LA TÉCNICA DIDÁCTICA DEL BUEN HUMOR Y SU INCIDENCIA EN LA CALIDAD DE LOS APRENDIZAJES DE LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ. 2015

LA TÉCNICA DIDÁCTICA DEL BUEN HUMOR Y SU INCIDENCIA EN LA CALIDAD DE LOS APRENDIZAJES DE LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ. 2015

Edison Ruben Zambrano Cedeño
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú

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Comprensión de los contenidos
La Comprensión de los contenidos es una didáctica que se torna comunicativa porque asume una forma dialógica; es decir, un proceso permanente en que el educando va descubriendo su propio conocimiento junto a las demás personas, en su práctica social. Es oportuno anotar que los estudiantes son actores de su propio proceso educativo, ellos son considerados como sujetos individuales con su propia lectura del mundo y activos constructores del conocimiento a lograr, siendo el maestro un acompañante en este proceso; por lo tanto, como facilitador del aprendizaje, le corresponde planear ¿Qué enseñar?, ¿Cómo enseñar?, y ¿Dónde encontrar lo que enseña? Responder estos tres interrogantes permite evaluar la profundidad con que abarca su disciplina, sus métodos de aprendizaje y de investigación y especialmente, saber que puede enseñar con responsabilidad intelectual.

La comprensión de contenidos, desde su estructura ofrece una manera de enseñar diferente, ya que coloca en un mismo plano a docentes, estudiantes y saberes, de tal manera que haya una integración que permita desempeños más eficaces y eficientes que sean de trascendencia a las realidades de los estudiantes. Pogré, Paula (2004, p. 12) manifiesta: “la comprensión de contenidos, presenta una manera nueva de enseñar, fundamentalmente dirigida a que nuestros alumnos aprendan a pensar y puedan hacerlo independientemente de sus condiciones sociales.

Todos los chicos sólo por su condición de seres humanos, son capaces de pensar ¿Por qué, entonces, cuando salen de la escuela muchos de ellos no pueden pensar ni expresarse coherentemente, ni son capaces de resolver un problema práctico? Este modelo surgió como resultado de la colaboración directa entre investigadores y docentes que tomó bases teóricas desarrollada por un equipo de profesores orientados por Howard Gardner, David Perkins y Vito Perrone. (Pogré, Paula 2004, p.39) (Sustentado por Betancour María y Madroñero Elizabeth, 2014 pág. 48-49)

Sustentando el siguiendo fragmento se puede determinar que la comprensión de los contenidos es la forma didáctica en que logra adquirir los aprendizajes, sin embargo es indispensable destacar que las actividades recreativas, técnicas e instrumentos didácticos se plantean a través de la planificación de los contenidos del docentes, por lo tanto es importante que quien transmite la información sea muy cauteloso y metódico en su elección.

Aportando e incluyendo el tema de investigación el buen humor cumple unos de los roles más importantes para lograr la comprensión de los contenidos, ya que esa vibra será transmitida a los educandos y así se logrará adquirir todos los objetivos planteados, en conclusión el rol del docente es el de mayor relevancia para la adquisición de conocimientos comprensibles y positivos.

2.5 Práctica docente
La práctica docente es de carácter social, objetivo e intencional. En ella intervienen los significados, percepciones y acciones de las personas involucradas en el proceso educativo (alumnos, docentes, padres, autoridades, etc.). También intervienen los aspectos políticos institucionales, administrativos y normativos, que en virtud del proyecto educativo de cada país, delimitan el rol del maestro.
La práctica docente es la actividad compleja que se desarrolla en escenarios singulares, cargada de conflictos que requieren pronunciamientos políticos y éticos. Son espacios de análisis, reflexión y producción de conocimiento sobre la enseñanza, la institución educativa y los contextos.

Para Elena Achilli es “Un conjunto de actividades, interacciones, relaciones que configuran el campo laboral del sujeto, en determinadas condiciones institucionales y socio históricas.

Se desarrolla cotidianamente en condiciones sociales, históricas e institucionales; es significativa para sociedad y maestro.

Compleja red de actividades y relaciones.
Enseñar y otras actividades más.
Tareas docentes: simultáneas, variadas, numerosas, impredecibles e inmediatas.
Condicionada por medio social e institucional e historias personales y sociales.

La práctica docente se concibe en un doble sentido:
Como práctica de enseñanza, propia de cualquier proceso formativo.
Como apropiación del oficio de docente, cómo iniciarse, perfeccionarse y/o actualizarse en la práctica de enseñar.

En este marco, la práctica debería constituirse en un espacio que permita a los estudiantes, al mismo tiempo que dar sus primeros pasos en la tarea docente, comprender a la institución escolar como un escenario complejo, atravesado por múltiples dimensiones de la vida social (Contexto).

Se denomina contexto al conjunto de factores tanto externos, como el medio físico y social donde se inserta la escuela, las características y demandas del ambiente socio-económico de los educandos y sus familias, su radio de influencia y relación con otras instituciones, etc.; las cuales impactan en la escuela y condicionan de alguna manera su gestión y el accionar del plantel docente. Así como variables internas, tales como los recursos, infraestructura edilicia, actores escolares, etc.

Las personas realizan lecturas del contexto que permiten una comprensión de lo que sucede y una reconstrucción histórica destinada a arrojar claridad sobre ese presente (Prieto Castillo). Dichas lecturas están cribadas (filtradas) por la percepción; la cual refiere a una serie de operaciones que implican interpretar aquello que miramos a través de las representaciones que se generan al interior de la propia cultura.

Según Gimeno Sacristán.

El fundamento de la práctica es la teoría. El docente tiene teorías inconexas, desarticuladas, inestables, formada a lo largo de su experiencia como alumno, como profesor, como miembro de la cultura Son las que dispone para su práctica.

2.5.1 Dimensiones de la práctica docente
Al considerar la práctica docente como una trama compleja de relaciones, se hace necesario distinguir algunas dimensiones para un mejor análisis y reflexión sobre ésta:

Dimensión Personal: El profesor ante todo es un ser humano, por tanto, la práctica docente es una práctica humana. El docente debe ser entendido como un individuo con cualidades, características y dificultades; con ideales, proyectos, motivaciones, imperfecciones. Dada su individualidad, las decisiones que toma en su quehacer profesional adquieren un carácter particular.

En este ámbito, la reflexión se dirige a la concepción del profesor como ser histórico, capaz de analizar su presente con miras a la construcción de su futuro. Es importante mirar la propia historia personal, la experiencia profesional, la vida cotidiana y el trabajo, las razones que motivaron su elección vocacional, su motivación y satisfacción actual, sus sentimientos de éxito y fracaso, su proyección profesional hacia el futuro.

Dimensión institucional: La escuela constituye una organización donde se despliegan las prácticas docentes. Constituye el escenario más importante de socialización profesional, pues es allí donde se aprenden los saberes, normas, tradiciones y costumbres del oficio. En este sentido, “la escuela es una construcción cultural en la que cada maestro aporta sus intereses, habilidades, proyectos personales y saberes a una acción educativa común”.

La reflexión sobre esta dimensión enfatiza las características institucionales que influyen en las prácticas, a saber: las normas de comportamiento y comunicación entre colegas y autoridades; los saberes y prácticas de enseñanza que se socializan en el gremio; las costumbres y tradiciones, estilos de relación, ceremonias y ritos; modelos de gestión directiva y condiciones laborales, normativas laborales y provenientes del sistema más amplio y que penetran en la cultura escolar.

Dimensión interpersonal: La práctica docente se fundamenta en las relaciones de los actores que intervienen en el quehacer educativo: alumnos, docentes, directores, madres y padres de familia. Estas relaciones son complejas, pues los distintos actores educativos poseen una gran diversidad de características, metas, intereses, concepciones, creencias, etc. La manera en que estas relaciones se entretejen, constituyendo un ambiente de trabajo, representa el clima institucional que cada día se va construyendo dentro del establecimiento educativo.

El análisis de esta dimensión supone una reflexión sobre el clima institucional, los espacios de participación interna y los estilos de comunicación; los tipos de conflictos que emergen y los modos de resolverlos, el tipo de convivencia de la escuela y el grado de satisfacción de los distintos actores respecto a las relaciones que mantienen. Finalmente, es fundamental analizar la repercusión que tiene el clima escolar en la disposición de los distintos miembros de la institución: docentes, directivos, administrativos, apoderados y estudiantes.

Dimensión social: La dimensión social de la práctica docente refiere a “el conjunto de relaciones que se refieren a la forma en que cada docente percibe y expresa su tarea como agente educativo cuyos destinatarios son diversos sectores sociales”.

Además de esto, se relaciona con la demanda social hacia el quehacer docente, con el contexto socio-histórico y político, con las variables geográficas y culturas particulares. Por otro lado, es esencial rescatar “el alcance social que las prácticas pedagógicas que ocurren en el aula tienen desde el punto de vista de la equidad”.

El análisis de esta dimensión implica la reflexión sobre el sentido del quehacer docente, en el momento histórico en que vive y desde su entorno de desempeño. También, es necesario reflexionar sobre las propias expectativas y las que recaen en la figura del maestro, junto con las presiones desde el sistema y las familias. Es necesario, asimismo, reflexionar sobre la forma que en el aula se expresa la distribución desigual de oportunidades, buscando alternativas de manejo diferentes a las tradicionales.

Dimensión Didáctica: Esta dimensión se refiere “al papel del docente como agente que, a través de los procesos de enseñanza, orienta, dirige, facilita y guía la interacción de los alumnos con el saber colectivo culturalmente organizado para que ellos, los alumnos, construyan su propio conocimiento”.

En este sentido, la función del profesor, en lugar de transmitir, es la de facilitar los aprendizajes que los mismos estudiantes construyan en la sala de clases.

El análisis de esta dimensión se relaciona con la reflexión sobre la forma en que el conocimiento es presentado a los estudiantes para que lo recreen, y con las formas de enseñar y concebir en proceso educativo. Con este fin, es necesario analizar: los métodos de enseñanza que se utilizan, la forma de organizar el trabajo con los alumnos, el grado de conocimiento que poseen, las normas del trabajo en aula, los tipos de evaluación, los modos de enfrentar problemas académicos y, finalmente, los aprendizajes que van logrando los alumnos.

Dimensión Valorativa: La práctica docente no es neutra, inevitablemente conlleva un conjunto de valores. Cada profesor, en su práctica educativa, manifiesta (de modo implícito o explícito) sus valores personales, creencias, actitudes y juicios.

En definitiva, el maestro va mostrando sus visiones de mundo, sus modos de valorar las relaciones humanas y el conocimiento y sus maneras de guiar las situaciones de enseñanza, lo que constituye una experiencia formativa.

2.6 Cumplimiento de actividades

El cumplimiento de las actividades es la tarea de liderar los aportes y reflexiones que permitan alcanzar una mejor sociedad, más equitativa y justa con especial atención en un desarrollo más sustentable, en donde la universidad sea la institución capaz de mostrar cuáles son las mejores formas de construir una mejor sociedad.

Una especial atención tienen los planteamientos del cumplimiento y la responsabilidad que asignan un papel más activo de carácter reivindicativo y propositivo a las universidades, respecto de la solución a las principales problemáticas y necesidades sociales existentes en la actualidad, así como respecto de un desarrollo más sustentable en el futuro. (Gaete Ricardo, 2012. pág. 142)

A partir de este fragmento se puede determinar que uno de los factores más importantes para el cumplimiento de las actividades es la responsabilidad social de las universidades desarrollado anteriormente, resulta interesante realizar un ejercicio de aplicación práctica para clasificar las diferentes iniciativas que desarrollan actualmente las universidades para fortalecer su comportamiento socialmente responsable frente a la sociedad.

En el caso de la responsabilidad social de las instituciones de educación superior señalaba que debido al carácter de servicio público que tiene el quehacer de las universidades y los altos grados de autonomía que poseen dichas instituciones, éstas se han visto enfrentadas a la creciente demanda de responsabilidad social a las universidades por parte de la sociedad.

El concepto de responsabilidad social universitaria son la razón por la que las instituciones de educación superior: “se ven obligadas a rendir cuentas ante quienes tienen intereses en la universidad y están comprometidos en su funcionamiento. Los responsables de la universidad deben explicar a la sociedad y al gobierno principalmente qué es lo que están haciendo y por qué lo hacen”. (Gaete Ricardo, 2012. pág. 162)

En base a dicho concepto se identifican como partes interesadas ante las cuales las universidades deben rendir cuentas de su funcionamiento a quienes estén inmersos en este proceso de desarrollo y formación profesional, por ello es indispensable destacar que dentro de un proceso todos quienes intervienen son los encargados del cumplimiento en cada rol y actividad en la que se desempeñan.