LA TÉCNICA DIDÁCTICA DEL BUEN HUMOR Y SU INCIDENCIA EN LA CALIDAD DE LOS APRENDIZAJES DE LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ. 2015

LA TÉCNICA DIDÁCTICA DEL BUEN HUMOR Y SU INCIDENCIA EN LA CALIDAD DE LOS APRENDIZAJES DE LOS ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD TÉCNICA DE MANABÍ. 2015

Edison Ruben Zambrano Cedeño
Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Perú

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CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

  1. Antecedentes de la investigación.

Siendo un tema de gran expectativa y sumamente nuevo, el estudio del humor guarda una gran riqueza y amplias posibilidades por su escasa exploración científica. Las investigaciones actuales suscitan amplios caminos de análisis, aplicaciones y usos terapéuticos, educacionales y sociales. El futuro inmediato en los estudios sobre el humor se enfoca hacia modelos educacionales por el hecho de estar en contacto directo con el proceso de desarrollo del ser humano.
 
Sin embargo, parecería que enseñar es algo serio y enteramente distante del humor. La observación de las prácticas docentes encuentra pocas situaciones humorísticas. De igual modo, existen escasas investigaciones específicas sobre el tema, las que han sido llevadas a cabo especialmente en países como EEUU, Canadá e Israel (Frymier y Wanzer, 1998; Rainsberger, 1994; Rareshide, 1993; Steele, 1998; Ziv, 1989; entre otros), pero que no registran antecedentes en Ecuador.

Aun así hay ciertos estudios sobre el buen humor dentro del campo educativo, que hacen reflexionar muy en serio este fascinante tema.

Desde la parte bibliográfica realizada y analizada pude destacar los siguientes trabajos, como medio de estudio encaminado a despejar aquellas inquietudes presentes:

Un primer trabajo corresponde a Liébana (2014), quien realizó su investigación de tesis doctoral titulada: El sentido del humor en el aula: diseño, aplicación y evaluación de un programa de intervención. En este trabajo se analizó e interpretó los principios de la Psicología Positiva y se centra en la integración del sentido del humor en el trabajo cotidiano del aula. Por ello la investigación se denominó “con H de humor” que incluyó una amplia batería de actividades y recursos, así como las estrategias y mecanismos para implementarlo en el aula de manera eficaz.

Esta investigación se trabajó con niños de entre 7 y 8 años para lograr de tal manera que el humor formara parte de su rutina diaria y así aprovechar al máximo sus beneficios en el ámbito académico y socio-emocional. Además evalúo la eficacia del programa de intervención, diseñado a tal fin, (“con H de humor”) y creado para mejorar el rendimiento académico y la asimilación de los contenidos, así como las relaciones entre iguales, la autoestima y otros aspectos de tipo psico-social.

Este trabajo se relaciona con la investigación planteada, puesto que su objetivo fue diseñar un programa educativo, de naturaleza humorística, denominado (“con H de humor”), donde se mezclan las dos variables de esta investigación que es el sentido del humor en la enseñanza.

Un segundo trabajo corresponde a Leiva y Rozas (2010), quienes realizaron una investigación de tesis de grado para la obtención de Licenciadas en educación, con el tema denominado: “El sentido del humor en la práctica docente, como facilitador de aprendizajes significativos en los estudiantes, en las clases de Historia y Ciencias Sociales”. En esta investigación se centra en encauzar las relaciones de forma positiva, lúdica, ingeniosa, mediante el sentido del humor, que puede ser un agilitador de mejores relaciones.

Por ello esta investigación propuso cuatro conceptos claves, que guiarán su desarrollo. Estos son: sentido del humor, emocionalidad, aprendizaje significativo, e interacción social en el aula.

Esta relación conceptual se quedó manifestada a medida que se profundizo en cada uno de ellos, en tanto se dijo que le sentido del humor opera dentro del aula, en las relaciones que se establecen entre los sujetos en interacción en este caso docente y alumnos, afectando el sistema emocional de ambos, generando disposiciones positivas para el aprendizaje.

He aquí la relación directa que posee esta investigación con el desarrollo de la que está en curso, ya que el sentido del humor es considerado eje rector para el cumplimiento de las actividades desarrolladas en el aula de clases, dentro de todas las asignaturas de estudio, por ello se engloba de manera general el proceso de aprendizaje y adquisición de conocimientos.

Un tercer trabajo de Rivero (2010-2011), investigación titulada: “El uso del humor en la enseñanza: una visión del profesorado”. Esta investigación se destaca en el campo de la enseñanza de lenguas extrajeras, ya que los materiales humorísticos presentan un amplísimo espectro de posibilidades didácticas que pueden ser dotados de flexibilidad suficiente para que respondan en cada momento concreto a los intereses, desarrollando así una buena planificación que vincule estrechamente los contenidos que se estén trabajando.

Por ello esta investigación hace un llamado a de atención para modificar esa manera de enseñar tan formal y poco desenfadada que no siempre ha dado resultados satisfactorios.

Como investigador considero que esta investigación a pesar de estar relacionada y direccionada estrechamente a la asignatura de lenguas extranjeras, cumple un objetivo específico que está ligado a este tema de investigación, como es el buen humor en los procesos de enseñanza aprendizaje, por lo cual se busca mejorar los conocimientos de los educandos y lograr mejor calidad de aprendizaje.

Ivan Escalona (2000), en su trabajo sobre “El sentido del buen humor en la educación”, comenta: “La persona con sentido del humor es, en las relaciones humanas, comprensiva. Entiende, "tiene sentido" del humor, es decir, comprende lo que pasa a sus semejantes y a él mismo. Comprende que no es tan fácil mostrarnos tan buenos como somos debido al 'humor", a nuestro estado de salud espiritual”

Por encima de nuestro carácter, de nuestras virtudes o cualidades sociales, de nuestro grado de armonía espiritual, somos buenos en cuanto que somos queridos por Dios. El comprensivo es el que entiende esto en su corazón, el que comprende la flaqueza humana; el comprensivo es el que, sin transigir en los vicios, defectos o pasiones, tolera sus efectos en sus semejantes, y los fustiga precisamente con alegría, con la ligereza del chiste o la broma, y no con la gravedad de la reprensión o sanción legal. La persona con sentido del humor busca la alegría por encima de todo, porque, antes que nada, busca el goce de la felicidad, que es precisamente la alegría. El que tiene sentido del humor entiende profundamente que, primero que nada, importa la felicidad de las personas, y sabe que ésta es el verdadero camino de su perfección, de su mejora. Por eso, ante cualquier situación, sabe encontrar el aspecto más cercano a la felicidad y lo pone de manifiesto. Y si no acierta a encontrarlo, se alegra cuando otro lo encuentra y goza con él igualmente. Propio del sentido del humor no es sólo hacer reír y sonreír, sino participar de la risa y de la sonrisa. Propio del sentido del humor es saber reír y sonreír, esto es, buscar intencionalmente la alegría.

Por eso, el buen humor es una manifestación inmediata de la inteligencia libre del hombre, del ingenio. Poder percibir el fondo de bondad y de alegría de una persona o de una situación, en medio del velo que tiende la apariencia del "humor", es un efecto de la inteligencia humana y de su libertad. Se requiere ingenio para descubrir el fondo de realidad esencial, que invita siempre a la alegría, cuando lo que se ofrece a la mirada es un conjunto de elementos ingratos y desagradables. Tal es la relación que guarda el sentido del humor con lo cómico. La comicidad se da cuando, en una situación de aparente seriedad y rigor, se descubre bruscamente un fondo de verdad que es visible. Ante esta situación caben dos reacciones: la estupefacción o la risa. El que carece de sentido del humor queda estupefacto, es decir, cobra conciencia de su estupidez. El que goza de sentido del humor, ríe, es decir, se rinde ante la realidad visible. Por último, la esperanza es otro puntal del sentido del humor. Se requiere comprensión hacia las personas, afán de alegría e ingenio para buscarla; pero la esperanza es condición de todo esto. Efectivamente, aparece primero lo ingrato, lo grave, lo riguroso de una situación o de una persona, y luego se acierta a ver que, en el fondo, todo es "humorístico", propio del humor. Pero lo primero es la apariencia grave e ingrata. Se requiere un arraigado talante de esperanza para enfrentarse a ello con perspectiva de humor.

El sentido del humor forma parte de la cotidianeidad humana –es exclusivamente humano, de acuerdo a Aristóteles- y se halla implicado en numerosos actos comunicacionales. Sin embargo, resulta dificultoso que investigaciones centradas en este tema sean tomadas seriamente. Al respecto, Dziegielewski, Jacinto, Laudadio y Legg-Rodríguez (2003), afirman que incluso el humor es concebido como poco profesional. No obstante, el estudio del fenómeno denominado humor es abordado desde muy diversas disciplinas: antropología, sociología, lingüística, psicología, fisiología, medicina, filosofía o educación y constituye, por lo tanto, un campo interdisciplinar.

Según Lyttle (2003), la palabra humor deriva de umor, que en latín significa fluido. Durante la Edad Media umor extendió su significado a “genio o condición que sería causado por los humores vitales” (Araujo e Isod, 2000:5). Se atribuía la disposición o estado de ánimo a la predominancia de ciertos líquidos corporales u otros. A su vez, Bremmer y Roodenburg (1997 en Lyttle, ob. cit.), definen al humor como cualquier mensaje transmitido en acción, habla, escritura, imágenes o música que intenta producir sonrisa o risa. Rodríguez Idígoras (2002: 22), citando a Cano Moya, dice que “el sentido del humor hace descubrir muchas cosas en el mundo que sin él no se descubrirían.

La risa no es sólo una cuestión divertida sino un modo de conocer la realidad.”

Existen diversos elementos reunidos bajo el concepto de “humor”, entendido como lo que puede provocar risa o divertimento. Como se verá más adelante, hay elementos gestuales que no necesitan palabras, dibujos, caricaturas, juegos de palabras que aprovechan los aspectos fónicos, palabras prohibidas insertas en un contexto distinto del habitual y un sinnúmero de otras situaciones que provocan gracia. Pero dentro del amplio campo de elementos conectados con el tema, se hará foco aquí en lo cómico, el chiste y, sobre todo, el humor.

Piddington (1962), apoyándose en los hallazgos de Darwin, sostiene que “tanto ontogénica como filogénicamente, la risa como expresión de placer aparece antes que pueda decirse que existe algo de la naturaleza del sentido del humor, lo que podría favorecer una explicación biológica de la risa (aunque no del sentido del humor). La definición que el autor brinda sobre la función biológica de la risa elemental es la que sigue: La risa constituye una reacción profundamente enraizada en la constitución de las especies humanas, que surge por una situación placentera que no tiende a estimular ninguna reacción corporal y que sirve para expresar a los otros miembros de la especie el estado mental que acompaña a tal situación” (Piddington: 64).

Sin embargo, y analizando ya no la risa elemental, sino la risa más evolucionada, subordina la función biológica de la risa a la función social. La construcción de esta función encuentra sus primeros pasos en que la risa es una señal del niño a sus padres de placer satisfecho, que además induce a un estado de ánimo similar. Y esta calidad expresiva de la risa, según Piddington, continúa a lo largo de la vida.

Por su parte, Lyttle (2003) postula que el humor ocurre cuando un estímulo genera gracia y puede o no causar risa en un contexto complejo y cambiante. Incluye la participación de, por lo menos, un objeto y un sujeto apreciador, pudiendo haber o no un iniciador.