El emplazamiento óptimo de una fábrica de Alfred Weber.

 

En la “Teoría pura de la localización”[1], Weber parte del análisis de localización de cultivos agrícolas de Von Thünen, y lo adapta para estudiar los factores determinantes de la localización óptima de una industria durante épocas de desarrollo y crecimiento. Utiliza para ello datos alemanes a partir de 1860[2].

 

En un primer momento, considera la localización orientada hacia el transporte. Sostiene que la localización óptima viene dada por el lugar en que se minimizan los costes de transporte. Si existen factores productivos localizados y otros con perfecta movilidad, sólo los primeros afectarán a la decisión de localización.

 

En los casos extremos, la localización óptima, que corresponde al mínimo coste de transporte, puede coincidir con la localización de las materias primas, o con la del mercado (lugar de consumo), si bien podría ser cualquier punto intermedio.

 

Weber considera la existencia de una única localización óptima, al suponer linealidad en las funciones de producción, lo que elimina la posibilidad de sustitución entre factores. A título de ilustración de lo expuesto, puede citarse el caso de búsqueda de la localización óptima si existen dos fuentes de factores y un mercado: la resolución se efectúa a través del triángulo de localización[3]:

 

Min CT = QF1dF1 + QF2dF2 + dM

 

Donde

  • F1 y F2 son los 2 factores de producción localizados.

  • QFi: cantidad (unidades físicas) de factor Fi necesaria para la producción de una unidad de producto final.

  • dFi: distancia entre el lugar de producción desconocido y el lugar de radicación del factor Fi.

  • dM: distancia entre el lugar de producción desconocido y el lugar de radicación del mercado M.

 

En segundo lugar, Weber considera también la posibilidad de orientar su decisión de localización óptima hacia el mercado de trabajo, en lugar de minimizar tan sólo el coste de transporte, siempre que los costes de transporte adicionales se vean compensados por el ahorro debido a la concentración del factor trabajo.

 

Por último, Weber amplía su análisis introduciendo el concepto de economías de aglomeración como factor compensador de un mayor coste de transporte que justifique la radicación de la fábrica cerca de otras pertenecientes a la misma industria. Es el primer paso para el estudio de la aglomeración industrial como factor explicativo de la concentración espacial de economía, el crecimiento de las ciudades y el de las regiones polarizadas.


 


[1] Weber, A., op.cit., 1909.

 

[2] Martínez Cortiña, R., Regionalización de la Economía Española (Madrid: FIES), 1975.

 

[3] H.W. Richardson. Economía regional y urbana (Madrid: Alianza Universidad Textos), 1986, p. 45.

 

 

Este texto forma parte de la tesis doctoral "El factor espacial en la convergencia de las regiones de la Unión Europea", de Mª Amparo Toral Arto, cuyos datos y texto completo son accesibles desde la
FICHA DE LA TESIS

 

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