"MODELO SISTÉMICO BASADO EN COMPETENCIAS PARA INSTITUCIONES EDUCATIVAS PÚBLICAS"

Leticia Sesento García

1.3 DEFINICIONES DEL CONCEPTO COMPETENCIAS

En este apartado revisaremos, primeramente, el concepto de competencias y su evolución en diferentes contextos. La palabra “competencia” procede del latín competeré, que significa “aspirar” o “ir al encuentro“. En español, de esa raíz derivan dos sentidos de la palabra: uno en relación con la idea de competitividad y otro con la capacidad o autoridad en un dominio. El que se aplica en el ámbito educativo es el segundo.

El concepto competencias aparece en el diccionario de la Real Academia Española (2001) definido como:

  • Disputa o contienda entre dos o más personas sobre algo.
  • Oposición o rivalidad entre dos o más que aspiran a obtener la misma cosa.
  • Situación de empresas que rivalizan en un mercado ofreciendo o demandando un mismo producto o servicio.

Por lo tanto, debemos mirar que el adjetivo competente significa lo siguiente: define a aquella persona que tiene una “aptitud de pericia”, que es “idónea” para hacer algo o intervenir en un asunto determinado.

En la mayor parte de las definiciones consultadas, el concepto competencia, lo mismo que el vocablo español competente y los ingleses competent y competency expresan tres dimensiones, a saber:

  • Hacen referencia a las habilidades de las personas y al conocimiento.
  • Hacen referencia a la competencia en el terreno legal, para llevar actividades propias de su competencia.
  • Y la competencia que crea rivalidad entre las personas, animales u organizaciones que aspiran a tener la misma cosa.

El American Heritage Dictionary (1985) define el vocablo competent como sinónimo de competency, significando:

  • El estado o calidad de ser competente.
  • Suficientes medios para una existencia confortable
  • La calidad o la condición de ser cualificado legalmente, elegible, o administrable.

Chomsky (1965) considera que una competencia consta de un conjunto de reglas más o menos refinadas que permiten la generación de innumerables desempeños.

En los años setenta, los especialistas de la tecnología educativa propusieron programas con competencias (Burns, 1973). En esa época, se les trataba desde una perspectiva conductivista y se enfocaron en la formulación de los objetivos que constituían a cada una de ellas. Las investigaciones sobre la idea de competencias básicas (minimal competency) ayudaron a profundizar el concepto; así, se aplicó en el campo de la formación técnica y después en la enseñanza de segundos idiomas.

Sin embargo, otros especialistas mencionan que “la competencia se refiere a algunos aspectos de conocimientos y habilidades; aquellas que son necesarias para llegar a ciertos resultados y exigencias en una circunstancia determinada es la capacidad real para lograr un objetivo o resultado en un contexto dado según la Organización Internacional del Trabajo” (Chomsky, 2000).

De la misma forma, Mc Lagan (1997) precisa que las organizaciones y los individuos relacionados con este tema deben ser conscientes sobre las diferencias que comprende su significado, además de discernir sobre las ventajas e inconvenientes presentes en cada aproximación conceptual. Mc Lagan expone diferentes elementos, que desde su perspectiva son los que determinan sus distintos significados:

Las competencias como tareas. Este tipo de acepción es concebido por algunas personas, como las tareas de trabajo y actividades consideradas por ellos como competencias.

Las competencias como resultado. Aquí las personas conciben el que la habilidad produzca beneficios a la empresa.

Una mejor actuación o mejor competencia es un conjunto relativamente estable de comportamientos, los cuales producen una actuación superior en los grupos de trabajo en ambientes organizacionales más complejos (Schroder, 1989).

Una competencia es un conjunto específico de formas de conducta observables y evaluables que pueden ser clasificadas de una forma lógica; en definitiva, categorías de conducta (Aledo, 1995).

Las competencias individuales son los conjuntos de características personales y conocimientos que confieren a las personas la capacidad para desempeñar las funciones correspondientes a su ocupación de manera satisfactoria en relación a los objetivos y estrategias de la organización en que se encuentre (Llopart,1997).

La competencia ocupacional es la habilidad para realizar las actividades dentro de una ocupación o función para el nivel de actuación esperada en el empleo (Management Charter Initiative, 1990; citado por Horton, S. 2000 a ).

Sin embargo, otros autores consideran a las competencias como “la especificación del conocimiento y habilidad, y la aplicación de este conocimiento y habilidad para el estándar de actuación” (Hager et al 1994; citado por Hoffmann, 1999). Las competencias quizá son expresadas en términos de conductas que unos individuos requieren demostrar o, tal vez, expresadas como estándares mínimos de actuación (Strebler et al, 1997; citado por Hoffmann, 1999).

Otras definiciones son:

Conocimientos, habilidades y capacidades relacionadas con el trabajo (Nordhaug y Grootings,1994).

La competencia es un grupo relacionado de conocimientos, habilidades y actitudes (KSA) que afectan en su mayor parte a un trabajo (roles o responsabilidades) o que se correlacionan con la actuación en el trabajo, el cual puede ser medido frente a los estándares correctamente aceptados y pueden ser perfeccionados por medio de acciones formativas y de desarrollo (Parry, 1996).

El conjunto de patrones de comportamiento que una persona necesita para desempeñar un puesto de trabajo, de tal manera que lleve a cabo las funciones y tareas correspondientes con competencia (Woodruffe, 1993).
Una dimensión de conductas abiertas y manifiestas que le permiten a una persona rendir efectivamente (Woodruffe, 1993).
Características subyacentes de las personas que indican formas de comportarse o pensar, generalizables de una situación o otra, y que se mantienen durante un tiempo razonablemente largo (Spencer y Spencer, 1993).
Una habilidad o atributo personal de la conducta de un sujeto, que puede definirse como característica de su comportamiento y, bajo la cual, el comportamiento orientado a la tarea puede clasificarse de forma lógica y fiable.

Un conjunto de comportamientos observables que están causalmente relacionados con un desempeño bueno o excelente en un trabajo concreto y en una organización concreta (Pereda, 1999).

Conocimientos, habilidades, capacidades o características asociadas con la buena ejecución de un trabajo, tal como la solución de problemas, el pensamiento analítico o el liderazgo. Algunos definiciones de competencias pueden incluir motivos creencias y valores (Mirabile, 1997).

Conjunto de conocimientos, habilidades y disposiciones de conductas que posee una persona, que le permiten la realización exitosa de una actividad (Rodríguez, 1999).

Alguien es competente si sabe movilizar conocimientos y cualidades para enfrentarse a un problema determinado; es decir, son las competencias las que determinan los conocimientos y las cualidades puestas en juego (Mandon, 1990).

Se entiende por competencia profesional la capacidad de aplicar en condiciones operativas y conforme al nivel requerido las destrezas, conocimientos y actitudes adquiridas por la formación de la experiencia profesional, al realizar las actividades de una ocupación, incluidas las posibles nuevas situaciones que puedan surgir en el área profesional y ocupaciones afines (Guerrero, C. 2005).
Las competencias son repertorios de comportamiento que algunas personas dominan mejor que otras, lo que las hace eficaces en una situación determinada. Estos comportamientos son observables en la realidad cotidiana del trabajo. Las competencias representan, pues, un trazo de unión entre las características individuales y las cualidades requeridas para llevar a cabo misiones profesionales (Levy-Leboyer, 1997). Una competencia es un conjunto de conductas organizadas en el seno de una estructura mental, también organizada y relativamente estable y movilizable cuando es preciso (Levy-Leboyer, 1997).

Lo que se llama competencia evoluciona a lo largo del tiempo, depende de los criterios utilizados, es relativo a los sistemas de evaluación (Le Beterf, 1998; citado por Guerrero C. 2005).

Conjunto de saberes, técnicas y aptitudes que son directamente útiles y aplicables en el contexto particular de una situación de trabajo. La competencia materializa una o varias capacidades del sujeto (Le Boterf, 1998).

Por “competencia profesional” se va a entender el conjunto de conocimientos, habilidades y capacidades que derivan de la formación, experiencia e historia de un trabajador. Esto incluye diversas competencias parciales, técnicas parciales, técnicas metodológicas, sociales y de gestión (CEDEFOP, 1996).

Posee competencia profesional quien dispone de los conocimientos, destrezas y aptitudes necesarias para ejercer una profesión, puede resolver los problemas profesionales de forma autónoma y flexible y está capacitado para colaborar en su entorno profesional y en la organización del trabajo (Pfefeer, 1994).

La competencia es una capacidad multidimensional para realizar actividades de manera satisfactoria. Incluye conocimiento específico y habilidades técnicas para una actuación exitosa en el trabajo. Más allá de la adquisición de habilidades o de conocimientos, la competencia incluye la capacidad para hacer frente a lo incierto y a lo irregular en la situación de trabajo. Esta capacidad de hacer frente a situaciones es la base de una efectiva flexibilidad y adaptabilidad del trabajador (Dranke, 1994).

Comportamiento que rige la actuación, para superar las barreras conocidas y lograr estándares de actuación (Esque y Gilbert, 1995).

Las competencias pueden definirse como la comprensión individual y colectiva de las situaciones productivas, sometidas a la complejidad de los problemas que plantea su evaluación (Tarifan,1995 citado por Guerrero C,  2005.).

Según Kobinger (1996), “una competencia es un conjunto de comportamientos socio afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, una función, una actividad o una tarea”.

Las competencias individuales hacen referencia a las características fundamentales de la personalidad, que son inherentes a las acciones de las personas en todo tipo de tareas y situaciones (Bergenhenegouwen, Horn, Mooijaman, 1997; citado por Guerrero C. 2005).

Como ejemplo, la competencia puede definirse como la capacidad probada de realizar una tarea particular y de realizar en condiciones específicas y detalladas. Esta aproximación insiste en la actuación de realizar para la ejecución de una tarea (Colardyn, 1996).

Las competencias son conductas que distinguen ejecutores efectivos de ejecutores inefectivos. Ciertos motivos, rasgos, habilidades y capacidades son atribuidas a personas que manifiestan una constancia en determinadas vías (Dalton, 1997)
Navío (2001) define a las competencias como el conjunto de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes cuya aplicación en el trabajo se traduce en un desempeño superior, que contribuye al logro de los objetivos claves del negocio.

Los comportamientos, habilidades, conocimientos y actitudes que favorecen el correcto desempeño del trabajo y que la organización pretende desarrollar y/o reconocer en nuestros empleados, de cara a la consecución de los objetivos empresariales (Alamillo, 2002).

La habilidad de aplicar el conocimiento, comprensión, práctica y destreza mental para lograr una actuación efectiva por los estándares requeridos en el puesto de trabajo. Esto incluye la resolución de problemas y que el individuo sea lo suficientemente como flexible para adaptarse a los cambios requeridos (NCVQ, 1997; citado por Horton, 2000 b ).

Las habilidades, conocimientos y comprensión, cualidades y atributos; conjunto de valores, creencias y atributos los cuales conducen a una actuación directiva eficaz en un contexto dado, situación o rol (Woodall y Winstanley, 1998; citados por Garavan y McGaguie,1991).

La competencia materializa las capacidades que posee la persona. Si es competente frente a un trabajo “concreto“, la persona responde a las exigencias del mismo de forma efectiva y eficiente (Solé y Mirabet, 1999; citados por Béret,1998).

En Europa, muchos sistemas educativos incluyen el concepto de competencia clave, que es un conjunto de recursos para que el ciudadano se pueda integrar en la sociedad (Euridyce, 2002).

Según Le Boterf (2000), una persona competente es una persona que sabe actuar de manera pertinente en un contexto particular, combinando y movilizando un equipamiento doble de recursos personales (conocimiento, saber hacer, cualidades, cultura, recursos emocionales) y recursos de redes (bancos de datos, redes documentales, redes de experiencia especializada).

En la literatura especializada sobre competencias se reiteran los siguientes aspectos: las competencias son sistemas de conocimientos, sistemas de habilidades y hábitos, actitudes, expectativas, su relación con la actividad, solución de problemas y toma de decisiones. También han llegado a ser sinónimo de capacidad, suficiencia, idoneidad, maestría, habilidad y excelencia. Por lo tanto las competencias constituyen la posibilidad real que tiene el ser humano de integrar y movilizar sistemas de conocimientos, habilidades, hábitos, actitudes y valores para la solución exitosa de aquellas actividades vinculadas a la satisfacción de sus necesidades cognitivas y profesionales, demostradas en su desempeño al tomar decisiones y solucionar las situaciones que se presenten en su esfera de desarrollo profesional.

También es importante señalar que una competencia es una amalgama de conocimientos, destrezas y actitudes. Más allá de los debates sobre la naturaleza de los componentes de la competencia y su importancia relativa o sus interacciones, los autores están de acuerdo en considerar que una competencia es una capacidad para actuar que moviliza varios recursos (Jonnaert, 2000); entre ellos, encontramos componentes socio-emocionales como son los valores personales, la motivación y la cooperación, que pueden influir en una capacidad para actuar. En algunas circunstancias, será necesario evaluar aisladamente estos componentes para comprender la evaluación de competencia. Eso significa también que a veces es importante, en particular para el diagnóstico, evaluar los conocimientos de manera más exhaustiva.

Podemos observar que, a la largo de la historia, algunas definiciones del concepto competencias se apoyan en el objetivo profesional y otras indican la destreza para realizar determinada actividad. Sin embargo, el término de competencias con el cual nosotros consideramos estar de acuerdo es el siguiente: las competencias son sistemas de conocimiento; son los “sistemas de habilidades y hábitos, actitudes, expectativas; su relación con la actividad, solución de problemas y toma de decisiones”. Por lo cual, pudiéramos definir la competencia como la posibilidad que constituye en el ser humano el integrar y movilizar sistemas de conocimientos, habilidades, hábitos, actitudes y valores para el desarrollo profesional. Ahora, analizaremos los tipos de competencias.

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