo de generación´ (sus orígenes próximos).

Luego el primer grupo del que se habla, 1. `mantiene su emplazamiento social´ a través del cambio y el segundo 2.cambia su orden – no se desplaza- a través del mantenimiento (estabilidad). Así, “la eficacia del tiempo”19 opera para unos (los primeros) y no para otros (los segundos).

Los diferentes resultados de movilidad o no, son precisamente los efectos que produciría ese “marcador” para cada uno de los grupos que confluyen (de los dos mencionados anteriormente), desde un acontecimiento común a ambos y que actuaría sobre todo el espacio social.

En las circunstancias descritas de conflicto bélico y en cuanto al objeto del presente análisis, hablar de situaciones diferentes para cada `campo´(1) y 2)] en cuestión, no implicaría un planteamiento simplista o al que la Sociología debiera resistirse pues bastaría con mantener la vigilancia oportuna.

 


12 Pero se utiliza aquí con una cierta variación, debida a la aplicación al tema y situación de las circunstancias analizadas. Algo similar ocurre con el resto de los autores que a continuación se citan.

13 Siguiendo al autor, aunque en el contenido es el mismo, muestra bastante semejanza con la situación de clase, al ser un tipo específico de posición social.

14 Op. de cit. p. 208 Al igual que en la posición de clase, se puede ser consciente o no de pertenecer a dicha posición y suponer ello o no, un “estar vinculado” con ese grupo.

15 “ El ritmo biológico” (`Generationslagerung´), término empleado por MANNHEIM, K., se fundamenta en los hechos de la vida y de la muerte y en el hecho de la edad. Pero este es quizá un elemento definidor que restringe el hecho a estudiar. Sería necesario (en el caso que nos ocupa), introducir otros elementos referentes a conexiones más amplias entre personas, que no tendrían que ver solo con la edad) rasgos que elude este concepto.

16 Op. de cit. p.: 209

17 El hecho de que no se conozcan, aunque ocasionalmente hayan coincidido en algunos espacios, proporciona al estudio una mayor riqueza al ser interpretaciones de diferentes sujetos sobre los mismos o similares hechos.

18 Como la posible cercanía procedente de similares experiencias, significantes específicos en el uso del lenguaje, marcadores centrales comunes y por tanto interpretaciones coincidentes en ciertos momentos.

19 A “La eficacia del tiempo” hace referencia BORDIEU, P., cuando argumenta que el paso del tiempo no tiene los mismos efectos para todos, pues el tiempo biológico no es el tiempo social. Hay partes de la estructura social donde el paso del tiempo puede ser debilitamiento y otras donde supone acumulación de poder. En el presente análisis se observa esa distinta eficacia para los grupos sociales, siendo el estraperlo un eje a analizar en esa diferenciación.