PROPUESTA DE  MICRORREGIONALIZACIÓN  TURÍSTICA DE LOCALIDADES DEL MUNICIPIO DE COYUCA DE BENÍTEZ, GUERRERO. MÉXICO

PROPUESTA DE MICRORREGIONALIZACIÓN TURÍSTICA DE LOCALIDADES DEL MUNICIPIO DE COYUCA DE BENÍTEZ, GUERRERO. MÉXICO

Teresa de Jesús Rivas Pérez
Universidad Autónoma de Guerrero, México

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2.6. Razones  para la microrregionalización
El PRODESIS es un claro ejemplo del trabajo que puede hacerse desde las localidades, ya que fomenta la innovación  en las políticas públicas orientadas al desarrollo territorial con participación social, en un caso específico existen 16 microrregiones de la Región Selva y Sierra de Chiapas, que trabajando de manera coordinada con los tres niveles de gobierno y con las comunidades contribuye a la instrumentación de procesos y prácticas de desarrollo con un enfoque territorial, participativo y sustentable. 

Los objetivos de las microrregiones para PRODESIS son dar consistencia al municipio y que su organización territorial comprenda microrregiones, que su delimitación territorial corresponda a criterios de integración física, social, económica, y esté basada en la circunscripción municipal. La mirorregionalización sirve de fundamento para lograr los cambios en las condiciones actuales de la población y los desequilibrios espaciales y socioeconómicos; sirve para corregir las tendencias indeseables y para promover la transformación del medio rural con una perspectiva de largo plazo; como marco de referencia para orientar la elaboración de estrategias, políticas públicas y programas de desarrollo territorial.

De acuerdo al  PRODESIS,  los beneficios que se obtienen al microrregionalizar son superar la visión comunitaria que tienen los pobladores de la región, fomentar la solidaridad entre las comunidades, posibilitar ampliar la cobertura de servicios, inducir a actuar a la comunidad mediante la integración de cadenas productivas, habilitar un mejor aprovechamiento de los recursos naturales y fortalecer la gestión del territorio municipal.

En la construcción de espacios de concertación y de procesos de descentralización el Programa ha sido acompañante oportuno en el ejercicio de la política pública territorial de los municipios que están construyendo procesos de descentralización microrregional, pues tanto el Programa como los ayuntamientos han coincidido en el fortalecimiento de las microrregiones que existen en el territorio municipal y el fortalecimiento de las capacidades de los consejos microrregionales.

Para llevar a cabo su trabajo ha sido necesario que el Programa forme promotores comunitarios que impulsan el desarrollo de sus propios proyectos productivos y se ha construido una red de comunicadores comunitarios que ofrecen información e innovación tecnológica a los habitantes de las comunidades para la oportuna toma de decisiones.
De igual manera ha sido necesaria la construcción de espacios públicos para el acceso a la información censal y cartográfica como el Sistema de Información Técnica Económica y Territorial (SITET), útil para la planeación territorial.

Otro de los elementos importantes que desarrolla el Programa es la construcción de redes productivas  que se van ampliando conforme a las necesidades de los integrantes y que se encuentra en constante consulta con los Consejos Microrregionales, entre los que se destaca la Red de Agroindustrias de la Selva y la Red de Centros Ecoturísticos  que han logrado trascender los límites del territorio microrregional para lograr una expresión regional. (PRODESIS s/f 1)
http://www.prodesis.chiapas.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=28:bienvenida&catid=14&Itemid=133  Recuperado 21 abr.  2014.

En Colombia, la participación social y la voluntad política de los gobernantes en turno son los factores que menciona Camargo (s/f) para lograr el desarrollo del país. Su propuesta para lograrlo es conformando macrorregiones  con la integración de varios departamentos, así como microrregiones conformadas con municipios que tengan ciertas afinidades; también prevé que esta regionalización puede dar origen a otros problemas como una reforma constitucional, por ejemplo.
Lo regional no es nuevo en Colombia, se origina a mediados del siglo XX cuando adquieren importancia el concepto y las prácticas asociadas a la planificación del desarrollo; sin embargo, la idea de regionalizar el país data de la década de los  noventas en que adquirió relevancia el concepto de desarrollo regional, teniendo como antecedente un diagnóstico en el que se plantean los desequilibrios regionales y la desarticulación territorial que dio origen al proyecto político de fortalecer a los municipios proponiendo la creación de Consejos regionales de planificación económica y social, las Regiones de planificación y los Fondos de inversión regionales. El objeto principal de la regionalización será el desarrollo económico y social del territorio.
Camargo define a la macrorregión como el espacio geográfico, político, administrativo, jurídico organizado en un sistema integrado por asentamientos, recursos y producción, localizado, ordenado espacialmente y manejado con un criterio de coordinación y planificación integral. Su papel debe estar, en jerarquía, después del Estado en procura del equilibrio y  bienestar de la comunidad.
Sobre las microrregiones, Camargo las define como entidades dotadas de personería jurídica, autonomía y patrimonio propio. Su jurisdicción abarca varios municipios o territorios indígenas que hacen parte de un mismo departamento sin que esto sea condicionante para que a futuro las microrregiones amplíen su campo de acción hacia otros espacios distintos a un mismo departamento.
Sugiere la utilización de la palabra macrorregión porque hace alusión a un espacio geográfico de gran magnitud en donde convergen diversos grupos poblacionales con características homogéneas o complementarias en procura de su integración para lograr un  desarrollo compartido, se trata de una unidad territorial con autonomía administrativa, de coordinación y complementariedad de la acción de las microrregiones y de intermediación entre estas y la Nación y de prestación de servicios que llegue a determinar la Constitución y las leyes  (Camargo, s/f).
Camargo justifica su  propuesta  a causa de la burocratización excesiva, la corrupción, la pobreza, el excesivo endeudamiento, la falta de control gubernamental y, sobre todo, a que éstas impiden el desarrollo del espacio geográfico; en otras palabras, propone un nuevo orden administrativo con la creación de las macrorregiones y microrregiones. Desde luego, prevé también las ventajas y desventajas en su conformación.
El principal papel que él asigna a las microrregiones en su propuesta es el de suministrar los servicios que  no puede proveer la macrorregión debido a su carácter espacial y cuya ausencia afecta a grupos pequeños, que obtendrían los beneficios y la responsabilidad de proveerlos. La característica espacial de movilidad permitiría a las microrregiones expandir su radio de acción

Rodríguez (2007), por su parte, afirma que es posible determinar microrregiones con homogeneidad física, histórica, económica, social y cultural a partir del ámbito territorial de las cuencas hidrográficas y de las divisiones político-administrativas que permitan diseñar y ejecutar  planes de manejo consensuados y participativos, indispensables para una política sostenible.

Esta propuesta se refiere la microrregión como una unidad ambiental para el estudio de problemas ambientales y se ubica en  las microcuencas de los ríos Platanar, Peje y La Vieja  dentro del río San Carlos  (Costa Rica). En la actualidad, la microrregión tiene una economía agropecuaria moderna y capitalizada, con monocultivos de carácter intensivo que se dedican, principalmente, a la venta. Su población, para el año 2000, era de poco más de 51 mil habitantes la cual se ha venido incrementando en los últimos años debido a la migración tanto de nacionales como de extranjeros; este incremento en la migración de acuerdo a Chaves (2002, en Rodríguez 2007) tiende a presionar los recursos naturales y ecosistemas.

Las razones que argumenta para la implementación de la microrregionalización y que le dan homogeneidad son, entre otras, que existe un tráfico de personas entre las ciudades ubicadas en la microcuenca y que comparten un ámbito geográfico, la producción se vende en una de las ciudades, misma que es la de mayor tamaño y en donde se abastecen de bienes y servicios los pobladores de la microrregión, a la vez es la ciudad con mayor oferta de servicios. La ciudad  es el foco que irradia las políticas públicas ya que ahí tienen su sede oficinas e instituciones públicas, es la ciudad en donde se encuentra el poder político local, ahí también tiene su sede el poder religioso y existe una  gran cantidad de medios de comunicación relevantes en la tarea de crear consensos y de discutir problemas que beneficien a la microrregión.
Los problemas de contaminación y de deforestación son ocasionados por la producción intensiva que se realiza en la microrregión y su estudio y posible solución son la razón de la propuesta de microrregionalización que hace el autor. (Rodríguez, 2007) www.tec-digital.itcr.ac.cr/servicios/ojs/index.php/tec_marcha/.../91 Recuperado 21 abr. 2014
Hernández en un estudio sobre microrregionalización en el oriente de Tlaxcala (2007), aborda el tema de la microrregión desde la perspectiva de las condiciones existentes en los niveles inferiores del territorio, que es en donde se localizan las microrregiones y cuyas características principales son la marginación y el escaso crecimiento; trata de demostrar que las microrregiones pueden mejorar sus perspectivas integrándose en mejores condiciones a los centro urbanos (de acuerdo a sus necesidades y capacidades) en la medida de una  distribución equitativa de los recursos y un aprovechamiento de los recursos y capacidades de las localidades. Argumenta que se debe discutir en los ámbitos académico y de políticas públicas y que para lograr un desarrollo equilibrado y sustentable es necesario lograr la integración territorial a partir de los niveles inferiores de las estructuras microrregionales hacia los niveles de mayor jerarquía como las ciudades y centros poblados que cumplen la función de centralizar una serie de actividades más avanzadas.
Sus objetivos están en función de la dinámica de un sistema de ciudades y centros poblados a partir de los que se pretende llegar a integrar un modelo de microrregionalización que impulse  el desarrollo por medio de acciones de políticas públicas que fortalezcan los flujos e intercambios de bienes, servicios, comercio y mano de obra lo cual puede llevar a consolidar nuevos centros dinamizadores. Hipotetiza que el impulso a los territorios deprimidos es una alternativa para lograr el desarrollo sustentable con base en los recursos existentes en dichas microrregiones y que de no hacerlo así se corre el riesgo de mayores desequilibrios y de una mayor polarización en la población.
Hace un análisis de la dinámica de  las relaciones económicas,  de personas y servicios  entre varias ciudades del oriente de Tlaxcala, además de los estados que lo rodean (los Estados de México, Distrito Federal, Morelos, Hidalgo y Puebla). Su propuesta teórica está pensada para el territorio estudiado para impulsar el desarrollo local y presenta un esquema de planeación para el  desarrollo microrregional sustentado en la caracterización de los centros de integración microrregional previa hecha con la información de intercambios territoriales, identifica y  justifica los posibles escenarios de planeación que pueden dar respuesta a las necesidades más apremiantes de dicha región en los próximos años con el fin de mejorar la calidad de vida de la población. Concluye advirtiendo sobre la necesidad de implementar nuevos procesos de descentralización y  de regionalización a partir de los niveles jerárquicos inferiores, con el propósito de equilibrar el desarrollo de las regiones, mejorar el entorno, hacer un uso eficiente y sustentable de los recursos y, con ello, mejorar las condiciones de vida de la población.
Un ejemplo más de  la adopción de microrregión para el logro de un propósito que beneficie a una localidad o comunidad rural es el del Plan para el Desarrollo con Identidad de la Microrregión de Bajchen (2012) en el que se unieron  seis localidades (Chixaltontic, Shishintonil, Ococh, Cruzchen, Navil y Bajchen)   del municipio de Tenejapa, Chiapas, considerado  de muy alta marginación  CONAPO (2010).
Aunque la microrregión es rica en flora y fauna lo es también en cultura, ahí habitan indígenas tzeltales que se definen a sí mismos como “el pueblo de la palabra originaria”.El concepto evoca la memoria del origen del hombre maya; herencia oral que se recrea en la costumbre y en las prácticas del saber. Los nombres de las seis comunidades que integran la microrregión están inscritos en lengua tzeltal y esta conformación tiene sus explicaciones desde el punto de vista histórico y natural. Para ellos es de suma importancia identificar los elementos culturales como criterios de identidad de estas seis comunidades como una microrregión.
Su visión del futuro  es la de “ser indígenas orgullosos de nuestras raíces conservando la identidad cultural del pueblo tzeltal que nos han heredado nuestros antepasados, con espíritu de cooperación en busca del bienestar colectivo de la microrregión Bajchen tierra fría de Tenejapa; con el apoyo de los diferentes órdenes de gobierno para optimizar los servicios de salud, educación y mejorar la infraestructura en beneficio de nuestro desarrollo económico y social en un entorno sustentable”.
Entre los proyectos a desarrollar con el objetivo de fortalecer su cultura a través de sus tradiciones están entre otros: el rescate y preservación de la vestimenta de la mujer indígena de la microrregión, el rescate y preservación  de su música, el fortalecimiento de la medicina indígena herbolaria  de la microrregión,  capacitación y difusión de los derechos indígenas, rehabilitación de la infraestructura de agua entubada, construcción de vivienda y letrinas, incremento de la capacidad de suministro de energía,  pavimentación de carreteras, capacitación, estudio técnico y gestión para establecimiento de rutas de turismo; todo esto a desarrollarse entre 2012 y 2020. La elaboración del Plan de Desarrollo de la Microrregión Bajchen es el resultado de la participación activa de la población indígena en la planeación del territorio, aunque la participación oficial fue muy pobre como lo reporta el mismo documento (Plan para el Desarrollo con Identidad de la Microrregión de Bajchen (2012).
Delgadillo (2006) comenta que América Latina se encuentra inmersa en procesos de cambio importantes para la vida rural, mismos que son impulsados por factores internos y externos,  y que a su vez representan un reto para los países del área; en los cuales, en sus territorios rurales, se incorpora una creciente economía no agrícola que demanda cerca del 40% de la mano de obra del campo y la mitad del ingreso de sus pobladores. Y que para hacer frente a esa nueva problemática, los países deben enfrentar de manera decidida problemas sociales y económicos, producto de desiguales términos de intercambio que en la mayoría de los casos han favorecido a los entornos urbanos.
Afirma también que las políticas públicas y el alcance del desarrollo rural  tienen en común sobredimensionar el carácter sectorial; sin embargo, las estrategias y acciones para hacer relevante la vida rural requieren poner énfasis en combinar un enfoque de desarrollo rural desde la visión del territorio como sujeto de acción que promueva una nueva institucionalidad en beneficio del medio rural y de las actividades que en él se desarrollan tomando como centro de atención a los lugares y a la población que los habita y que da al desarrollo rural un enfoque territorial.   
Menciona que el crecimiento de la población rural en los países de América Latina es el resultado de intensos procesos migratorios que han incrementado la urbanización en ciudades grandes e intermedias, pero que también ha venido a conformar cinturones de miseria, proliferación de la informalidad y polarización social en esas ciudades. Y en el marco de esos nuevos escenarios se ha dado el proceso de apertura comercial caracterizada por la desgravación arancelaria, acuerdos de libre comercio y compromisos multilaterales, imponiendo restricciones a los centros de toma de decisiones de la agricultura y la vida rural. La liberalización de los mercados ha minimizado la intervención estatal y marginado casi por completo las iniciativas sectoriales y territoriales (Trejos, 2004; en: Delgadillo 2006) por lo que muchos de los instrumentos empleados en el pasado no se utilizan o se usan menos haciéndoles perder legitimidad debido a que los países han tenido que adoptar estrategias de desarrollo diferentes o los procesos de integración en que participan los obligan a armonizar políticas o porque  los acuerdos de comercio en donde participan se los impiden.
De acuerdo con Rodríguez (2004 en: Delgadillo 2006) es posible clasificar las diferentes perspectivas que adoptan los países con respecto de las políticas de atención al medio rural, así las primeras intervenciones incidieron en el incremento de la capacidad productiva agraria, mismas que fueron sustituidas por una línea de trabajo de marcado carácter sociocultural y finalmente por jugar un papel centrado en la multiplicidad de enfoques relacionados con la sostenibilidad1 y el desarrollo humano territorial que es en donde se sitúa el enfoque territorial del desarrollo social.
Y de acuerdo con Delgadillo, el enfoque territorial abarca la sostenibilidad de los medios de vida, la cooperación y la gobernabilidad locales, el fortalecimiento de la nueva economía basada en la agricultura, los riesgos y oportunidades que supone la globalización para la viabilidad de las economías rurales entre otros y surge como respuesta a factores que afectan el proceso de desarrollo rural; de acuerdo con Sepúlveda (2003ª, en Delgadillo 2006), esos factores son, entre otros:

  • La persistencia de la pobreza rural,
  • La insuficiencia de los ajustes y de las reformas estructurales para solucionar los desafíos básicos del desarrollo,
  • La persistencia de brechas regionales y sectoriales,
  • El sesgo anti rural de los esquemas de provisión de infraestructura,
  • La inseguridad alimentaria que padecen las poblaciones rurales
  • La importancia estratégica que continúa teniendo la agricultura en muchas economías de la región,
  • La importancia creciente de las actividades no agrícolas en el ámbito rural y la expansión de centros urbanos en territorios mayormente rurales,
  • El deterioro de los recursos naturales,
  • La transformación que ha experimentado la institucionalidad rural,
  • La evolución de las expectativas de los consumidores y los mercados, y
  • El auge de las nuevas tecnologías de información y comunicación.

Para Sepúlveda (2001), las transformaciones que se han venido dando en las últimas décadas en los países de la región América Latina y el Caribe (ALC), tales como la redefinición del  sector público agrícola y sus vínculos crecientes con el sector privado,  el  avance de la globalización y  la multilateralidad del comercio, acompañado por el renovado dinamismo de los procesos de integración regional son sesgadas. Mientras la mayoría de los gobiernos de los países buscan fortalecer la democratización y la participación de la sociedad civil en la planificación del desarrollo estas transformaciones  han tenido impactos sociales y ecológicos severos como el incremento de la pobreza rural y urbana, acompañada por el deterioro creciente de la base de los recursos naturales que, en conjunto, podrían llegar a ser los elementos desestabilizadores de los sistemas socio-políticos en algunos países y los mismos que han golpeado a los estratos sociales más débiles tales como grupos étnicos indígenas, las mujeres y los jóvenes rurales.
Por lo anterior expuesto, la propuesta de microrregionalización del autor tiene como eje central la transformación productiva y comercial de los países de AL y deberá ser complementado necesariamente con las dimensiones social y ambiental para lograr un estado de equilibrio. La propuesta teórica deberá traducirse en políticas sociales y económicas que incentiven el incremento de la competitividad de la agricultura en general y  de las empresas agrícolas en particular, que garanticen la distribución social y espacial equitativa de los beneficios del desarrollo y orienten el diseño y ejecución de instrumentos de macro, meso y micro-políticas con una perspectiva de largo plazo pero que a su vez compatibilice los objetivos a corto plazo y el manejo racional de los recursos naturales y  el medio ambiente. 
La metodología que propone tiene una visión crítica del desarrollo sostenible microrregional y con probabilidades efectivas de instaurarse como paradigma en ese ámbito. Su implementación exitosa está fuertemente condicionada por las características del modelo nacional de desarrollo, surge como respuesta a las necesidades detectadas en el ámbito de los gobiernos locales como resultado de las funciones transferidas desde las instancias de gobierno central en el contexto del proceso de descentralización y fortalecimiento de esos gobiernos con el fin de mejorar las condiciones de vida de la población rural. (Sepúlveda 2001)
Un estudio realizado por Cuervo y Morales (2009), aborda el tema de las desigualdades territoriales desde la perspectiva del nivel de bienestar de las comunidades y tiene como objetivo conocer cómo ha sido estudiado el tema; ellos centran en tres puntos principales su análisis: el tipo de desigualdades, el papel de las desigualdades en el sistema socioeconómico  y los factores que determinan las desigualdades.
En el primer caso encontraron que las diferencias pueden ser de varios aspectos: físico, ambiental, ecológico, económico, demográfico, etcétera; no todas las diferencias entre regiones son problema. Las desigualdades estudiadas por ellos fueron las ubicadas en el nivel de vida, de desarrollo o de bienestar de las comunidades de un territorio. En este punto aclaran que no se deben confundir las desigualdades entre familias y personas, con las desigualdades entre regiones (Polése, 1998  en Cuervo y Morales 2009), sin embargo, si en una región se observa el mismo ingreso per cápita y la misma estructura en la distribución del ingreso, no se puede hablar de desigualdades regionales. Punto de vista que en el análisis regional, para Coraggio (en Cuervo y Morales 2009), denota conflictos entre regiones, por lo que se niega la estratificación social al homogeneizar a la población de cada región.
Mencionan los autores que tampoco deben confundirse las desigualdades en el nivel de bienestar  de las regiones y las desigualdades en la distribución espacial de actividades económicas de la población, no importando qué actividades se desarrollen, lo importante es que dicha población obtiene un determinado nivel de bienestar con la estructura económica existente.

1 El autor utiliza indistintamente sostenibilidad o sustentabilidad.